El año se iniciaba con la crónica de Arucas del corresponsal del periódico
“La Provincia” en su edición del 3 de
enero que encadena con lo acontecido en el anterior y nos da paso al devenir
del nuevo año.
«… he de consignar que reina un hondo
disgusto en la clase sensata de la población, por el establecimiento proyectado
de arbitrios extraordinarios sobre especies de necesaria aplicación al
desarrollo y vida industrial de la gran mayoría de estos vecinos, sin que ello
sea la resolución práctica de la penuria del Ayuntamiento.
Dentro de pocos dias se reunirá la Junta
Municipal para tomar acuerdo en tan importante asunto. Don José Suárez y
Suárez, en las columnas de este diario, ha dicho una parte de lo que tenía que
escribir sobre el tema “Desastre de la hacienda local”.
Los cargos dados á la publicidad por
nadie hasta ahora han sido negados ni rebatidos. Sin embargo de que el Alcalde
de Arucas ofreció, por el mismo conducto, hacerse oir del público, y probar, hasta
la saciedad, lo desprovisto de fundamento de las concretas afirmaciones del Sr.
Suárez».
Pero otras adversidades importantes preocupan mucho a los agricultores
aruquenses en estas fechas. Una relativa a la temperie «Reina una temperatura desapacible y los recientes chubascos tienen el
terreno convertido en un lodazal», y otra que afectaba más directamente a
los cultivadores del plátano «Una nueva
plaga ha caido sobre los plátanos. Se trata de una especie de “cochinilla
blanca”, agarrada fuertemente á la piña, que la hace desmerecer en su venta. Hasta
ahora no se ha descubierto remedio seguro contra ella. El servicio agronómico
de Las Palmas podría hacer un señalado servicio estudiando la plaga».
En previsión con lo que pasaría con los presupuestos de 1913, ya se había
ocupado el alcalde Antonio Codorniú Rodríguez de llevar a los plenos de
noviembre y diciembre del año anterior la liquidación de las partidas
económicas de todas las obras y reparaciones que se habían aprobado en el
mandato de su predecesor el alcalde Manuel del Toro González, ambos
correligionarios “leoninos”, que se habían ejecutado también durante el suyo, y
así fueron vaciando las arcas municipales pues se habían aprobado obras para
las que no se tenia consignación presupuestaria.
El 5 de enero, conforme con lo previsto en la Ley Electoral y en base a su
art. 29, al ser igual el número de candidatos al de elegibles, la Junta del
Censo Electoral proclamaba los 26 Diputados Insulares Electos para el Cabildo
de Gran Canaria, donde aparecían en la nómina nombres muy vinculados a Arucas
que tuvieron una actuación decisiva con los acuerdos tomados por el
Ayuntamiento de Arucas que se debatieron en el último cuatrimestre de este año.
«Distrito de Las Palmas: Don Agustín
Bravo de Laguna y Jover, Don Adán del Castillo Westerling, Don Francisco Gourié
Marrero, Don Agustín Manrique de Lara y Massieu, Don Cayetano Inglott y Ayala,
Don Rafael María Suárez y Suárez, Don Salvador Manrique de Lara y Massieu, Don
Ferreol Aguilar y Páez, Don Juan E. Ramírez y Doreste, Don Ambrosio Hurtado de
Mendoza, Don Antonio Saavedra Hernández, Don Juan B. González y González, Don
José Gil Pineda, Don Tomás de Zarate y Morales, Don Miguel Curbelo Espino y Don
Antonio Massieu y Falcón.
Distrito de Guía: Don Segismundo
Bertrana y Masramón, Don Antonio Castillo Santana, Don Francisco Bethencourt
Armas, Don Santiago González Martín, y Don Antonio Cuyas y González Corvo.
Distrito de Telde: Don Pedro del
Castillo y Manrique de Lara, Don Daniel Araña y Pérez, Don Juan Melián Alvarado,
Don Domingo Rodríguez Quegles y Don Nicolás Massieu y Falcón».
Volviendo a Arucas, para el jueves 16 de enero se convocaba la Junta de
Asociados donde iba supuestamente a oponerse el fuerte incremento fiscal que el
ayuntamiento había incluido en los presupuestos, aunque que fuera la segunda convocatoria
presagiaba también una fuerte presión de los “leoninos” a favor de su aprobación. «La Junta de Asociados de dicha ciudad se reunirá el próximo jueves en
sesión de segunda convocatoria con objeto de aprobar los presupuestos qué han
de regir en el presente año. De su aprobación se puede decir qué está pendiente
todo el pueblo. Por dicho motivo los ánimos están un poco excitados».
Para el miércoles 15 se convocó un paro general en Arucas ante tan mal
presagio «Mañana habrá paro general en
Arúcas, para protestar de la aprobación de los presupuestos, municipales que
han de regir en el presente año».
Los miembros de la Junta de Asociados estaban siendo tan presionados que
forzaron una tercera convocatoria para el martes día 21 y en ella se escenificó
la fortaleza de la maquinaria “leonina”
«En la sesión que ayer celebró la Junta
de asociados de Arucas quedó aprobado el presupuesto del Ayuntamiento de dicha
población».
No eran esas las únicas luchas las que se daban en la Arucas de aquellos
tiempos, dado que en el Teatro Circo se manifestaban otras el domingo 2 de
febrero «Hoy se celebrará una gran
luchada en el teatro circo de Arucas, al estilo canario, greco romano y libre.
Tomarán parte el campeón alemán Chony Altana y los españoles A. Serracony y
Miguel Cabrera».
La minoritaria oposición municipal de los “Jóvenes turcos” echaba de menos
un medio de comunicación en Arucas donde dejarse oír y leer con toda la
política de “oscurantismo” de las
cuentas municipales, en la línea iniciada por Manuel del Toro González durante
su mandato. «Se dice que varios elementos
jóvenes de Arucas tratan de publicar un periódico de intereses locales».
Pero el gran triunfo contra la aprobación de los presupuestos de este año
tanto por el Ayuntamiento, como por la Junta de Asociados, llegó cuando el
lunes 10 de febrero, el periódico “La
Provincia” publicaba un pequeño suelto «Por
noticia telegráfica se sabe que el Gobernador Civil ha denegado la aprobación
de los presupuestos municipales de Arucas. Parece que el Sr. Eulate cree que
presupuestos que se discuten y votan, como los de Arucas, entrado ya el año en
que han de regir, es como si no existieran. En Arucas, según esta teoría,
regirán en 1913 los presupuestos de 1912». Y la ola de la noticia se concretaba
en todos los periódicos de las islas «Por
no haberlos presentado en el plazo legal han sido devueltos, sin aprobar por
este Gobierno civil los presupuestos municipales de
Arucas».
Fue así como el periódico “La Provincia” insertaba en su edición del domingo
19 de febrero, una carta remitida desde Arucas firmada por Cirilo Ponce, que
bajo el titular de “Merecido aplauso” decía.
«Alejado de la política activa, si
bien nunca neutro cuando de la defensa de los intereses del pueblo se trata,
sin haber tocado nunca bombos ni platillos á ningún político, no puedo menos que
tocarlos hoy, ensalzando las gestiones de D. Juan Ponce Castellano, como
concejal del Ayuntamiento é individuo de la Junta da Asociados.
A su entereza y patriotismo debemos el
que podamos cantar victoria, porque grande es el triunfo que él nos ha traido
por haber conseguido la desaprobación de unos presupuestos ruinosos para este
vecindario.
Por primera vez, después de tantos
años y debido á las energías de un hombre de buena voluntad, se ha hecho mérito
de las razones de una minoría insignificante, por el número de que se compone,
y grande por los ideales que defiende.
Más, si queremos que la justicia siga
resplandeciendo y que en sus redes no nos envuelvan los vencidos, debemos,
pasadas estas horas de natural regocijo, trabajar con más ardor y bríos en
ayuda de esa minoría que con tanto tesón ha batallado en el seno del
Ayuntamiento y de la cual se han burlado siempre y, á veces, con cinismo.
Si así no lo hacemos, poco nos durará
nuestra alegría, porque los vencidos maquinarán en sus trincheras el modo de
que les florezca la vara de su nuevo y bondadoso San José; pues, de seguro, no
tendrán la virtud del verdadero arrepentimiento que conduce á enmendar los
yerros cometidos y á no proseguir cometiéndolos en adelante».
El protagonismo que se le adjudicaba a Juan Ponce Castellano, líder de los
“Jóvenes turcos”, lo aclaraba el
periódico “Gaceta de Tenerife” que en
un pequeño suelto el lunes 17 decía « En Arúcas se ha tributado un
entusiasta recibimiento al comerciante D. Juan Ponce que estuvo en Tenerife
trabajando por la anulación de los arbitrios extraordinarios», del que se deduce que había tenido una audiencia con el Gobernador Civil
de la Provincia Antonio Eulate Fery, jefe jerárquico de Manuel Luengo Prieto,
Delegado del Gobierno en Las Palmas siempre “ninguneado”
por los “leoninos”, con quien no se
entretuvo Juan Ponce Castellano.
Auténtico disgusto le debió ocasionar al alcalde Antonio Codorniú
Rodríguez la decisión del Gobernador Civil y la rápida intervención de su ahora
temido enemigo político Juan Ponce Castellano, que en la edición del día
siguiente del mismo periódico “Gaceta de Tenerife” recogía otro suelto «Encuéntranse enfermo hace varios días el
alcalde de Arucas D. Antonio Codorniu». Ya en el pleno extraordinario del
ayuntamiento, celebrado el viernes día 14 de febrero, al que no asistió y que
fue presidido accidentalmente por el teniente de alcalde Vicente Castellano, en
el punto 2º se recogió textualmente «Quedar
enterado de un oficio del Sr Gobernador Civil de la provincia por el que
resuelve que por haber sido presentado fuera de tiempo el presupuesto ordinario
para 1913, deberá regir el del ejercicio anterior».
Posiblemente esta revocación del acuerdo referido, que viniera de la
estructura periférica del Estado, y la propia penuria económica en la que
habían dejado al ayuntamiento sus propios “desmadres
presupuestarios” de los ejercicios anteriores, aconsejaron al alcalde y sus
tenientes de alcalde desistir en el mismo pleno, de un acto propagandístico del
que hubieran deseado presumir.
«Contestar al Sr. General Gobernador
Militar de Gran Canaria, relativamente del establecimiento de una parada de
caballos sementales del Estado, que en esta Ciudad no existe local adecuado
para el acto de la cubrición y que el escaso número de yeguas destinadas a la reproducción
no compensaría al Municipio de los gastos de la parada».
Lugares sí que había, pero la corporación aruquense tenía que “cubrir” con carácter más apremiante un
importante déficit presupuestario y las yeguas aruquenses podían esperar a que
pasaran por allí otros “novios”
aunque no tuvieran el pedigrí que se reconocía a los sementales del Ejército.
El día 23 de febrero el periódico “La
Provincia” daba una escueta noticia: «Restablecido de su dolencia el
Alcalde de Arucas, Sr. Codorniu», pero ni siquiera su excusado descanso unos
cuantos días en su hogar, le había liberado de su contraído mal humor y mal
genio.
El día 24 todos los periódicos de Tenerife se hicieron eco de una
importantísima noticia, que desconocemos si los fuertes golpes que el alcalde
debió propinar a su mesa de despacho, se expandieron por el tubo volcánico del
subsuelo de la plaza de San Sebastián, y alguien temió se tratara de un
auténtico terremoto, dando lugar a un telegrama del Delegado del Gobierno en
Las Palmas al Gobernador Civil en Tenerife que fue difundido por los periódicos
“Diario de Tenerife”, “Gaceta de
Tenerife”, “La Región” y “La Opinión”.
«Temblor de tierra. En el Gobierno
civil se ha recibido el siguiente telegrama: “Delegado Gobierno en Las Palmas
al Gobernador civil, Tenerife. Tengo el honor de comunicar á V. E. que en el
pueblo de Arucas se ha sentido un temblor de tierra de poca duración é
intensidad, pasando desapercibido para la mayor parte del vecindario».
Los vecinos de Arucas y los periódicos de Las Palmas debieron
imaginar que tanto “temblor”
era ocasionado por algún nuevo “mejunje”
boticario que preparaba el alcalde Antonio Codorniú Rodríguez para acabar con
los “Jóvenes turcos” que tanto le
estaban incordiando y le iban a dejar en la mayor evidencia: “compuesto y sin cuartos”. Algo tenía
que estar preparando que movía los cimientos de las Casas Consistoriales.
Para más enfado, el sábado 1 de marzo, el Capitán General de Canarias
venía de visita a Arucas, pero la mayor estancia del mismo lo fue en la
entonces conocida como quinta de recreo del Marqués «Ayer fué de gira á Arucas el Capitán General Sr. March, donde le
obsequió con un banquete el Marqués de Arucas, Sr. Madan».
Seguramente la invitación del Marqués al Capitán General Emilio March
García y su esposa, era un visita algo privada, donde se supone no había otros
invitados. Su hermano también general José March García, en enero este año, siendo
la primera autoridad militar de Cataluña había sido arrestado quince días en un
castillo, decretado por el Capitán general de Cataluña Valeriano Weyler, según
se dijo porque el general March dirigió un “telefonema” al periódico
republicano "España Nueva"
haciendo apreciaciones contra Antonio Maura, según informó el periódico canario
republicano “El Progreso” en su
edición del 20 de enero pasado.
Hay que recordar que Antonio Maura Montaner había sido líder del “Partido Liberal”, y después del “Partido Conservador”, y el 1 enero de
1913, cuando se formó por el turno pactado por los partidos el nuevo gobierno “liberal” de Álvaro de Figueroa Torres,
I Conde de Romanones, presentó su renuncia a su asiento de diputado y también a
la jefatura del “Partido Conservador”,
aunque luego volvió. Esta evolución ideológica de Antonio Maura, que tuvo
singular importancia cuando cayó en descrédito por la “Semana Trágica de
Barcelona”, debió sugerir el comentario del general arrestado.
A Ramón Madan que tenía particular interés por los ambientes castrenses
dada su propia formación profesional, no interesaba que en dicho banquete
estuviera presente ningún “liberal”, proclives a no respetar las confidencias y se
abstuvo de invitar a los políticos locales.
«Nuestro distinguido amigo don Ramón Madan, ha obsequiado con una gira á la
ciudad de Arucas al general March y á la distinguida señora de éste. El capitán
general hizo muchos elogios de la importancia de la ciudad de Arucas».
Mientras seguía dándose noticias de la aparición de un nuevo periódico
independiente en Arucas que no terminaba de consolidar «En Arúcas, Canaria, se publicará, en breve, un periódico
independiente».
Para colmo de males, se entendía una persecución del Gobernador Civil
contra Arucas, cuando decretó «Se ha
ordenado por este Gobierno civil, en virtud de instrucciones recibidas del
Ministro de la Gobernación, (…) clausurar el Teatro Circo de Arucas, por ser su
techumbre de madera, tener solo dos puertas de salida para el público, ser muy
reducidos sus pasillos, escaleras y escenario, no ser fijas las butacas ni
guardar la distancia reglamentaria, tener el alumbrado de acetileno y no
hallarse dotado del servicio contra incendios». Se entendía que la vara de
medir no era justa, pues se clausuraba el “Teatro Circo de Arucas” y el “Teatro
Circo del Puerto de La Luz”, así como se prohibía la celebración de
espectáculos en la sociedad “Democracia” de Arrecife. Y a distintos teatros y
sociedades de Tenerife se les daba un plazo hasta mayo para que adecuaran las
nuevas medidas contra-incendios aprobadas por el Estado, y si no lo hacían en
ese tiempo serían clausurados.
Aunque difícil lo tenía el “Teatro Circo de Arucas”, debió en cierta
medida solicitar igual plazo para acometer dichas mejoras, dado que el mismo no
fue clausurado, aunque no hay constancia de cómo superó el expediente de
clausura.
El lunes 10 de marzo se celebraron en Arucas las elecciones a Diputados
Provinciales, y en ellas como era ya tradicional, en todas las mesas de
distrito ganaron los de siempre.
El 17 de marzo, en el Salón Dorado del Ayuntamiento de Las Palmas, se
celebró la primera sesión inaugural del Cabildo Insular de Gran Canaria, que
bautizó uno de los miembros electos, adjudicada al agüimense Juan Melián Alvarado,
la mención histórica del decir canario de lo que allí se acomodaba «Es un gallinero con muchos gallos y pocas
gallinas». La mesa de edad presidida por Agustín Bravo de Laguna y Joven,
después de unas palabras dio paso a la elección de sus cargos: «Don Tomás de Zárate y Morales resultó
elegido presidente por 15 votos, y por 16 vicepresidente don Salvador Manrique
de Lara. Otros 15 votos favorables harían que fuera don Juan Melián Alvarado
vicepresidente de la comisión permanente, y para síndicos fueron elegidos don
Ferreol de Aguilar y don Miguel Curbelo, ambos
por 18».
Más tarde se daría votación de los cinco vocales de la Comisión Permanente,
con el siguiente primer resultado: «don Juan E. Ramírez Doreste, don Ambrosio Hurtado
de Mendoza, don Domingo Rodríguez Quegles y don Antonio Cuyás y González Corvo,
cada uno con 17 votos; don Antonio Castillo Santana, con 15 y don Santiago González Martín, con 1 voto». A
continuación se registró algún incidente que motivó la renuncia de algunos, eso
sí según se dice «sin faltar el respeto
debido entre personas bien educadas», y «se
procedió a la votación de dos cargos renunciados, los de los señores Ramírez Doreste y Hurtado de Mendoza, y, por
no presentados, los de los señores Rodríguez Quegles y don Antonio Cuyas,
arrojando el escrutinio el siguiente resultado: don Francisco Bethencourt Armas
y don Antonio Massieu y Falcón, 17 votos cada uno; y don Francisco Gourié y don
Daniel Araña, ambos con 16».
Ya se había iniciado “calentito”
cuando en el ayuntamiento donde se celebraba no estaba el alcalde Felipe
Massieu y Falcón, ni ninguna comisión del Ayuntamiento que en su propia casa
debieron estar para recibir a los vocales electos, si bien estaba el Delegado
del Gobierno en Las Palmas Manuel Luengo representado a la organización
periférica del Estado “presto a recibirles”, quienes consideraron ultrajado “lo
nuestro” «La Corporación que iba a regir
la Isla, la superior jerárquica de sus Ayuntamientos se estimó ofendida en la
hondura de su alma». Habría que recordar que el alcalde es sobrino carnal,
y correligionario en lo doctrinal de Leopoldo Matos Massieu, líder y sucesor de
Fernando de León y Castillo, y Felipe Massieu Falcón es el líder local
recurrente del partido “leonino” cuando entró en la crisis que este año vivía
con tanto escindido.
Salón Dorado Ayuntamiento LP (elcoleccionistadeinstantes) |
Como de costumbre estaban barriendo, a pesar de sus crisis los “leoninos” en los foros políticos de
debate tanto insulares como provinciales, en la estructura autonómica y en la
estructura periférica del Estado.
Comenzando abril se anunciaba la inauguración de la nueva fonda en Arucas «El día 6 del corriente mes de Abril se
inaugurará en la ciudad de Arucas el Hotel Restaurant “El Oriente”, situado a
la entrada de la población en la calle de León y Castillo número 3 donde
encontrará el público un esmerado servicio».
A partir de este mes de abril y hasta mayo se daban noticas en los
periódicos de los programas de festejos de diferentes barrios periféricos del
casco de Arucas, que de alguna forma visibilizaban por comparación el “desastre” de los dineros del
ayuntamiento, que no disponía del más mínimo recurso económico para organizar
las fiestas patronales del municipio. Veamos en su orden cronológico las
noticias que tenemos de los programas de festejos de los barrios y concluyamos
con la constitución de una comisión para los festejos patronales, de la que
nunca más trascendió ninguna noticia, y creemos que las fiestas, quedaron en la
soledad de los actos religiosos sin coro y sin sermones, salvo que los pagara
la parroquia. Tampoco de estos trascendió a la prensa para que no quedara
constancia histórica de la silenciada “vergüenza”.
Las primeras son las del Trapiche «En
el barrio del Trapiche de la ciudad de Arucas se celebrarán el día 1º de
Mayo, dia de la Ascención, grandes fiestas en honor de su patrono San José de
la Montaña. La víspera paseo y música con variados fuegos artificiales que se
han encargado á dos afamados pirotécnicos.
Por el día habrá misa rezada á las 7
de la mañana y gran función estando el Panegírico á cargo del venerable cura
Párroco de San Agustín D. José Rodríguez Alvarez. A las 4 paseo y música en la
plaza sorteándose un precioso arco entre los concurrentes. Uno de los números
que prometen un gran atractivo será la feria de ganados que habrá ese dia».
Le siguen las fiestas del Cerrillo «De
los festejos que los vecinos del barrio del Cerrillo de la ciudad de Arucas
celebrarán en honor de N. S. de la Salud, que se venera en la hermita de dicho
barrio, durante los días 3 y 4 del próximo mes de Mayo.
Día 3.- A las siete de la mañana habrá
misa, hora en que se empezarán los festejos. A las doce, repique de campanas,
lanzándose al espacio multitud de cohetes-voladores y recorriendo la banda de
música las principales calles del barrio. A las siete y media de la
noche darán comienzo los ejercicios religiosos, terminados los cuales se
quemarán vistosos fuegos artificiales por tres de los mejores pirotécnicos de
la isla, la calle y plaza del Calvario, se hallarán engalanadas y lucirán una
magnifica iluminación á la veneciana. La banda de música amenizará el acto.
Día 4.- A las seis de la mañana toque
de diana por la banda. A las diez función religiosa en honor del Señor de la
Salud, en la que ocupará la Sagrada Cátedra un R. Misionero del Inmaculado
Corazón de María, acto seguido la imagen del Señor recorrerá el itinerario del
año anterior y un corto trayecto del barrio de la Goleta. A las tres carreras de
sortijas á caballo, adjudicándose un premio en metálico al jinete que recabe
mayor número de cintas, estas se hallarán expuestas al público en el escaparate
del establecimiento mercantil de D. Manuel Acosta Yanez, desde el Domingo
anterior á la fiesta. A las cinco juego del gallo, paseo y música en la
expresada plaza del Calvario, terminando los festejos con la rifa de un
precioso y bien surtido arco».
Le sigue la fiesta de Montaña Cardones, de la que sólo se da una pequeña
noticia posterior a su celebración «El
pago de Montaña de Cardones ha celebrado la fiesta de su Patrono con la mayor
animación y brillantez. La buena temperatura reinante ha influido para que
acudiese una gran multitud de personas de Arucas y forasteros. La
Comisión de los festejos puede estar satisfecha por el resultado».
El día 20 el periódico “La Provincia” publica un pequeño suelto referido a
las desconocidas fiestas patronales «Aún
no se sabe si se celebrarán festejos en Arucas. Una comisión está viendo la
forma de realizarlos. Caso de hacerlos, serán muy modestos. Lástima grande
sería que se relegara al olvido esta fiesta, cuya feria tenía fama por acudir a
ella todos los pueblos del Norte de la isla».
El jueves 22 de junio es la sociedad republicana “El Progreso” la que decide organizar algún acto en la proximidad
de las que debieran ser las fiestas patronales «El jueves pasado la Sociedad «El Progreso» dio un baile muy concurrido
que duró hasta altas horas de la madrugada, reinando la mayor cordialidad y
alegría entre el elemento joven de ambos sexos, vida y alma de estas reuniones».
Después serían las fiesta de Bañaderos «En
honor de San Pedro preparan fiestas los vecinos de los Bañaderos de Arucas con
arreglo al siguiente programa: El 28 por la tarde una banda de música recorrerá
el pago, acompañada de gigantes y cabezudos. Por la noche paseo, verbena,
fuegos artificiales y música. El 29 por la mañana diana. A las 9 función
religiosa con panegírico á cargo de un distinguido orador Sagrado. A las 3
carreras de cintas bordadas por señoritas de dicho pago. A las 4 batalla de
flores. A las 8 baile».
Volvamos atrás y dejemos el tema de las fiestas de los barrios y las
ridículas patronales no celebradas o de las que no se tuvo ninguna noticia de
celebración.
A finales de mayo, ante el cierre de un colegio público por ausencia del
maestro y las arriesgadas maniobras de algunos coches de horas, el Delegado del
Gobierno en Las Palmas da instrucciones al alcalde de Arucas que parece no
enterarse de lo que pasa en el municipio «El
Delegado, Sr. Luengo, ha telegrafiado al Alcalde de Arúcas para que procure por
todos los medios, que el maestro interino de la escuela de niños asista á la
misma y dé clase, pues de lo contrario se le impondrá el
debido correctivo. También ha telegrafiado á dicho Alcalde para que corrija los
abusos cometidos por los conductores y empleados de los automóviles y que dé
cuenta de quienes han sido y á que Compañía pertenecen».
El 1º de junio el director de “La Mañana” organizaba un mitin en Arucas
para aclarar sobre su debate con el exportador José Suárez Suárez sobre la
creación de una carga fiscal sobre la importación y la exportación, pero ahora
menos incisiva e insistiendo más en la necesidad de que la autonomía federal de
las islas necesitaba de una Hacienda más fuerte para su sostenimiento y
prosperidad en el futuro.
«Hoy, a las nueve, se celebrará un mitin
en el Teatro-Circo de Arúcas, con objeto de tratar de la Hacienda del Cabildo. Hablará
Don Rafael Ramírez y Doreste».
Días después, el día 5 de junio, se había celebrado un importante almuerzo
en la que estuvo invitado el Marqués de Arucas «En el Hotel Santa Brígida obsequió ayer el Alcalde Sr. Massieu y Falcón, con un almuerzo, al aviador
Garnier y á la señora de éste, asistiendo el general Sierra, Delegado del
Gobierno, Cónsul de Francia, Marqués de Arucas, Director de Sanidad, Ponce de
León y otras personas que no recordamos. Por la tarde visitaron varias quintas
de recreo, quedando todos muy satisfechos de la excursión».
Diez días después, el 15 de junio, los “leoninos”
se lamentaban del fallecimiento del “diputado liberal” Luis Morote, y
temporalmente en su dolor se olvidaban de la falta de dinero municipal,
contándolo el corresponsal del periódico “La Provincia”, aunque lo recuerda en
el ayuntamiento un “Joven turco” «La
triste nueva del fallecimiento, casi repentino de D. Luis Moróte, Diputado por
Las Palmas, ha impresionado vivamente á sus amigos de Arúcas, entre los cuales
me cuento, que lo admirábamos como político, como escritor y como sabio; y á quien
profesábamos un cariño verdadero. El Ayuntamiento, por unanimidad, y á
propuesta del Concejal Grau, hizo constar en actas su profundo sentimiento por
la muerte del ilustre Diputado que tanto laboró por el problema divisionista».
Pero es la iniciativa del Marqués de Arucas difundida en la misma edición
de ese periódico la que más trascendencia tiene para los vecinos «Se trata de organizar una fiesta de aviación
para que la presencien, con todos sus detalles, los vecinos de Arúcas. Al
efecto, parece que una comisión se entenderá con Mr. Garnier proponiéndole
verifique dos vuelos sobre la población con aterrisaje en el sitio más aparente».
Las pruebas con éxito del primer vuelo que el piloto francés Leoncio
Garnier había realizado el 30 de abril pasado en Guanarteme, con su aeroplano
Blériot XI equipado con un motor Anzani de 25 c.v. de potencia, permitió otros
vuelos que le fueron testimoniados en aquel almuerzo del Hotel Santa Brígida ofrecido
por el alcalde de Las Palmas y en al que fue invitado el Marqués de Arucas, ya
había volado los cielos de Arucas el 5 de mayo a su vuelta de Agaete, pero se
intentaba organizar algún vuelo más localizado en Arucas, por el que según
parece tuvieron que pagarse 1.000 pesetas al piloto y su mecánico.
Los dos “vuelos” sobre Arucas pudieron contratarse con Garnier entre el 20
y el 24 de junio, vuelos que fueron solapados por la fantástica noticia cazada
por la prensa regional de un supuesto “Raid de Las Palmas a Tenerife”, narrada
de forma imaginaria por el articulista de “La
Mañana” Domingo J. Navarro, que volaba como invitado, artículo que vendió
para el periódico "Mundo
Gráfico" de Madrid con alguna que otra foto también inventada entre
las nubes y que causó auténtico sensacionalismo.
El periódico republicano “El Progreso”
en su edición del 26 de junio, hizo un análisis técnico de supuesto “raid”,
terminando por destripar el fantástico artículo de Domingo J. Navarro, declarado
“leonino”, información que en ningún momento fue desmentida, ni confirmada, por
el piloto francés, que había encontrado en los vuelos un buen recurso
económico. Flaco favor hizo Domingo J. Navarro a la historia local de Arucas,
cuando sus vuelos de aquí pudo convertirlos en un supuesto “raid” con Tenerife.
No hay otras fechas posibles, ya que en los siguientes meses Garnier concertó
vuelos en Tenerife, Cádiz y Alicante, después de haber agotado sus expectativas
en Gran Canaria.
Pero volvamos a nuestros políticos locales, pues en aquellos tiempos los
“leoninos” aruquenses leían en la edición de “La Provincia” del 20 de junio, el ostracismo en el que había caído
su “gran cacique” Fernando León y
Castillo, noticia que arrojaba más dudas sobre el éxito de algunos acuerdos
posteriores del Ayuntamiento como veremos.
«… ¿Quien le hubiera dicho, que, años
andando, aquella apetecida Embajada de España en París, había de ser, á la
postre, su panteón del olvido?; El lo ha escrito amargamente, con acentos de un
alma dolorida, en el magnífico artículo que publicó en “El Imparcial”, y este
artículo se leyó, y a pesar de lo que decía, no hizo eco ni entre liberales ni
entre conservadores. Cayó como cuerpo en el vacío.
Por las preeminencias del primer puesto
diplomático de España tronchó en flor D. Fernando su brillante carrera política.
Era diputado, con distrito propio; tenía fama legítima de hombre parlamentario;
había sido Ministro de Ultramar, primer Vicepresidente del Congreso, Ministro
de la Gobernación; y en este momento culminante, cuando era la ocasión de
seguir en la brecha política, sedúcele al brillo de la representación
diplomática en París, con sus honores y sus dulces holganzas, y vuelve la
espalda al Parlamento, á la liza de los partidos y á las alternativas sabrosas
del poder y de la oposición.
Si D. Fernando no hace esto, casi es
seguro que estaría harto de ser jefe del partido liberal».
El 21 de junio el Marqués de Arucas invitaba al nuevo Gobernador Civil
Tomás Torres Guerrero « … de gira a la vecina ciudad de Arucas
donde visitó las posesiones del Sr. Marqués de Arucas, que lo obsequió delicadamente»,
aunque consideramos que aún no había tomado posesión y se encontraba
recalando por las islas, pues oficialmente fue el 23 de noviembre, después de
haber cesado el 10 de octubre Antonio Eulate Fery a quien sustituyó. De su
visita a Arucas hasta la fecha de su nombramiento oficial, pudo regresar a la
península a por su familia ya conociendo las islas.
El 25 de junio, el Marqués era de nuevo una noticia periodística, cuando
el poeta Rafael Abellán le dedicó su libro de poemas «El libro, que está dedicado al ilustre Marques de Arucas, se avalora
con un notable prólogo del distinguido vate gallego D. Lisardo Barreira,
escrito en clásicas estrofas».
Del poeta decía la crítica de “La Provincia” «En la lucha que le sostiene durante su peregrinación por el mundo,
esos ideales son los que fortalecen su espíritu, los que impulsan su corazón y
los que le llevan a realizar los sacrificios gloriosos en aras de su
entusiasmo, grabando en la historia las páginas brillantes de la epopeya
inmortal. Inspirándose en este interesante tema ha escrito nuestro querido
amigo el laureado poeta D. Rafael Abellan, un tomo de versos, que ha de merecer
los elogios de la crítica y el unánime aplauso del público amante de lo bello».
El jueves 26 volvió a conocerse un nuevo temblor, que inducía a pensar que
el boticario y alcalde estaba preparando algún nuevo “mejunje” explosivo, según
contó la prensa tinerfeña dos días después «En la noche de anteayer se sintió,
á eso de las 7, un temblor de tierra en Arúcas, que causó alguna alarma entre
el vecindario. El fenómeno no causó desgracias de ningún género, sino la
consiguiente zozobra».
Pero la “zozobra” del vecindario se superó cuando el Círculo Agrícola
Comercial de Arucas se sumaba a rellenar los profundos vacíos y aburrimientos que habían dejado las fiestas patronales y
organizaba para el sábado día 28 de la noticia unos animados actos populares.
«Mañana á la noche habrá en la vecina
ciudad de Arucas paseo con música en la plaza de León y Castillo y
cinematógrafo al aire libre, y el domingo por la noche dará un baile en sus
salones el Circulo Agrícola Comercial».
El posible “mejunje” explosivo que preparaba el alcalde Antonio Codorniú
Rodríguez, consistió en un acuerdo del pleno del 4 de julio, de nuevos
distritos electorales, del que damos más adelante detalles, porque la onda
expansiva llegó al Cabildo y al Gobernador Civil, después de que nos situemos
en el contexto en que se desarrollaron.
El día 17 de julio el Delegado del Gobierno vuelve a dar órdenes
terminantes al alcalde de Arucas para que intervenga con el maestro y solucione
de una vez el problema creado en un colegio público donde el interino no
comparece y sigue cerrado, lo que supone «abandono
que tengan en el ramo de Instrucción pública», competencia y responsabilidad
que le corresponde al alcalde. Pero el alcalde ignoraba y ninguneaba las
órdenes terminantes del Delegado del Gobierno, y ello obligó a que el 8 de
agosto se conocía que «Con objeto de
examinar, personalmente, el estado en que se hallan las escuelas públicas en la
ciudad de Arúcas, el Delegado del Gobierno girará en estos días una visita á
dichas escuelas para corregir las deficiencias que haya y restablecer la
normalidad en aquellos centros de enseñanza».
Ya no era tan sólo la falta de dineros municipales, era además la desidia
en sus funciones y competencias lo que caracterizaba al alcalde, que afectaría
después a las fuentes públicas como veremos más adelante.
El 7 de agosto el periódico el “Diario
de Las Palmas”, siempre “leonino”
alineando su mediática información con los intereses particulares, publicaba
una amplia entrevista con Francisco Gourié Marrero defendiendo la rebaja de la
tarifa del azúcar, apoyando así las propuestas que se estaban discutiendo en el
Cabildo y que marginamos para facilitar su mejor lectura dada su larga
extensión, incluyendo por nuestra parte en distinto margen, fuente y color,
algunas aclaraciones desde la perspectiva de conocer de su seguimiento
histórico.
Hay que inscribir esta larga
entrevista o “interview” como el periódico encabeza, tiene una clara
intencionalidad mediática y política de influir, primero en la opinión formada
de los periódicos para llegar a los vecinos, y después para alinear a los
diputados insulares que conforman la Comisión Permanente y el Pleno del Cabildo
de Gran Canaria. Uno de los temas que puntualmente aparece en todos los
“órdenes del día” de ambos órganos es la definición de una Comisión Especial
que se desplazará a Madrid para plantear las soluciones a la Hacienda de los
Cabildos, llamado también “el desglose” para a división del presupuesto
provincial por islas, asunto que han defendido como ya se ha visto por los
“autonomistas”, y que en gran medida abría la transferencia a favor de los
Cabildos de las políticas fiscales de aranceles de entrada y salida de
mercancías y productos.
Se había debatido bastante la
posible creación de los impuestos de Importación y Exportación, que permitieran
la obtención de recursos económicos a los Cabildos para su redistribución en
material de carreteras y obras sociales, pero ya habían salido voces
discordantes como la del gran exportador aruquense José Suárez Suárez, tratando
de convencer a los “autonomistas” de lo perjudicial que resultaba el impuesto
de la Exportación, porque colisionaba con el sistema de “librecambismo” con
terceros países que se había heredado de los británicos y que favorecía la
agricultura aruquense en competitividad, y su aplicación castigaba precisamente
a la producción agrícola local, que demandaba el apoyo de la administración
pública para abaratar los fletes y favorecer el cooperativismo exportador para
situar los productos en destino.
En cuanto a la modalidad del
Impuesto sobre la Importación, también se había hablado de que el mismo
precisaba de la correcta interpretación y catalogación de los productos sujetos
al impuesto, pues si se hacía de forma generalizada, colisionaba con las
medidas “proteccionistas” de los productos de las islas que para mantener su
competitiva con los de igual clase importados perdería competitividad.
La pretensión de Francisco Gourié
Marrero era aprovechar el debate arancelario, para alcanzar la total
liberalización de los azúcares, pero no para los que iban destinados a países
terceros europeos, sino para su introducción en la península libre de aranceles,
cuestión que no compartía el Tesoro del Estado porque a través del mismo se iba
a favorecer el “contrabando” de la azúcar antillana a través del tránsito por
las islas para su reexpedición a península por las azucareras canarias.
Recordamos que años atrás, con la
intervención del diputado a Cortes y “conseguidor” Fernando León y Castillo
había logrado para la Azucarera de San Pedro un “concierto económico con el
Tesoro para la supresión del arancel de entrada en península, pero cuando la
medida se extendió a las demás azucareras de las islas, perdió la ventaja
competitiva que tenía sobre las otras y progresivamente fue abandonando su
interés por los “conciertos económicos” que fueron prácticamente desmantelados
cuando accedieron al gobierno del Estado los “conservadores” que defendían a
los refinadores y distribuidores en península del azúcar allí elaborado.
«En estas columnas y con ocasión de las discusiones habidas en el Cabildo
insular con motivo de la proposición presentada para la rebaja de la tarifa del
azúcar, hemos consignado todos los fundamentos en que los señores Consejeros se
han apoyado para solicitar aquella rebaja, aunque todavía no ha recaído acuerdo
respecto al límite.
Para ilustrar á la opinión pública sobre el asunto, y con objeto de que
cada cual forme la suya sobre datos y hechos auténticos, y no recogerlos al
azar, juzgamos acertado solicitar los de los fabricantes del azúcar para
trasladarlos sin comentarios por nuestra parte, á nuestras columnas. Y así del
estudio de los datos que por una parte se han llevado al seno del Cabildo, y
con los que aducen los fabricantes, de otra, se podrá formar un juicio completo
o aproximado, de un asunto algo complejo, por la serie de importantes intereses
que en él juegan.
A ese objeto, uno de nuestros redactores solicitó una entrevista con el
Sr. Gourié quien además de ser condueño de la fábrica de San Pedro establecida
en Arucas, la mayor que existe en Canarias, es agricultor importante, y después
de recibirnos con la amabilidad que le caracteriza, se prestó á darnos algunos
datos, haciendo al mismo tiempo, consideraciones sobre la cuestión planteada
que no solo se debate en el Cabildo sino en la prensa.
— En este asunto, nos decía el Sr. Gourié, se vé que la opinión pública
está extraviada y que se la empuja á la rebaja con el simpático argumento de
obtener las cosas baratas (¡cómo si el azúcar fuese el único artículo caro!) y
esa opinión pública no prevee el daño enorme que producen en lo hoy existente y
el peligro que sería para el día de mañana la desaparición de este ramo de
riqueza, ante un conflicto ó crisis agrícola posible. Hay que recordar la caída
de la cochinilla con todas sus fatales consecuencias.
En su primer enfoque Gourié ya
quiere dar por sentado que el azúcar es un “artículo caro” y el peligro que
suponía la desaparición de esta riqueza, que afecta en gran medida a la mayor
azucarera, la suya en la que tiene una posición accionarial mayoritaria.
(Fedac) |
En su segundo enfoque habla del
grandísimo perjuicio para los agricultores, cuando todos los perjuicios se los
ha traslado su política semifeudal con el “arrendamientos de sus tierras a
colonos, obligados a vender la caña a la azucarera al precio marcado por ésta”,
fórmula que por estos tiempos ya venía además generando una masiva emigración
de estos colonos por la precariedad de su condición; en cuanto al esfuerzo
puesto en su maquinaria, hemos de recordar que el mayor esfuerzo se había
producido casi 30 años atrás (1884), bastante amortizada con los buenos
beneficios obtenidos, y aunque apuntaba
que la “maquinaria que no tendrá valor y que se perdería por falta de uso”, no
era así pues cabía su reutilización para la destilación de licores, con
procesos paralelos, como así aconteció después..
¿…?
Si señor, yo creo que la rebaja puede ser la muerte de la industria agrícola,
como lo demostraré, viéndose si es verdad lo del extravio de la opinión á que
aludo; pues no se han lijado en las poquísimas ventajas, (si las llega á haber),
con esta forma, y en cambio el desastre que puede resultar.
Voy á dar á Vd algunos números: existen solo en Gran-Canaria dedicadas al
cultivo de la caña bastante más de 300 fanegadas, que dan más ó menos 250.000
quíntales que, vendemos á 3 pesetas, hacen la respetable suma de 750 mil
pesetas. Esta caña produce más de 10.000 sacos de azúcar de todas clases (un
millón de kilos y no cien mil, como decía un periódico). Esta cantidad no es
tampoco para ser mirada con desprecio, dado el consumo del país. Pues bien,
cada 5 pesetas que se rebajen en la tarifa y por consiguiente en el precio por
saco, alcanzaría á la industria del país una baja “de más de 50.000 ptas” y sin
embargo al consumidor sólo le correspondería 2 y medio céntimos en libra de
azúcar; de manera que fijándose en la cantidad, que sin conocimiento de causa,
se indica de 50% de rebaja, sufriría la industria una baja de 350.000 pesetas mientras
que al consumidor solo le llegaría la rebaja de 15 céntimos en libra, si es que
llega hasta él esta rebaja; por que muy reciente está la supresión de conmos
(sic), y de Madrid abajo los artículos desgravados están en su mayoría como si
nada hubiera pasado; como reciente está también el de la desgravación de los
vinos. La rebaja no ha llegado al consumidor.
Construye aquí un argumento con el
objetivo final de acreditar que el gran perdedor es la industria, y que al
consumidor sólo le llegaría una rebaja del 15 céntimos, prescindiendo que en
cualquier caso ese consumidor poco favorecido es el peninsular, no el de las
islas que no soportaba en su consumo ningún arancel, pero si aplicaba la
fábrica de San Pedro distinto precio, incluso entre precios de Arucas y Las
Palmas, que justificaba en los costes de transporte, cuando la realidad era
aprovechar la mayor demanda en Las Palmas de este “artículo de lujo” como
Francisco Gourié lo conceptuaba, y como tal debía pagarse por una sociedad capitalina
con mayor poder adquisitivo.
— Se dá como argumento de que el cultivo de la caña decrece y eso no es
más que la mitad de la verdad, por que, en cuanto á la fábrica de Arúcas se
refiere, si decrece en zonas y terrenos propios para plátanos en cambio aumenta
en zonas donde este cultivo no puede prosperar, y si produce bien la caña, como
pasa con las jurisdicciones de Teror, Firgas y Moya, en cuyo último punto se han
puesto en estos dos años 30 ó 40 fanegadas, que se aumentarán así que la
carretera avance algo más, y en cuyos puntos de no tener este cultivo, tendrían
que dedicarse á los llamados ordinarios.
En prueba de lo dicho y siempre refiriéndome á la fábrica de Arucas, le
diré que en 1905, molió 99.500 quintales, que es el año que menos se ha molido,
y produjo 4.633 sacos de todas clases, y esta progresión ha ido en aumento, hasta
llegar al año actual en el que se ha molido 187.300 quintales con una
fabricación de 7.660 sacos.
—Por estos datos, añadía el señor Gourié, puede Vd. ver, que el cultivo no
decrece, como se afirma, sino que al contrario, aumenta. Por esos mismos datos
puede verse también, haciendo una ligera operación, que á la industria le cuesta,
solo la materia prima, (la caña) 75 pesetas, por saco, más ó menos, sin contar
ni los gastos de fabricación ni los otros gastos generales.
En relación con este argumento común
sostenido en los párrafos anteriores, de
que al aumentar por la compra de caña en otras zonas ha compensado la
disminución por el tránsito hacia el cultivo del plátano en Arucas, ya ha
quedado acreditado por las estadísticas históricas, que en 1909 la azucarera
producía en sacos 7.127 de 100 kilos, y a partir de junio de 1910 en que
disminuyó la producción según noticias que daban de los descensos de la zafra y
elaboración no se conoce porqué dejaron de hacer el registro anual. Disminuía
la producción de los “colonos” porque la precariedad de su condición les
condenó a encaminar su hacia la
emigración, cuestión que no se dio en los cultivos que realizaba su socio Ramón
Madan Uriondo en sus propias tierras y que le permitía obtener beneficios para
plantear con ellos obras de interés social como ya se ha dicho.
Por consiguiente, la industria no puede soportar una baja en el precio del
azúcar sin hacerla sentir a la agricultura y ésta no está en condiciones para resistirla,
por los altos precios del agua y el aumento notable, (casi el doble), que han
tenido los jornales; y gracias que á la sombra, de la caña pueden establecer
pequeños cultivos que facilita la criazón de reses (lo que no sucede con los
plátanos), lo que hace que puedan los agricultores sostener su equilibrio
económico.
—Por todo lo expuesto afirmo que la baja que se intenta, es seguramente fatal
para la industria y para la agricultura, como antes le he dicho. Deben fijarse
también los que de los trabajadores se preocupan, el enorme número de ellos que
viven al amparo del cultivo de la caña, que permite mayor número de brazos que
los plátanos y de los que viven y ganan su jornal en las fábricas, que son
muchísimos.
—Además de lo que antes le he manifestado, de lo peligroso de matar este
cultivo é industria ante una depreciación de los plátanos por la competencia en
los mercados, hay otro peligro inminente y posible, casi seguro, que apuntaré:
En nuestra Metrópoli existe un trust de fabricantes de azúcar, en el cual están
altamente interesados muchos de nuestros personajes políticos más influyentes (ex-ministros,
diputados &) es decir ¡los que fabrican las leyes!
En los párrafos anteriores trata de
comparar los rendimientos del cultivo de la caña y del cultivo de la platanera,
en un análisis como sector primario, donde llega a confundir con que el riego
de la caña es más costoso que el riego de la platanera, cuando la realidad era
otra por el sistema de riego “a manta” del segundo, llegando a apuntar también
como beneficio para la misma el aprovechamiento de los fertilizantes naturales
procedentes de los excrementos animales, sin mencionar para nada las mayores
plagas que soportan las plataneras. De alguna forma está induciendo a pensar
que el plátano tiene capacidad de soportar un impuesto sobre la Exportación,
mientras que el azúcar con destino a península tiene que enfrentarse a las
medidas proteccionistas favorecidas por los políticos alineados en defensa de
los azucareros peninsulares.
Allí hay exceso de azúcar por que se fabrica más que se consume, y ahora
mismo que se está trabajando por conseguir que se rebaje en algo los derechos
de fabricación, para defenderse de la pérdida, sucedería que llegada que sea á
Madrid la solicitud que se intenta que este Cabildo haga, pidiendo la rebaja de
la tarifa, ¿no se correría el peligro de que negasen la rebaja para los
azucares extranjeros y la concedieran, en cambio, para los nacionales peninsulares?
Yo creo que si, que es factible, habiendo como hay el precedente de lo que
sucede con el cacao, que el extranjero paga un derecho alto y el nacional (Fernando
Poo &) paga mucho menos. Si esto sucediera, tendríamos que se habría matado
la industria del país, sin beneficio alguno para el mismo; por que suponiendo que
se obtiene la rebaja en la forma que le indico y que vinieran aquí los azúcares
nacionales, (que vendrán por que sería un nuevo mercado que aprovecharían) tendríamos
que á los precios que allí se vende, más los derechos y gastos, saldría el saco
más ó menos al precio que hoy tiene el de aquí (en primera mano) aumentándole
la ganancia natural de este comercio, y mataríamos, acaso para siempre, una
importante industria agrícola, y pagaremos el azúcar á igual precio ó aún más
caro que en la actualidad.
Después de dejar claro que desea
introducir el tema del azúcar en el debate de la Hacienda de los Cabildos y de
su inclusión por la Comisión que va a desplazarse a Madrid, trata de equipar el
tratamiento igualitario para el azúcar que se le da al cacao procedente de
Fernando Poo, colonia española, cuando el cacao no se cultiva en península por
las condiciones climáticas que requiere.
¿....?
— No tengo inconveniente en decirle á Vd. los precios á que esta fabrica
ha contratado sus azúcares, cuyo dato, como cualquiera otro de los que le he
dado, puede Vd. personalmente verlo en nuestra contabilidad, pues no le creo á
Vd. como á cierto señor á quien deseaba convencer sobre este mismo asunto,
invitándole á hacer ese examen, y se negó, razonando de que si lo hacia podía convencerse
y él no quería que le convencieran. El precio á que se ha vendido en la
presente zafra ha sido de 105 á 110 pesetas la 1.ª, y 95 á 100 pesetas el
azúcar de 2.ª
Como ya se ha visto en el
seguimiento que se ha hecho de las zafras, aunque las expectativas iniciales
por las buenas lluvias pudieran favorecer su éxito por la cantidad, la
definitiva bajada del precio por la azucarera al concurrir mayor oferta,
situaba el beneficio de “los colonos” a la baja aún contado con el beneficio
del agua de lluvia.
¿…?
Esa idea de que las fábricas podrían tener un almacén para vender en
pequeñas partidas sus productos, en teoría resulta bueno, pero en la práctica
no, por que sería coartar la libertad del comercio en sus negocios á los cuales
no debe descender el fabricante, por que el industrial debe ser solo
industrial, vendiendo en grandes partidas y dejando al comercio las ventas en
pequeñas partidas y el detalle.
Aquí esboza el planteamiento de
favorecer respetando el comercio minorista, si bien la realidad fue otra cuando
utilizaba tal formato en el azúcar que introducía en Tenerife y La Palma donde
existían otras azucareras con las cuales competía a través de un almacén de
minorista en dichas cabeceras portuarias.
—Ya ve Vd. que lo de fomentar las industrias y defender la agricultura son
palabras muy hermosas para un discurso ó un periódico, pero en realidad vanas y
sin ningún valor en este país, cuando se ve que se intenta matar la más importante
que aquí existe en la cual hay invertidas centenares de miles de pesetas,
gastadas al amparo y á la sombra de la Ley.
Esta es la conclusión final de toda
su larga exposición para que cale en sus destinatarios cual es el objetivo
final que deben defender.
Terminada nuestra entrevista nos despedimos del Sr. Gourié, agradeciéndole
las manifestaciones que nos hizo en nuestro deseo de que la opinión se vaya
ilustrando en este asunto para que las resoluciones que se adopten se inspiren
en las conveniencias generales, compaginando, si fuera posible, toda clase de
intereses, y procediendo en todo con mucha cautela, patriotismo é imparcialidad».
Pero esta continua reivindicación suya por la supresión de la fiscalidad
dada al azúcar, no era el único tema o el único escenario donde se movía
Francisco Gourié Marrero a partir su entrada en el Cabildo, en el Pleno y en la
Permanente, desde donde proyectaba su carrera fulgurante en el binomio poder político-poder
económico. Recordemos que tras algunos intentos frustrados de creación en los
siglos anteriores, “El Monte de Piedad y
Caja de Ahorros de Las Palmas” se creó gracias al impulso económico dado
por el que fuera Delegado de Hacienda en las Islas, Francisco Rivas Moreno,
quien reservó 10.000 pesetas de la liquidación de la triste y moribunda “Sociedad Arrendataria de Puertos Francos para
su puesta en marcha” –Arrendataria esquilmada por los políticos y en la que
participaron muchos políticos aruquenses “leoninos” que representaban el 33%
del capital, para obtener pingües beneficios liderados por Francisco Gourié
Marrero-. Rivas encargó al Obispo Ángel Marquina tal empresa y los primeros
orígenes del Monte de Piedad de Gran Canaria se tienen el 20 de Enero de este
año 1913, fecha en la que se fundó en el Palacio Episcopal.
A lo largo de 1913 se constituyó la Comisión Ejecutiva que habría de
iniciar la actividad del Monte de Piedad y se nombró el primer Consejo de
Administración, formado por consejeros natos: el Obispo de la Diócesis, el
Delegado del Gobierno, el General Gobernador y el alcalde de la ciudad; y
electos por el recién constituido Cabildo: Ambrosio Hurtado de Mendoza,
Francisco Quintana, Francisco Bethencourt Armas, Francisco Gourié Marrero, Adán
del Castillo Westerling, Salvador Manrique de Lara, Cristóbal Bravo de Laguna,
Domingo Quintana y G. Corvo y Carlos Peñuelas Calvo. El Monte de Piedad de
singular importancia iniciaba su actividad
como entidad de crédito prendario al siguiente año, el 1 de Julio de 1914.
El primer presidente fue el Obispo Ángel Marquina Corrales, aunque como
tal ejercieron primero Ambrosio Hurtado de Mendoza y a partir de 1917, Francisco Gourié Marrero, nombrados ambos
inicialmente vicepresidentes, de donde queda acreditado su poder-económico.
Apreciamos así el valor de un escaño de diputado insular, tanto para
defender la fiscalidad del azúcar, como para controlar la maquinaria financiera
de la isla, apreciando así la carrera fulgurante que iniciaba el conocido como “el cacique de Arucas”, y por el que
identificaban a sus fieles concejales de Arucas como “Amigos de Gourié”, a los que trataban de oponerse los “Jóvenes
turcos”·
El 15 de agosto se ocupaba “La Provincia” de la desidia del alcalde con
las fuentes públicas, por una intervención del Delegado del Gobierno. «El digno Delegado del Gobierno ha dirigido
un telegrama al Alcalde de Arucas, para que disponga con toda urgencia se
proceda á la limpieza de la fuente pública del pago de San Andrés, por no
encontrarse en el buen estado de higiene que es debido, y que reclama el
vecindario. Aplaudimos la acertada orden del Sr. Luengo, que revela su celo por
la salud pública».
Ya había actuado de igual manera por otra fuente pública de Arucas, pero
esta vez lo hacía por la queja pública trasladada por un vecino de San Andrés,
que lo hacía por los vecinos que no obtenían soluciones del alcalde al problema
planteado hace bastante tiempo, pero este asunto era de mayor gravedad.
«Al Sr. Delegado del Gobierno. Es tal
el abandono en que en los pueblos se tiene la salud pública, que solo puede
compararse, al que domina en lo que se refiere á enseñanza. Vaya una prueba.
Hace próximamente un año que los vecinos del pago de San Andrés, en el término
de Arucas, solicitaron del Ayuntamiento que pusiera remedio á la alteración que
venían observando en la calidad del agua, de la única fuente potable que existe
en dicho pago.
El Ayuntamiento hizo que se analizaran
aquéllas aguas, para proceder á lo que aconsejaran el resultado del análisis y
el reconocimiento del acueducto. Efectuó el análisis el doctor Canivell, quien
dictaminó que las aguas eran impotables, por contener sales en excesiva
cantidad y el bacilo de Coll, aunque no muy abundante.
La Junta de Sanidad, en vista del
informe facultativo, estimó que debía prohibirse el uso de aquellas aguas como
potables. Pero como una cosa es decir y hacer es otra cosa, esta es la fecha en
que todo sigue lo mismo: los vecinos del pago de San Andrés siguen bebiendo ¡as
aguas reputadas insalubres, y del análisis y de todos los proyectos de él
derivados, únicamente una cosa se ha obtenido: el gasto de seiscientas y pico
de pesetas que hubo
que pagar al doctor Canivell por sus
trabajos.
Nos permitimos rogar á V. S, Sr.
Delegado, que intervenga en este asunto y obligue al Ayuntamiento á cumplir con
su deber. M.N.F.»
El 1º de septiembre el periódico “Gaceta de Tenerife” lanzaba un claro
mensaje de esperanza con respecto al alumbrado de Arucas «El 20 de Enero
próximo se hallará prestando servicio el alumbrado eléctrico, en Arucas». Se
desconocía entonces cual era la fuente de los avances de aquellos impulsores e
inversores aruquenses de tal proyecto.
En la sesión plenaria del 12 de septiembre el ayuntamiento autorizaba a la
Fábrica de Chocolates “La Isleña” la construcción sobre el callejón de
“Quintana”, la actual calle peatonal “Alcalde
Matos Quintana”, «una vía hierro
adosada al pavimento del callejón que parte de la calle de San Pedro y conduce
los almacenes de su propiedad, sitas en el Lomito Blanco, cuya vía formada de
rieles con una latitud de unos sesenta centímetros aproximadamente, tendrá por
objeto la circulación de un pequeño vagón de hierro o madera, movido por una
caballería o por un cabrestante o torno emplazado en sitio conveniente, que ha
de utilizarse en la conducción de cargas desde la confluencia del mencionado
callejón hasta sus precitados almacenes».
El periódico “Diario de Las Palmas”
en su edición del martes día 8 de octubre un pequeño suelto que decía «Habiéndose formulado denuncia ante esta
Delegación del Gobierno de que en Arucas se falta por algunos á la Ley del
Descanso Dominical, la autoridad gubernativa ha telegrafiado al Alcalde de
dicha población para que en el caso de que la denuncia sea cierta castigue á
los contraventores».
Una vez más el alcalde Antonio Codorniú Rodríguez debió seguir ignorando
las órdenes dadas por el Delegado del Gobierno en Las Palmas, pues el lunes 27
del mismo mes, el periódico “La Provincia”
publicaba otro suelto reiterando el mismo asunto del Descanso Dominical, que ya
afectaba también a Guía y Gáldar. Los malos ejemplos se contagiaban entre los “leoninos” de los distintos pueblos.
«El Delegado del Gobierno ha dirigido ayer
telegramas a los Alcaldes de Arucas, Guia y Galdar, reiterando las órdenes
dadas referentes al mas exacto cumplimiento de la ley del descanso dominical.
El Sr. Luengo les manifiesta que está dispuesto a exigir las responsabilidades a
que haya lugar, a cuantos dejan de practicar tan importante servicio, y añade
que no puede consentir que las autoridades locales no demuestran el mayor celo
y vigilancia».
El alcalde ya había adquirido la costumbre de no contestar a las quejas y
reclamaciones de los vecinos, y un nuevo ejemplo lo encontramos en el periódico
“La Provincia” del miércoles 26 de
noviembre, que publicaba un remitido fechado el día 18 y dirigido por un vecino
al Delegado del Gobierno en Las Palmas.
Sr. Delegado del Gobierno. Excmo. Exorno.
Sr. En 12 del corriente denuncié por escrito al Alcalde de Arucas, de donde soy
vecino, varios abusos, que se cometen aquí a ciencia y paciencia de la Guardia
Municipal. Se me acusó recibo de la instancia mediante el desembolso de una
peseta, y al día siguiente se me ofició para decirme que estaban dadas las órdenes
para la corrección de los abusos.
Se siguen, Sr. Delegado, repitiendo los
hechos denunciados. Aquí son un mito las Ordenanzas Municipales. El Alcalde se
pone la ley por montera. Lesiona los derechos de ciudadano y se erige en tutor
y protector de las personas por mi denunciadas.
Tres fueron los abusos que denuncié, por
ser los que todos los días veo a causa de mi paso obligado por los sitios en
que ocurren. Podría exponer muchos otros que acaecen, y estoy dispuesto a
hacerlo, si es menester, ante V. E.
Aqui sobran trovadores, con guitarras e
instrumentos, en verdaderas pandillas. Aqui sobran los alcoholizados en la vía
pública. Aqui, en el centro de la población hay casas de mal vivir, que, a
cualquiera hora de la noche, producen escándalos y perturban el sosiego del
vecindario.
Rinde a V. E. los respetos debidos s.
a. y s. s, q. b. s. m. Cirilo Ponce».
Esta continuada inhibición del ayuntamiento y alcalde en dar solución a
los problemas planteados por los vecinos, era de tal dominio público que los
vecinos ya acudían directamente al Delegado del Gobierno en búsqueda de una
rápida solución, como se desprende del suelto publicado por “La Provincia” en
su edición del miércoles 3 de diciembre
«El Sr. Delegado ha recibido un escrito de varios vecinos del inmediato pueblo
de Arucas, dándole las gracias por el interés demostrado para
que se eviten los abusos antihigiénicos que se cometen en la asequia del Pinillo
de dicha localidad».
El mal sabor que dejaron las no celebradas fiestas patronales debió animar
a los vecinos y a la propia Sociedad de Trabajadores, para organizar un pequeño
programa de festejos en honor de santa Lucía que siempre habían tenido un gran
poder de convocatoria de aquellos que acudían en peregrinación ofreciendo una “ojos de plata y oro” como promesa por
su curación. Era un detallado programa de actos festivos para tres días del que
debieron sentirse orgullosos los vecinos y peregrinos que se acercaban a
Arucas.
«DÍA 12.- Al mediodía recorrerán las
calles de la ciudad comparsas de gigantes y cabezudos acompañadas por la banda
municipal de música. A las 6 de la noche retreta con acompañamiento de
ciclistas, ginetes y banda de música que recorrerá las principales calles de la
ciudad la que se organiza en el “Círculo de Trabajadores”. A las 9 de la noche,
después de los actos religiosos de costumbre, función de fuegos artificiales,
paseo y música en la plaza de San Juan.
DÍA 13.- A las 9 de la mañana función
religiosa con el concurso de la orquesta Euterpe de esta ciudad, estando el
panegírico á cargo da un afamado orador sagrado. Terminada esta tendrá lugar la
procesión de la venerada imagen de Santa Lucía que recorrerá las calles de
costumbre. A las 2 de la tarde, carreras de cintas en bicicleta y juegos de la
sartén en los alrededores de la Plaza de San Juan. A las 4, paseo con música en
la referida plaza. A las 9 de la noche, baile en el “Círculo de Trabajadores”. Durante
todo el día habrá feria de ganados con adjudicación de un premio al mejor ejemplar
que se presente.
DÍA 14.- A la una de la tarde,
luchadas en la que tomarán parte afamados luchadores. A las 3 carreras de
caballos en el espacio comprendido entre el Hinojal y la entrada de la
población. A las 8 de la noche, retreta con acompañamiento de ciclistas,
jinetes y banda de música que recorrerá las principales calles de la ciudad la
que se organizará en el “Círculo de Trabajadores”. A las 9, función de fuegos
artificiales, paseo y música en la plaza de León y Castillo».
Había sido rechazado por el Cabildo incluir en la agenda del llamado
“desglose de la hacienda canaria” la supresión de los aranceles al azúcar. El
viernes 12, víspera de Santa Lucía, “La
Provincia” en un editorial bajo el título de “La cuestión azucarera”, cuenta de las distintos iniciativas con el
apoyo de distintos diputados a Cortes, de telegramas y visitas al nuevo
Ministro de Hacienda Gabino Bugallal Araújo, para que éste ignorada la decisión
del Cabildo y favoreciera el tratamiento fiscal al azúcar, cuestión que era considerada
de interés particular, pero nunca de interés general para la isla. El editorial
de “La Provincia” denunciaba duramente
en distintos párrafos el apoyo que estaban prestando los diputados a Cortes,
por lo que suponía de ataque y descrédito de la decisión adoptada por el
Cabildo en defensa de los intereses generales.
«No puede ser mayor el desquiciamiento
en que vivimos. Nuestros despachos de ayer, dándonos cuenta de la visita
de azucareros y remolacheros al ministro de Hacienda, Sr. Bugallal, lo corrobora.
No es que nos extrañe la gestión de los interesados. Estos van a su negocio, y
al país que lo parta un rayo. Pero el hecho de que acompañasen a esos comisionados diputados a
Cortes, si estos son de Gran Canaria, sería inaudito.
Los despachos no dicen que diputados
acompañaron. Hablan solo de diputados. Nosotros, a la verdad, tales cosas
estamos viendo, que no nos pasmaría, mañana, cuando tengamos detalles por
correo, saber que fueron con la comisión a ver al Sr. Bugallal diputados de
Gran Canaria. Vivimos en un régimen de concusiones, de prevaricaciones, de
atropellos, cuantos sean necesarios, con tal de sacar a flote intereses
particulares, asi se hunda la isla en los abismos del Atlántico.
Pero ese hecho, el que diputados de
Gran Canaria hayan podido ir a hacer la causa de los azucareros contra el
unánime parecer del Cabildo insular, no nos autoriza, todavía, para darlo por
cierto.
Los telegramas no lo dicen. Y como a
los azucareros canarios, que están en Madrid, Sres. Madan, Gourié y Manrique de
Lara se han unido remolacheros de Tenerife, podría suceder que los diputados, a
que se refiere el telégrafo, sean de Tenerife o de otra isla.
Estamos escamados, escamadísimos, pero
solo podemos hoy censurar en hipótesis, y decimos que si algún diputado de Gran
Canaria ha ido con la comisión al Ministerio de Hacienda, es que toman ya, con
todo descaro, el país por montera, y es que el pais, si lo consiente, no merece
otra cosa.
El Cabildo, por unanimidad, si mal no
recordamos, acordó pedir la abolición de la tarifa protectora de los
azucareros. El Cabildo hizo bien. El cultivo de la caña, ni siquiera lo hacen completo
los mismos dueños de las fábricas. Ahi está el Sr. Madan con extensas
propiedades en Arucas dedicadas al cultivo de la banana. El cultivo de la caña
es solo el medio de regalar miles de duros al año a contadísimas personas. Y no
es más que esto.
El pais se perjudica porque paga caro
un artículo, de primera necesidad, para enriquecer a los que están pletóricos
de riqueza. Y el labrador, que acude a plantar caña, es porque no puede plantar
otra cosa. Cabría discutir la legitimidad del gravamen si una masa considerable
de la propiedad agrícola medrara a la sombra. Pero no habiendo nada de esto,
sino todo lo contrario, el gravamen es una iniquidad, y las iniquidades deben
desaparecer. Y tan es iniquidad y tan es indefendible ese impuesto protector de
cuatro caballeros y triturador del escaso haber del pobre, que libra su vida en
lucha continua con la miseria, que el Sr. Gourié, que está hoy en Madrid,
trabajando por su personal interés, no se opuso en el Cabildo al acuerdo
adoptado o no razonó su disconformidad si es que la hizo presente.
Por otra parte, es curioso que los Sres.
Manrique de Lara y Gourié, enemigos de que fuese a Madrid la comisión del
Cabildo a trabajar por el desglose, sin que lo ordenasen expresamente los
diputados, hayan estado tan prontos a reunirse en la Corte para batallar por
sus particulares bolsillos, en contra de lo pedido por el Cabildo, de que uno
formó parte, y otro la sigue formando».
Llegando el final del año, las distintas sociedades aruquenses elegían sus
nuevas juntas directivas. La “Sociedad de
Trabajadores” eligió los siguientes:
Presidente, Pascual Salmerón; Vice Presidente, Pedro M. Marrero, Secretario,
Miguel Suárez Hernández, Vice-Secretario, D. Rafael Henríquez; Tesorero,
Vicente Marrero; Vice-Tesorero, José M. Caballero; Bibliotecario, José Suárez
Hernández; y Vocales, Vicente Medina, Moisés Pérez, Cesáreo Cabrera, Blas
Medina, Dionisio Benítez, Juan Guerra y Nicolás García.
En la republicana “El Progreso» de los “Jóvenes turcos” fueron elegidos: Presidente,
Manuel Cabrera Blanco; Presidente de Recreo, Francisco Marrero Yánez; Tesorero,
Juan Ponce; Contador, Gregorio Gil; Bibliotecario, José Santos Matos; Vocales, Norberto
Henríquez, Rafael Henríquez, José Marrero y Tomás Vega,
En el “Círculo Agrícola Comercial”
fueron elegidos: Presidente, José Cuyas González Corvo; Vice-Presidente, Gumersindo
Quevedo Martín; Director de Recreo, Juan de Dios Martín Reyes; Tesorero, Domingo
Martín Rodríguez; Contador, Teodoro Rosales Quevedo; Bibliotecario, Ignacio
Medina Suárez; y Vocales, Bernardino Ponce Martín, José Castellano Molina, José
Martín González y Fernando Martín Benítez.
La “Heredad de Agua” que seguía siendo
presidida por el ingeniero naval Manuel Hernández Pérez, ya acabando también el
año termina de instalar la maquinaria de su reloj en el remate de su
edificio-sede, lo que permitía el desmontaje de la torre metálica donde se
había instalado provisionalmente el reloj que había donado a la iglesia parroquial
y así facilitar la obra de las nuevas torres de piedra.
El día 29 de diciembre, el nuevo obispo de Canarias Ángel Marquina y
Corrales fue invitado por el presidente de la Junta de Construcción del nuevo
templo y el párroco Francisco Cárdenes a visitar la Ciudad, para que conociera
de su estado de construcción. Durante su visita al templo estuvo presente el
alcalde Antonio Codorniú Rodríguez.
LOS CONFLICTOS DE COMPETENCIAS PROVOCADOS DE FORMA DELIBERADA E
INTERESADA POR EL AYTO. DE ARUCAS PARA
SALVAR “SUS CHANCHULLOS”
Con el protagonismo de la corporación que preside el alcalde “leonino”
Antonio Codorniú Rodríguez, en este año se visibilizan de forma clara y diáfana
cómo los intereses particulares o partidistas priman sobre los intereses generales hasta
extremos insospechados, donde aquellos que han defendido a ultranza el
“insularismo”, se refugian en el “centralismo” porque en él sus
correligionarios mantienen una posición dominante y así pueden defender sus
“chanchullos” tanto en la distribución de los distritos electorales, como en la
ratificación de unas cuentas municipales de muy dudosa legalidad.
El escenario para que esta acción se desarrolle viene definido por
distintas circunstancias. Una es la profunda crisis en la que estaba el partido
“leonino”, con un olvidado líder en su destierro de París, y las continuas
escisiones y fugas de importantes protagonistas de la política; otra es la
aprobación de la Ley de Cabildos el año anterior y su reglamento a finales del
mismo, la elección de su primera corporación.
Es un año que generó un importantísimo debate que definía para el
futuro la estructura competencial de la administración pública en las islas,
donde el conflicto de competencias por el gobierno de la isla ha de dirimirse
entre los que defienden que la gobernanza y supervisión de los ayuntamientos de
cada isla corresponde a su Cabildo, y aquellos que defienden que corresponde a
la estructura periférica del gobierno del Estado, bien sea el Delegado del
Gobierno de Las Palmas, dependiente del Gobernador Civil en Tenerife y la
Comisión Provincial, órgano colegiado siempre muy influido por este último. Y para
más abundar, no deja de sorprender la
paradoja de aquellos que de siempre habían abanderado el “insularismo” quienes,
para defender los intereses caciquiles,
prefieren acogerse a la estructura periférica del Estado.
Era ya conocido por el alcalde Antonio Codorniú Rodríguez el
Reglamento Provisional de los Cabildos aprobado por R.D. de 12 de octubre de
1912, publicado también en el “Boletín Oficial de la Provincia” el 21 de
octubre de mismo año, que situaba la supervisión de la gobernanza de los
ayuntamientos en los respectivos Cabildos Insulares. Nunca llegó a aprobarse el
Reglamento Definitivo. El artículo 35 del Reglamento Provisional establecía:
«Como Corporaciones de categoría superior a los Ayuntamientos, tendrán
las atribuciones siguientes: 1.º Revisar
los acuerdos de los Ayuntamientos con arreglo a lo que dispone la ley Municipal.
(…) 4.º Resolver los recursos de alzada contra las decisiones de los
Ayuntamientos relativas al empadronamiento o sus rectificaciones. (…) 7.º Resolver todas las reclamaciones,
protestas y excusas formuladas con motivo de las elecciones municipales y
relacionadas con los Concejales de la isla con sujeción á los tramites del Real
decreto de 24 de Marzo de i8yl, así como también las incapacidades que se refieren
a los mismos».
Además, el Artículo 36 establecía «Conforme á la ley de 11 de Julio de
1912, pasan a los Cabildos por lo que a cada isla respecta, las funciones
consultivas que el artículo 102 de !a ley Provincial de 29 de Agosto de 1882, señaló
a las Comisiones provinciales».
Conocía también que era
mayoritaria la presencia de “leoninos” entre los Diputados Insulares Electos en
el Cabildo de Gran Canaria, entre los que se encontraban dos con los que
sintonizaba personalmente y de los que no podía dudar de su apoyo: Francisco
Gourié Marrero y el médico Antonio Cuyás González Corvo. Conocía de la fuerte
oposición que podría tener del “autonomista” Juan E. Ramírez Doreste, hermano
de Rafael director del periódico “La Mañana”, y, del “republicano” del Trapiche
Rafael Mª Suarez Suárez. Pero
posiblemente lo que más le hacía dudar era la probable oposición de los ya
escindidos “leoninos” liderados por Ambrosio Hurtado Mendoza y su posible
capacidad de influencia disuasoria sobre los diputados Bravo, Castillo, Manrique y Massieu,
apellidos que siempre habían estado navegando entre el “leonismo” y sus propias
opciones políticas familiares, en un momento histórico en que el poder de
Fernando de León y Castillo era prácticamente inexistente, y ya había sido
premiado en 1910 con el título de Caballero de la Orden del Toisón de Oro, que
iniciaba el camino del “ jubileo”.
Todos estos conflictos competenciales creados de parte, cuando desde
la perspectiva del Estado se creía en la existencia de un consenso de los
políticos de las islas orientales - Tenerife siempre se opuso porque suponía
abrir la puerta a la División Provincial - en cuanto a la nueva estructura
orgánica y competencial surgida a partir de la Ley de Cabildo, visibilizaba la
triste realidad de que todo se hacía y decía para defender lo que interesaba al imperio del caciquismo, que era quien movía
a los políticos locales en defensa de sus oscuros intereses económicos.
Su mejor comprensión nos obliga a seguir, paso a paso, cada una de las
secuencias que se dieron en la segunda mitad de este año en que se visibilizaron
todas las sobreactuaciones de políticos, y profundizando en lo publicado por
los periódicos del momento, las traemos a colación porque el ayuntamiento de
Arucas fue el gran protagonista que motivó las discusiones partidistas, si bien
al final se impuso la mayoría aplastante “leonina” en todas las instituciones,
que en el Cabildo al no tenerla presionó para obtener el voto de calidad de su
Presidente, que desmontaba toda argumentación sobre la ilegal actuación del
Ayuntamiento de Arucas.
Todo empezó como ya anticipamos cuando el acuerdo plenario del 4 de julio
del Ayuntamiento de Arucas sobre la redefinición de los distritos electorales,
que en el anuncio del “Boletín Oficial de
la Provincia” en su edición del día 9 del mismo mes, el alcalde practicaba
el “oscurantismo” impuesto por su antecesor Manuel del Toro González, y sin
detallar el acuerdo remitía «… al público el ante-proyecto de la
nueva división de este término en Distritos estará de manifiesto en la
Secretaría de este Ayuntamiento por término de un mes», procedimiento que ya despertaba muchas dudas y sospechas.
Aprobado el ante-proyecto, el Ayuntamiento ignorando las nuevas
competencias que el Reglamento Provisional de la Ley de Cabildos concedía a
éstos, remite su ratificación a la administración periférica del Estado a quien
la nueva norma se las había quitado. Esta actuación inmediatamente fue conocida en el Cabildo
Insular de Gran Canaria.
El periódico “Diario de Las Palmas”
en su edición del 2 de septiembre, ya recogía la fecha del inicio del debate en
el Cabildo en virtud del acuerdo de su Permanente del día anterior «El 9 del actual se reúne el Cabildo insular
de esta isla. La Comisión permanente acordó ayer llevar al pleno los recursos
contra el Ayuntamiento de Arucas sobre división del término municipal …».
Después “La Provincia” en su
edición del día 8 reproducía la Orden del Día del pleno que el Cabildo
celebraría, no el 9 sino el día 10, recogiendo el primer punto del “Orden del dia” el tema de Arucas «Se convoca a sesión extraordinaria del
Cabildo en pleno para el día 10 del actual a las 3 de la tarde para tratar de
los siguientes asuntos: Expediente sobre reclamaciones formuladas contra un
acuerdo del Ayuntamiento de Arucas, dividiendo el término municipal en
distritos y secciones. …».
“La Provincia” en su edición del día 12 de septiembre, hablaba de otra actuación del
Ayuntamiento sobre un acuerdo que también generaba otro conflicto de
competencias y menosprecio a la nueva estructura autonómica.
«Las cuentas de Arucas. Demencia
suicida. Llegan a nosotros noticias de algo que grave pudiera ser hasta
escandaloso. Nos hacemos, por hoy, eco del rumor público, sin perjuicio de
ocuparnos en el asunto detenidamente. Esperamos para ello reunir datos exactos
y positivos.
Es el caso que el Ayuntamiento de
Arucas ha enviado, para censura y aprobación, cuentas al Gobierno Civil de la
provincia, en contravención a las disposiciones vigentes que atribuyen tales
funciones al Sr. Delegado del Gobierno con audiencia del Cabildo insular.
Y es el caso, también, a lo que se nos
dice, que algún vocal del Cabildo, influyente en Arucas, lo ha dispuesto así o
lo ha consentido, que es igual.
Repetimos que nos hacemos eco del
rumor público, y que nos reservamos,
para fustigar tal torpeza o maldad, como se merece, poner en claro lo ocurrido.
Nosotros, que censuramos el proceder del Alcalde de Las Palmas, señor Massieu y
Falcón, cuando, ilegal e impolíticamente, giró fondos, de que no podía
disponer, para atenciones del Correccional, no podemos permanecer en silencio
ante la tremenda osadía de un gran Ayuntamiento de Gran Canaria que, con
verdadera demencia suicida, hace mangas y capirotes del vigente estatuto
insular.
Acerca de esto llamamos, en primer término,
la atención del Sr. Zarate, Presidente del Cabildo. No debe permanecer indiferente
ante lo que ha ocurrido y está en el deber de tomar alguna providencia. No
hemos de dejar de la mano este importante asunto».
Sin dar sus señas, “La Provincia”
cuando dice «… algún vocal del Cabildo,
influyente en Arucas, lo ha dispuesto así o lo ha consentido …» se está
refiriendo sin duda alguna a Francisco Gourié Marrero.
Ese mismo día de edición, “Diario de
Las Palmas” se hacía eco de la misma noticia, si bien en su condición de
vocero “leonino” trata de justificarla, y habla además del continuado debate en
el Cabildo sobre el tema de los distritos electorales de Arucas.
«Algunos colegas locales se hacen eco
de la noticia de que el Ayuntamiento de Arucas ha enviado sus cuentas
municipales, para la censura y aprobación, á la Comisión provincial, en lugar
de hacerlo á este Cabildo insular como dispone el Reglamento.
Si la noticia es cierta es indudable
que habrá sido un error, pues no se explica que á conciencia se de una
tramitación que por ser ilegal, ningún valor ha de tener; y mucho menos que se
trate de prescindir, contra ley, de organismos insulares que todos deben tener el
mayor interés en consolidar rodeándole de los mayores prestigios.
Repetimos que si el hecho es cierto
solo se explica por error sufrido, de fácil remedio, porque la Comisión
provincial no puede entender en ese ramo de cuentas; y si conociera incurriría
en responsabilidad; sin que, por otra parte, tuviera valor la resolución
recaída».
Sobre los distritos electorales decía «En
la sesión que ha de celebrar el Cabildo insular de Gran Canaria el próximo
lunes [día 15], se tratará de un
recurso contra el Ayuntamiento de Arucas sobre división del término municipal;
…».
El día sábado día 13 “La Provincia”
decía: «Decididamente, el lunes a las
tres de la tarde se reunirá el Cabildo Insular, de segunda convocatoria, para
tratar los importantes asuntos de Telde y
Arúcas, que figuran en el orden del dia». El asunto de
Telde lo es sobre el expediente de municipalización de la Comunidad de Aguas
“El Chorro”.
El mismo periódico en su edición del lunes 15 en que estaba previsto se
celebraba el pleno del Cabildo, decía con este encabezamiento: «El escándalo de Arucas. Contra ley.-
Laborando por Tenerife.- Lo que debe hacer el Cabildo.
Es un hecho. El Ayuntamiento de
Arucas, contraviniendo lo preceptuado en el Reglamento de los Cabildos
Insulares, y a riesgo de lesionar los intereses supremos de Gran Canaria,
comprometidos en el desglose, ha remitido al Gobierno civil para censura y
aprobación, las cuentas municipales de 1912.
Un telegrama del Sr. Gobernador Civil,
dirigido a un diputado provincial como respuesta a pregunta de este, y el cual
hemos visto, dice que en aquellas oficinas ingresaron las cuentas.
Coincidiendo con esta remisión ilegal
de cuentas, o poco después, hizo viaje a Sta. Cruz de Tenerife el diputado
insular de Gran Canaria, Don Francisco Gourié y Marrero. En lo ocurrido no debe
suponerse error, pues este solo se produce cuando hay oscuridad u omisión en el
precepto legal.
El Reglamento de los Cabildos, que conocen
bien los Ayuntamientos de los pueblos mas pequeños de Gran Canaria, no puede
ser desconocido del de Arucas, el cual, a mayor abundamiento, tiene Secretario-letrado,
que no lo tiene, siquiera, el Ayuntamiento de Las Palmas.
Bien claro reza dicha disposición legal
que el examen y proposición de aprobación de las cuentas municipales, cuando
los gastos no exceden de 100 mil pesetas, corresponden al Cabildo insular
como corporación superior gerárquica de los Ayuntamientos.
Arucas, solo Arucas ha perpetrado semejante
atentado contra el Cabildo insular. Los demás Ayuntamientos han remitido y
remiten sus cuentas a la primera corporación administrativa de Gran Canaria. Ha
contravenido la ley el Ayuntamiento de Arucas, y como no ha podido ser por
error, que es notoria candidez el suponer, hay que pensar, racional y
fundadamente, que lo ha hecho por maldad…
Maldad, si; pues no otro calificativo merece
el acto realizado por buscar en el Gobierno Civil la facilidad para el pase de “chanchullos”,
en que abundan esas cuentas, ya que es sabido, y dicho sea en honor del Cabildo
insular de Gran Canaria, que en él se hila delgado y no prevalecen incorrección
de clase alguna.
La cosa es gorda, gordísima. Sabemos que
al conocer lo sucedido el señor Massieu y Falcón se llevó las manos a la
cabeza, y dijo, indignado: “me parece mentira que esto se haga en los momentos
en que está el desglose pendiente de resolución en Madrid”.
Tiene razón sobrada el Alcalde de Las
Palmas. Pero quisiéramos, ya que el Sr. Massieu ejerce en la política local poderes
dictatoriales, que adoptase rápidamente una providencia ejemplar de severa
disciplina contra esos, sus amigos políticos de Arucas, dueños alli de la
situación, que no tienen “ni rey ni roque” y les importa un comino dar armas a
los de Tenerife para esgrimir en el Ministerio de la Gobernación, donde, en
estos momentos, libran nuestros representantes en Cortes una descomunal batalla
contra los de Tenerife.
Y sin perjuicio de la actuación
política del Sr. Massieu, esperamos que el Cabildo insular, que hoy se reúne, tome,
celebrando otra sesión extraordinaria, si fuera menester, el acuerdo de reclamar
esas cuentas del Gobierno Civil y de imponer al Ayuntamiento de Arucas la mas
grave de las correcsiones disciplinarias que entren en la esfera de sus
facultades.
De no hacer esto el Cabildo,
procurando un escarmiento ejemplar, tenga por seguro que los mismos pueblos de
Gran Canaria darán, en breve plazo, en tierra con las conquistas de
independencia administrativa de la ley de 11 de Julio de 1912.
Quédese lo de Arucas así, y hemos de
ver entronizada, con gran contento de Sta. Cruz de Tenerife, la mas espantosa anarquía.
Harán los Ayuntamientos lo que mejor se les antoje cuando les venga en gana».
“La Provincia”, en su edición matinal del día 16, manifestaba las aclaraciones dadas por
Gourié a su opinión anterior publicada en cuanto al motivo de su visita a
Tenerife «Al escribir, como debíamos
hacerlo, en son de protesta contra el escándalo de la remisión de las cuentas
municipales de Arúcas al Gobierno Civil, aludimos al viaje de nuestro
particular y estimado amigo D. Francisco Gourié a Sta. Cruz de Tenerife,
coincidiendo con las referidas cuentas.
La alusión se explica
satisfactoriamente porque el Sr. Gourié es persona influyente en Arúcas y amigos
suyos son los concejales de la mayoría de aquel Ayuntamiento. Nosotros creíamos
que el Sr. Gourié no debía de ser ageno al hecho.
El Sr. Gourié se ha acercado a nuestra
redacción y nos ha manifestado que su viaje a Tenerife nada tuvo que ver con la
remisión de las cuentas, ni él sabia, siquiera, que se hubieran remitido. Con
el mayor gusto acogemos en nuestras columnas las manifestaciones del Sr.
Gourié, que tienen un valor personal para nosotros verdaderamente decisivo».
En la misma edición y periódico recoge su crónica sobre la sesión plenaria
del Cabildo «Sesión de ayer. A las tres y
media de la tarde, abrió la sesión el Sr. Zarate, con asistencia de los
diputados insulares señores Ramírez, Hurtado, Saavedra, Suárez, González
Martin, Curbelo, Castillo, Inglot, Gourié, Cuyas, Bravo de Laguna, Bethencourt,
Gil Pineda, B. González, Manrique de Lara (D. Salvador y D. Agustín) y Massieu
(D. Nicolás y don Antonio).
Lo de Arúcas. El SECRETARIO da lectura
al dictamen de la Comisión permanente en el expediente del proyecto de división
electoral de Arúcas.
El Sr. RAMÍREZ. A la verdad, no creí que,
en tan pocas páginas, pudiera conculcarse tanto y de modo tan escandaloso los
preceptos legales. Una de dos: o el Ayuntamiento nos creía tan ignorantes que
no nos damos cuenta de lo que hacemos, o lo que es peor, que nos prestaríamos a
lo que les conviniera contra la ley.
Examina el expediente para que se vean
todos los “chanchullos” cometidos, empezando por la certificación, solicitando que
se haga la nueva distribución, el acuerdo del Ayuntamiento, el dictamen
de la Comisión, haciendo ver la cuaraña que se hace de los distritos, dejando
al pueblo convertido en un mosaico, en el que los Tenientes alcaldes tendrían
que andar a saltos para recorrer sus distritos; la confusión de la palabra
elector con la de habitante y la desigualdad tremenda en el número de electores
de los distintos distritos.
Dice también que no solo no se publicó
el proyecto de división dicha sino que se le negó a algunos concejales que
quisieron examinarlo. Manifiesta luego que acabará por no entender cuando
funciona la Comisión permanente y cuando las demás del Cabildo, porque hoy
mismo va a discutirse otro asunto del Ayuntamiento de Telde en que ha
dictaminado la Comisión de Asuntos Municipales.
Habla después de porque la Comisión permanente
pidió certificaciones del Censo, negándole las atribuciones para ello y
haciendo resaltar que en ese asunto no debió darse dictamen por falta de datos
esencialísmos.
Y termina diciendo: Si este expediente
se admite, si se pone el Cabildo a los pies de los Ayuntamientos para todos sus
“chanchullos”, hay que dar por muertos todos los ideales de autonomía. Para eso
estaba buena la Comisión provincial.
Por consiguiente en nombre de la ley,
de la justicia, de la dignidad y del prestigio del Cabildo, debe anularse lo
hecho por el Ayuntamiento.
El Sr. CUYAS como individuo de la Comisión
dice, que ésta, para dictaminar necesitaba los datos que había pedido
porque no había disposición alguna que le negara esa atribución. Que lo único
en que se había excedido era en la distribución de secciones, lo que
corresponde al jefe de Estadística y por eso propone la Comisión que no se
apruebe ese extremo.
Justificó el dictamen de la Comisión diciendo
que en lo de Telde había dictaminado la de Asuntos Municipales por acuerdo del
Cabildo, pero que este asunto de Arúcas todavía no había venido al Cabildo. Termina
pidiendo la aprobación del dictamen.
El Sr. HURTADO dice.- Dos cosas se necesitan
para variar la división electoral; que haya variado el censo y que hayan
pasado dos años de la última variación.
En ese expediente no constan ninguno de
esos extremos y la Comisión debió sujetarse al expediente. Es mas; no se ha
cumplido el precepto administrativo. ¿Donde están los barrios que son
esenciales dentro del distrito como éste dentro del término? De modo que esa
división está coja. Es posible que un barrio forme parte de dos distritos.
Decía el Sr. Cuyas, “dos vecinos
conocían el censo”. ¡Dos! Y a los demás ¿quién se lo había dicho? Si a dos concejales
se les ha negado; y son dos personas calificadas, ¿qué sería a los pobres
infelices?
Estamos escandalizados de ese Ayuntamiento
de Arúcas. No falta ya sino que nos entregue vergonzosamente. (Bien, bieu).
Yo he visto muchas cosas, pero cuando
leí ésta me quedé asombrado. Hay aquí materia delictiva para que Cabildo ordene
que ese expediente pase a los Tribunales. Pido, como el Sr. Ramírez, que no se
apruebe ese expediente y que pase a los Tribunales de Justicia.
El Sr. CUYAS contestó que los datos a
que se refiere el Sr, Hurtado los pidió la Comisión y constan en el
expediente. Que no lo sabía, pero que le parece extraño el que se le niegue el
expediente a dos concejales y se le muestre a dos particulares.
El Sr. RAMÍREZ. Dice al Sr. Cuyas que
consta por una certificación del Secretario del Ayuntamiento de Arúcas que Grau
pidió quedase sobre la mesa para estudiarlo porque se lo habían mostrado en
Secretaría, adhiriéndose a lo dicho por el Sr. Grau el concejal Sr. Granados.
Se manifiesta de acuerdo con el Sr.
Hurtado. Esto —dice— no es solo un “pandenioniun” administrativo. Si esta Corporación
tiene dignidad debe enviar el expediente a los Tribunales. Ya llegará el día en
que juzguemos aquí, a la luz del día, el asunto de las cuentas, pues para eso
hemos pedido sesión extraordinaria, para que sepa ese Ayuntamiento de Arúcas que
aquí está una Corporación digna.
Puesto a votación el dictamen es desechado
por once votos contra nueve en favor. Luego se pone a votación si se pasa el expediente
a los Tribunales y se acuerda que no por trece votos contra siete».
El “Diario de Las Palmas” del mismo
día 16 de septiembre en edición vespertina, daba también cuenta de lo tratado
en el pleno del Cabildo sobre el asunto de Arucas. «En las Casas Consistoriales se celebró ayer tarde la anunciada sesión
extraordinaria bajo la presidencia del Sr. Zarate.
Asisten los diputados insulares
señores Bravo de Laguna, Bethencourt Armas, Aguilar, Castillo (D. Antonio), Inglott,
Cuyas, Gourié, Curbelo, Hurtado de Mendoza, Ramírez, Suárez, Saavedra, Massieu
(D. Antonio y D. Nicolás), Gil, Manrique (don
Agustín y D. Nicolás) y González (D. Juan y D. Santiago).
Se da lectura al expediente sobre reclamaciones
contra el Ayuntamiento de Arúcas dividiendo en distritos y secciones aquel
término municipal.
En el informe emitido por la Comisión Permanente,
se propone á la Diputación insular que confirme el acuerdo de aquel
Ayuntamiento en lo referente á la división del término municipal dejando en
suspenso la división en secciones electorales.
Combate el Sr. Ramírez Doreste el acuerdo
del Ayuntamiento de Arúcas. Dice que después de haber estudiado detenidamente
el expediente no ha creído que se pudieran conculcar los preceptos legales como
en él se ha hecho de un modo que no deja lugar á dudas. Lee los artículos 34 al
39 de la Ley municipal y trata de probar que la ley se ha violado, estendiéndose
á analizar todas las faltas que dice hay en ese expediente.
Pide que se anule el acuerdo del Ayuntamiento de Arucas por ser ilegal y por el
mismo prestigio del Cabildo.
El Sr. Cuyas, defiende el dictamen como
individuo de la comisión permanente, rebatiendo los argumentos del Sr.
Ramírez, y pide que sea aprobado dicho dictamen.
Lo combate igualmente el Sr. Hurtado de
Mendoza. Dice que dos cosas son necesarias para pedir nueva división de un
término municipal: que hayan transcurrido dos años de la última división y que
haya aumentado el censo de la población.
Esto —dice — no se ha tenido en cuenta
por el Ayuntamiento de Arucas que debió haber encabezado el expediente con
certificaciones en que constaran esos extremos. Además no se hace la división
por barrios ni se ha publicado el anteproyecto de división en el Boletín
Oficial como la Ley ordena.
Cree el Sr. Hurtado que es monstruoso lo
hecho por el Ayuntamiento de Arúcas y pide con el Sr. Ramírez no solo que no se
apruebe el dictamen sino que se pase el expediente á los tribunales de justicia
para depurar y exigir el tanto de culpa.
Después de rectificar los Sr. Ramírez,
Cuyas y Hurtado se pone á votación el dictamen. Votan a favor nueve Sres.
diputados y once en contra, quedando desechado.
Puesta luego a la votación la
proposición de los Sres. Hurtado y Ramírez de que se pase á los Tribunales el
expediente, votan á favor los expresados Sres. y los Sres. Suárez, Gil y
González (D. Juan y don Santiago). En contra lo hacen los trece consejeros
restantes quedando desechada la proposición».
Al día siguiente 17, “Las Provincia”
da una nueva noticia sobre el otro tema de las “Cuentas de Arucas” «He aquí la petición de sesión
extraordinaria para tratar del escandaloso asunto de las cuentas de Arucas.
“Sr. Presidente del Cabildo Insular. Los
vocales que suscriben solicitan que con toda urgencia se convoque a sesión
extraordinaria para resolver lo procedente respecto a la conducta observada por
el Ayuntamiento de Arucas en orden al examen y revisión de sus cuentas, en cuya
sesión V. S. y la Comisión permanente darán a conocer las gestiones practicadas
y los acuerdos adoptados en tan importante asunto.- Las Palmas, Septiembre 14
de 1913: Juan E. Ramirez; Rafael M. Suarez; Ambrosío Hurtado de Mendoza; Antonio
Saavedra; Cayetano Inglott; Santíago Gonzalez; Ferreol de Aguílar; Juan B.
González; José Gil Pineda”.
Recayó la siguiente providencia a la
instancia anterior. “Don Tomás de Zarate y Morales, Presidente del Cabildo
Insular de Gran Canaria: Habiendo solicitado nueve Sres. Consejeros que se
convoque a sesión extraordinaria para resolver lo procedente respecto a la
conducta observada por el Ayuntamiento de Arucas en orden al examen y revisión
de sus cuentas y para que en dicha sesión la Comisión permanente y su Presidencia
den a conocer las gestiones practicadas y los acuerdos adoptados en
dicho asunto, se convoca al Cabildo en pleno a sesión extraordinaria, que se
celebrará en las Casas Consistoriales de esta ciudad el dia 19 del actual a las
quince horas para tratar del referido asunto.- Las Palmas 16 de Septiembre de
1913.- Por orden del Sr. Pres¡dente.- El Secretario,Luis Suarez Quesada».
Ese mismo día, el “Diario de Las
Palmas” siempre en su condición de órgano “leonino”, tratando de restar
interés a la información matutina dada por “La Provincia” añade prejuzgando que
no sabe a cuento de qué la frase entre paréntesis “(ignoramos de que año)”
cuando recoge:
«Los consejeros de este Cabildo
insular D. Ambrosio Hurtado, don Rafael M."" Suárez, D. Juan E.
Ramirez, D. Ferreol de Aguilar, don Cayetano Inglott, D. Juan B. González, D.
Antonio Saavedra, don Santiago González y D. José Gil, han solicitado sesión extraordinaria
para tratar del hecho de haber enviado el Ayuntamiento de Arucas, á la Comisión
provincial para su aprobación, las cuentas municipales del mismo, (ignoramos de
que año), y no al Cabildo insular de Gran Canaria como está mandado en el
Reglamento. El viernes, por la tarde, se reunirá el Cabildo».
El jueves 18 “La Provincia”
publica un editorial bajo los titulares “CORPORACIONES
ADMINISTRATIVAS. Conducta de sus Presidentes. EL CASO DEL SR. ZARATE”, en
contra del proceder del Presidente del Cabildo en relación con los casos de
Arucas por su voto de gracia en contra de la decisión de la mayoría, que en la
opinión del periódico exigía su dimisión y que su voto fuera uno más de un
diputado insular.
«Mucho se ha discutido estos días la
conducta del Presidente del Cabildo insular, Sr. Zárate y Morales. El haber
votado con la minoría por la validez en parte de la división de Arucas á los
efectos electorales, y en contra, por ende, de la mayoría de la corporación, ha
sido censurado.
Unos han censurado al Sr. Zarate porque
creen que puso su voto al servicio de una mala causa y porque estiman móvil de
su voluntad el complacer á determinados elementos locales. Otros le han
censurado porque creen que no es lícito al Presidente del Cabildo disentir del
voto de la mayoría y permanecer en el sillón presidencial.
Una cuestión, delicada, de índole, á la
vez legal y moral, surge ante estas opiniones. ¿Puede legítimamente el
Presidente de una corporación administrativa, y este carácter tiene, á no
dudarlo, el Cabildo insular, dar en cualquier asunto su voto en oposición á la
mayoría que resulte, permaneciendo, no obstante, en el cargo presidencial?
Decimos «á la que resulte” porque ni
es lícito que haya mayorías sistemáticas en asambleas administrativas, ni al
contrario de lo que ocurre en las de índole política, ni en el Cabildo de Gran-Canaria,
por fortuna, y los hechos lo demuestran, prevalece la corruptela del predominio
de un jefe, cacique ó régulo de bandería.
Legalmente, con sujección extricta á
la ley, no hay inconveniente alguno en que el Presidente, al votar, disienta de
la mayoría. Lo prueba el hecho de no haber precepto que se oponga á ello, y
esto bastaría, en consideración, asimismo, á la naturaleza libre del voto.
Pero otra razón, á mayor abundamiento,
corrobora esta nuestra opinión, y es que el artículo 45 del Reglamento de los
Cabildos “obliga” al Presidente á suspender de oficio ó á instancia de
cualquier “residente” en la isla los acuerdos del Cabildo en los casos taxativos
que enumera, uno de los cuales es el perjuicio de los intereses es generales ó
del orden público, que es harto elástico y sutil.
¡Si la ley le “obliga” á lo mas, que
es a suspender un acuerdo, debe, no ya obligarle, sino facultarla á lo menos,
que es emitir su voto, como lo tenga por conveniente, sin consideración á mayoría
ni á minorías. Hasta aquí la ley.
Pero hay algo, y esto deben tenerlo en
cuenta los que presiden corporaciones, que está por sobre la ley, ó mejor
dicho, que debe armonizar con el mandato de la ley, y es aquella consideración
discreta y delicada que hace del carácter electivo del cargo presidencial.
Un Presidente debe siempre, y en todo
momento, estar en alma y vida con la corporación, y la corporación, como es
sabido, se determina y obra por el órgano de una mayoría. Porque en una
votación de asunto secundario, se aparte el Presidente de la mayoría no ha
perdido ese contacto de recíproca confianza, de mutuo apoyo, y de adecuada
inteligencia que debe haber entre el que preside y los presididos.
Pero si la votación es de negocio de alta
importancia, y esto se mide por varias consideraciones, siendo la primera la de
los fines principales de la corporación, no es lícito, moralmente hablando, y
tal es nuestra opinión, al Presidente aparecer votando en contra de la mayoría,
sin que antes, dimita su cargo.
De donde resulta que las permisiones legales
no las debe interpretar el Presidente como derechos que ejercia sin otro límite
que el que le imponga su individual conciencia. No; debe interpretarlas siempre
con la vista puesta en la naturaleza electiva del cargo, que le impone el delicado
deber de moverse al unísono con la corporación y según el sentir de la mayoría.
Por eso, cunando surge un conflicto entre
la opinión personal y la significada por la mayoría en asunto de capital interés,
el que ejerce la Presidencia, si quiere recobrar su plena libertad de acción
como vocal, está en caso de presentar la dimisión.
En fuerza del valor, generalmente conocido,
de esta teoría, no pocos Alcaldes de Madrid y Barcelona, y eso que suelen ser agenos
á la corporación, y nombrados por R.D., han dimitido sus cargos por hallarse,
en muchas ocasiones, en desacuerdo con la mayoría.
En una palabra, y refiriéndonos al caso
concreto del Cabildo insular de Gran-Canaria, lo ocurrido últimamente en el
grave asunto de la división electoral de Arucas ha puesto de manifiesto una
oposición entre el Sr. Zárate y Morales y la corporación que preside, de esas
que afectan al lazo de mutuo y recíproco apoyo, de confianza, y de esas, por
tanto, que dejan al vocal que ejerce la Presidencia en situación poco airosa.
En nuestra opinión, sí el Sr. Zarate creía
que debía votar contra la mayoría del Cabildo, debió hacerlo, dimitiendo el
cargo, y sentándose entre los Consejeros».
Ese mismo día 18, “Diario de Las
Palmas” en su edición vespertina publicaba una carta que titula “Un
remitido del Alcalde de Arucas”, aunque estaba firmada por “A. Codorniú” y fechada el mismo día de la edición, de donde se
infiere que conocía el editorial de la edición matutina de “La Provincia”·
«”Sr. Director del DIARIO DE LAS PALMAS.
Muy Sr. mío y distinguido amigo: Deseando hacer algunas aclaraciones á ciertos
comentarios que ha hecho en estos días el periódico “La Provincia” sobre la
conducta del Ayuntamiento de Arúcas, me permito rogar á V. se digne publicar en
el DIARIO de su digna dirección las siguientes líneas, que también remito a aquel
periódico, con esta misma fecha. Dándole gracias anticipadas se repite de Vd.
att." y S. S. q. b. s. m. A. CODORNIÚ”.
Arúcas 18 de Septiembre do 1913. Comprendo
en la prensa, las campañas apasionadas, que al calor de antagonismos políticos
degeneran en injusticias; comprendo así mismo, que la enemistad personal lleve
á un periodista al extremo de maltratar, contra toda razón, á la persona á quien
odia; pero no me explico que a sangre fría, sin nada que justifique la agresión
casi, y sin casi existiendo motivos de gratitud, un Director de un periódico
arremeta brutalmente contra una persona ó Corporación, sin saber si lo que
afirma es exacto.
Las razones que tuvo el Ayuntamiento de
Arúcas para enviar sus cuentas al Sr. Gobernador Civil de la provincia, las
explicará directamente al Cabildo, y es de suponer que se reconozca su buena
fé, aun en el caso de que haya cometido un error. Pero si al Cabildo, que acaso
carezca de antecedentes, le es lícito dudar de esta buena fé, no puede
admitírsele á los que han dirigido el movimiento divisionista que pongan en
tela de juicio el patriotismo y entusiasmo con que en todos momentos ha
secundado el Ayuntamiento de Arúcas las justísimas aspiraciones de todos los
canarios.
Y si en los citados directores del divisionismo
sería censurable é injusto el desconocer nuestros buenos deseos ¿que diremos
del Sr. Director de La Provincia, D. Prudencio Morales, qué fué designado y subvencionado
por el Ayuntamiento de Arúcas para que, formando parte de la comisión nombrada,
fuera á Madrid á gestionar la división á nombre de este Municipio? ¿Es pues, D.
Prudencio Morales el llamado á atacar al Ayuntamiento de Arúcas, achacándola
sentimientos hostiles á la independencia administrativa de Gran Canaria?
Ahora dos palabras relativas á la campaña
de los Sres. Ramírez y Hurtado: en la última sesión del Cabildo estos Sres.
censuraron duramente, casi con ensañamiento, al Ayuntamiento de Arúcas, por una
división del término en Distritos y Secciones electorales que calificaron de
amañada. En el mismo día al irse á tratar un asunto capitalísimo para el pueblo
de Telde, se retiró del salón de sesiones el Sr. Ramírez, siguiéndole el Sr.
Hurtado, quien por cierto desde hace meses no concurre á las sesiones
del Cabildo, demostrando así que ha salido de su retraimiento solo para servir
pequeños intereses políticos.
Ahora bien, yo entiendo que para alardear
de puritanismo y actuar de Catón, se necesita que los hechos concuerden con los
propósitos y sentimientos de que se hace alarde. Nada más tengo que añadir;
cuando se examinen las cuentas del Ayuntamiento de Arúcas y se vea si en ellas
hay ó no “chanchullos”, me permitiré decir otras dos palabras. A. CODORNIÚ».
Trata de confundir el alcalde Antonio
Codorniú Rodríguez al lector de su remitido con la salida de Ramírez y Hurtado del Pleno del Cabildo cuando va a tratarse el asunto e
Telde, que no es otro que el pleito del Ayuntamiento de Telde contra la
municipalización del Heredamiento del Chorro. Y lo hace porque conoce que el
letrado que ha defendido la propiedad pública histórica del heredamiento del
Chorro es José Franchy Roca, quien en
su alegato recurre a la historia del heredamiento otorgado por el interés
general en favor del pueblo de Telde, y que de forma un tanto anómala con el
cambio de las Ley de Aguas se transformó en una Comunidad Privada de Aguas.
Se trataba de un asunto, donde los “leoninos”
defendían el “interés particular” de
los ricos condueños de la comunidad privada, frente al “interés general” que defendía el Ayuntamiento de Telde en
representación de sus vecinos, hecho que aconteció antes de la Ley de Cabildos,
y por tanto extemporáneo. Mientras que en Arucas, lo que se planteaba era su continuada
ignorancia por plantear un conflicto de competencias en asuntos posteriores a
la norma, que no es otra que el Reglamento Provisional ya aprobado que
trasladaba tal competencia al Cabildo.
El sábado 20 “La Provincia”
publica un nuevo editorial, bajo los titulares de “Unas reflexiones. Al Alcalde de Arucas”, contestando y replicando
el remitido firmado por A. Codorniú, aclarando en el texto del editorial que la
carta ha sido llevada personalmente a su redacción por Francisco Gourié
Marrero, lo que no deja de ser importante.
«Por haber traído a esta redacción la
carta nuestro particular amigo D. Francisco Gourié y Marrero, y por haberla
visto publicada, horas después, en “Diario de Las Palmas”, sabemos que es del
Alcalde de Arucas, Sr. Codorniu. Solo por eso, pues no viene firmada, sino
con la estampación del nombre del remitente, á maquinilla.
El Sr. Codorniu no hace la defensa del
Ayuntamiento de Arucas por haber remitido las cuentas municipales de 1912 al
Gobierno Civil. Parecía natural que esto hiciese el Alcalde si creía injustos ó
apasionados los cargos que por semejante ilegal y antipatriótico proceder,
hicimos á aquella corporación y que fueron realzados en sesión del Cabildo
insular por los vocales Sres. Ramírez y Doreste y Hurtado de Mendoza. Nada de
esto.
El Sr. Codorniu la emprende contra nuestro
director, D. Prudencio Morales, y le echa en cara que fue subvencionado y
designado por el Ayuntamiento de Arucas como vocal de la Comisión que marchó en
Abril de 1912 á Madrid, para gestionar la división de provincia.
El Sr. Codorniu le dice á nuestro director
que, por esas razones, no ha debido achacar al Ayuntamiento de Arucas
sentimientos hostiles á la independencia administrativa de Gran-Canaria.
Dicho en plata: El Sr, Codorniu cree
que nuestro director viene obligado á no censurar, aunque lo merezca, al
Ayuntamiento de Arucas. Vamos á cuentas, Sr. Codorniu, y pongamos las cosas en
su lugar.
Con unas cuantas reflexiones se convencerá S. S. de lo desdichado que ha estado
en tales apreciaciones. Verdad que fue designado, y en ello tuvo honra, nuestro
director, que no lo era a la zazón, por el Ayuntamiento de Arucas.
Pero en lo de la subvención, bien sabe
el Sr. Codorniu que D. Prudencio Morales no dio paso alguno. Fue la Comisión de
la “Sociedad Económica” la que se dirigió á ese Ayuntamiento, como también á
otras entidades de la isla, con objeto de reunir fondos con que asistir á la
Comisión de Madrid para sus gastos colectivos y para ayuda de costas á algunos
de sus individuos, que harto hacían con embarcar, y no menos con gastar de su
peculio, como le pasó á nuestro director.
Nada de esto es incorrecto, ni
extraño. Es lo que se hace en todas partes cuando se diputa una Comisión para
trabajar en asuntos de carácter patriótico. Bien lo sabe el Sr. Codorniu, que
debe estar al tanto, por sus lecturas, de lo qué pasa de peñas afuera.
Pero si quiere el Sr. Codorniu, aun
que no es verdad, que nuestro director pidiera y obtuviera esa subvención, no
hemos de reñir. Se lo concedemos le buen grado...
¿Y que? Tal subvención, dada para un
objeto determinado, que se realizó, la cual tuvo el carácter, como ya hemos dicho
de una ayuda de costas ¿era una indigna compra-venta?
Piense un poco el Sr. Codorniu y verá
que ha procedido sin esa elemental discreción que debe tener toda persona que
ejerce cargo de autoridad cuando habla á un público. Piénselo el Sr. Codorniu y
con seguridad que le arrepentirá de tan mala hora.
Mas todavía. Creemos que esas invocadas
representación y subvención obligaban á nuestro director, aparte otras razones
que emanan del carácter independiente de LA PROVINCIA, celocísima siempre en
velar por la independencia administrativa de Gran-Canaria, por la cual vino á
la vida, á fustigar, con toda la severidad que se ha hecho, la conducta del
Ayuntamiento de Arucas, remitiendo las cuentas al Gobierno Civil.
Precisamente el Ayuntamiento, al realizar
tal acto, se ha puesto en oposición al interés patriótico, y además, han
prevaricado. Ha infringido el reglamento de los Cabildos, sin que le valía alegar
error, lo que es pueril, y ha dado armas á los enemigos de Gran-Canaria en los
momentos críticos en que pende de resolución del Gobierno al magno asunto del
desglose.
Vea, pues, el Sr. Codorniu como nuestro
director está al unísono con los sentimientos patrióticos de toda la isla, el
pueblo de Arucas inclusive, y como el Ayuntamiento, que S. S. preside, se ha
apartado lastimosamente del cumplimiento de sus deberes en el doble aspecto,
legal y patriótico.
No, Sr. Codorniu; no era el camino de
tan ridículo ataque á nuestro director, y á los vocales del Cabildo, Sres.
Ramírez y Hurtado de Mendoza, sin consideración á que estos pertenecen á una
corporación, que es superior gerárquica de S. S., el que tenía que seguir en el
propósito de salir á la prensa periódica.
Otro era el camino; probar, sí podía que
nada ha habido de ilegal, ni de antipatriótico, ni de escandaloso en la
remisión de las cuentas á Santa Cruz de Tenerife. Pero este camino es
impracticable, y lo mejor es, créalo S. S., cuando se dan estos casos, quedarse
en casa, y no aventurarse por riscos y laderas.
Piense, piense un poco, Sr. Codorniu».
En su página 2 de la misma edición “La
Provincia” incluía su crónica de la sesión extraordinaria del Cabildo
celebrada en la tarde del día anterior 19 de septiembre.
«A las tres y media de la tarde abrió la
sesión el Sr. Zárate, con asistencia de los Sres. González (D. Juan B),
Ramírez, Hurtado, Saavedra, González Martin, Inglott, Curbelo, Aguilar, Gourié,
Castillo, Cuyas, Bravo de Laguna, Massieu (D. Nicolás), Manrique (D. Salvador ,
y D. Agustín) y Suárez.
El SR. ZÁRATE. Para poner en
antecedentes a la Corporación dice: Que hace algunos dias la prensa local
publicó unos artículos dando cuenta de la remisión al Gobernador Civil de las
cuentas del Ayuntamiento de Arucas y protestando del hecho. En vista de ello ofició
al Alcalde de Arucas preguntándole si era cierto el hecho y la fecha de la
remisión y convocó a la Comisión permanente para tratar de la cuestión.
En estas circunstancias se pidió
sesión extraordinaria, y entonces, una vez que el pleno reclamaba para si la resolución
del asunto, la permanente acordó abstenerse de intervenir e informar como se
verá del acta que leerá el Secretario.
En dicha acta consta que la Comisión propone:
1.° Dirigirse al Ayuntamiento de Arucas, comunicándole el vivo desagrado con
que ha visto la Corporación el envio de las cuentas al Gobernador civil
y que proceda a reclamarlas inmediatamente y 2.º Dirigirse al Delegado del
Gobierno para que exija al Ayuntamiento de Arucas la responsabilidad
administrativa a que haya lugar.
Manifiesta que había recibido un oficio
del Alcalde de Arucas, contestando al que se le dirigió, que dice que
interpretando torcidamente la Ley, no por maldad como ha dicho la prensa, sino
por error, acordó el Ayuntamiento remitir al Gobernador civil las cuentas,
relativas al ejercicio 1912, en 16 de Agosto último, demostrando la buena de su
proceder el hecho de haberlas pedido, por telégrafo, para remitirlas a la
Delegación del Gobierno.
El SR. RAMÍREZ. Indiscutiblemente, el
asunto que nos congrega es de suma gravedad. En los momentos actuales,
cuando en Madrid se libra una lucha subterránea en la cuestión del desglose, cuando
por parte de los poderes públicos no advertimos la confianza que nos es tan
necesaria, es sumamente grave que cualquier Ayuntamiento municipal,
realice actos que, de un modo ostensible, demuestre que busca amparo en las
corporaciones provinciales, que no les inspiran confianza las corporaciones de
Gran Canaria, que labora contra el régimen autonómico que nos rige.
Por eso se movió la prensa, y no por maldad
como en ese oficio se dice y por eso estamos reunidos aquí. Decir que hubo un
error de interpretación no lo podemos creer. Es tan clara y explícita la Ley y
el Reglamento, está tan repetido el precepto, que es inexplicable que el
Ayuntamiento de Arucas, único que tiene Secretario letrado en Gran Canaria,
pueda interpretar erróneamente la Ley.
No podemos aceptar esa explicación. Yo
afirmo que la conducta del Ayuntamiento de Arucas es ilegal, que va contra los
intereses patrióticos de la isla y que es la negación de todas nuestras
conquistas autonómicas.
Quédese, para cuando vengan al Cabildo,
el análisis de las cuentas. Entonces se verá lo que hubo de ese error. Estoy de
acuerdo con la Comisión permanente, pero me parece deficiente. No solo debemos
dirigirnos al Alcalde, sino también al Gobernador civil porque debe ser el
primer cumplidor
de la Ley.
No solo con los inferiores debemos emplear
nuestra energía sino con los superiores también. El Gobernador sabe que era de
la competencia del Delegado cuando las cuentas no exceden de 100.000 pesetas y,
en otro caso, del Tribunal de Cuentas.
¿Por que no las ha mandado? ¿Por que
no las ha devuelto al Delegado? No puede alegarse la sospecha de ignorancia,
porque, preguntado, contestó que, desde el 19 de Agosto, estaban allá.
No solo faltan el Alcalde y el
Ayuntamiento, sino también el Gobernador, no remitiendo las cuentas al
Delegado. Nuestra energia, que nace del cumplimiento de la Ley, debe dirigirse también
hacia los de arriba.
Pido que se apruebe el dictamen con la
adición de dirigirse al Gobernador civil, reclamando las cuentas.
El SR. ZARATE. No voy a disentir sino a
hacer una aclaración. El punto expuesto por el Sr. Ramírez fué considerado por
la Comisión permanente, pero como esa reclamación implica recurso de alzada nos
pareció que no debíamos dirigirnos directamente al Gobernador.
En el fondo estamos de acuerdo. ¿Es
ahora o luego, cuando venga el otro asunto, que se relaciona con todo este
organismo, cuando debe hacerse? Y como se está dando el caso de que ese asunto
lo está tramitando el Gobernador, no el Delegado, de aquí que la Comisión
permanente haya omitido lo que adiciona el Sr. Ramírez.
El SR. RAMÍREZ. Insistió brevemente en
su proposición.
Por unanimidad se acordó aprobar el
dictamen con la adición propuesta».
Ese día 20 de septiembre “Diario de
Las Palmas” incluye su crónica de la Sesión Extraordinaria del Cabildo, no
apartándose de la crónica publicada por “La
Provincia”, y sin añadir más comentarios, dada la evidencia de la ilegal
actuación del Ayuntamiento y del Gobernador Civil.
«Bajo la presidencia del señor Zárate
se reunió ayer tarde en sesión extraordinaria la Diputación insular asistiendo
los consejeros señores Bravo de Laguna, Manrique (D. Salvador y D. Agustín),
Aguilar, Ramírez, Hurtado de Mendoza, Inglott, Saavedra, Gourié, Massieu (D.
Nicolás), Cuyas, Castillo (D. Antonio), González (D. Juan y D. Santiago), Curbelo
y Suárez.
Abierta la sesión el Sr. Zárate
manifiesta que en vista de la noticia que dio hace algunos días la prensa de
haber remitido el Ayuntamiento de Arúcas sus cuentas al Gobernador civil para
su aprobación, y las protestas que este hecho han provocado, ofició al Alcalde
de Arúcas preguntándolo si era cierto el hecho y la fecha de la remisión, y
convocó inmediatamente á la comisión permanente para tratar de este asunto.
Dice el Sr. Zárate que en esto se pidió
la celebración de una sesión extraordinaria y entonces, como reclamaba el
Cabildo en pleno la resolución del asunto acordó la permanente no intervenir ni
informar.
El secretarlo lee el acta en que consta
lo propuesto por la permanente: Primero: Dirigirse al Ayuntamiento de Arucas,
comunicándole el vivo desagrado con que ha visto la Corporación el envío de las
cuentas al Gobernador civil y que proceda á reclamarlas inmediatamente y Segundo:
Dirigirse al Delegado del Gobierno para que exija al Ayuntamiento de Arucas la
responsabilidad administrativa á que haya lugar.
Dice el Sr. Zárate que el Alcalde de Arúcas
contestó á su oficio manifestando que no por maldad como la prensa ha
dicho, sino por error, aquel Ayuntamiento acordó remitir el 16 de Agosto último
al gobernador civil las cuentas relativas al ejercicio de 1912 y que demostraba
la buena fe con que procedió el haber pedido por telégrafo esas cuentas, desde que
conoció su error, para remitirlas al Delegado del Gobierno en Gran Canaria.
Toma la palabra el Sr. Ramírez Doreste
y dice que el asunto que allí les reúne es de mucha gravedad pues en estos
momentos en que en Madrid se libra una batalla muy difícil y empeñada por la
cuestión del desglose, hacer lo que ha hecho el Ayuntamiento de Arúcas no solo
es ilegal sino que ha dado armas á los que quieren echar abajo las reformas
administrativas que nos han dado la independencia de Tenerife, haciendo ver que
á los ayuntamientos de Gran Canaria no les inspira confianza el Cabildo.
Dice que la prensa no ha protestado por
maldad contra el Ayuntamiento de Arucas. No cree que pueda haber error por
parte del Ayuntamiento de Arucas en la interpretación de la Ley y Reglamento de
los Cabildos, claros y terminantes, siendo además inexplicable teniendo aquel
Ayuntamiento un secretario letrado.
Dice que no acepta la explicación dada
y afirma que la conducta del Ayuntamiento de Arucas es ilegal y va contra los
intereses y las conquistas autonómicas de las islas,
Muéstrase de acuerdo con la Comisión permanente,
pero cree que el Cabildo debe dirigirse también al Gobernador civil y
reclamarle esas cuentas que no ha devuelto sabiendo que el aprobarla era de la
competencia del Delegado ó del Tribunal de cuentas si excediesen de 100.000
pesetas.
Pregunta el porqué no ha devuelto el
Gobernador esas cuentas remitiéndolas al Delegado, cuando él debe ser el primer
cumplidor de la Ley y aquí no solo han faltado á ella, —dice—, el Alcalde y el
Ayuntamiento de Arúcas sino el Gobernador civil; y como no debemos emplear
nuestras energías con los inferiores solamente, defendiendo y exigiendo el
cumplimiento de la Ley debemos dirigirnos al Gobernador, y eso propongo á la
Corporación, para que devuelva esas cuentas que no son de su competencia
aprobar. Pido, pues, que se apruebo el dictamen de la Permanente pero con la
adición de dirigirnos al Gobernador Civil reclamándole las cuentas.
Ei Sr. Zárate manifiesta que el punto
que el Sr. Ramírez expone fue considerado por la Comisión permanente. En el
fondo, —dice—, estamos de acuerdo, pues la Permanente considerando que esa
reclamación al Gobernador implicaba un recurso de alzada creyó que no debía
dirigirse directamente á él ahora sino cuando venga el otro asunto que con todo
este organismo se relaciona.
Por esto, y porque el caso que nos ocupa
lo está tramitando el Gobernador y no el Delegado, omitió la Permanente lo que
adiciona el señor Ramírez.
Tanto el dictamen como la adición quedaron
por unanimidad aprobados y se levantó la sesión».
El día 21 “La Provincia”
publicaba la carta abierta firmada por “P.
Morales”, su director, a Francisco
Gourié Marrero, bajo el titular de “Las
cuentas de Arucas. Carta abierta”, que pone en duda acertadamente muchas de
sus actuaciones en este tema de Arucas.
«Señor D. Francisco Gourié y Marrero.
Muy señor mío y amigo: “Si quieres que no se sepa no lo pienses” dicen en esta
tierra para significar que no hay manera eficaz de ocultarse en la sombra. Me
chocó, á la verdad, que trajese Vd. á esta redacción la carta del Sr. Codorniu,
escrita á maquinilla, con el nombre del remitente impreso, y sin rúbrica. Y no
era la extrañeza, porque supusiese un abuso de confianza, de que es Vd.
incapaz, sino por el hecho de la falta de firma.
Que lo autorizara á Vd. para ello el
Sr. Codorniu, ó que Vd. se creyese autorizado, se explica, pues el Sr.
Codorniu, al no repudiar la carta publicada en “Diario de Las Palmas” la hace
suya.
Pero amigo ¿como compaginamos lo que Vd.
pone en labios del Sr. Codorniu con su conducta de Vd. antes y después de esa carta? Y aún suponiendo que
no sea verdad lo de haber Vd. redactado la carta del Sr. Codorniu ¿como se
compagina el contenido de esa carta, proveniente de un amigo político de Vd.
del presidente, nada menos, del Ayuntamiento de Arucas, con la conducta de Vd.
como vocal de la Comisión permanente del Cabildo?
Le convido, Sr. Gourié, á pensar un poco,
á filosofar á la llana, y por eso me voy á referir á las dos preguntas que
quedan hechas. Por mi parte escribiré lo que á propósito de ellas me ocurra. Y
si Vd. no estuviese conforme con mis pareceres, no le faltarán plumas ni
cuartillas ni periódico, donde decir, si le place, lo que tenga por conveniente.
Ei Sr. Codorniu, en la carta de autos
la emprende contra mi y contra los Sres. Ramírez y Hurtado porque consideró en
nosotros pecado dudar de la buena fé del Ayuntamiento de Arucas en la remisión
de las cuentas al Gobernador Civil.
El Sr. Codorniu dice: “Las razones que
tuvo el Ayuntamiento de Arucas para enviar sus cuentas al Sr. Gobernador Civil
de la provincia, las explicará directamente al Cabildo, y es de suponer que se
reconozca su buena fé, aun en el caso de que haya cometido un error”.
La redacción de LA PROVINCIA creyó que
Vd., Sr, Gourié, no debía ser ageno al hecho de la remisión de cuentas, dado su
carácter de jefe político de Arucas, en contacto directo, por lo menos, con el
Alcalde, Sr. Codorniu, que remitió las cuentas, y así lo dijo.
Vd. vino á esta redacción, donde se le
atendió con la debida cortesía, y donde, en conferencia conmigo, hizo presente,
y me autorizó para que lo publicase, que ni Vd. había ido á Santa Cruz de
Tenerife para las cuentas, ni sabía, siquiera, de semejante remisión.
Y redacté el suelto que salió al día
siguiente en LA PROVINCIA, diciendo, como no podía menos, que el valor personal
del testimonie de Vd. Era para nosotros decisivo.
¿Como, pues, Sr. Gourié, se erige Vd.
en procurador y defensor del Sr. Codorniu, escribiendo por él la carta, en que
arremete, en forma, á la vez ridícula y desconsiderada, contra mi, carta que,
por si acaso yo no publicaba, se remitió, á la vez, á “Diario de Las
Palmas” que la publicó?
Vd. no supo de la remisión de las cuentas;
Vd. no trató de ellas en su viaje á Sta. Cruz de Tenerife; Vd. Autorizó que se
hiciese así público, para rehuir toda participación en el delito de prevaricación
cometido; y Vd. sin embargo, escribe por el Sr. Codorniu para invocar, en
defensa, un error, y para arremeter en mi contra y en contra de sus compañeros
de Cabildo, Sres. Ramírez y Hurtado; y si no escribe, caso de que así lo
sostenga, trae la carta, del contenido de la cual se da por enterado en la
misma redacción.
En este último caso, de haber sido sorpresa
para Vd., en sus manos estuvo retirar la carta para evitarle el mal paso al Sr.
Codorniu. ¡Que nada de lo que llevo dicho arguye su incorrección en la conducta
de Vd. ... Sea Sr. Gourié….
Vamos á la segunda de las dos
preguntas que han quedado formuladas. Vd. es jefe del partido leonista en Arucas,
y por ello, vive en comunión de intereses locales con el Sr. Codorniu, Alcalde,
y con los concejales de la mayoría de aquel Ayuntamiento.
El Sr. Codorniu se siente herido por la
acusación de LA PROVINCIA y por los cargos fulminados en pleno Cabildo por
los Sres. Hurtado y Ramírez. El Sr. Codorniu escribe la consabida carta, que
conoce Vd. y que autoriza Vd., por lo menos, siempre que niegue que la
escribió, lo cual se nos asegura, y parece verdad por todas las señas, en la
cual alega error é invoca buena fé, Y Vd., Sr. Gourié, que sabe esto y que debe
acoger, en obsequio de sus amigos, la defensa, ya que no tuvo valor para romper
con ellos y desautorizarles, Vd., digo,
como vocal de la Comisión Permanente del Cabildo propone en unión de sus
colegas, al pleno, que así lo aprueba, un dictamen, acordando ver con desagrado
la conducta del Ayuntamiento de Arucas y pidiendo al Delegado que le amoneste administrativamente.
Luego, Sr. Gourié, ¿como explicar la
conducta de Vd. en este asunto? ¿como permanecer Vd. de jefe político en
Arucas? ¿ó como permanecer en la Alcaldía y en los escaños de concejales los
amigos políticos de Vd? Porque la cosa es bien clara. Ellos se han defendido,
alegando error, pero con buena fé. Y Vd., que ha ido y ha venido, mediando en
la consabida carta, ni acepta el error, porque firma que la conducta del
Ayuntamiento se ha visto con desagrado, ni acoge la buena fé, porque pide
medidas de rigor contra sus amigos de Arucas al Sr. Delegado del Gobierno.
Basta por hoy, Sr. Gourié, que la carta
se alarga y aun quedan otras cosas en el tintero. De Vd.. affmo. á s. s. q. b.
s. ra. P. Morales.»
El lunes 22 de septiembre, “La
Provincia” publicaba un carta recibida en la noche anterior de edición,
bajo el archiconocido titular “Las
cuentas de Arucas” y el subtítulo de “Una
carta”, decía al iniciarla “Antenoche llegó a nuestro poder la siguiente
carta” firmada por “A. Codorniu”.
«Arucas 20 de Septiembre de 1913.- Sr.
Director de LA PROVINCIA.- Muy señor mío: conforme es preceptivo del art. 14, de
la Ley de 26 de Julio de 1883, espero se servirá Vd. publicar en el periódico
de su dirección el comunicado, que, con fecha 18 del corriente, le dirigí a V.
para su inserción en el mismo, hecho lo cual procederé a contestar el artículo
que en su número 693 publica bajo el epígrafe “Unas reflexiones”. Queda de V. atento
y s. s. q. b. s. m.- A.CODORNIÚ».
Ante tal petición, “La Provincia”
continua. «No publicamos tal comunicado porque no estamos obligados a ello en consideración
a las siguientes razones.
1.º- Porque el Sr. Codorniú no ha remitido,
como lo asevera, a nuestro director comunicado alguno. Ya hemos dicho, y
repetimos, que D. Francisco Gourié y Marrero trajo a nuestra redacción dos
cuartillas de papel escritas a maquinilla con la estampación al pié, por el
mismo procedimiento, de las palabras A Codorniú, sin rubricar, siquiera, y no
con fecha 18, sino 17 de Septiembre.
Y esto no es comunicado, aunque el Sr.
Codorniú lo acepte como tal, y aunque nosotros, por razón de la persona que nos
lo entregó, no hayamos puesto en duda su procedencia.
2.º- Porque aún en el supuesto de que
exista tal comunicado, el contenido del mismo no encaja dentro del invocado
art. 14 de ley de Imprenta. El párrafo primero de dicho precepto dice: “Todo
periódico está obligado a insertar las aclaraciones o rectificaciones que le
sean dirigidas por cualquiera autoridad, corporación o particular que se
creyeren ofendidos por alguna publicación hecha en el mismo o a quienes se
hubiesen atribuido hechos falsos o desfigurados”.
En primer lugar, en nuestros artículos
por razón del envio de las cuentas municipales de Arucas de 1912 al Gobierno
Civil de la provincia, no nos hemos dirigido al Alcalde, sino al Ayuntamiento,
y solo, previo acuerdo de este, ejecutado por el Alcalde, habría, en su caso, lugar
a exigir a LA PROVINCIA la inserción de un comunicado.
En segundo lugar, y dando por legítimo
en el Sr. Codorniú el ejercicio del derecho, al creerse ofendido ni “aclara” ni
“rectifica”, pues reconoce que las cuentas fueron enviadas al Gobierno Civil,
dice “que las explicaciones las dará el Ayuntamiento al Cabildo”, y se limita a
afirmar “que aún en el caso de que se haya cometido un error”, “es de suponer que
se reconozca su buena fé”. Esto será insinuar una defensa, pero ni aclara nada,
ni rectifica nada.
En tercer lugar no existe la
imputación de hechos falsos o desfigurados. El único, la remisión consabida de cuentas,
sobre que versa la crítica periodística, se reconoce expresamente por el Sr.
Codorniú.
Y 3.°- Porque, aún admitiendo que ha
habido comunicado, que el Sr. Codorniú como Alcalde es el llamado a ejercitar
el derecho que, en todo caso, correspondería al Ayuntamiento, y que en el tal
comunicado se aclara o rectifica, dicho escrito es extensivo a ataques
personales a los Sres. D. Prudencio Morales, D. Juan Ramírez y Doreste y D.
Ambrosio Hurtado de Mendoza.
El último párrafo del art. 14 dice: “El
comunicado deberá, en todo caso, CIRCUNSCRIBIRSE al objeto de la aclaración o
rectificación”. Es así que no se circunscribe, sino que se extiende a otros
objetos, que son, en realidad, la materia principal del hipotético comunicado.
Luego, ni el Sr. Codorniú tiene
derecho a exigir su publicación, ni el periódico LA PROVINCIA está obligado a publicarlo.
Es cuanto tenemos que contestar al Sr. Codorniú».
El miércoles 24, “La Provincia”
publicaba el un presunto diálogo referido sostenido con Felipe Massieu Falcón,
alcalde de Las Palmas, que bajo el recurrente título de “Las cuentas de Arucas. El Sr. Massieu Falcón” decía así.
— ¿Se puede?
— Adelante, mi amigo. Tiempo hacía que no le veia. ¿A que debo el honor....
— Que deseo saber si LA PROVINCIA, según es independiente, sabe hacer
justicia.
— Siempre, siempre. Podremos incurrir en error o proceder mal informados, pero
dispuestos a rectificar honradamente.
— Pues yo vengo a informar verdad... Se trata de D. Felipe Massieu y debe
elogiársele en justicia.
— Crea V. que si lo que va a referirme es digno de elogio, LA PROVINCIA, que
le ha censurado, cuando ha creído que debía hacerlo, elogiará sin reserva... Ya lo ha hecho.
— Pues atiéndame.
— Soy todo oidos.
— Estuve antenoche en la Alcaldía, y hablé con D. Felipe del suceso
escandaloso de las cuentas de Arucas. Me dijo que pocos disgustos, como este,
se ha tenido. No es solo ─declaró─ el desacato al Cabildo, por cuyos prestigios
todos debemos velar, sino el desahogo torpe impremeditado de ese Ayuntamiento, que no ha
tenido, por lo visto, en cuenta que hacer lo que ha hecho es poner armas en
poder de nuestros enemigos, que batallan en Madrid para que prevalezca el
absurdo desglose de la Diputación.
— Yo, entonces, le dije que ese argumento, que de seguro se ha de invocar, en
el sentido de hacer ver que no inspiran confianza los Cabildos insulares, y eso
que se trata del de Gran Canaria, el que mejor marcha, y de un Ayuntamiento
importante de la isla, como es Arucas, es falso, porque precisamente el hecho
prueba lo contrario...
— No me dejó seguir, D. Felipe. Echó mano a un cajoncillo de la mesa, lo llamó
a si, sacó un papel, y me dijo:
— Se lo que V. dice. Oiga V. Y leyó el Sr. Massieu: “...por lo demás, creo
que Vds. harán presente al Ministro que todos los Ayuntamientos de esta isla
han dirigido y dirigen sus cuentas al Cabildo, porque nada tienen que temer del
examen riguroso a que las somete esta corporación, y si el de Arucas no lo ha
hecho así, y abusivamente las ha mandado al Gobierno Civil es porque tienen
acaso que temer de la rectitud del Cabildo, y no de los centros oficiales de
Santa Cruz de Tenerife, que conocen de antiguo, y saben que en ellos se
despachan a su gusto”.
— Eso, eso, le dije al Alcalde de Las Palmas y jefe del partido “leonista”,
es lo que yo le decía... Lo de Arucas tiene que hacerse valer ante el Ministro como
V. dice en esa carta.
— D. Felipe me añadió que la carta, de la cual me leyó ese párrafo, debe
estar ya en poder de los diputados, señores Argente y Matos.
— ¿Y como V. —pregúntele— no hace públicas estas cosas?
— No quiero porque no conviene, me dijo el Sr. Massieu.
— A lo cual le objeté que estaba equivocado, y que muchos de los males ocurridos
lo han sido por rehuir el ambiente de publicidad y de contacto con el pueblo,
que se impone en los dias que corren.
— Pero D. Felipe no lo entiende así. Hace política como ahora cuarenta años,
y ese es un error, que nos ha perjudicado no poco.
— Pues lo consignaremos, gustosos, en LA PROVINCIA, y de todo corazón tributamos
plácemes al Sr. Massieu y Falcón por su acertadísima epístola a nuestros
diputados a Cortes... Créalo V., mi amigo, en esta redacción hay una divisa... “JUSTICIA
SECA”».
El “Diario de Las Palmas” en su edición del
mismo miércoles día 24, recogía un pequeño suelto que decía «A la petición hecha por el Alcalde de
Arucas al Gobernador Civil para que devuelva las cuentas que por error se le
remitieron para darle el curso correspondiente,
ha contestado en esta forma: “Contestando á su telegrama acerca cuenta ese
Ayuntamiento manifiéstole tan pronto
cúmplase tramite R.O. 25 Enero 1905 remitiranse Cabildo para efectos Reglamento
12 Octubre de 1912”».
Ese mismo día 24 y por primera vez habla del asunto de Arucas un periódico
tinerfeño, concretamente “Diario de
Tenerife”, que se escribía de esta forma y manera bajo el titular de “Ellos lo dicen”.
«Cacareamos aquí de continuo y en
todos los tonos la unanimidad con que se piensa y se obra en Las Palmas cuando
de los asuntos provinciales se trata y generalmente se nos presenta como
ejemplo el “patriotismo” de nuestros vecinos para censurar nuestra indiferencia
y nuestra pasividad; pero estos juicios [… roto …]. No es allá oro todo lo que
brilla.
Domina allí, efectivamente, un fuerte
é inveterado caciquismo que se impone y cuenta además con el apoyo decidido de
los Gobiernos y con la impunidad para todos sus desafueros; pero no quiere esto
decir que todo el país piense como los caciques ni se someta voluntariamente á
su poder. Bien claro se revela con frecuencia en los mismos periódicos de aquella
ciudad.
Ahora, por ejemplo, al hablarse de las
Cabildos se dice aquí que debemos mirarnos en el espejo del de Canaria y que en
la debatida cuestión del desglose del presupuesto provincial todos piensan allí
de la misma manera. Tampoco esto es cierto. Lo es, sí, que los que no piensan
como los caciques, parece que no se atreven á hablar claro ni á hacer campañas
decididas contra ellos, y por algo será: que el poder tiene
muchos recursos para sus venganzas, pero entre líneas se suele leer en aquellos
periódicos cosas que demuestran la armonía en que allí viven caciques y
elementos sanos.
Por lo que respecta á la unanimidad de
pensamiento en los miembros del Cabildo, á su autoridad y prestigios, al
acatamiento que se presta á todos sus planes, véase lo que, entre otras cosas
no menos sustanciosas, dice un periódico de aquella ciudad que tenemos á la vista:
“Anteayer quedaron también profunda y claramente remarcadas las dos tendencias
existentes dentro del Cabildo. En este organismo existe un grupo numeroso, fácil
á los requerimientos del caciquismo, una “Liga” constituida de manera tácita, á
favor del cacique: la que pretendía sancionar con sus votos el “chanchullo” de
los polemarcas de Arucas, anulando por medio de una caprichosa, de una
arbitraria división electoral, para llegar á la cual no se reparó en medios, la
fuerza de las minorías electorales; la que con sus votos sancionó el despojo
que se pretende perpetrar con el pueblo de Telde”.
Y de como allí se piensa respecto á la
rebeldía de aquel Cabildo en la cuestión del desglose, también se puede leer
entre líneas, en las siguientes: “Es verdaderamente notable, como muy
oportunamente recordaba el señor González Martín, que el Cabildo, que no tuvo
inconveniente en apoderarse de una manera excepcional de la administración de los
establecimientos benéficos de la isla, apoyándose más que en preceptos legales
en el derecho moral.
Ellos lo dicen: el Cabildo no tuvo inconveniente
en adjudicar de una manera excepcional, de los Establecimientos benéficos, contra
preceptos legales. Rara unanimidad».
El viernes 26, “La Provincia”,
publicaba un nuevo editorial en su primera página, en el que bajo el titular
principal de “ETICA POLÍTICA”, y de
distintos subtitulares “Nuestro atraso. Etica
política en España. Frescura de Romanones. Los altos ejemplos de Cánovas y de
Maura. Porque se dimite. Extrañeza del Sr. Zárate. Falsa posición. Espiritualidad
del mandato. Consideraciones”, conectabas todos estos pensamientos y
actuaciones políticas ya históricas con las actuación del presidente del
Cabildo de Gran Canaria en los conocidos “Asuntos
electorales de Arucas”, que debieron obligarle a la presentación de su
dimisión, y sentarse en su escaño como un “diputado
insular” más a efectos del recuento de votos.
«Algo más de dos siglos llevamos de atraso,
en cuanto a costumbres políticas, en Gran-Canaria. La manera de entender
los hombres públicos, en esta isla, sus derechos y deberes, es más 0anacrónica
que la ya admitida y corriente en el último villorrio de España, y esta deja
mucho que desear...
iCalcúlese la nuestra! Aún en el
cerebro de nuestra patria, en Madrid, el atraso en la ética política es grande.
Si nuestros hombres públicos nacionales estuviesen a la altura de los hombres
franceses, no estarla en el poder el Conde de Romanones. Porque haberse
promovido una excisión considerable en las filas del partido, con cuyo apoyo
debe contar, aparte el de la Corona, para estar dignamente en el Gobierno, y
seguir gobernando, a espaldas del Parlamento, es una frescura inconcebible.
Cánovas, dejando el poder, cuando se
separó de él en plenas Cortes Silvela, no obstante quedarle mayoría numérica, es
un ejemplo de dignidad política que ha debido tener muy en cuenta el Conde de
Romanones.
Y Maura, el ilustre Maura, hombre de
innegable altura política, como lo reconocen sus mismos adversarios, y así lo
proclamó, hace poco, en el Congreso, Lerroux, dio un ejemplo, también, de
delicado sentido ético, cuando en Octubre de 1909, frente a la arrogante
hostilidad de los liberales, que le negaron sal y fuego, se
apresuró a resignar sus poderes en el Rey, y eso que tenía su plena confianza y
que no había perdido un voto en la mayoría de ambas Cámaras.
Todo hombre, que ejerce un cargo, donde
necesita de la confianza, así de sus amigos, como, en cierto modo, de sus
mismos enemigos, el caso de Cánovas, citado, aquel, y el de Maura, también
citado, este, debe ser muy delicado en la apreciación de los deberes propios, para dimitir, para plantear la
cuestión de confianza, cuando llega el caso, y así estar siempre en situación perfectamente
inequívoca.
Hace pocos días dijimos que el señor Zárate,
al hallarse, después de una votación en desacuerdo con la mayoría del Cabildo,
mediando uno de los asuntos más graves en relación con los fines de su instituto,
debió dimitir.
Esta nuestra opinión sorprendió a muchas
personas, y segura noticias, el más sorprendido fué el propio Sr. Zárate. Nos
cuentan que preguntó a algunos diputados insulares que pensaban de lo dicho por
LA PROVINCIA y que uno le contestó que no había razón de dimitir.
Vean nuestros lectores como se
entiende entre nosotros, aún entre las personas más ilustradas, y el Sr. Zárate
lo es, la etica política o sea el conjunto de aquellos principios de orden moral
que deben informar los actos de la vida pública.
Si es un hecho que el Presidente de
una corporación, por ésta elegido, debe ser su alma y vida, debe estar al unísono
con su pensar y sentir, no apareciendo divorciado de la mayoría, en asuntos
graves e importantes, porque la mayoría, la que resulta en cada caso, es el
órgano característico de la voluntad de la corporación ¿se concibe que pueda
permanecer dignamente —hablamos, claro es, desde el punto de vista
etico-político— dirigiendo, encarnando y representando a una asamblea desde el
momento en que aparece en oposición á ella?
Se dirá: es que la asamblea puede darle
un voto de censura, y sino no se lo dá, debe seguir en la Presidencia. No hay
por donde coger este argumento. Si se da el voto de censura es que se lanza al
Presidente, que debió dimitir y no dimitió. Y si no se da, al Presidente, que
se ha puesto en oposición a la Corporación, no debe satisfacerle un silencio
que no purifica ese desacuerdo, la, disparidad de criterios entre él y la
mayoría, cuando jamás debe existir esa disparidad. Es el caso de quien está en
casa agena, tolerado, pero sin la complacencia de su dueño.
La posición es falsa y desairada. La
dimisión, de que nosotros hemos hablado, es el planteamiento de una cuestión de
confianza. El Sr. Zárate, al dimitir, pone su cargo a disposición de quien se
lo dió, del Cabildo, para ver si sigue o no mereciendo su confianza. Y una de
dos; o el Cabildo se la admite o se la rechaza. En este caso, a no dudarlo, la
corporación legítima y aprueba su proceder y la situación del Sr. Zarate será
la de obtener una renovación del voto para tranquilidad de su conciencia y para
la entereza de su prestigio en la corporación.
Así lo exige el imperio del principio espiritual
en que se apoya el mandato. El nexo de confianza entre los asambleístas y su
Presidente debe siempre, y en todo momento, ser indubitado. No lo es desde que
en asunto de capital importancia va por un lado el voto de la mayoría y por
otro el voto del Presidente.
Tal como han quedado las cosas, después
de la votación en lo de los distritos electorales de Arucas, podemos decir, y
decimos, en verdad, que el Sr. Zárate ha sido desautorizado por la mayoría de
la corporación. Y desautorizado está, aunque en otros asuntos haya votado con
la mayoría.
Si dimite y la corporación no admite la
dimisión, entonces puede decir el Sr. Zárate; “estoy en mi puesto por la
confianza expresa e inequívoca del Cabildo”. Mientras tanto, no.
Así lo creemos y así lo decimos. Porque
nos convence la actitud franca, noble, delicada de un Maura, que cae del poder
antes de dar lugar a que se le moteje de ambicioso, y nos desagrada la conducta
de un Conde de Romanones, que tendrá la confianza de la Corona, pero no la de su
partido, dividido, y que le ha colocado en verdadero entredicho».
El sábado 27,”La Provincia”, en
el mismo formato de editorial de la edición del día anterior, bajo titular y
subtitulares múltiples que decían “El
recurso del desglose. ¿OUE HACEMOS?. Una cita de Moróte. Campaña insistente. El
recurso del desglose. Su importancia. El Gobernador Civil y las cuentas de
Arucas. Pasividad del Delegado del Gobierno. Síntomas premonitores” comenzaba
su larga exposición que resumimos en su primera parte cuando llega a presuponer
que al asunto del “desglose” de la Hacienda del Cabildo, le acontezcan las
prevaricaciones que se han dado con el caso de Arucas.
Arrancaba con un artículo del fallecido Luis Morote, que decía que “el necio callado pasa por sabio”,
contraponiendo el pensamiento de un periodista francés que decía “que
el secreto de los éxitos de la prensa está en la insistencia de la campaña”.
Este pensamiento le permitía al editorialista afirmar que «Si esto es verdad
con relación á los países donde hay opinión, tiene que ser mayor verdad en
aquellos, como el nuestro, por desgracia, en que ha muerto todo civismos, y el
gran público, distraído é indiferente, no presta atención á sus mas vitales
intereses», llegando a la conclusión de que «La prensa en Las Palmas debe ser insistente hasta la majadería, como
único medio de que despierte la opinión, y además, un poderoso acicate para que
no se duerman los hombres que ocupan altos cargos».
Pensamiento que le llevaba a la conclusión del temor porque «… dada la modorra en que vivimos, no nos
hemos hecho cargo de la altísima importancia del recurso del desglose,
pendiente de resolución por el Gobierno, hace la friolera de mas de tres meses.
¿Y porque esa altísima importancia? Porque la resolución que recaiga es, nada
menos, que la consagración del nuevo Estatuto Insular, ó el principio de su
derogación insidiosa, para volver á caer, agravados los males, bajo el
despotismo centralizador de Santa Cruz de Tenerife».
Este pensamiento que manifestaba el articulista y sus “síntomas premonitores” es
por las dudas en cuanto a la resolución final que se le dé al debate en Madrid,
pues «… Si al Gobierno, cumpliendo
extrictamente la ley, revoca y anula el acuerdo de la Diputación relativo al
desglose, queda en pie, fortalecido por un reiterado mandato, el Estatuto
Insular, que da todo á los Cabildos y niega todo á la Diputación. Sí, á la
inversa, el Gobierno, en todo ó en parte, autoriza la obra de la Diputación, no
solo resultarán barrenados la Ley de 11 de Julio de 1912 y su Reglamento
complementario, sino que los enemigos del nuevo régimen, los ciudadanos de Sta. Cruz de Tenerife no
tendrán en adelante dique que les contenga en su egoísmo desenfrenado. El
Estatuto Insular morirá á mano airada».
Todo esto que planteaba el editorialista, lo era situando los “síntomas premonitorios” en la demora de
la resolución del gobierno del Estado “al
desglose”, para llegar a entroncar con las actuaciones que la
administración periférica del Estado ha seguido con los asuntos de Arucas,
colisionando con las competencias que tiene el Cabildo por Ley. Y a partir de
aquí reproducimos textualmente lo que manifestaba sobre el “caso de Arucas”.
«Un hecho, de estos días, que vive y colea,
nos da la medida de cuanto ocurriría en este hipotético caso. El Ayuntamiento
de Arucas, contra ley, manda sus cuentas al Gobierno Civil, cuando debió
remitirlas al Delegado del Gobierno en Gran-Ganaría ó al Presidente del Cabildo
Insular. Y el Gobernador Civil, ese Gobernador, que fue banqueteado por el
Ayuntamiento de Las Palmas, por lo cual protestó solo LA PROVINCIA, en vez de devolverlas
al Ayuntamiento referido para que las remitiese donde corresponde, las admita,
y á posterior requerimiento para su devolución, hecho por el mismo
Ayuntamiento, no solo no las devuelve, sino que invoca una R. O., inaplicable á
Canarias, después del vigente régimen, y las retiene para mandarlas al
Cabildo... ¡sabe Dios cuando, si el Cabildo antes no acude en queja al Ministro
de la Gobernación!
¿Porque hace esto, porque obra tan
ilegalmente el Gobernador Civil de la provincia? No lo dudamos. Porque en la
tardanza en resolver el “recurso del desglose” el Gobierno, y además, tal vez,
fiado en confidencias ó noticias de lo que ocurre en Madrid, halla un apoyo
para servir á los tinerfeños, soslayando el cumplimiento riguroso de la ley.
Aquí mismo, entre nosotros, no se ha dado en todos los casos por el Sr. Delegado
del Gobierno aplicación al artículo 41 del Reglamento. Expedientes en que debe conocer el Delegado, con
audiencia y dictamen del Cabildo, están en el Gobierno Civil. Sin faltar á la
verdad y sin incurrir en injusticia no puede decirse que no sea recto y celoso
en el ejercicio de sus atribuciones de autoridad gubernativa el Sr. Luengo. Sin
embargo, no se atreve á reclamar para sí cuanto expresamente le atribuye el
Estatuto Insular, Y la razón no es otra que el temor á caer en el desagrado del
Gobernador Civil ó del Ministro de la Gobernación.
Un Gobierno que no resuelve ante un caso flagrante de prevaricación como es el
“desglose” y pone en tela de juicio la ejecución de las leyes, que es en primordial
deber, da lugar á que procedan, en la firma indebida que lo hacen, el
Gobernador Civil y el Delegado del Gobierno.
Por tales consideraciones ya
comprenderán nuestros lectores cuanto se está jugando en el “recurso del
desglose”, y como de lo alto viene el mal ejemplo, que cunde en las autoridades
inferiores.
Mientras tanto... ¿que hacen los Sres.
Zárate y Massieu Falcón, el uno como Presidente del Cabildo y el otro como jefe
delegado del señor feudal de Gran Canaria D. Fernando de León y Castillo? ...¿que
hacemos todos? Quédese el tema para otro día».
El lunes 29 de septiembre, otro periódico de Tenerife, el diario
conservador “La Región”, recogía en una columna la lectura que allá se hacía al
“caso de Arucas” cuando manifestaba
reproduciendo la crónica de la sesión extraordinaria del Cabildo dada por “Diario de Las Palmas”, bajo el titular
de “Ayuntamiento excomulgado. ¡Vaya un
lío!”.
«El “Diario de Las Palmas”, publica un
extracto de sesión que ha celebrado el Cabildo de aquella isla, en la cual se
“excomulga” al Ayuntamiento de Arucas y se embiste contra algunas autoridades.
[Y véase por qué poca, cosa]
Dice así:… », y después de comenzar de esta
forma, prescindiendo del primer párrafo de los diputados insulares asistentes a
la sesión extraordinaria del Cabildo del 19 de septiembre, reproduce
textualmente la crónica publicada por el periódico “Diario de Las Palmas” al siguiente día, que ya nosotros hemos
incluido cronológicamente y la damos aquí por reproducida, para terminar rematando
su columna de la siguiente manera:
«Queda transcrito á titulo de
curiosidad, y para que sé vea con qué furor toman la cosa los orientales».
El comportamiento del ayuntamiento de Arucas, motivando interesados conflictos
de competencias entre la creada administración autonómica del Cabildo con la
administración periférica del Estado, estaba empezando a dar lugar al
fortalecimiento la posición de Tenerife en cuanto “al desglose” de la Hacienda provincial en los Cabildos, y todo
ello para no someter sus acuerdos al Cabildo Insular donde los “leoninos” no contaban con la mayoría
que les bendijera sus “chanchullos”,
defendiendo así sus “intereses
particulares partidistas”, cuando siempre se habían erigido en defensores
de la “división provincial”, que en
fondo no era otra cosa que el sostenimiento del sistema “caciquil” que practicaban.
Siempre utilizaron la “Comisión
Provincial”, donde se ponían de acuerdo con los diputados provinciales de
Tenerife para bendecir los “chanchullos”
que se daban en las islas orientales y en las occidentales. “Yo te apruebo los tuyos, si me apruebas los míos”. Era el
reparto pactado del territorio de sus influencias.
El periódico republicano “El
Progreso”, el lunes día 6 de octubre, publicaba un suelto bajo el titular
de “Las cuentas de Arucas” que decía
«En una de sus últimas ediciones escribe un colega de Las Palmas: "Nos hemos enterado de que el
Gobernador civil de estas islas, Sr. Torres Guerrero, ha escrito a! Presidente
del Cabildo Insular de Gran Canaria reiterándole su ofrecimiento de remitirle
las cuentas del Ayuntamiento de Arucas para su aprobación, rectificando el
error cometido por aquella municipalidad».
Hay que llamar la atención sobre este cambio de actitud del Gobierno Civil
de la Provincia, pues se producía en los días de la sustitución en dicho cargo
de Antonio Eulate Pery por el recién nombrado Tomás Torres Guerrero con el cese
del Ministro de la Gobernación Santiago Alba Bonifaz el 27 de octubre de 1913.
Posiblemente el retraso en la toma de posesión oficial de su cargo del Nuevo
Gobernador Civil Tomás Torres Guerrero, el 23 de noviembre según los archivos
de dicha administración periférica del Estado, se debió a ese cambio
ministerial, si bien ya había sido nombrado oficialmente meses antes como ya se
ha comentado.
De alguna forma el conflicto de competencias entre la administración
periférica y la autonómica del Cabildo por los “asuntos de Arucas” había llegado al Ministerio de la Gobernación,
para sumarse a la demora en la resolución de la oposición “al desglose” de la Hacienda a favor de los Cabildos. El cesado
Ministro de la Gobernación Santiago Alba Bonifaz recibió en octubre una carta
del Diputado tinerfeño Antonio Domínguez Alfonso, en la que criticaba
abiertamente la Ley de Cabildos y el Reglamento Provisional, y pedía crear la
Región Canaria en contra de la división. El posicionamiento dubitativo del
Ministro de la Gobernación en contra de la Ley de Cabildos aprobada, motivó su
inmediata salida el ministerio y las instrucciones urgentes dadas al nuevo
Gobernador Civil para cambiar la actitud en cuanto a las competencias que
correspondían a la Administración Autonómica de los Cabildos.
Las instrucciones recibidas por el nuevo Gobernador Civil del nuevo
Ministro de la Gobernación José Sánchez Guerra fueron más allá, y el “Boletín Oficial de Canarias”, en su
edición del 10 de octubre publicaba la renovación de las Juntas Municipales del
Censo Electoral para el siguiente bienio, y entre ellas la de Arucas, que
quedaba así.
«Vocal Don Pedro Pérez y Pérez;
Suplente Don Isidro Suárez Rodríguez, por el concepto de Concejales.
Vocal Don Pedro Suárez Pérez; Suplente
Don Pedro de Armas Suárez, por el concepto de ex Jueces municipales.
Vocales Don Adrián Martín Suárez y Don
Domingo Barbosa Quesada. Suplentes, Don Manuel Rosales Marrero y Don José
Suárez y Suárez, por el concepto de contribuyentes por inmuebles, etc.
Vocales, Don Francisco Garcia Bolaños
y Don Pedro Hernández Pérez. Suplentes, Don Manuel Cabrera Blanco y Don Juan
Blanco García, por el concepto de contribuyentes por industrial, etc.».
El martes 14 de octubre “La
Provincia” publicaba su crónica de la sesión celebrada el día anterior por
la Comisión Permanente del Cabildo, donde algunos de los puntos tratados
bordean el asunto de las “Cuentas de
Arucas” en orden a que se sigan criterios técnicos en su supervisión y
ellos son los que reproducimos.
«En la propuesta del Delegado del
Gobierno, referente al nombramiento interino de un Jefe de la Sección de examen
de las cuentas municipales, se acordó dar cuenta, con informe, al pleno de la
Corporación. (…) El informe de la Contaduría en las
cuentas de bagajes de los Ayuntamientos de Tejeda y Arucas, proponiendo que se
llenen los justificantes que faltan, fué aprobado. (…) Nombramiento interino del Jefe de
la Sección de cuentas municipales».
El viernes 17 el mismo periódico “La
Provincia” insertaba su crónica de la sesión plenaria del Cabildo celebrada
el día anterior, en la que vuelve a tratarse el tema de Arucas cuyo debate
reproducimos, después de incluir además los diputados insulares asistentes a
dicha sesión de su introducción.
«A las 4'10 horas de la tarde, abrió
la sesión el Sr. Zarate, con asistencia de los diputados insulares Sres.
Curbelo, Araña, Gourié, Cuyas, Aguilar, Bravo de Laguna, Ramírez, Saavedra, Hurtado,
Rodríguez, González Martin, González (Don Juan B), Suárez, Castillo, del
Castillo, Manrique de Lara (Don Agustín),
Inglott y Bethencourt Armas.
(…) —El Sr. GONZÁLEZ (Don Juan) pide
la palabra para preguntar a la Presidencia lo que se ha hecho por ella o por la
Comisión permanente respecto al comunicado del Alcalde de Arucas, publicado en
el “Diario de Las Palmas”, el 18 de Septiembre último, injurioso para los Sres.
Ramírez y Hurtado.
El Sr. GONZÁLEZ: entiendo que el
Presidente ha debido dar cuenta del asunto a la Comisión Permanente para que
esta tomara una determinación. Invitado el Sr. González por el PRESIDENTE a
formular una proposición la presentó en estos términos.
Que el Cabildo acuerde dirigirse al
Delegado del Gobierno para que este le imponga al referido Alcalde el
correctivo que proceda. El Sr. RAMÍREZ dice: que es tanto más de lamentar lo
ocurrido cuanto fué el Sr. Gourié el que lo llevó para que se publicara en LA
PROVINCIA.
El Sr. HURTADO: en el comunicado se
dicen cosas completamente falsas, y las relata. Dicho Alcalde llama “mezquindades
políticas” a todo lo que no le satisface. Es un caso insólito que un Alcalde que
está sometido al juicio del Cabildo se dedique a censurar a los consejeros. Si
eso se consiente no se va a poder venir a les corporaciones. Estaría bonito que
porque una autoridad cometa un desafuero y a esa autoridad se la censure, se
llene de vanidad y de rebeldía y trate de imponérsenos.
El Sr. RODRÍGUEZ: al Alcalde de Arucas
le estaba prohibido acudir a la prensa para censurar a los vocales del Cabildo.
Ese comunicado es una verdadera injuria y, además, las opiniones de los
diputados insulares son sagradas para los superiores jerárquicos, pues no deben
discutirse más que dentro del Cabildo. No me conformo con la proposición del
Sr. González. El Cabildo debe querellarse ante los Tribunales por la injuria
hecha en las personas de sus vocales Sres. Ramírez y Hurtado.
El Sr. RAMÍREZ: hay que hacer constar que
hemos sido abandonados por la Presidencia, en nuestra dignidad de consejeros.
El Sr. ZARATE vuelve a explicar lo dicho
anteriormente.
El Sr. CUYAS, como miembro de la Comisión
Permanente, dijo que había sido una omisión impensada de esta y que se adhería
a la proposición del Sr. González.
El Sr. GONZÁLEZ: la Comisión
Permanente conocía el asunto por ser el Vocal Sr. Gourié el que llevó el
comunicado a LA PROVINCIA.
El Sr. del CASTILLO dice: que como este
asunto tiene gravedad excepcional se debe aceptar la proposición más
fuerte que es la del Sr. Rodríguez, en el caso de proceder en derecho la
querella criminal.
—Se acuerda que para mañana traiga el
Secretario dictamen sobre el particular».
En la misma página del periódico citado se publicaba el siguiente suelto «Se nos dice que ayer salió el Sr. Zárate,
molesto del Cabildo y que hoy presentará la dimisión de su cargo de Presidente.
Tiene razón que le sobra, pues ayer se hicieron a él y a la Comisión Permanente
cargos por su conducta con motivo de los ataques del Alcalde de Arúcas a
determinados diputados insulares».
El “Diario de Las Palmas” del mismo día
publicaba en su edición vespertina la crónica de dicha sesión, de la que
reproducimos los puntos referidos a las declaraciones del Alcalde Arucas.
«El señor González (Don Juan B.) dice
que la Comisión permanente no ha tomado acuerdos sobre el comunicado del
Alcalde de Arucas que estima ofensivo para los consejeros señores Ramírez y
Hurtado. Cree que ha debido elevarse queja ante el Delegado para que imponga un
correctivo á dicho Alcalde.
La presidencia dice que este asunto se
había encomendado el Cabildo razón por la cual ni la Comisión ni la presidencia
habían intervenido.
Varios consejeros toman parte en el
debate y se acuerda á propuesta del Sr. Castillo (D. Pedro) que el letrado de
la Corporación estudie el caso y si hay algún delito que se querelle la
Corporación».
Ese mismo viernes 17 de octubre, el “Boletín Oficial de la Provincia”
publicaba el acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Arucas celebrado el 12 de
octubre, «para celebrar sesión pública
extraordinaria» que tiene como único punto de la convocatoria dar cumplida
respuesta «a un telegrama del Sr.
Gobernador civil de la provincia, comunicado á la Alcaldía por el Sr. Delegado
del Gobierno en Gran Canaria con fecha diez de los
corrientes, en que se ordene que se proceda inmediatamente á declarar las
vacantes ordinarias y extraordinarias que hayan de ser sometidas á la próxima
renovación, según previene el artículo 45 de la ley municipal a cuyo artículo
también se dio lectura».
Interesaba el Gobernador Civil conocer oficialmente cuántos y qué
concejales debieran renovarse en las próximas elecciones municipales por haber
agotados sus dos bienios en el cargo. Poco habitual esta declaración oficial
previa parece inferir que el nuevo Gobernador Civil quería aclarar ciertas
noticias confusas sobre anteriores renovaciones.
«Se dio lectura á una certificación
expedida por la Secretaría de la Corporación de la que resulta que las vacantes
que han de cubrirse en la próxima renovación de Ayuntamientos y las causa que
las motivan, son las siguientes: Procedente de la elección de doce de Diciembre
de mil novecientos nueve, Primer Distrito =Don Constanzo
Fuentes González por cese, D. Blas Castellano Lorenzo, por cese. =Otra, por sorteo entre los Concejales elejidos
por este Distrito en cinco de Noviembre de mil novecientos once, en la vacante
de D. Sinforoso Ferrera Bautista que procede de la renovación de doce de
Diciembre de mil novecientos nueve. =Segundo Distrito, D. Miguel Grau Bassas y
Mas, por cese. D. Sixto Henríquez Marrero, por cese. =Tercer Distrito. D
Basilio Suárez Ojeda por cese. D. Juan Marrero y Marrero, por cese. =También se
hace constar en dicha certificación que los Concejales que cubrieron vacante por
el primer Distrito en la última renovación de este Ayuntamiento, son los
siguientes: =Don Antonio Codorniu y Rodríguez, D. Pedro Pérez y Pérez, D.
Francisco Marrero Yanez.
Acto seguido propone el Sr. Presidente
que se acuerde declarar desde luego las siete vacantes de Concejales que
quedan consignadas y que la elección se haga por los mismos distritos que
hubieran verificado la de los salientes, ó sean. =Tres por el primer Distrito; dos
por el segundo Distrito y dos por el tercero.
El Sr. Ponce dice que habiendo aumentado
el número de habitantes de esta población y teniendo en la actualidad más de
doce mil un residentes, según el último censo, le corresponde poner diecinueve Concejales;
y, en su motivo propone que además de las siete vacantes dichas se amplíe su número
á cuatro más para completar con los ocho Concejales que quedan procedentes de
la última renovación, el de diecinueve que le corresponderá al Ayuntamiento en
lo sucesivo.
= El Sr. Presidente contesta que
habiéndose anulado y dejado sin efecto en todas sus partes por el Cabildo insular
de Gran Canaria en quince de Septiembre último el acuerdo de este Ayuntamiento por
el cual se dividió el término municipal en cuatro Distritos,
resultaría de aceptarse la proposición del Sr. Ponce, que el Ayuntamiento
tendría cuatro Tenientes de Alcalde y solo tres distritos, quedando por tanto
un teniente Alcalde sin distrito; por lo que opina que esa ampliación de vacantes
que propone el Sr. Ponce no puede acordarse hasta tanto no se haga y apruebe la
nueva división del término; explicando el Sr. Ponce que no cree que sea eso
obstáculo á la ampliación que propone por que puede dejarse sin cubrir
una renuncia de Alcalde entre tanto se acuerde y apruebe la nueva división; y habiendo susistido ambos señores en
sus respectivas proposiciones se pusieron estas á votación; votando por la del Sr.
Presidente los Sres. Mejias, Fuentes,
Castellano y el Presidente, total cuatro votos, y por la del Sr. Ponce los Sres.
Suárez, Marrero, Grau y Ponce, total cuatro votos.
Habiendo resultado empate y acordada
por unanimidad la urgencia del asunto, se repite la votación con el mismo
resultado resolviéndose por el voto de calidad del Sr. Presidente que sean: siete
las vacantes de Concejales; que han de cubrirse en la próxima renovación del
Ayuntamiento; y que la elección se haga por los mismos distritos que hubieran verificado
la de los salientes, ó sean, =Tres por el primer Distrito, dos por el segundo
Distrito, y dos por el tercer Distrito.
= Seguidamente se procedió al sorteo
del Concejal que debe cesar por el primer Distrito en lugar del puesto de don
Sinforoso Ferrera Batista que procede de la elección de doce de Diciembre de
mil novecientos nueve.
= Abierto el globo destinado a
contener las bolas fue mostrado a los Sres. Concejales y al público resultando
estar completamente vacío.
= Escritas tres cifras en papeletas
completamente iguales y numeradas por el orden que se indica a los Sres.
Concejales Don Antonio Codorniu Rodríguez,
Don Pedro Pérez y Pérez y Don Francisco Marrero Yanez, que son los
elegidos en la última renovación por el mencionado Distrito, fueron examinadas
por los señores Concejales que se encargaron asimismo de rollarlas y colocarlas
en tres bolas iguales introducidas en el bombo, siempre a la vista del Ayuntamiento,
y del público, se invitó por el Sr. Presidente á los Sres. Concejales para que
uno de ellos procediera á la extracción de una de las tres bolas que había de corresponder
al Concejal que debe cesar, haciéndolo á invitación de los mismos el propio Sr.
Presidente.
Sacada por éste una de las indicadas bolas
y extraída de ella la papeleta se leyó en alta voz el número dos que
corresponde al nombre de D. Pedro Pérez y Pérez según pudieron ver los Sres.
Concejales, á quienes se pasó inmediatamente, correspondiendo en su virtud
cesar en la próxima renovación al indicado Sr. Concejal.
= No pudiendo tratarse de otros asuntos
el Sr. Presidente levantó la sesión después de leídas y aprobada el acta de la
misma de que yo el infrascrito Secretario certifico. Y para remitir al Excmo. Señor
Gobernador civil de la provincia á los efectos de la Real Orden circular del
Ministerio de la Gobernación fecha treinta de Septiembre último, libro la
presente de orden y con el Visto Bueno del Sr. Alcalde en Arucas a trece de Octubre
de mil novecientos trece. — Pedro González, secretario».
Es la primera ocasión en la que accedemos a un acta plenaria del
Ayuntamiento de Arucas que aporta con tanto lujo de detalles los procedimientos
y las fórmulas de renovación bianual de los Concejales por distritos, que
presuntamente con anterioridad quedaban en el “oscurantismo” que a lo largo de su historia practicó “el Sultanato” para dominar el escenario
político, más aún cuando este acuerdo dará lugar a nuevas reclamaciones. No
deja de ser significativo que siendo la persona del alcalde uno de los
salientes, ejercite su “voto de calidad”
para romper el empate dado en el resultado, que contrasta con el proceder del
jefe de la oposición de los “Jóvenes turcos” Juan Ponce Castellano, que por
cortesía invita al mismo Alcalde que haga él la extracción de las bolas del
globo.
El sábado 18 de octubre “La Provincia” publicaba su crónica de la sesión
celebrada a las tres y media del día anterior, tratándose en uno de sus puntos
del informe que se había solicitado sobre el comunicado del alcalde de Arucas.
«— El Secretario da lectura al informe acordado referente al comunicado del
Alcalde da Arucas, que publicó el “Diario de las Palmas”. Fundándose en los
antecedentes del caso, en los artículos 1471, 269 y 277 del Código penal y en
la jurisprudencia del Tribunal Supremo, es a dictamen que dicho comunicado es constitutivo
de un delito de lujurias graves por tratarse de un inferior jerárquico en el
orden administrativo y que, dado el carácter público de los ofendidos podía incoarse de oficio al procedimiento. Se aprobó el
dictamen, acordándose, además, acompañarle de oficio al Juzgado».
Terminando la sesión con ruegos y preguntas se recoge la siguiente
intervención del diputado González Martín «El
mismo Sr. GONZÁLEZ pregunta a la Presidencia si se han recibido en el Cabildo
las cuentas municipales de Arucas. En vista de la contestación negativa del
Presidente, se acordó oficiar nuevamente al Gobernador civil».
Ese mismo sábado en su edición vespertina, “Diario de Las Palmas” recogía también su crónica de la sesión
plenaria del día 17 de octubre, y publicaba de forma resumida el informe sobre
el comunicado del alcalde de Arucas, ubicándolo como primer punto tratado «1.° En vista del informe del abogado de la
Corporación que estima hay injurias en el comunicado del Alcalde de Arucas,
para dos miembros del Cabildo, pasarlo de oficio al juzgado por sí entiende que
procede la formación de sumaria», y en el punto final de ruegos y preguntas
la antes aludida intervención del mencionado diputado insular de la siguiente
forma «… y el señor González Martín (…) y
qué se sabía de las cuentas del Ayuntamiento de Arucas. Como se contestara que
el Gobernador no las había devuelto se acordó pedirlas nuevamente á dicha
autoridad».
El martes 21, el tinerfeño periódico republicano “El Progreso”, incluye un pequeño suelto sobre la sesión del
Cabildo del día 17 que decía «El Cabildo
contra un Alcalde. En la sesión celebrada por el Cabildo de Gran Canaria días
atrás leyó el secretario y abogado de la Corporación señor Suárez Quesada, un
dictamen sobre si procede querella por injuria contra el alcalde de Arucas.
Dice que en un comunicado suscrito por el alcalde se incurre en injurias
definida en el artículo 471 del Código Penal, y por tratarse de una autoridad
inferior están comprendidas en el artículo 209 y siguientes del Código Penal.
Se aprueba el dictamen por unanimidad, absteniéndose de votar los señores
Hurtado y Ramírez y se acuerda enviar el escrito y el periódico al Juez para
que incoe el sumario de oficio».
El jueves 23 de octubre “Diario de
Las Palmas” publicaba un pequeño suelto sin más comentario «En este Cabildo insular se han recibido ya
las cuentas del Ayuntamiento de la ciudad de Arucas que han sido remitidas por
el Gobernador Civil».
El martes 28 “La Provincia”
publicaba la crónica de la sesión de la Comisión Permanente del Cabildo
celebrada el día anterior y recogía el siguiente punto «— Con respecto a las cuentas del Ayuntamiento de Arucas que el
Gobernador civil ha remitido para informe, se acordó oficiarle diciéndole que carece de competencia para conocer del
asunto, pues su conocimiento corresponde al Cabildo, al Delegado del Gobierno,
y al Tribunal de cuentas y
que, por tanto, se inhiba de toda
intervención».
El miércoles 5 de noviembre “La Provincia” publicaba la noticia de la
constitución de la nueva corporación de Arucas, siguiendo los criterios
establecidos en el acuerdo plenario de 12 de octubre al que ya nos hemos
referido con anterioridad.
«El Ayuntamiento de Arucas quedará
constituído para el bienio de 1914 a 16 en la forma siguiente. Amigos del Sr.
Gourié de nueva elección D. Julián Caubín, D. Constancio Fuentes, D. Blas
Castellano, don Pedro Pérez y Pérez y D. Waldo Suárez, y de elección antigua,
D. Juan Marrero y Marrero, D. Antonio Codorniú, D. Vicente Castellano, don
Antonio Rodríguez Uribe, D. Demetrio Granados y D. José Juan Mejias. Independiente,
D. Daniel Pérez Suárez. De la minoría de “jóvenes turcos” son D. Juan Ponce
Castellano, don
Francisco Marrero Yanes, D. Isidro Suárez».
Ese mismo miércoles 5 de noviembre, el periódico tinerfeño “La Opinión”, publicaba un suelto en
base a la información trasmitida por el Gobernador Civil sobre la proclamación
de concejales, y refiriéndose a Arucas decía «Proclamación de concejales. Los nuevos datos oficiales que han llegado
á este Gobierno civil, referentes á proclamación de concejales, por el artículo
29, arrojan el siguiente resultado: Arúcas, siete liberales romanonistas».
Se hace necesario ahora
conocer de la distinción entre los conceptos legales de “elección” y
“proclamación” de concejales, nacidos de la Ley Electoral de 1907. La
“proclamación” de candidatos nace en el polémico art. 29 de esta Ley cuando el
diputado a Cortes Gumersindo de Azcárate y Menéndez, republicano por León, con
el propósito de estimular la participación, propuso que no se celebraran
elecciones en aquellos distritos en los que se presentara un único candidato,
que quedaría proclamado automáticamente, y en aquellas circunscripciones en las
que se presentaran igual número de candidatos que escaños a cubrir.
Dada la igualdad de candidatos
y escaños, esta norma no lesionaba los derechos de otros candidatos por
inexistentes, si bien aconteció en los resultados de las elecciones a Cortes de 1910 que más de un centenar
de los candidatos, aproximadamente un tercio de la Cámara, habían resultado
proclamados por la aplicación del art. 29, entendiéndose que de alguna manera
deterioraba la calidad democrática. Cuando ahora en nuestros tiempos se han
analizado las causas que motivaron tal concentración de candidatos
“proclamados”, se ha llegado a la conclusión que tenía tales efectos por la
combinación del art. 29 con el art. 24, dado que este último establecía
determinados condicionantes para la” proclamación”.
Las exigencias que el art.
24 establecía a los candidatos para ser
“proclamados”, referidas a que los mismos tenían que ser presentados por diputados, ex-diputados,
senadores, ex-senadores y diputados provinciales o ex-diputados provinciales,
o, elegidos por un territorio en el que estuviera comprendido el distrito
electoral, o avalados por la vigésima parte del censo electoral del distrito, que
no podían avalar a otros, eran auténticas barreras que impedían a otros
candidatos que no contaran con tales requerimientos ser “proclamados”, y por
consiguiente, se convertía en una discriminación y trato desigual, al favorecer
la continuidad de los viejos políticos instalados en el poder, en lo que se
llamaba “élites dinásticas”, sustentadas por la corrupción y el dominio
alternativo bipartidista del gobierno,
que controlando los censos y las juntas electorales practicaban el llamado
“pucherazo”, e impidiendo el acceso de nuevos políticos y nuevas opciones
políticas, tal como se ha descrito en la tradición histórica de Arucas con el
llamado “sultanato”.
El lunes 10 de noviembre el “Boletín
Oficial de la Provincia” publicaba la “proclamación” oficial de la Junta
Municipal del Censo de Arucas, en cumplimiento de lo ordenado en el art. 29 de
la R.O. de 26 de Abril de 1909, que era la siguiente:
«Distrito 1.º, Pueblo, ha de elegir
tres Concejales, Candidatos proclamados, tres o sean: 1). D. Basilio Suárez
Ojeda, D. Blas Castellano Lorenzo y D. Pedro Pérez y Pérez.
Distrito 2.º, Afueras, ha de elegir
dos Concejales, Candidatos proclamados dos o sean: D. Daniel Pérez Suárez y D.
Julián Caubín García.
Distritos 3.º", Goleta-Costa, ha
de elegir dos Concejales, Candidatos proclamados dos o sean: D. Juan Marrero y
Marrero y D. Constanzo Fuentes González».
Tras la publicación oficial de la proclamación de Concejales, el martes 11
el periódico “La Provincia” publicaba
el siguiente suelto: «En la Secretaría
del Ayuntamiento de Arucas se presentaron ayer dos recursos de alzada ante el
Cabildo. Uno contra el acuerdo, declarando siete vacantes de concejales, sin
tener en cuenta el aumento de las mismas por razón del nuevo censo de
población. Y otra, consecuencia del anterior, sobre, nulidad de la proclamación
por el artículo 29 de la ley electoral». Se fundamentaban lo recursos en que
si prosperaba que era mayor el número de vacantes a cubrir por el incremento de
la población, al ser desigual al número de candidatos no era de aplicación el
art. 29 de la Ley Electoral.
El miércoles 26 de noviembre “La
Provincia” publicaba su crónica de la sesión de la Comisión Permanente del
Cabildo celebrada el día anterior, que incluía un primer asunto sobre el
acuerdo de vacantes de concejales de Arucas tomado por el Ayuntamiento, que
quedó sobre la mesa alegándose por los “leoninos” la ausencia de antecedentes.
«— Dejar sobre la mesa el expediente de
recurso de alzada, que, para informe, ha remitido la Delegación del Gobierno,
interpuesto por D. Federico
Bernaldez contra un acuerdo del Ayuntamiento
de Arucas determinando las vacantes de concejales.
— Oficiar al Alcalde de Arucas, para que remita antecedentes relacionados con
la tramitación de la reclamación formulada por Don Manuel López Guerra contra
la proclamación de concejales de aquel Ayuntamiento, hecha por la Junta
Municipal del Censo, en sesión del día 2 del corriente».
El miércoles 3
de diciembre se celebraba una nueva sesión vespertina de la Comisión Permanente
del Cabildo, en la que figuraban en su orden del día los dos conocidos puntos “Recurso de alzada de D, Federico Bernaldez
contra acuerdo del Ayuntamiento de Arucas, sobre determinación de vacantes de
concejales” y “Reclamación contra la
proclamación de concejales hecha por la Junta Municipal del Censo electoral de
Arucas”.
Tratados los
mismos se tomaron dos distintos acuerdos. En cuanto al primero «En el expediente de recurso de alzada
interpuesto por D. Federico Bernaldez contra un acuerdo del Ayuntamiento de
Arúcas, sobre determinación de vacantes de concejales se acordó, también,
incluirlo en el orden del día de la próxima sesión del pleno»; y referente
al segundo «Quedó sobre la mesa la
reclamación contra la proclamación de concejales en la Junta Municipal del
Censo de Arúcas».
El martes 9 de
diciembre “La Provincia” incluye su
crónica de lo tratado en la sesión del Pleno del Cabildo celebrada el día
anterior a las cuatro de la tarde, tratándose el asunto de las vacantes de
Concejales de Arucas.
«Se dio lectura al expediente instruido en virtud del recurso interpuesto
por D. Federico Bernaldez contra acuerdo del Ayuntamiento de Arucas, sobre
determinación de vacantes de concejales. Aparece de dicho expediente que, según el censo de 1910 la población de Arucas excede de 12.001 habitantes no llegando a 14.000 y le corresponden, por ello, diez y nueve concejales
y cuatro tenientes de Alcalde, cuya elección debe hacerse por cuatro distritos.
Que como el término municipal no está dividido en los cuatro distritos que
le corresponde, sino en tres, el Ayuntamiento, en sesión de 12 de Octubre
determinó que fueran siete y no once el número de vacantes a cubrir. De este
acuerdo se alzó Don Federico Bernaldez, pretendiendo que se anulen las
elecciones y se vuelva a hacer nueva determinación de vacantes de conformidad
con lo dispuesto en el art. 34 de la Ley Municipal.
La Alcaldía de Arucas ha informado en el sentido de que debe confirmarse el
acuerdo del Ayuntamiento. El negociado del Cabildo, por el contrario, emite
dictamen favorable a las pretensiones del recurrente.
— El Sr. ZARATE pone el asunto a discusión.
— El Sr. CUYAS hace algunas consideraciones, apoyándose en citas legales y
en una R.0. para proponer la confirmación del acuerdo del Ayuntamiento.
— El Sr. RAMÍREZ. Yo, por el contrario, entiendo, de conformidad con el
informe del negociado que debe revocarse ese acuerdo.
El art. 24 de la Ley dice que el censo de población determina el número de
concejales. El número de concejales y el de tenientes de Alcalde determina el número de distritos.
El orden establecido por la ley que es el lógico es que el censo sirva de base
para determinar el número de concejales,
y que, teniendo en cuenta el número de tenientes de Alcalde, se determinen los
distritos; de modo que el número de distritos es una consecuencia del de
concejales y tenientes de Alcalde. Esto es de sentido común.
Lo sustancial es el número de concejales que un pueblo debe tener con arreglo
a su población. Nos encontramos con que en el caso de Arucas hay dos caminos
que seguir: el del Sr. Cuyas que es empezar por el fin y al que ordena la ley. Debe
seguirse el último.
Asi en cuanto se termine el expediente de división del término municipal habría
cuatro distritos, mientras que de la otra manera vivirá el Ayuntamiento dos años fuera de la ley.
Hay otra cosa que no se comprende. Parece natural que toda corporación sienta
el deseo de ampliarse, de ensancharse, de admitir más personas a compartir sus
tareas. Por eso, no me cabe en la cabeza la oposición a que se aumente su
número, el buscar un sofisma y un ardid para disminuir su prestigio. Por
consiguiente entiendo que deba votarse el informe del negociado.
— El Sr. RODRÍGUEZ ruega a la Presidencia que para otra ocasión se cite con
más antelación a los vocales.
— El Sr. MELIAN. Entiendo, y voy a ver si consigo convencer de ello a los señores
consejeros, que debe mantenerse el acuerdo porque lo contrario es sentar un
funesto precedente. Dice la ley que el censo determina el número de concejales
y el de tenientes de Alcalde el de distritos; dice, también, que no debe
variarse la división dentro de los tres meses precedentes a las elecciones.
El censo de 1910 exige una reorganización del Ayuntamiento, pero una reorganización
completa, que hay que hacerla integralmente, no parcialmente. Tanto se falta a
la ley eligiendo mayor número de concejales que de distritos como teniendo
menor número de distritos del que corresponde.
Para apoyar su razonamiento, el Sr. Melian cita jurisprudencia y el caso análogo
ocurrido en el Ayuntamiento de Las Palmas en 1900 y termina solicitando la
confirmación del acuerdo.
— El Sr. HURTADO. No hizo lo que el Sr. Mellan dice el Ayuntamiento de Arucas
cuando dividió en distritos el término municipal. Para nada citaban el número
de concejales que le correspondía, ni siquiera se ocuparon de la subdivisión en
barrios. Si fuera integral esa reorganización el Ayuntamiento hubiera hecho la
determinación del número de concejales. Es, pues, el mismo Ayuntamiento de
Arucas quien viene a dar la razón al Sr. Ramírez.
Es absurdo que un Ayuntamiento vaya a tener cuatro distritos y quince concejales,
que corresponda un número de distritos superior al de concejales.
Lo contrario, no, porque dentro de dos meses, que es lo más que puede tardar,
estaría hecha la división e integrados los concejales y los distritos.
— Puesto a votación el informe del negociado votan en pro los señores Ramírez,
Hurtado, González (D. Juan y D. Santiago), Aguilar, Suárez, Rodriguez y
Saavedra y en contra los demás señores. Quedó desechado por doce votos en contra
y ocho a favor.
La
incomparecencia a la sesión plenaria de parte de los diputados insulares que
pertenecían al grupo mayoritario del pleno, debida a la citación urgente del
Presidente, propició que fuera desechado el informe jurídico que determinaba la
ilegalidad del acuerdo del Ayuntamiento de Arucas.
La crónica de la
sesión publicada ese mismo día por “Diario de Las Palmas”, es algo distinta sin
entrar en los detalles de la población del municipio.
«Después de dar lectura al informe del negociado del Cabildo sobre el recurso
de D. Federico Benaldez, vecino de Arucas, contra la proclamación de concejales
de aquella ciudad por estimar que correspondía elegir once y no siete, informe
que propone que procede anular dichas elecciones, usa de la palabra el Sr.
Cuyas y después de citar textos legales pide que el Cabildo acuerde lo que ha
hecho el Ayuntamiento de la indicada ciudad por hallarse ajustado á la ley.
Intervienen los señores Ramírez y Hurtado sosteniendo criterios de acuerdo
con el recurrente.
El Sr. Rodríguez Quegles pide que cuando en la sesión del Cabildo vayan á
tratarse cuestiones de carácter legal, se de tiempo para estudiarlas.
El Sr. Melián Al varado rebate la argumentación del Sr. Ramírez y se extiende
en consideraciones citando varias disposiciones para demostrar que el
Ayuntamiento de Arucas se halla dentro de la ley, y que procede informar al
Delegado del Gobierno en el sentido de que debe declarar válidas las elecciones
municipales de Arucas.
El Sr. Hurtado combate lo dicho por el Sr. Melián. Este le replica ampliando
cuanto lleva expresado. Cita nuevas disposiciones para reforzar su
argumentación y un caso idéntico al que se discute, el cual se resolvió
conforme á lo que él ahora solicita.
Puesto á votación el punto se acordó por mayoría informar al Delegado del
Gobierno de acuerdo con lo resuelto por el Ayuntamiento de Arucas».
El viernes 19 el
“Boletín Oficial de Canarias”
publicaba la comunicación que el Delegado del Gobierno había recibido de
Presidencia del Cabildo en cuanto al asunto del número de vacantes de
concejales, conforme al acuerdo de su Pleno, certificación que se aparta en su
redacción del fondo del acuerdo. Aun
reconociendo la información dada del incremento de población de Arucas, remite
el fundamento del acuerdo del Cabildo a «que
tal aumento determina una modificación en la organización municipal, cuya
modificación ha de ser integral y no parcial, en el sentido de que ha de
efectuarse, a la vez, el aumento de los distritos y del número de Concejales y
su división en categorías».
Como ya se ha
contado, en ningún momento se consideró que el acuerdo el proyecto de división
en distritos lo tomó el Ayuntamiento de Arucas el 4 de julio, y su fundamento
era precisamente «en vista del resultado que ofrece el nuevo censo de población», y
el acuerdo del número de vacantes de concejales a cubrir lo tomó el
ayuntamiento el 12 de octubre. El ayuntamiento si no hubiera actuado con mala
fe, pudo haber aumentado los distritos en julio dado que conocía del nuevo
censo, para así incrementar el número de concejales en octubre, pero a los “leoninos” no les interesaba su aumento
ante el temor a perder la mayoría que venía ostentando en el Pleno municipal.
El lunes 29 de diciembre “La
Provincia” publicaba su crónica de la sesión plenaria celebrada el sábado
27 a las tres y media de la tarde, en la que se trató el segundo recurso de
Arucas que ya había tratado por la Comisión Permanente.
«Siguiendo el orden de la convocatoria
empezó a tratarse de la reclamación formulada por D. Juan López Guerra
contra la proclamación de concejales hecha por la Junta municipal del Censo
electoral de Arucas. El Ayuntamiento de Arucas en sesión de 12 de Octubre
determinó que en las pasadas elecciones se eligieran siete concejales y, de
conformidad con ese acuerdo, el 2 de Noviembre, se hizo la proclamación en la
Junta municipal del Censo.
Contra esa proclamación reclamó D.
Juan Lopez Guerra por entender que, con arreglo al Censo de población vigente,
a Arucas le corresponden diez y nueve concejales debiendo, por consiguiente,
haberse declarado once vacantes y no siete como hizo el Ayuntamiento.
La Comisión Permanente informa que
debe desestimarse el recurso porque la reorganización del Ayuntamiento debe
ser integral y además es forzoso tener en cuenta la resolución del Delegado confirmatoria
de acuerdo del Ayuntamiento, declarando siete vacantes.
— El Sr. RAMÍREZ. Contra ese acuerdo del
Ayuntamiento de Arucas se alzó D. Federico Bernaldez, alegando, que, según el
Censo, el Ayuntamiento debía tener diez y nueve concejales correspondiendo por
tanto elegir once y no los siete acordados.
El recurso fué desestimado por el Delegado,
conformándose con el parecer de la mayoría del Cabildo. Al mismo tiempo otro
elector, fundándose en las mismas razones que Bernaldez, interpuso esta reclamación.
Dentro del criterio sustentado por vosotros,
en aquel debate, al Ayuntamiento de Arucas le corresponden diez y siete
concejales. Si hay que atenerse a la división actual en distritos; teniendo en
cuenta que la población de Arucas según al Censo de 1900 era 9.459 habitantes y
que está comprendida entre 9001 y 10:000 a esta población con arreglo a la
escala del artículo 35 de la Ley electoral le corresponden tres distritos y
diez y siete concejales.
Si se ha da partir de la base de los tres
distritos, el Ayuntamiento debe tener el máximum de los concejales que
corresponden a los tres distritos puestos que tiene mas población.
Me atengo, pues, a lo dicho por la mayoría
y dentro de la razón que se dió el número de concejales que corresponden al Ayuntamiento
de Arucas es diez y siete y no quince. Habiéndose hecho por siete puestos y no
por nueve la elección es nula y por eso impugno el dictamen y pido la nulidad
de la elección.
— El Sr. MELIAN. De ese acuerdo del Ayuntamiento
de Arucas recurrió el Sr. Bernaldez, informó el Cabildo y el Delegado confirmó
al acuerdo. Esa resolución es firme. Si el Sr. Ramírez hubiera planteado en aquel
entonces esa teoría la hubiéramos discutido; piro ahora es extemporánea.
— El Sr. RAMÍREZ dice que la
resolución del Delegado no es definitiva, como lo prueba la división que se sostiene
en el asunto que ha sido ya resuelto por el Delegado. Dice además que no se
trata de reorganizar el Ayuntamiento sino de cubrir los puestos que
corresponden a la división en distritos vigente.
— Rectifica el Sr. MELIAN diciendo que
por R.O. circular de este año se ha dispuesto que aquellos expedientes se
tramiten dentro de los veinte días para que sirvan de base al conocimiento de
reclamaciones electorales.
— Puesto a votación el dictamen de la
Comisión es aprobado por quince votos a favor y cinco en contra».
El mismo lunes 29 “Diario de Las
Palmas” recoge su crónica de la sesión plenaria del sábado del Cabildo, y
en relación con el recurso de Arucas decía de forma más abreviada.
«Expediente electoral de Arúcas.
Abierta la sesión á las tres y media se dio lectura al dictamen de la
Permanente en el expediente electoral de Arúcas favorable á la aprobación de la
elección, con el voto en contra del señor Aguilar. Resulta de antecedentes, que el dos de Noviembre
último se reunió la Junta Municipal del Censo para
proclamar candidatos, y no habiéndose presentado sino siete, que era el número
de vacantes á cubrir según acuerdo del ayuntamiento del 12 de Octubre, fueron
proclamados por el artículo 29.
Así las cosas, llegó el día 8 de
Noviembre y en esa fecha, y á la vez se presentaron dos recursos, el uno contra
la declaración de vacantes, afirmando el recurrente que debieron ser once en
vez de siete, el otro contra la proclamación de concejales, por la misma razón,
ó sea, porque debiendo el Ayuntamiento declarar la existencia de once vacantes
declaró solo la de siete siendo viciosa y nula la elección fundada en tan falsa
base.
El Cabildo había informado el primer
expediente aprobando la declaración de vacantes hecha por el Ayuntamiento y el
Delegado del Gobierno aprobó ese dictamen, dándose lectura al acuerdo en la
sesión de que nos ocupamos.
Puesto á discusión el punto, usaron de
la palabra los Sres. Ramírez, Aguilar y Melián Alvarado. El SR. RAMÍREZ sostuvo
que debía anularse la elección porque siendo el fundamento del dictamen dado en
el expediente anterior que no podía aumentarse el número hasta 19 porque en tal
caso había que aumentar también los distritos de tres á cuatro, porque no
podían elegirse 19 concejales en tres distritos, debió
aumentarse el número de dichos concejales á elegir hasta el límite que
permitiera elegirlos por los tres distritos existentes, y en tal virtud,
debieron ser nueve y no siete las vacantes.
El SR. AGUILAR abundó en las mismas
ideas y dijo que consideraba ser aquél un caso evidente de nulidad. El SR.
MELIÁN ALVARADO llamó la atención acerca del deber moral de los letrados de la
Corporación, dirigiéndose á profanos en derecho, no ya de ser sinceros, que
todos indudablemente lo eran, sino de evitar errores fundamentales como sucedía
en aquel caso en que el Sr. Ramírez sostenía una doctrina contraria á lo
terminantemente legislado en la materia: Que la declaración de vacantes es
función privativa de los Ayuntamientos sin que la autoridad gubernativa pueda
hacer otra cosa que corregir las trasgresiones legales, que en el presente caso
no las hubo según acuerdo del Delegado asesorado por este Cabildo. Si pues el
recurso se funda en que fué indebida la declaración de vacantes y
posteriormente ha caído resolución firme declarándola válida, cae por su base el
recurso y debe de plano desestimarse.
Así lo acordó el Cabildo por 15 votos contra
5».
El miércoles 31 de diciembre “La
Provincia” publicaba su crónica de la sesión plenaria del Cabildo celebrada
el día anterior a las tres y media de la tarde, cuando es tratado el asunto de
un recurso electoral contra el Ayuntamiento de San Mateo, en el debate surge
como ejemplo el caso de Arucas, y otros como el de Ingenio, momento en el que
se vierten duras críticas sobre las prácticas y abusos que se dan en determinados
ayuntamientos, modificando los distritos a su gusto y antojo, lo que nos
permite un idea muy clara de los hábitos políticos entre aquellos que
detentaban el poder local.
«— El Sr. AGUILAR. El único medio de meter
en cintura a los Ayuntamientos es acabar con estos manejos electorales. Según
las disposiciones vigentes no debe haber concejales interinos en los Ayuntamientos
mas de seis meses. Por eso, en el Decreto de 15 de Noviembre de 1911: se
prescribe que los expedientes electorales se resuelvan por el Ministro de la
Gobernación, dentro del plazo de sesenta días.
Pero ocurre que pasan dos años y el
Ministro no ha resuelto el expediente. Asi es que nosotros debemos velar por
que se respete la voluntad de los pueblos, yendo a los Ayuntamientos los
elegidos por el sufragio popular e impedir que se suplante el deseo de los
electores.
— El Sr. RAMIREZ se muestra conforme con
el dictamen y promete ocuparse en el periodo ordinario de lo
manifestado por el Sr. Aguilar con referencia al abandono en que nos tiene el
Ministro de la Gobernación.
Puesto a votación el informe de la Permanente
quedó aprobado por unanimidad.
Se puso a discusión el expediente de
reclamaciones electorales del lngenio.
— El Sr. RAMÍREZ dice que como el asunto
se discutió al tratarse del recurso de alzada que informó el Cabildo debe
declararse la validez de la elección.
— El Sr. MELIAN propone lo contrario porque
debe distinguirse la organización del Ayuntamiento de el acuerdo
declarando las vacantes. Y como estas dos cosas se han hecho a la vez, dice que
debe declararse la nulidad.
— El Sr. RAMÍREZ. El Sr. Melián
sostiene hoy lo contrario de lo que dijo el sábado. Dijo que el expediente de
Arucas se habia resuelto por el Delegado y que no podia el Cabildo volver atrás. Aqui
tememos que el Delegado ha resuelto que el Ingenio tenga un solo distrito. Pues
según la teoría del Sr. Melián hemos de partir de esa declaración firme.
— El Sr. MELIAN para justificarse explica
la distinción que existe entre este caso y el de Arucas.
— El Sr. AGUILAR. Ruega al Secretario de
lectura a las carpetas de las listas electorales desde 1904.
— De la lectura resulta que el Ingenio
tiene un solo distrito electoral, que hasta 1909 estuvo dividido en dos
secciones y desde esa fecha en tres.
— El Sr. AGUILAR. Supongamos la existencia
de los dos distritos y si antes había dos secciones ¿la tercera de nueva
creación a cual se ha asignado? ¿Acaso es una columna volante para destinarla a
donde convenga?»
Este último debate nos describe el escenario habitual que se daba en la
defensa de las posiciones partidistas, donde los “leoninos” esbozaban una teoría y la contraria en defensa de las
actuaciones municipales de sus correligionarios en cada ayuntamiento, en función
de aquello que les interesaba defender, apoyándose siempre en las complejas
interpretaciones de la Ley Electoral, que si bien era bastante definitoria, la
traída al caso de otros antecedentes de recursos electorales resueltos al
antojo, servían de pretexto para justificar otra interpretación distinta de la
norma.
Si a ello unimos los distintos pensamientos periodísticos enfrentados, de
una parte “La Provincia” que se erigió siempre en defensa del Cabildo de Gran
Canaria y de los intereses generales de la isla, postulados que enarbolaba su
director Prudencio Morales, critico de los planteamientos caciquiles de los “leoninos”.
Y de otra parte, “Diario de Las Palmas” que no abandonó nunca su posición de órgano
de difusión de los “leoninos”, con una clara tendencia a suavizar el contenido
del debate para crear otra corriente de opinión, dada su defensa a ultranza de
los “intereses particulares” del poder económico y político que se protegía de
las inclemencias bajo el paraguas del “leonismo”.
Y llega a tal extremo la diferente
versión de lo tratado que ofrece “Diario de Las Palmas”, que en ocasiones siembra la
contradicción en las palabras que adjudica a uno de sus defendidos y
recurrentes protagonistas, como es el caso de en esta última sesión plenaria
del año cuando recoge lo siguiente.
«El Sr. MELIAN ALVARADO rectificó también y dijo que conociendo, como
conoce de viejo, al Sr. Ramírez en otra clase de debates, esperaba el sofistico
argumento, aunque solo fuera por el natural deseo de tomar la revancha, por
haber sido acusado de manifiesta contradicción en la sesión anterior, pidiendo
la nulidad del acuerdo del Ayuntamiento de Arúcas, porque no declaró las
vacantes correspondientes al aumento de población, y la confirmación del acuerdo
del Ayuntamiento del Ingenio, que tampoco tuvo en cuenta dicho aumento:
“Que el Ayuntamiento de Arúcas, lo mismo que el de San Mateo, se concretó
á declarar la vacantes sin alterar ni tocar los distritos en que habían de
cubrirse; y en cambio el Ayuntamiento del Ingenio á pretexto ó con ocasión de
declarar vacantes, había suprimido un distrito, y ahí está, precisamente, la
diferencia de casos, porque si bien es cierto que los acuerdos firmes de los Ayuntamientos
sobre declaración de vacantes, excluyen la viabilidad de un recurso contra la
elección por ese motivo, no sucede lo mismo con el aumento ó disminución de
distritos; y cuando, como en el Ingenio sucedió, se toman los dos acuerdos al mismo
tiempo, no puede apoyarse nadie en la firmeza de la declaración de vacantes
para pasar el fraude legal de alteración de distritos, que tiene otros trámites
y otros recursos"».
Se confunde o quiere confundir tanto “Diario de Las Palmas” al lector, que
sin quererlo deja en evidencia al diputado insular “leonino” Melián Alvarado, cuando publica que éste dice que el
ayuntamiento de Arucas “se concretó á
declarar la vacantes sin alterar ni tocar los distritos”, dado que ya hemos
conocido que sí lo había realizado con carácter previo el 4 de julio, sólo tres
meses antes del acuerdo de vacantes del 12 de octubre.