sábado, 6 de junio de 2015

1911 El intento de gravar la exportación, el título de Marqués, el fin de la primera fase del templo, las elecciones municipales y los trillizos.

Se inicia en Arucas una década de escaso crecimiento, con una apreciada caída de las tasas de natalidad que el municipio venía registrando en la anterior y que es muy destacada a partir de 1914, hito que coincide con el inicio de la Primera Guerra Mundial  el 28 de julio de dicho año y que se extendió hasta el 28 de junio de 1919 con la firma del Tratado de Versalles que daría por terminada la misma de forma efectiva.

Dos circunstancias debieran analizarse en cuanto a su relación con este retroceso económico de Arucas, y con la disminución del número de habitantes. El primero es la caída de la producción de la Azucarera de San Pedro que en 1910 ya se había apreciado, cuyas causas no sólo debían sustentarse en la pérdida del llamado régimen “proteccionista”, que tenía precisamente sus debilidades de éxito en las alineaciones políticas que lo amparaban.

Cierto es que la situación del mercado de los azúcares fue siempre muy competitivo, fuera el país origen que fuera, debía conocer a la perfección que sus reglas para competir eran el precio final ofertado, que debía garantizar el margen de beneficio para el exportador, que en ocasiones pudieron ser altos, si bien lo habitual es que se movieran en una determinada banda. Dentro de los costes de producción y distribución, los aranceles debieron ser siempre asumidos, pues de su obtención nacen las políticas redistributivas de los Estados. El factor más determinante es el precio de la materia prima, la caña de azúcar, y en el caso que comentamos de Arucas, era el comprador quien controlaba el precio, pues como ya se ha dicho, el principal accionista de la azucarera Francisco Gourié Marrero no cultivaba sus tierras, sino que las entregaba a los “colonos” en arrendamiento para que la pusieran en cultivo para la azucarera, obteniendo así el más bajo precio de la caña de azúcar. La reducción progresiva de la producción azucarera a partir de 1910 fue una decisión empresarial más cercana a la pérdida de los grandes márgenes de beneficios que reportaba, que a la verdadera pérdida de los mercados. Tan poco lo fue la comercialización del azúcar de remolacha, que lo ha sido más de nuestros tiempos, manteniéndose a lo largo de la historia en un peso de 70-30 a favor de la caña, por sus contenidos minerales y tener un punto de fusión bastante más bajo.

Distinta fue la suerte del cultivo del “plátano”, en esa época más conocida como “banana”, donde Arucas apostó decididamente y las distintas sagas de los Suárez de la Cruz de Pineda, tras el cierre de la Azucarera de Nª Sra. del Rosario, aparecieron como el grupo exportador más potente e innovador a partir de la “Frutera Hespérides”. El crecimiento progresivo y sostenido del cultivo y exportación desde el inicio de la década, se vio prácticamente frenado por el comienzo de la Primera Guerra Mundial, pues se desarrolló en el territorio geográfico de sus consumidores, además de la disminución del tráfico de las consignatarias por el hostigamiento recíproco de los países contendientes desde el convencimiento de que el tráfico comercial permitía la dualidad con el tráfico militar.

Agregadas ambas situaciones, la gran población rural aruquense se ve expuesta a subsistir soportando el incremento del coste de vida, el paro forzoso y la indigencia que le llevará a la recurrente salida hacia la emigración para obtener el sustento de la familia.

No es normal que la declaración de la guerra en julio de 1914 tenga que ser coincidente con la decisión de los cabezas de familia de dejar de procrear, y así resultaba modificado bruscamente a la baja la tasa de natalidad. Ello sí fue, el resultado que sedimentara durante los años anteriores inmediatos la preocupación por la pérdida de expectativas económicas para el sostenimiento de la familia.

De nuestra recurrida bibliografía tenemos la mejor y más acertada opinión de la radiografía de esta época a la cual remitimos.

«El intervalo 1911-1920 va a contrastar con el período precedente, en cuanto nos encontramos ahora ante un crecimiento real de la población muy escaso, de sólo 275 individuos, que viene a suponer un ritmo medio de 0,22 por 100 anual. Se trata, pues, de una década de postergamiento económico motivado por la primera guerra mundial que repercutirá muy desfavorablemente sobre la demografía de las islas.

El estancamiento del término, si bien coincide a grandes rasgos con el del Archipiélago, presenta, sin embargo, caracteres más acentuados en comparación con los municipios vecinos de Teror y Firgas (con 0,88 y 0,32 por 100 anual, respectivamente), los cuales parecen, pese a todo, menos afectados por la crisis general.

Las dificultades y estrecheces alimentarias constituyen parte esencial de la comitiva de la crisis, lo que explica el descenso del saldo vegetativo de este decenio (20,9 por 1.000). En efecto, el descenso de la natalidad en estos diez años, particularmente visible en 1914, reducirá el excedente vegetativo, que si bien no llega a ser nunca negativo se debe a que también la mortalidad ha descendido por debajo del índice 20 por 1000, con la salvedad de la sobremortalidad acaecida en los años 1911 y 1920».
   

Se inicia un año oscuro que presagia una enorme pérdida del valor de la “joya” de los leoninos y donde los dineros no caminan como en años anteriores y en el ambiente quedó del año anterior los oscurantismos de los fondos municipales que tanto pábulo dio a la rumorología, pues nada fue conocido con certeza.

A mitad del mes de enero, los ánimos ciudadanos andaban algo crispados y el Delegado del Gobierno en Las Palmas telegrafiaba al Gobernador Civil: «Acaba de celebrarse Arucas con perfecto orden mitin relativo suspensión consumos arbitrios extraordinarios derechos de plaza matadero acordándose promover aquí reunión de delegados pueblos para llegar convenio que permita gravar con derechos individuos importación y exportación».

Se había escenificado el problema en uno  de alimentos de primera necesidad donde la fiscalidad que soportaba se trasladaba al ciudadano, pero en el fondo estaban los debatidos y criticados impuestos al consumo. Días después Teror emulaba a Arucas y otros municipios como San Mateo y Santa Brígida siguieron en esa línea. Era la estrategia seguida por los “leoninos” para defenderse de los ataques a los impuestos al consumo y remitir su solución a establecer una fiscalidad a la exportación, con claras intenciones políticas y en otro nuevo ataque a los Suárez de Cruz de Pineda.

Difícil de sostener y aducir un convenio para gravar “derechos individuos importación y exportación”, pues aun previéndose en la propuesta son individuales, las materias arancelarias en tales hechos han perseguido metas diametralmente opuestas. La primera sobre la importación, aunque su aplicación siempre se ha entendido como “proteccionista” del mercado propio, colisionaba con el “librecambismo” que Canarias copió de los británicos por ser puertos de tránsito. Y la segunda sobre la exportación, porque su efecto no es otro que penalizar la producción propia, por tanto “antiproteccionista”.

Para más abundar en las fuertes emociones que entonces se vivían, a la semana siguiente el susto fue mayúsculo cuando se produjo el incendio de la casa y establecimiento de comestibles de Pedro Castellano Lorenzo en la calle de León y Castillo, frente a las casas Consistoriales, quedando todo el inmueble aparentemente inservible.

El ayuntamiento seguía presidido por el alcalde Manuel del Toro González, de primer teniente de alcalde Antonio Rodríguez Uribe, completando la lista de concejales Juan Blanco García, Demetrio Granado Marrero, Constanso Fuentes González, Sinforoso Ferrera Batista, Blas Rosales Batista, Pedro Pérez Pérez, Blas Castellano Lorenzo, Miguel Grau Bassas Mas, Juan Ponce Castellano, Antonio Suárez Marrero, Sixto Henríquez Marrero, Basilio Suárez Ojeda y Juan Marrero y Marrero.

Los diez mayores contribuyentes este año y por el volumen de su cotización eran Ramón Madan Uriondo, Ricardo Suárez Guerra, José Suárez Suárez cuñado del anterior, Juan Andrés Suárez Guerra, Domingo Suárez Guerra, Francisco Pérez Marrero, Manuel Fernando Marrero Pérez, Manuel Rosales Marrero, Pantaleón Quevedo Ferrera y Manuel Marrero Ponce.

Se mantenía presidiendo la Heredad de Aguas el ingeniero naval Manuel Hernández Pérez y de vicepresidente José Suárez Suárez, hermano de su suegra Juana casada con Ricardo Suárez Guerra,quienes habían impulsado la construcción de su edificio-sede en El Mirón -para algunos también conocido como “el Risco” por el macizo de piedra de Arucas allí situado al que ya nos hemos referido-, proyectado por el arquitecto diocesano Fernando Navarro Navarro, y que con un coste total de 40.000 pesetas avanzaba a buen ritmo pese a  la contrariedad para tan obra singular por el mal tiempo que se daba en el invierno de aquel año.
La antigua calle Real en 1911 (La Provincia)

La fuerte temperie había ocasionado serios estragos y la propia Sociedad de Automóviles Canarios de los “coches de hora” tenía que suspender sus servicios «La Sociedad de Automóviles Canarios nos ruega hagamos público que habiéndose ido al agua, por efecto del mal tiempo, un cargamento de bencina que venía para dicha sociedad y habiéndose agotados también todas las existencias en esta y las demás islas, se vé en la necesidad de suspender los servicios de Telde y Arucas por ser los más cercanos y de más fácil comunicación, hasta tanto llegue el nuevo cargamento que desde hace días se embarcó en Alemania».

No pasó desapercibido para la gran familia Suárez la facilidad y los apoyos “oficiales” que los mitin de los consumos habían tenido precisamente en municipios gobernados por los “leoninos”, ni se les había pasado desapercibida la solución que se aportaba «gravar importación y exportación» que alguna mente diabólica así entendía, más aún cuando el mitin trataba de trasmitir la falsa idea de que “Arucas aceptaba” que sorprendió en el entorno de determinados periódicos como “La Mañana” que defendía la “autonomía”, pudiendo encontrar en ella -por su desconocimiento arancelario- una fórmula del sostenimiento económico autónomo con respecto a la metrópolis. “La Mañana” había caído también en la trampa de los “leoninos”.

José Suárez Suárez se veía así obligado a intervenir para dejar muy clara la posición de los exportadores especialmente, y no dudó en hacerlo donde más dolía a la otra parte, en el “Diario de Las Palmas”, al que solicitó amablemente la publicación de su amplio y documentado escrito, que por su interés histórico reproducimos íntegramente, donde nos hace un retrato del devenir de la exportación de entonces y nos acerca a los precios de aquella época.

Huacales en el puerto para la exportación (Fedac)
«En el n.º 2.083 del diario de reformas sociales, “La Mañana” fecha 28 de Enero último, se inserta un artículo con el título de “Arucas acepta”. Suscriptor de dicho periódico, he seguido con atención su campaña, en favor de la creación de un impuesto de Exportación é Importación, en sustitución del de consumos en todos los pueblos de esta Isla.

La idea de suprimir los consumos es antigua, y es tan simpática y necesaria, que bulle en la mente de todos, siendo uno de los grandes empeños del actual gobierno, y particularmente de su jefe el Sr. Canalejas. Pero “Arucas no acepta”, ni puede aceptar el impuesto de Exportación, (entiéndase bien, el de exportación), como tampoco pueden aceptarlo los demás pueblos que exportan sus productos, porque no se concibe nada más gravoso, ni menos equitativo, ni más perjudicial.

Demostrar que dicha gabela pesaría exclusivamente sobre los agricultores de artículos de exportación, estará de más, porque todas las que les vayan imponiendo á los exportadores, se las irán endosando á agricultores bajándole los precios de los frutos. Es de lo menos equitativo, porque de un impuesto de que se beneneficiarían todos los pueblos de la Isla, lo irían á pagar unos pocos, como Galdar, Guía, Arucas y Telde principalmente, y luego en menor escala, San Lorenzo, Agaete, Las Palmas, Agüimes, Ingenio y Tirajana. Todos los demás no tributarían con un céntimo. Además, en los citados pueblos, quedarían gravadas las propiedades dedicadas á plátanos, tomates, patatas, cochinilla y almendras. Y las otras donde se practican los importantes cultivos de la caña de azúcar, trigo, maíz, cebada, etc. libres en absoluto. ¿Puede darse nada más injusto?

Para demostrar que es de lo más gravoso que concebirse pueda, hagamos unos cuantos números. La exportación de la isla se calcula aproximadamente en 2.000.000 de bultos de frutos de todas clases. El precio neto (es decir sin envase) de cada bulto será 8 ptas, porque no es de suponer se pretenda, que los enceres de empaque que pagan todos, derechos de importación, paguen también á la salida por haber variado de forma.

Algunos creerán, que el precio de 3 ptas, por bulto, es muy bajo, pero tengan presente, que los corrientes hoy son exageradamente altos, y obedecen á causas anormales; y que todos los veranos bajan los mercados, resultando líquidos ruinosos. El promedio anual de los racimos desde el año 1900 fluctúa entre 3 y 4 ptas. Lo mismo se puede decir de cada bulto de tomates y patatas.

De modo que dos millones por 3 son 6.000.000. Si le añadimos 2.000.000 más por la cochinilla, (que hace años se está muriendo por consunción), y algún otro producto que se exporta en menor escala, llegamos á un total de 8.000.000. El 1 p% de esta suma es poca cosa para el objeto que se destina; sería necesario llegar al 5 ó 6 p%. Este tanto por ciento aplicado á cada racimo, aumentaría su costo en 18 céntimos, añadidos á 15 céntimos también por racimo, del impuesto de importación de los enceres, daría un total de 33 céntimos por racimo. Ahora si multiplicamos por 900, producto de lo que suele dar de racimos una fanegada al año, queda esta gravada en 300 ptas.

Y esta enormidad no la pagarían los ricos de la Isla, que viven en su gran mayoría de sus rentas en la Capital, lo que no sería tan grave, como pedía D. Rafael Ramírez, en su fogoso discurso pronunciado en el teatro de esta ciudad, ni algunas de las personalidades por él consultadas aquí, todas muy respetables y de prestigio en este pueblo. No son estos señores, ni otros pocos vecinos, propietarios más ó menos acaudalados, y que desde luego con gran sacrificio por su parte, soportarían el impuesto; son los centenares de pequeños propietarios y arrendatarios agobiados ya con los crecidos valores de las aguas, cada vez más escasas, y de abonos, pues de ambas cosas se hace mucho consumo, por exigencias del cultivo. La mitad de la tan ponderada riqueza de Arucas, es artificial, hecha por sus hijos pobres, que á fuerza de economías y trabajo constante, han hecho laborables riscos y terrenos incultos. Aunque en menor escala, igual sucede con Galdar y Guía. Ahora hagamos un poco de historia.

Viene relatando “La Mañana” el viaje triunfal de su Director por varios pueblos, y he observado que exagera muchísimo lo sucedido, en algunos de ellos, y especialmente en esta ciudad de Arucas. Llegó aquí un domingo y después de lanzarse unos cuantos voladores, aprovechó la hora de la salida de misa con las puertas del teatro abiertas. Se reunieron 200 personas; la mitad ó más de niños pequeños y jóvenes, y el resto de todo, menos labradores. Solo, se situó el Sr. Ramírez, en el escenario; y allí, acompañado de unas pocas sillas vacías, pronunció un vibrante y retador discurso.

Terminado éste, se dirigió al Ayuntamiento seguido de la mitad de la concurrencia donde le esperaba el Alcalde para telegrafiar á las autoridades. ¡Y á esto llama acompañarle un pueblo lleno de entusiasmo, donde hay 9 ó 10 mil habitantes!!... En Galdar y Guía, me dicen ocurrió casi lo mismo. Oremos que el Sr, Ramírez que tanto se afana por crear su impuesto de exportación, porque supone que todos los que están dedicados á estos cultivos especiales, están ricos, no trabajará con igual entusiasmo, para que el Gobierno, al repetirse una de tantas crisis que hemos sufrido algunos años, conceda primas de exportación á semejanza de lo que se hace en otros países, en casos análogos con sus cultivos en quiebra.

El jueves y viernes pasados estuvo en esta el Sr. Ramírez conferenciando con las personas que cita en su artículo, “Arucas acepta”. Al día siguiente hablé yo con casi todas ellas, y me dicen que el Sr. Ramírez, apasionado con su ideal, interpretó sus manifestaciones algo equivocadamente. Casi en general, se limitaron á decirle que estaban conformes con el propósito de suprimir los consumos y demás arbitrios, pero que veían muchas dificultades para una sustitución razonable, y dentro de la equidad y la justicia.

Y este es, el común sentir de todos los que tienen por norma el trabajo constante (no de los zánganos, que aunque pocos, también aquí los hay), y por ello afirmo que Galdar Guía y Arucas, “no aceptan lo que no deben aceptar” por ruinoso para su vida.

Y hechas estas breves consideraciones para evitar que se extravíe la opinión pública con predicaciones muy halagüeñas, pero que si se llevaran á la práctica ocasionaría la ruina completa de los pueblos más productores de Gran-Canaria, solo me resta enviarle sr. Director, expresivas gracias, por la inserción de las presentes líneas. Queda á sus órdenes tto. s. s. y amg. q. b. s. m. José SUÁREZ y SUÁREZ Ciudad de Arucas 30 de Enero de 1911».

No paró ahí el debate cuando el Director de “La Mañana” replicó que su máxima era defender la “autonomía” de las islas. Ante tal planteamiento José Suárez Suárez, remitió al “Diario de Las Palmas” su segundo escrito sobre el tema planteado que volvemos a reproducir íntegramente siguiendo los intereses anteriormente manifestados.

«Procuraré ser breve. Yo quisiera que en la prensa de la Isla, en asambleas ó reuniones, se discutiera sin apasionamientos y en buena lógica, asuntos de tanta importancia para todos, por las muchas personas obligadas á ello. Pero discutir con el señor Ramírez, en la forma que él lo hace, es completamente imposible.

Escribo estas líneas, no para los suscriptores, que haciéndome un honor que no merezco, se hayan tomado la molestia de leer mi comunicado, porque seguramente, se habrían quedado tan asombrados como yo, viendo como refuta el Sr. Ramírez cuanto en aquel, dejé expuesto. Lo hago para los que, sin conocer dicho escrito han creído lo que el Sr. Ramírez estampa en letras de molde, atribuyéndome propósitos y aspiraciones, que no puedo tener.

Suplico á estos señores perdonen mi atrevimiento, pero les ruego que para evitar repeticiones más ó menos latosas, lean á la vez que mi comunicado, “La Mañana” de hoy, y sino están muy apasionados, comprenderán quien dice disparates é inexactitudes. Desde el primer párrafo del citado periódico, salta la primera inexactitud, porque hice constar que solamente combatía el impuesto de exportación. Paso por alto los cálculos sobre este tema, que el Sr. Ramírez considera disparates míos. Yo no me atrevo á decir tanto de los suyos, pero sigo creyendo, que quizá á pesar de su reconocida competencia en todos los asuntos vitales para el país, esté equivocado.

Segunda inexactitud. No pretendo que graven la propiedad del pobre, como es la dedicada al maiz. He citado las que no estarían obligadas á pagar derechos de exportación como las importantes de caña de azúcar, trigo, maiz etc. Pero por lo visto, el Sr. Ramírez tiene afán de que los cultivadores de maiz me quieran mal. Y para remache de inexactitudes asegura que yo aspiro á que el Gobierno subvencione con 100 ó 200 mil duros, á los cultivadores de plátanos.

Lo que he dicho sobre primas de exportación, no es eso. Lea, lea bien y con tranquilidad, que la pasión lo ciega completamente. Y deduce como consecuencia, que yo con un egoísmo sin igual, ambiciono que los pobres sigan pagando consumos y derechos de plaza. Precisamente es todo lo contrario. De sus argumentos se desprende, que en esta isla son pobres únicamente, los jornaleros y obreros de todas clases y los cultivadores de maiz. No incluye á los arrendatarios y propietarios de pequeñas fincas sea cualquiera el cultivo á que las dediquen.

Si el Sr. Ramírez, para sus consultas, se dignase descender un poco en la escala social, palpablemente vería, que estos son muchas veces, tanto ó más dignos de protección que los obreros, pues apenas alcanzan lo suficiente para las necesidades más apremiantes de la vida, dándose por satisfechos, si una mala cosecha ó una depreciación en el valor de sus frutos no los deja entrampados por mucho tiempo. Y sabría además, que muchos de los emigrantes jóvenes que abandonan estas peñas en busca de mejor suerte son labradores ó hijos de labradores. De esta clase figuran en esta jurisdicción más de 400 agricultores dueños de pequeñas fincas sin agua ó con muy poca; porque los que pueden considerarse más ó menos ricos, por tener agua suficiente para el riego de ellas, no pasan de 25 ó 30.

Hace años que en esta isla nos quejamos todos de la escasez de lluvias; y dadas las necesidades cada vez más crecientes de agua, se puede asegurar que el que no la tenga en propiedad, no tiene nada. El Sr. Ramírez debe saber que este verano se vendió muy cara el agua, llegando en el mes de Septiembre á 350 pesetas la asada de 300 m.c. —¡A más de una peseta el m. c. D. Rafael!— ¿Hay cultivo, incluyendo plátanos á los precios que hoy tienen, que lo resista? El labrador tiene fé, y espera siempre que la Providencia venga en su socorro, enviándole agua del cielo. Y si no fuera eso ya hubieran emigrado todos. Medite el Sr. Ramírez y se convencerá que sería una injusticia tremenda imponerles más gabelas á los que poco tienen.

Pero á V. Sr. Ramírez, paladín de los grandes proyectos, no le sera difícil conseguir el que ahora con tanto fervor se propone, para que los pobres de todas clases queden exceptuados de todo impuesto sea cualquiera su nombre.

Sostiene V. que D. Ricardo Suárez y su yerno, D. Manuel, están entusiasmados con su idea de dar las 4.000 ptas. que les corresponde por derechos de exportación, á los pobres. Si á esta cantidad añade V. lo que pagarían por los derechos de importación sobre el material de empaque é ingredientes, sumarían 6 ó 7 mil pesetas. Y como todos los ricos de aquí hicieran lo mismo, en proporción, le será fácil á este Ayuntamiento reunir 20 ó 30 mil duros, cantidad más que suficiente para que los pobres quedaran libres de toda clase de impuestos y arbitrios. En todos los pueblos podría V. conseguir cosa parecida.

Termino, Sr. Director, haciendo constar que no me ocuparé más de este asunto, pues creo haber cumplido mi deber exponiendo públicamente mi opinión sobre un proyecto de tanta trascendencia que á todos nos interesa por igual. Y reiterándole mis más efusivas gracias por sus bondades, me repito á sus órdenes afmo, S. S. Q. B. S. M. José Suarez y Suarez. Arúcas, 3 de Febrero de 1911».

Precisamente a primeros de marzo la gran familia Suárez lamentaba la pérdida de uno de sus más destacados ancestros, varias veces concejal, gran cultivador y contribuyente, que se atrevió como sus hermanos a no compartir los criterios de los “leoninos” y apoyar a los revolucionarios “Jóvenes turcos” para que algo cambiara. «En Arucas ha dejado de existir nuestro distinguido amigo D. Juan Andrés Suárez, acaudalada persona en aquella ciudad, donde era muy estimado. A toda su dolorida familia y en particular á sus hijos políticos nuestros estimados amigos D. José Suárez Quesada y D. Manuel González enviamos nuestro pésame».

En este mismo mes de marzo, en la edición del día 18 de “La Gaceta” se publicaba el siguiente decreto: «Deseando dar prueba de Mi Real aprecio á D. Ramón Madan Uriondo Cambreleng y Dugí, de acuerdo con el parecer de Mi Consejo de Ministros, Vengo en hacerle merced de Título del Reino, con la denominación dé Marqués dé Arucas, para sí, sus hijos y sucesores legítimos. Dado en Palacio á dieciséis de Marzo de mil novecientos once.- Alfonso.- El Ministro de Gracia y Justicia, Trinitario Ruiz y Valarino».

El periódico madrileño “Las Canarias y nuestras posesiones africanas”, estuvo presto para saludar la noticia que fue silenciada por muchos de Gran Canaria «Muy justo es que se premie a ciudadanos que por su inteligencia y trabajo gloria y prestigio a España, y que la recompensa que se da no sea solo un titulo ú honor, sino que entrañe el reconocimiento por parte del Poder soberano de los méritos de las personas á quienes se le otorga.

Podía el Sr. Madan, si su deseo era llevar un título de Castilla, haber sacado uno de los que por derecho de familia le correspondía; pero no quiso, prefiriendo poder usar el que por su alta labor patriótica se ha ganado. Reciba el nuevo Marqués de Arucas nuestra más completa enhorabuena».

Acertaba de alguna forma en su comentario el periódico en determinado aspecto, pues la noticia en Arucas fue recibida con cierta frialdad, y en ocasionas solapada con el contrapuesto título de “Marqués de la Pollina”, aludiendo al nombre del barranco que atraviesa Las Hoyas. Y todo ello, porque ese título ya había tenido antes otro pretendiente.

Recurriendo de nuevo a nuestra bibliogragrafía, tal antecedente se recoge textualmente en una información biografíca de Francisco Gourié Marrero, cuando se dice lo siguiente: «Militó en el Partido Liberal de Fernando León y Castillo. Renunció al ofrecimiento del título de marques de Arucas que en primera instancia le ofrecieron. No sé exactamente por qué razón, aunque me temo que por no creerlo ni útil ni especialmente cristiano. Culto, refinado, con buen carácter y una fina ironía», remitiéndonos la fuente a su información complementaria en la nota al pie en la que se dice «Según  este autor, parece que Francisco Gourié participó activamente  en la obtención  del Título de Ciudad para Arucas. Privilegio que concedió la Reina – Regente Mª Cristina de Austria, en nombre de su hijo Alfonso XIII, y avaló el ministro de jornada, Alberto Aguilera, por documento firmado en el palacio  de verano de Miramar, San Sebastián, en 9/8/1894.»   

Sin desmentir la veracidad de la noticia que aquí se daba, si conviene dejar despejadas las causas de su renuncia a la petición del título de “Marqués de Arucas”, cuyo autor manifiesta «No sé exactamente por qué razón, aunque me temo que por no creerlo ni útil ni especialmente cristiano». Su razón nace en la inscripción de su nacimiento en la Casa Cuna de la Capilla del Sagrario de la Catedral como “hijo de padre desconocido”, cuestión que impedía el expediente de “limpieza de sangre” dentro de las acreditaciones de la nobleza e hidalguía.

Tradicionalmente son los actos positivos de nobleza los que califican y prueban la posesión de nobleza o hidalguía de un individuo mediante instrumentos públicos, que acreditan su calidad, según los fueros, usos y costumbres del derecho nobiliario español. La Real Pragmática de Felipe IV del 10-II-1623 dispuso que cuando hubiere tres actos positivos de limpieza y nobleza se tenga por pasada en cosa juzgada y ejecutoriada, y que en su virtud se adquiera derecho real a los descendientes por línea recta para quedar calificados por nobles y limpios. El perfecto conocimiento de su condición de “cunero” probablemente le hiciera desistir de someterse a tal investigación.

En la segunda quincena de marzo el Boletín Oficial publicaba el Plan de obras nuevas de carreteras en la isla, que incluía los enlaces de la carretera de Las Palmas a Arucas con los pagos de Trasmontaña y Montaña de Cardones.

El periódico madrileño “Las Canarias y nuestras posesiones africanas”, que se había apresurado a dar la noticia del Marquesado de Arucas, de alguna forma se vio obligado a informar a sus suscriptores sobre Arucas, y así en su edición del 1º de abril publicaba un extenso artículo titulado “La ciudad de Arucas” que reproducimos por su interés descriptivo.

«La concesión del marquesado de su nombre al opulento capitalista excelentísimo Sr.D. Ramón Madan, da actualidad á la rica zona de Gran Canaria, en la cual si él recoge grandes beneficios es porque la siembra de beneficios por los numerosos jornales que paga, las industrias que posee, las aguas que ha llevado y los cultivos que fomenta.

En el desenvolvimiento progresivo de la vida nacional, Arúcas es una de las poblaciones canarias que más se destacan por su actividad. A pesar de la ruina de la cochinilla, que tan profunda brecha abrió en su riqueza; á pesar de los errores, de los abandonos, de las corruptelas administrativas y de la falta de protección oficial que tantas trabas oponen al libre ejercicio de su acción, Arúcas ha dado siempre pruebas de su vitalidad y de su energía y constantemente encamina sus esfuerzos en el sentido de su reconstitución, de su progreso y de su engrandecimiento.

Un pueblo, al cual se ha dejado abandonado á sus propias iniciativas, y marcha decidida y francamente en la senda de su prosperidad y desenvolvimiento, y vive y lucha, revelando la enorme cantidad de energía que acumula, es un pueblo grande, acreedor á seguros y envidiables destinos.

La hermosa población ambiciona obtener los beneficios que le brinda el conjunto de sus grandes condiciones naturales, de su buen clima, de su privilegiado suelo, de su inmensa riqueza agrícola y de su pujante industria.

Es Arúcas centro de la región agrícola más importante de Gran Canaria. Su riqueza y prosperidad las debe á su actividad, á sus entusiasmos, á la constancia de su carácter, á sus nobles ambiciones, á su laboriosidad extraordinaria. Comprendió Arúcas, que la nobleza estaba en su suelo y realizó, con fe admirable obras pasmosas en favor de la agricultura. Era el principal elemento las aguas y las aguas abundan hoy en aquellas extensas vegas, convertidas en jardines. Desde una distancia de 15 kilómetros trajeron por cauces de argamasa y á través de varios túneles que atraviesan las montañas una enorme cantidad de agua que hoy riega sus carnes.

La población es pequeña, pero en estos años últimos ha tenido un notable crecimiento. Cuenta, sin embargo, con numerosos agregados, pintorescos lugares y hermosos caseríos, extendidos á sus alrededores, como la Costa del Bañadero, el más importante de todos, Montaña Cardones, el más poblado; Trapiche, el más industrioso, Cardonal, Cruz de Pineda, Lomo Blanco, Portales, El Puerto, San Francisco Javier, Santidad, Trasmontaña, el Peñón y San Andrés, los más distantes de Arúcas, La Goleta y Hoya de S. Juan los más cercanos, á las puertas mismas de la ciudad y con ella formando ya caserío.

La ciudad de Arúcas sería aún más visitada por los extranjeros y turistas que llegan á Las Palmas si la carretera estuviera en mejores condiciones de conservación. El polvo, los baches, el abandono de los caminos nos mantienen aislados. El dia en que se encuentre un remedio á estos males, Arúcas, la espléndida y rica Arúcas, será un atractivo para cuantos visiten esta isla de Gran Canaria. Será un ejemplo que podremos ofrecer á los extraños de la laboriosidad, inteligencia y trabajo del pueblo canario».

Ese mismo mes de abril el “Boletín Oficial de Canarias” publicaba la expropiación de las fincas que han de ser ocupadas en todo ó en parte en el término municipal de Arúcas, con motivo de la construcción de la carretera de tercer orden de Arúcas á Teror por el Palmar, recogiendo la resolución declarando la necesidad de la ocupación de algunas, que venía a desatascar el largo proceso de los trabajos ya emprendidos.

El 11 de abril el Gobierno Civil informa que se había presentado para su informe el expediente y proyecto de un embalse «en el barranquillo El Palmito, término municipal de Arucas, presentado por D. Agustín Bravo de Laguna», con una capacidad para 121.482 m3. Se trataba del viejo proyecto que la Heredad de Aguas había negociado con los propietarios del suelo, situado en la Caldera, la cabecera del barranco de Los Palmitos, la hoy conocida como Presa de La Umbría. Los propietarios del suelo observando el acierto que había supuesto la Presa del Pinto de la Heredad, no dudaron en retomar el viejo proyecto al que tuvieron acceso y que no prosperó cuando condicionaron a su aprovechamiento comunal.

Seguía el viejo Teatro Circo con la programación de veladas teatrales, y para el domingo 21 de mayo con la organización  Sociedad del Teatro “Los Doce” de Las Palmas ponía en escena un nuevo diálogo de Santiago Rusiñol que tan buena acogida había tenido siempre en Arucas con la obra “La eterna canción”, que completaba con la hermosa comedia en dos actos y en prosa, original de Miguel Ramos Garrión y Vital Aza, titulada “Zaragüeta”.

Para las fiestas patronales de San Juan Bautista, parroquia y ayuntamiento prepararon un sencillo y económico programa, dado que todas las recolectas de la Fábrica de san Juan y de cofradías eran destinadas a sufragar las obras del nuevo templo que marchaban a buen ritmo, si bien durante el invierno tuvieron que soportar los fuertes aguaceros. La fiesta se inició la víspera con los tradicionales cohetes y repiques, hasta la llegada de la noche después del rosario y las pláticas acostumbradas, tuvo lugar una función de fuegos artificiales con paseo y música en la plaza de san Juan.

Llegado el día 24, a las nueve y media se celebró la función religiosa con misa cantada por varios alumnos del Colegio de La Salle, predicando el penitenciario Francisco Vega. Terminada la función religiosa se inició la tradicional procesión con las imágenes del santo y de la virgen del Rosario, que concluyó con el canto de motetes por el grupo de alumnos del Colegio de La Salle en el nuevo templo. Durante todo el día se celebró la feria de ganado con gran éxito, único acto cívico, y por la tarde, más paseo con música en la plaza de san Juan.

El 4 de julio murió en su casa de la Playa de las Canteras de Las Palmas, el abogado y político aruquense Tomás García Guerra. Doctor en Derecho Civil y Canónico, además de letrado asesor de la Heredad de Aguas en asuntos de notable interés para la misma, había sido Diputado a Cortes, Decano del Colegio de Abogados de Las Palmas y Registrador de la Propiedad. Su carrera política fue muy variable ideológicamente, correligionario en distintos partidos llegó a constituir y alentar su opción particular. Su entierro en Las Palmas fue muy concurrido, trasladándose el cadáver desde su casa hasta los jardines de San Telmo.
El Napier (Abelardo Auyanet Romero)

Este mes de julio, la polvorienta carretera de Las Palmas a Agaete por Arucas y el Bañadero, conocía de la subasta de sus obras de mejora por la Dirección General de Obras Públicas del Estado, por un importante presupuesto de 39.080'93 pesetas; muchas promesas incumplidas, mucho polvo soportado, muchas quejas de los cultivadores, hasta que al final se había aprobado la consignación económica de la obra que una vez terminada dejaba algo más transitable para los nuevos automóviles la carretera.

Por esa carretera circularía el nuevo automóvil marca “Napier” núm. 7.327, adquirido por Ricardo Suarez Guerra, quien había solicitado al Gobernador Civil la correspondiente autorización para poder circular por las carreteras de la Isla. Adquirido a la marca británica David Napier & Son Limited, pionera de la industria automovilística que llevó sus vehículos a la competición deportiva,  siendo conocidos como los "verde Napier" (british racing Green), que debió sorprender a los aruquenses de aquellos tiempos.

Alguna desavenencia o cansancio había en la presidencia de la Heredad de Aguas, que el ingeniero naval Manuel Hernández Pérez presentó su renuncia al cargo en la junta del 30 de julio. De alguna forma debió solventarse el problema existente que continuó en su cargo algunos años más.

El domingo 13 de agosto es un día importante para la parroquia y para Arucas. Por tal motivo  hay una obligada visita para celebrar la Eucaristía, que será una acción de gracia porque concluía la primera fase de la construcción del nuevo templo. Se había llegado a la rasante de la planta del Triforio o primera donde se formaba una galería perimetral apoyada sobre los arcos. El antepecho que se iba a construirse en el borde interior de esa galería, sería el perímetro de un espacio totalmente en el aire que se proyectaría desde el piso en la planta baja hasta la planta cubierta tras superar el nivel de la segunda planta, conforme había diseñado el arquitecto Manuel Vega March.

La crónica parroquial lo cuenta así «La fecha del domingo día 13 de agosto de 1911 fue para los hijos de Arucas un día de gratos recuerdos por los hechos que en ese día tuvieron lugar. El Excelentístimo e Ilustrísimo señor Obispo de esta diócesis don Adolfo Pérez Muñoz quiso inaugurar la terminación de la primera parte de la nueva iglesia con la celebración de la Santa Misa en ella. Efectivamente, el día manifestado anteriormente, a las siete de la mañana, llegó su Excelencia Ilustrísima a esta población, acompañado por el Ilustrísimo señor Penitenciario don Francisco Vega, el presidente de la Junta don Francisco Gourié Marrero y su paje don Bienvenido Martín. Inmediatamente empezó la Santa Misa y terminada ésta subió al púlpito predicando con mucha elocuencia, como acostumbra hacerlo, electrizando con sus palabras de fuego los corazones de todos los oyentes. Se apoyó en algunos pasajes bíblicos, pero principalmente en la rotura  del tarro de los perfumes de la Magdalena, para decir a los hijos de Arucas que todos debían  de ser muy generosos para con la Casa del Señor. Después de pasar el día entre nosotros, por la tarde regresó a su Palacio. El gentío fue muy grande».

La crónica periodística la dejó como de costumbre el periódico “Diario de Las Palmas”, a través de un artículo remitido publicado en su edición del día 19, el cual reproducimos en su totalidad.

«El domingo pasado, 13 del corriente, fué para esta Ciudad de Arúcas un dia de fiesta, pero fiesta conmovedora y simpática, de la que conservarán grato recuerdo sus hijos, no solo por que marca la fecha de la primera misa dicha en la nueva y hermosa iglesia (ya toda ella á la mitad de su altura) sino también por que esta misa fué dicha por nuestro Excmo é Iltmo Sr. Obispo, que por su celo evangélico se ha captado el respeto, la consideración y el cariño de todos sus diocesanos.

En vista de los deseos de S.E.I. la Junta de la construcción del templo organizó los trabajos de manera que para ese día quedase limpio todo el perímetro de la iglesia, hasta entonces ocupado con canterías, materiales, etc; á fin de que pudieran ocuparla en toda su extensión los fieles.

Levantóse sobre un entarimado, cubierto de alfombras, un artístico altar en donde entre flores y luces se veía la imagen de San Juan Bautista, Patrono de Arucas, y al lado del Evangelio el sitial para el Sr. Obispo. También se improvisó un pulpito desde donde dirigiese su elocuente palabra á los que allí se congregaron. La parte alta hallábase adornada con profusión de banderolas.
En gentío en la Santa Misa  (Parroquia de Arucas)

La hora fijada para la misa era la de las 7 de la mañana, por temor de que más tarde pudiese el sol molestar á los que asistiesen al acto; pues no era posible conseguir un toldo lo suficiente grande para cubrir toda la iglesia.

Proximamente á las 7 llegó el señor Obispo, acompañado del Sr. Penitenciario D. Francisco Vega y de D. Bienvenido Morán, en un automóvil que galantemente puso á disposición de la Junta el Individuo de la misma D. José Suárez y Suárez, rico propietario de esta Ciudad y patriota de corazón.

A recibirle, á la entrada de la población, acudieron, además del señor Cura Párroco, Coadjutor y el capellán Sr. Círera, una comisión nutrida de la Junta de la iglesia, con su presidente, y otra comisión del Itre. Ayuntamiento, presidida por el Teniente-alcalde D. Juan Blanco; pues el Sr. Alcalde no pudo asistir por haber bajado á Las Palmas con motivo del desgraciado accidente ocurrido á su sobrino político la tarde anterior en la carretera de Teror. A estas comisiones se unieron muchas personas de significación y multitud de gente que vitorearon al Prelado, el cual contestó con su afable bondad, en él característica, bendiciendo á todos.

Entre acordes de la música, entusiastas vivas y revoloteos de palomas que, desde lo alto de los arcos, levantados en el trayecto, escapábanse de las manos de pequeñas niñas, penetró el Sr. Obispo en el interior de aquella mole de piedra labrada, que un día no lejano será el templo más hermoso de las provincias Canarias por su arte maravilloso.

Todo era allí dentro extraordinario y sublime: el altar, levantado en el mismo sitio donde en su día será colocado el sagrado tabernáculo; la techumbre, formada con banderas y gallardetes, por entre los cuales veíanse pedazos de nuestro cielo; las bóvedas laterales del primer cuerpo, ya cubiertas, coronadas de multitud de fieles; el piso alfombrado con hojas de laurel... todo nos olía á gloria. Y cuando llegó el momento solemne de la elevación de la Santa Hostia, aquel insigne sacerdote, aquel altar, aquella techumbre, aquel piso y aquellas acordadas notas de la marcha real qué descendían de lo alto y se enlazaban con el murmullo dé la oración que subia al cielo, nos revelaron toda la poesía de la eternidad.

Terminada la misa, subió al pulpito S.E.I. Empezó manifestando su agradecimiento á todos y á cada uno do los que han contribuido y puedan contribuir á la construcción de este magnífico templo: á todos, por que todos lo merecen: el pobre como pobre, ayudando con su modesto óbolo, y el rico, ayudando con su riqueza á erigir este monumento á Dios. Difícil resulta hacer una reseña de este sermón elocuente y persuasivo, como todos los suyos, abundantes citas de pasages biblicos, como el de la rotura del tarro de perfumes dé la Magdalena para ungir los pies del Salvador, muy aplicable al caso de nuestra iglesia, en que, unos pocos, afortunadamente, encuentran un gasto excesivo lo que importará el templo, sin paramientos en que para Dios todo es poco.

Mucho pudiéramos decir, si nos dejáramos llevar del entusiasmo, sobre este discurso admirable bajo todos conceptos, por su profundidad y por su brillante forma, por los variados y hermosos acentos del respetabilísimo orador, y por el fuego de su expresión; por su difícil sencillez y por los ingeniosos periodos con que llevaba el movimiento, de su alma al alma de su auditorio que le escuchó electrizado. Creemos que, si de intento hubiéramos procurado distraernos durante esta bella oración de nuestro Prelado, no hubiéramos podido conseguirlo: ¡Tal era la fuerza avasalladora de su elocuencia!

Cuando en sus últimas reflexiones profirió el Prelado estas frases: “Mientras los enemigos de Cristo con la rabia en el corazón y la piqueta demoledora en la mano van gritando ¡Abajo Dios! ¡abajo la Religión! ¡abajo las iglesias!, vosotros con la fé en el alma y el martillo constructor en la diestra gritáis ¡arriba el templo! ¡arriba la religión! ¡arriba Dios!, entonces nuestra emoción llegó á su grado más intenso. Parecía como si hubiéramos sido elevados á una región purísima, alumbrada por sobrenaturales resplandores y perfumadas por celestiales aromas. No es extraño que al terminar S.E I., el pueblo en masa, allí congregado, prorrumpiera en ardientes aclamaciones. Es que había tocado las fibras más delicadas del alma, hablándonos tan bien dé nuestro templo en el cual tenemos el irado el amor de nuestros amores.

Después de un ligero descanso, visitó la obra detalladamente, quedando muy satisfecho, no solo de su hermosura y magnificencia sino de sus adelantos pues la parecía imposible que en tan corto tiempo se hubiera hecho tanto y tan bien hecho. Inmediatamente marchó de paseo á los jardines de los Sres. Gourié, visitando más tarde los colegios de niñas y niños que dirigen las Hermanas de la Caridad y los Hermanos de la Doctrina Cristiana.

Por la tarde, después de recibir numerosas visitas, regresó S.E.I. á Las Palmas en el mismo automóvil; despidiéndose cariñosamente de todos, demostrando su satisfacción por el acto del día y dejándonos á todos un delicioso y grato recuerdo, que será inolvidable para los buenos hijos del Pueblo. Uno DE TANTOS».

Plano de sección del proyecto Vega March
 (Parroquia de Arucas)
Se había terminado la primera fase de la construcción del nuevo templo, y se decidió parar temporalmente la continuidad de las mismas hasta después del siguiente invierno, pues los aguaceros de este año originaron ciertas dificultades, y ahora tocaba seguir y alcanzar la altura para la construcción de la techumbre del templo. Al poco tiempo se conocía que los dineros invertidos hasta este momento ascendían ya a 200.000 pesetas, algo más de lo previsto inicialmente, si bien aquellos no contenían la cimentación.

Tras la conclusión de la primera fase del templo, y con la vista puesta en los dineros que se harían necesarios para continuar con las obras, tenía el ayuntamiento y fuerzas fácticas de Arucas que incentivar y animar al mecenas para que no decayera en su empeño de “aflojarse el bolsillo”, tanto él como la sociedad alta de Las Palmas sus ahora amigos, pues poco más había de las colectas que todas las cofradías realizaban con dicho fin y el pueblo no estaba ya tan espléndido económicamente. Así erigiéndose el Ayuntamiento en representante del pueblo, en el pleno del 25 de agosto de 1911 se presenta una moción «por ser tan notorios y constar a todos, los muchos beneficios que a este ilustre patricio debe esta población, tanto en el orden moral como en el material» y acuerda por unanimidad nombrar «Hijo Adoptivo de la Ciudad de Arucas a D. Francisco Gourié y Marrero». Se fortalecía así la vanidad personal y el prestigio social del personaje.

Leopoldo Matos Massieu
(Fedac)
A primeros de septiembre los “leoninos” ya empezaban a preparar su aparato de cara a la celebración de las próximas elecciones municipales, y su primer acto propagandístico fue agasajar con un banquete al diputado a Cortes Leopoldo Matos Massieu, llamado a sustituir a Fernando León y Castillo al frente del partido.

Algún defecto jurídico debió tener la Segunda Capellanía de Juan Mateo de Castro, de la que venían disfrutando los descendientes de la familia del antiguo alcalde Antonio J. Ponce Ponce, dado que en este tiempo se interpuso un pleito en reclamación de propiedad por la vecina de Arucas Rafaela Ortiz Déniz, pariente en línea directa en la sucesión, por las siguientes propiedades descritas en la fundación de dicha capellanía «una casa alta sobrada, con la parte de cocina y corral situada en la plaza de la Villa de Arúcas; un trozo de tierra labradía y arrifes compuesto de diez fanegadas más ó menos, situado donde dicen Hoya de Ariñes en la misma jurisdicción; un cercado con otro pedacillo que está del camino bajo, que está por Tenoya».

Ya en su momento nos pareció algo sospechoso en su aspecto legal que esta Segunda Capellanía de la que recibía sus cánones la fábrica de la Parroquia de san Juan, en los años inmediatos a la desamortización pasara a manos del mencionado alcalde.

En la edición del 13 de septiembre de “La Provincia”, se publica una carta del exportador José Suárez Suárez, que sufría en su frutera y de forma particular en su automóvil, el que había prestado al Obispo para su desplazamiento a Arucas como ya se ha contado, el mal estado de las carreteras y su temor a que los dineros aprobados para la subasta de las obras de mejora, fueran un goteo inacabable que alargara en el tiempo su mal estado, aprovechando la ocasión para influir en el ánimo de los políticos de la isla en su rápida consecución, con una dura crítica a los políticos, todo ello a propósito de uno de los habituales y lamentables accidentes en las carreteras de la isla.

«Anteayer tarde bajaba yo, dando tumbos en un coche, por la carretera que parte dé Tamaraceite al Puerto de la Luz, y me tropezé con un espectáculo que no dudo en calificar de horroroso. A ambos lados de la carretera había un monton de huacales con plátanos, muchos de ellos destrozados; un carro roto; seis bestias, más ó menos averiadas, una de ellas estaba muerta; y un carretero, poco menos que llorando su irreparable desgracia.

Le pregunté lo sucedido, y me contestó, que se había fijado en un bache grande, que allí me señaló, para sortearlo, pero no vió el que al lado estaba y como se metió de golpe en él, se volcó el carro. La fruta era "de D. Juan Marrero. y el carro de Adrián Medina. Es de lamentar la pérdida del señor exportador, pero no le afectará grandemente. La sufrida por el pobre carretero, que no baja de mil pesetas ó sea la 3ª parte de su fortuna, si que es tremenda. ¡Que cargo de conciencia (si la tuvieran) para los causantes de este ó parecidos percances que son frecuentes en dicha carretera! íSi hubiera justicia, ó un poco de humanidad, el Estado ó quien sea, debían abonar á este infeliz las expresadas mil pesetas, ya que le obliga á pagar una contribución crecidísima para ganarse la vida con su trabajo!.

Lo que se pueda decir para describir el estado de esta carretera, es poco siempre.  Todo el que la conoce pasa con miedo por ella. Hay muchos carreteros que prefieren ir por Las Palmas (5 kilómetros más lejos) aunque también está mal como todas las de esta isla. El que se aventura tiene que ser hombre sereno y hábil para sortear los innumerables baches, porque al más pequeño descuido, vuelca. Y esta es una carretera nueva, de reciente construcción, que materialmente se está desmoronando, porque no tiene, ni piedra de caja, ni china, ni nada; a pesar de ser de un interés capitalísimo para todos los pueblos del norte.

Si yo tuviera la honra de ser amigo de nuestro distinguido diputado D. Leopoldo Matos, le suplicaría se tomase la molestia de visitarla con detenimiento. Llamarles la atención á nuestros políticos es tontería porque solo saben odiarse, socavarse los cimientos y pedir votos en tiempo de elecciones.

Un Maura ó un Moret se quedan satisfechos con pronunciar frases, que se hacen célebres, como las que, á propósito de caminos vecinales recuerda ahora el dignísimo Sr. Ministro de Fomento (única esperanza de la España que trabaja) en su última notable circular á los alcaldes de la Nación.

“El país y los gobiernos se detestan cordialmente”, frase del Sr. Maura. “El labrador de hoy pasa peor vida que el siervo de la gleba: no conoce dé la civilización más que sus cargas y sus corrupciones” dijo el Sr. Moret.

Antes de terminar he de manifestar que parece increíble que haya rematador que se atreva á construir una carretera, esta que cito, y más increíble, aún, que los Ingenieros lo consientan. Un país donde estas cosas se puedan hacer impunemente, no podrá prosperar de ningún modo.

Muchas gracias anticipadas. Sr. Director, de su afmo. s. s. q. b. s. m. J. Suárez y Súarez.»

Convocadas las elecciones municipales para el 5 de septiembre, el asunto de la composición de las mesas en Arucas, siempre el más polémico, quedaban constituidas de la siguiente forma:

  • Distrito 1.º Pueblo.- Sección 1ª Este del Pueblo.- Presidente, Agustín L. de Matos y Matos; Suplente, Tomás Lantigua Quintana.
  • Sección 2.ª Oeste del Pueblo.- Presidente, Juan Ramos Guerra; Suplente, Antonio Herrera Batista.
  • Distrito 2.º Afueras.- Sección 1ª Cardones.- Presidente, Fernando Marrero Pérez; Suplente, Tomás Henríquez Marrero.
  • Sección 2ª Trasmontaña.- Presidente, Juan Suárez Guerra; Suplente, Antonio López Cruz.
  • Distrito 3º. Goleta-Costa.- Sección 1ª Goleta.- Presidente, Antonio Martín Pérez; Suplente, Santiago Hernández García.
  • Sección 2ª.- Costa.- Presidente, Atanasio Medina Rodríguez; Suplente, Antonio Guerra Navarro.

El avance de los resultados de las Elecciones del día siguiente, en la versión dada por “La Provincia” era como sigue: «La mayoría, de los amigos del Sr. Gourié. A los “jóvenes turcos” se les ha dado tres puestos para los Sres. D. Miguel Gran Bassas, D. Juan Marrero y Marrero y D. Juan Ponce Castellano».

En su edición del día 11, el mismo periódico profundiza más en la información dada anticipadamente, no desaprovechando la oportunidad para disparar contra todos aquellos que protagonizan la gran rotura de los “leoninos” por la avanzada edad de Fernando de León y Castillo, aquellos que en un momento fueron traídos a la “casa común”  por el propio “gran cacique” y que ahora huyen en estampida, información que nos permite conocer el escenario político traicionero de estos tiempos en que acontecen las elecciones municipales, que remata y adorna el periódico que abandera la separación provincial con una estrofa de isa muy apropiada para el momento y a modo de moraleja.

«Completando nuestra información de la elección municipal de Arucas, hecha el Domingo 5 del actual en la Junta Municipal del Censo, al amparo del artículo 29 de la Ley electoral, damos la lista de la totalidad de los electos.

Amigos del Sr. Gourié: D. Antonio Codorníu, que se cree será el Alcalde. D. Antonio Rodríguez Uribe, D. Demetrio Granados Marrero, D. Pedro Pérez y Pérez, D. Vicente Castellano y Lorenzo, D. José I. Mejías y Fernández.

“Jóvenes turcos”: D. Juan Ponce y Castellano, D. Francisco Marrero Yanes, D. Isidro Suárez Rodríguez.

A nuestro carísimo cofrade “La Defensa”. Nos dice, en su numero de anteayer, después de tratar de justificar la conducta, en esto de las elecciones, de la comunidad gobernante, que ya pasará el Domingo y cada cual sabrá en su momento oportuno, lo que tiene que hacer en orden al problema vital de la emancipación de Gran Canaria. Con estas ó parecidas palabras. De acuerdo... Y nosotros, para entonces, Dios mediante, contestaremos al colega, en lo que siempre tenemos especial gusto. No queremos apartarle ahora un momento de la gratísima tarea de éstas elecciones... que de seguro no faltará quien estime de vida ó muerte.

Pero permítanos, ya que tan recio y solemne dogmatiza y lanza epítetos de anatema, en su papel de órgano mayor de la comunidad gobernante, que le recordamos pasados tiempos de mala andanzas por los desiertos de la oposición. Que le recordamos aquellas elecciones municipales de 1903 cuando el Sr. Ruano, con la sartén por el mango, creía tener para siempre la confianza de D. Fernando. Que le recordemos con cuanto razón el colega fustigaba aquellos desplantes de poder, no por suaves y melifluos, monos insoportables. Que le recordemos como no pasó mucho tiempo sin que el cacique de la calle del Cano empezara á sentir, cabe el mismo expléndido retrato de D. Fernando, la tormenta de abajo y la orfandad de arriba. Que le recordemos como a pesar de sus buenas prendas de administrador de los intereses comunales y de su altura cívica, el Sr. Hurtado de Mendoza, al igual que Ruano, pagado de su poder, llegó asentir entorno suyo un vacío de simpatías que ni sus insignes méritos en memorable campaña sanitaria fueron bastantes á llenar.

Y que todo ello, como le consta al colega, no tuvo otra razón de ser que el tono doctoral, el aire enfático, la facha, la detestable facha del poder que solo puede pasar en los caciquillos de aldea, ¿Estamos? Suponemos que no molestaran al colega estos recuerdos aún no marchitos. Y también suponemos que habrá oído alguna vez, al son de templada vihuela, en noche ideal de luna, junto a los quejidos del mar en Melenara, este cantarero;

Anda, vé y dile á tu madre
Que me desprecia por pobre,
Que el mundo dá muchas vueltas
Y ayer se cayó una torre».

El sobrenombre dado por “La Mañana” a los republicanos de Arucas seguía estando vigente en toda su extensión: “Jóvenes turcos”. Así se recoge también en nuestra bibliografía.

«En Arucas hubo asimismo peñas contrarias a los liberales en el tramo final de la Regencia, y con el reinado de Alfonso XIII llegarían las colisiones entre el leonismo irreductible de los "amigos" del empresario Francisco Gourié Marrero y los “Jóvenes Turcos” de Juan Ponce Castellano. La sociabilidad burguesa, destapó, como en Arrecife, las tirrias entre los cenáculos: frente a la sociedad “El Liceo” que monopolizaban los leonistas históricos, los Jóvenes Turcos organizaron “El Progreso”».
La junta de la sociedad republicana “El Progreso” estaba formada por las siguientes: Presidente Juan Ponce Castellano, Vicepresidente Francisco Marrero Yánez, Presidente de Recreo Rafael Mª Suárez, Secretario Valentín Zamora Hernández, Tesorero Norberto Henríquez, Bibliotecario Miguel Grau Bassas, y Vocales Pedro Guerra, Manuel López Guerra, Tomás García e Isidro Suárez. 
La consecución de los tres asientos le había costado mucho a Juan Ponce Castellano después de muchos años de lucha política, de soportar persecuciones como cuando el alcalde le impuso una multa de 25 pesetas por negarse a dar alojamiento a dos soldados, sanción que sería revocada por providencia del gobierno en 1908.
Eran tiempos de hábitos caciquiles para adaptar los censos electorales a su antojo y obtener así los resultados apetecidos. Por estas prácticas los Jóvenes Turcos presentaron la oportuna querella criminal contra los infractores de la Ley Electoral en 1909, que fue sobreseída por esa interpretación torcida de los derechos. Ahora tocaba discutir la legalidad de la incompatibilidad del candidato “leonino” a alcalde.
La reclamación presentada por el vecino y elector de Arucas Agustín Leocadio Matos, interesaba «se declare incapacitado para el ejercicio del cargo, de Concejal de dicho Ayuntamiento, al electo don Antonio Codorniú Rodriguez (…) en la que se sostiene que el Sr. Codorniú está incapacitado por comprenderle los casos 3º y 4º del art 43 de la Ley municipal, toda vez que es farmacéutico titular del Municipio de Arúcas, con sueldo del Ayuntamiento y sujeto á cierta contrata para la expedición de medicamentos á los pobres».
En esta ocasión los “leoninos” movieron con prontitud toda su maquinaria política, en evitación de que la demanda se trasladara a la Audiencia, y en la sesión de la Comisión Provincial del 19 de diciembre, antes de la llegada de la Navidad, ya tenían el regalo de la resolución favorable.
«Resultando que por el mencionado Concejal electo, se impugna la reclamación presentada en contra de su capacidad y se pide se declare desestimada, en razón á que, al presente ya no ejerce el cargo de farmacéutico titular por haberlo renunciado ante el Ayuntamiento, admitiéndoselo por éste su renuncia.
Considerándose que no habiéndose presentado más reclamaciones que la de que queda hecho mérito, contra la elección de Concejales celebrada últimamente en Arúcas, sólo compete a esta corporación conocer y resolver los extremos á que la misma se contrae, sin tener para nada que aquilatar las demás incidencias de la elección.
Considerando que es doctrina constante contenida en Reales órdenes de 13 de diciembre de 1887 y 11 de Febrero de 1885, la de que, los motivos de incapacidad deben de referirse al tiempo del ejercicio del cargo de Concejal y no al de las elecciones, y que en tal sentido, desde que en el expediente está acreditado que el Sr Codorniu ya no es farmacéutico titular de Arúcas, hay que reconocer su capacidad para ejercer el cargo de Concejal de su Ayuntamiento en 1.° de Enero próximo.
Este Cuerpo en vista de ello ha acordado: Primero: Desestimar la reclamación formulada por D. Agustín Leocadio de Matos contra la capacidad del Concejal electo del Ayuntamiento de Arúcas, D. Antonio Codorniu Rodríguez y declarar capacitado á éste para desempeñar dicho cargo».
Como quiera que el cargo se desempeñaba a partir del 1º de enero del siguiente, cualquier día antes de la resolución era válido para la renuncia del farmacéutico, así se hizo para resolver su incapacidad. 
Pero ya Arucas había tenido el día 12 de diciembre un especial aguinaldo navideño: trillizos, cuya noticia fue así recogida por el periódico “La Provincia” algunos días después en una sentida crónica de su corresponsal. 
Los trillizos de Arucas
(Fedac)
«La ubérrima naturaleza de este suelo acaba de dar una nota de fecundidad altamente simpática. Rafaela Zamora, joven y pobre jornalera ha alumbrado, con toda felicidad, tres inocentes criaturas el día mismo en que dio á luz la Reina de España. Su padre se encuentra cumpliendo el servicio militar en la guarnición de Las Palmas. El caso es prodigioso entre nosotros; de los que se dan con rara frecuencia; y conmovedor, por las circunstancias que rodean á la familia.
A la madre le sorprende el parto teniendo á mano solamente los limitados recursos de una mujer pobre obligada al trabajo para mantenerse y sin la ayuda de su marido que paga corporalmente el tributo á la Patria. Ahora, tres recién nacidos han de conformarse con las escasas prendas de ajuar que su madre había preparado para el único fruto que naturalmente esperaba, incapaz de reparar con la comida ordinaria que pueda procurarse la madre en la actual situación los gastos fisiológicos y pérdidas orgánicas consecuentes á la sobrealimentación que necesitan las parturientas.
Este matrimonio encontrará en la cuna en lugar de tres hijos con una libra de pan liado el brazo, tres boquitas más que le demandan alimento que ellos no traen, tres nuevos compromisos que los tengan amarrados más fuertemente á la dura necesidad de ganarse la vida por medio del trabajo. Porqué, entre los braceros de este país al igual de los de otras partes, el trabajo corporal es una esclavitud penosa, ingrata, degradadora y mal retribuida, de la que quisiera librarse para siempre: escasos jornales que apenas si bastan para las necesidades más apremiantes de la existencia, dado el enorme precio de los artículos de primera necesidad; imposibilidad del ahorro como medio de cambiar algún día de posición; falta absoluta de esperanza de mejoramiento; largas temporadas de famélico descanso, por lo poco exijente en fuerzas de los cultivos actuales, y que en cambio enriquecen grandemente á los afortunados labradores de bananas en esta región, y por encima de todo esto el fatalismo social en que nos movemos, que marca al pobre desde que nace condenándolo á permanecer eternamente abajo, sin una sola ilusión, sin un rayo de esperanza de que pueda algún día encontrarse arriba.
Unos ángeles buenos, las señoras y señoritas de Arucas, conmovidas ante este cuadro de miseria han hecho cosa propia remediar en lo que de ellas dependa la falta de ajuar en estas pobres tres criaturas; y han pedido una limosna, por amor de Dios, tendiendo la mano á todas y cada una de las clases de la sociedad, ricos y pobres, para alimentar á la debilitada y heroica madre que cuida y que nutre á sus solos pechos tres hijos, en lugar de uno.
Pensamiento altruista noble y generoso, y tan adecuado al fin. que se ha hecho enseguida altamente popular: los hombres con el mayor entusiasmo colectan fondos de casa en casa; y el bello sexo corta, hilvana y cose la ropa de una canastilla, modesta, si pero abundante para que dure algún tiempo, con la cual se cubran y abriguen las rosadas carnes de aquellos tres angelitos. Y, si sobra dinero, dar socorros á la fecunda madre, en proporción de la cantidad recaudada.
Haremos, desde estas columna, un llamamiento á los sentimientos caritativos de todas las personas que se interesen por la suerte de esta familia necesitada; y si quieren contribuir con una limosna recibirán en cambio un Dios se lo pague nacido de lo más hondo del corazón de los socorridos, tan espontáneo y vehemente como el que hoy envían, por conducto de nosotros, á todas las almas buenas que están endulzando las horas de preocupación de una madre cariñosa por la vida de sus bajitos de sus entrañas».
Mientras, el ayuntamiento remataba el año con la compra del solar para el grupo escolar «El Sr. Gobernador Civil ha recibido el siguiente telegrama del Alcalde de Arucas: Arucas 23 (12'00). Acaba de firmarse escritura compra del solar para construcción del grupo escolar».

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