Después de haber
confirmado la Comisión Provincial los resultados electorales de las Municipales
en Arucas, al considerar que no concurría incompatibilidad de Antonio Codorniú
Rodríguez, para el desempeño del cargo de Concejal electo por su renuncia al
contrato de farmacéutico que mantenía con el Ayuntamiento, celebrada la sesión
inaugural el 2 de enero la corporación municipal quedaba formada así.
Alcalde Antonio Codorniú Rodríguez, y tenientes
de alcalde Vicente Castellano Lorenzo,
José Juan Mejías Fernández González y Demetrio
Marrero Granados; y los nuevos concejales electos Antonio Rodríguez Uribe,
Pedro Pérez Pérez, Juan Ponce y Castellano, Francisco Marrero Yanes e Isidro Suárez
Rodríguez, más los concejales del bienio anterior.
A nivel insular los
“leoninos” habían quedado bastante satisfechos con la celeridad con que la
Comisión Provincial había resuelto en tiempo y forma las reclamaciones contra
las elecciones municipales, particularmente las de Arucas y Telde, aunque ello diera
pie a editoriales del periódico republicano “El Progreso”, que hablaba de los
trueques realizados con el proceso en Puntallana.
«¡Oh, sarcasmo de sarcasmos! La Comisión provincial,
aprobando unas elecciones en las que el “leonismo” desplegó todas sus malas
artes, ha prestado á los “leonistas” el más grande servicio que éstos pudieran
desear; ella, conculcando las leyes, ha barnizado con apariencias de legalidad
todo género de amaños y atropellos; ella, prestándose á hacer el juego á los
caciques del Pacto palmero, nos ha puesto en trance de que se nos achaquen á
todos las culpas de unos cuantos, y de enajenarnos leales y desinteresadas
simpatías.
Ya se tocarán las consecuencias de esa conducta; ya se
sacarán los cristos reservados para las ocasiones; ya se apelará a la
palabrería efectista, cuando ya no tengan remedio los males hoy forjados».
En este año se suspenden
definitivamente las obras del Nuevo Teatro,
que venía siendo aprovechado para la celebración de competiciones de luchas y
gallos. Los propósitos de “Cultura y
Progreso”, sociedad constituida para
su construcción quedaban por lo pronto congelados hasta mejores tiempos. Según
se dijo, no fue tan sólo el fallecimiento de un obrero en 1906 la causa de la
paralización de las obras, pues lo fue también la exigencia de párroco y
miembros de la Junta de Construcción del nuevo Templo, que de alguna forma
demandaron que era el momento de que todas las iniciativas y esfuerzos
económicos se concentraran en la construcción del nuevo templo, cuestiones que de alguna forma aconsejarían
finiquitar el acuerdo con el arquitecto José Ángel Rodrigo-Vallabriga y su
edificio de hierro.
Aunque no puede
precisarse en qué momento y estado se abandonó el proyecto primigenio que en
algún momento desechó el primer proyecto de construcción con estructura de
hierro, se había decidido por un proyecto de edificio singular de tres alturas
aprovechando la diferencia de nivel del terreno en relación con la cota de la
calle, en un nuevo proyecto que pudo diseñar el arquitecto diocesano Fernando
Navarro y Navarro y seguir su yerno el también arquitecto Rafael Masanet y Faus,
si bien ello sería después del final de la Primera Guerra Mundial.
Detalle edificio sede (Heredad) |
Pasada la Epifanía llegan a Arucas para cumplir con la promesa dada los
Diputados a Cortes que habían sido invitados por los “Jóvenes turcos”, cuya
visita dará pie al “Diario de Las Palmas” para justificar en la historia que
sus bondades vienen de la apuesta de los “leoninos”, cuando los republicanos no
estaban.
Detalle del lucernario (Heredad) |
Las fiestas de san Sebastián que fueron muy animadas y concurridas,
transcurrieron con buen tiempo, sin mayores problemas. Ya finalizando enero,
tras la renuncia del nuevo alcalde al contrato de farmacéutico municipal, el
ayuntamiento declaró la vacante la misma «Se
encuentra vacante la plaza de
farmacéutico titular de Arucas, cuya plaza está dotada con el haber
anual de 1,310,90 pesetas». Algo más debería esperar el alcalde de su nuevo
cargo para renunciar a tales emolumentos.
Aprovechó el ayuntamiento su último pleno de enero para acogerse a los beneficios que
una nueva disposición otorgaba para la construcción de caminos vecinales, y
trasladaba al Gobernador Civil de la provincia, Antonio Eulate Fery, la
pertinente declaración de utilidad pública de las siguientes intervenciones
aprobadas: «de Arúcas al Caserío de
Trasmontaña por la Acequia Alta; de Arúcas al Caserío de los Castillejos por la
Hoya de San Juan; del Caserío de Montaña de Cardones á enlazar con la carretera
de Las Palmas á Agaete en su kilómetro 16; de la Cruz de Pineda (carretera de
Las Palmas á Agaete) al Caserío de Montaña de Cardones por Trasmontaña; de la
carretera de Las Palmas á Agaete al Caserío de la Santidad».
El 6 de febrero fallecía el carpintero y agricultor Francisco Hernández
Armas, muy sencillo de "cultura parda" que heredó de su hermano el
presbítero y fraile exclaustrado, que fuera secretario del obispo, Pedro
Regalado Hernández Armas, la capellanía del canónigo Manuel Álvarez Godoy que
había comprado, con buenas tierras de cultivo en Parrales y la hacienda del
Pino.
Ambos habían venido de La Portadilla de San José, y Francisco se había casado con Bárbara Pérez Marrero, teniendo una larga descendencia Hernández Pérez que tuvieron notable importancia para Arucas y las islas. Elías, fue Catedrático de Matemáticas en Francia y Barcelona; José, médico director del Hospital San Martín de Las Palmas; Manuel, casado con Dolores Suárez Suárez, hija de Ricardo Suárez Guerra y Juana Suárez Suárez era ingeniero naval y en este año, y otros más antes y después, presidente de la Heredad de Aguas, siempre acompañado en la vicepresidencia por José Suárez Suárez, así como vicepresidente de la Junta de Construcción del templo, cargo al que renunció porque no que quería ser un "sí-señor”; Orencio, ingeniero de caminos que dirigió la construcción de la presa del Pinto de la Heredad, después ingeniero responsable de Carreteras en Canarias, casado con Isabel González Díaz hermana de Francisco el "defensor del árbol", ambos primos políticos de Ramón Madan Uriondo; Pedro, médico ejerciente en Arucas; Antonia, monja del cister de Teror; y Dolores Francisca y Sisenando de los que no se tienen más datos. Todos sus hijos, aunque no fueron militantes de ningún partido político, estaban muy próximos a las corrientes progresistas y eran muy apreciados.
Ambos habían venido de La Portadilla de San José, y Francisco se había casado con Bárbara Pérez Marrero, teniendo una larga descendencia Hernández Pérez que tuvieron notable importancia para Arucas y las islas. Elías, fue Catedrático de Matemáticas en Francia y Barcelona; José, médico director del Hospital San Martín de Las Palmas; Manuel, casado con Dolores Suárez Suárez, hija de Ricardo Suárez Guerra y Juana Suárez Suárez era ingeniero naval y en este año, y otros más antes y después, presidente de la Heredad de Aguas, siempre acompañado en la vicepresidencia por José Suárez Suárez, así como vicepresidente de la Junta de Construcción del templo, cargo al que renunció porque no que quería ser un "sí-señor”; Orencio, ingeniero de caminos que dirigió la construcción de la presa del Pinto de la Heredad, después ingeniero responsable de Carreteras en Canarias, casado con Isabel González Díaz hermana de Francisco el "defensor del árbol", ambos primos políticos de Ramón Madan Uriondo; Pedro, médico ejerciente en Arucas; Antonia, monja del cister de Teror; y Dolores Francisca y Sisenando de los que no se tienen más datos. Todos sus hijos, aunque no fueron militantes de ningún partido político, estaban muy próximos a las corrientes progresistas y eran muy apreciados.
Al día siguiente, miércoles 7 de febrero, durante su entierro al que asistió gran cantidad de aruquenses de toda condición, se “abrieron los cielos” y se presentó un fuerte huracán que destrozó muchas plataneras y arrancó árboles grandes. El sábado, día 10, comenzó a llover entrada ya la noche, y no paró hasta la mañana del lunes día 12. El fuerte temporal obligó a talar el bicentenario “pino” que daba nombre a su Hacienda, a la entrada de Arucas, que ya amenazaba ruina y podía caer sobre la casona. En su lugar plantaron un nuevo retoño.
En este mes de febrero desaparecía el histórico establecimiento “Pantaleón Quevedo y Hermanos”, gran comercio de ultramarinos de la calle de León y Castillo, que entre otras cosas se hizo famoso por el Ron Cubano que importaba. En esas mismas fechas se iniciaba por su cuenta el hermano político de los hermanos Quevedo Ferrera, Blas Rosales Batista casado con Rosario Quevedo Ferrera, que representará entre otros productos el “papel de liar” Flor de Indias.
Ya en el mes de marzo, el gobierno del Estado tenía un borrador-ponencia que planteaba la nueva Ley de Cabildos, norma que desde las islas era considerada de enorme importancia para la nueva estructura político-administrativa que a las islas se le otorgaban. Como la misma entraba en su último paso previo a la discusión en el Senado, de todas las islas se desplazaron a Madrid distintas comisiones, en parte para conocer de sus pormenores en detalle, pero con mayor intensidad para ejercer presión sobre los legisladores al objeto de que la norma diera total satisfacción a las demanda y necesidades que se habían planteado desde las islas.
Distintas entidades organizaron en el desplazamiento de sus comisionados a Madrid, como lo hizo la Cámara de Comercio, la sociedad Los Doce, varios ayuntamientos, Filarmónica, Cultura y Turismo, Depósitos Comerciales, la sociedad Económica de Amigos del País, etc. Entre los comisionados desplazados a Madrid cabría destacar por su proyección futura al joven abogado José Mesa y López que ya empezaba a relacionarse con destacados miembros del “Partido Liberal Canario”.
Los “Jóvenes turcos” de Arucas que en su condición de republicanos-federalistas venían defendiendo la plena autonomía del archipiélago, se sentían muy identificados con esta Ley de Cabildos, muy en línea con su planteamiento, y después del ofrecimiento realizado por los Diputados a Cortes que en enero estuvieron en Arucas para asesorarles, decidieron comisionar a Rafael Mª Suárez, Juan Ponce Castellano y Luis Marrero Marrero para que se desplazaran a Madrid.
Fachada interior Salón de Juntas (Heredad) |
El día 10 de marzo se celebra Junta de la Heredad en el flamante nuevo salón de la misma, que fue presidida accidentalmente por Francisco Gourié Marrero, durante la cual el presidente y vicepresidente retiraron su dimisión. Nada se sabe que importantes causas motivaron este incidente, que no creemos estuvieran en las distintas obras de aumento y tapado de cauces y estudio del aumento de la de S. Juan para el lleno de la Presa. Sí creemos guarden relación con las pocas simpatías que se tenían los nombrados con el presidente accidental de esta Junta, en la que debió retractarse alguien de algo mal dicho.
Maquinaria del reloj instalada en 1913 (Heredad) |
Este mismo mes de marzo, después de dejar su domicilio en Madrid y de vuelta a la isla, Ramón Madan Uriondo accede al retiro del ejército como Comandante de Infantería, con un haber de 412,50 pesetas anuales.
Después del fallido intento de que la compañía “Canario-Vasco”, tras realizar distintas pruebas durante las fiestas de san Juan, abandonara el proyecto de alumbrado en Arucas y otros municipios del norte de la isla, por diferencias surgidas entre sus protagonistas en los negocios vinculados al agua en Santa Cruz de Tenerife como ya comentamos en estos Anales, en los primeros días de abril se celebraba una reunión en Arucas para retomar tal proyecto de alumbrado, en una iniciativa aquí nacida y de la que el periódico “La Provincia” se encargó de airear sin mucha convicción.
«Se habla de implantar en Arucas el alumbrado por electricidad. Así, por lo menos, hemos entendido que trabajan algunos elementos valiosos, guiados por un técnico, que á este fin se halla entre nosotros.
Ha tenido lugar una reunión de personalidades salientes donde se expuso la idea de formar una sociedad por acciones, para la explotación del negocio, y desde luego se suscribieron acciones por valor de cuatro mil pesetas. Que el vetusto farol de petróleo, único y deficiente medio de iluminación instalado actualmente en esta población con sus once mil habitantes, es cosa llamada á ser sustituida por otro sistema más en analogía con el vivir moderno, es una verdad innegable; lo mismo que es una necesidad verdadera que el Ayuntamiento escojite medios para sea un hecho que los vecinos disfruten los beneficios de una mejor iluminación pública.
Una sociedad de accionistas hijos de Arucas, ó un particular con suficiente capital son los llamados á desarrollar este negocio. La primera formada por hombres ricos, emprendedores y á la altura de su misión, no retrocedería ante el miedo de pérdidas eventuales descontadas en cualquier empresa que se acomete por primera vez, y seria la única capaz de llevar á término una idea altruista y en beneficio de la población. No hay que pensar en las fuerzas económicas ni en los arrestos individuales de quien pudiera exponer su capital á las peripecias de un contrato con el Ayuntamiento cuando una de las partes, contratantes obraría al son de la política, ó con objeto de favorecer á persona determinada en dolo de la otra parte. Esta es la razón para descartar del concurso á los particulares forasteros.
Desgraciadamente nos viene la intuición de que semejante proyecto correrá la suerte de otros muchos tan vitales como este y que se han convertido en amargas ilusiones.»
Algo de premoniciones de “oscuridad” había en el fondo de dicha reunión para el “alumbrado”, pues el miércoles 17 de abril, a las 10 de la mañana, se vio en Arucas un eclipse parcial de Sol, quedándose a media penumbra.
Aunque el vicepresidente de la Heredad
de Aguas José Suárez Suárez no las tenía de todas claras en dicha institución,
en la “Frutera Hespérides” sí tenía
muy claro donde estaba su futuro. «La
sociedad exportadora denominada Frutera Hespérides ha pedido al extrangero, y
muy en breve las recibirá, varios camiones automóviles para el transporte de su
fruta desde Arúcas al puerto de La Luz». Muchos inconvenientes tenía el
transporte de la fruta en huacales llevados en carros, y al margen de los
grandes agujeros que formaban los baches que también podían afectar a los
camiones, era necesario acortar los tiempos de desplazamiento, sacarle tiempo
al tiempo, para cumplir con los plazos de entrega al consignatario a pie de
muelle, y en un solo viaje transportar más cantidad de huacales que lo que
llevaba un carro. Los camiones reducirían considerablemente el tiempo del
desplazamiento y aumentarían el volumen de carga desplazada.
Como “no hay mal que por bien no venga”, y ya se sabía que “en abril, aguas mil”, se tenía auténtico pánico por los agricultores de la llegada de la langosta que se había propagado por Tejeda, invadiendo los pagos del Toscón, Yerba-Huerta, Majada Alta, Cuevas de las Niñas y Gonzalo, y los montes del Estado. Ya se tenían noticias de los estragos que había hecho en los almendros de Santa Lucía, Mogán y Tejeda, y que podía llegar a Artenara. Pero a partir del 21 de abril la temperie llegó en auxilio de la agricultura aruquense y norteña, con torrenciales lluvias y fuerte bajada de las temperaturas, con un frío intensísimo que impedía toda clase de trabajos, y que se convertía en el mejor antídoto contra la devoradora “langosta”.
Pocos días después, el viernes 25
llegaba a Arucas una excursión de 110 alumnos de la Escuela Normal de Las
Palmas, que era recibida a su entrada por el alcalde Antonio Codorniú Rodríguez
y por el secretario del ayuntamiento Pedro González Suárez, además de otros
concejales, que los agasajaron. Después «El
Alcalde de Arucas dispuso para los expedicionarios un buen almuerzo y después los
estudiantes visitaron el Ayuntamiento, las obras del nuevo y hermoso templo
parroquial, la presa del Pinto, el palacio de las Heredades recientemente construido,
las obras del teatro, la fábrica azucarera de San Pedro donde fueron atentamente
obsequiados por su propietario Don Francisco Gourié, quien lea acompañó en su
visita á todo los departamentos de la fábrica dándoles interesantes explicaciones,
y últimamente la hermosa quinta de recreo del Sr. Marqués de Arucas que estuvo
también muy atento con los expedicionarios».
De nuevo tocaba “regocijo general” en Arucas, y muchas satisfacciones reflejaban en su alegría los políticos locales. Alegrías que surgían por diferentes motivos ornamentísticos. Sorprendía especialmente a los visitantes ese pináculo del nuevo edificio-sede de la Heredad, donde se había instalado un reloj y un “pararrayos”, y ganaba esplendor con las curvadas escamas de pizarra que lo cubrían.
«Tocan á su término los últimos detalles de decorado del magnífico edificio que acaba de construir en esta ciudad la Heredad de Arucas para instalar en él sus oficinas y celebrar sus juntas. El edificio, que tiene honores de palacio, es hoy el mejor de Arucas y en él se ha empleado la piedra azul primorosamente labradas por inteligentes canteros. El salón de actos públicos es capaz para quinientas ó más personas».
También habían ayudado las lluvias de febrero al esplendor y verdor aparente de la vega y muchos pequeños agricultores esperaban confirmar una buena zafra, si bien el viento había tirado muchas cañas y como siempre los verdaderos beneficios se los llevaba el industrial azucarero «La cosecha de caña de azúcar ha sido abundante este año y la zafra ha dado gran movimiento y vida á esta industriosa población. Pero si el precio de la caña ha sido más bajo que en años anteriores, el del azúcar ha subido de un modo alarmante pagándose este artículo de primera necesidad, aquí, en donde se elabora, tan caro como en Las Palmas».
Más claro lo tenían los exportadores de los nuevos cultivos, aunque dejaban las mermas para el mercado local «Arucas produce plátanos para invadir los mercados de Inglaterra, y en Arucas, aunque parezca mentira, no se comen plátanos buenos, Y Arucas produce caña dulce, y fabrica azúcar, y aunque también parezca mentira, el azúcar aquí está tan caro que pronto será necesario emplear la miel para endulzar el café».
Pero no todos los patronos barrían para sus interés, y otros habían que se preocupaban por su trabajadores cuidando que tuvieran un justo pago a su trabajo, y como no, ayudar a sus vecinos para que tuvieran su pequeña y recoleta ermita donde cumplir con las fiestas de guardar. Eran Rafael María Suárez Suárez y su mujer a María del Pilar Medina Rivero, quienes se sumaron decididamente a las colectas de los vecinos del Trapiche para la construcción de su ermita dedicada a San José de la Montaña, y después de un año con mucha esfuerzo físico habían levantado, si en noviembre del año anterior sin grandes acabados habían abierto al culto, para este ya preparaban la celebración de sus primeras fiestas.
«El día 12 del actual mes de Mayo, con motivo de la reciente edificación de una iglesia en el importante pago de El Trapiche, los vecinos tratan de celebrar con el mayor lucimiento la primera fiesta en honor de San José de la Montaña, titular de la nueva iglesia, con música, función de fuegos artificiales y otros regocijos. Los actos religiosos se verificarán con toda solemnidad. El 11 por la noche dará principio la novena predicando el Lcdo. D. Celestino González, párroco de Sto. Domingo de Las Palmas, y el día 12 habrá función religiosa y procesión, estando el panegírico de San José á cargo del elocuente orador sagrado D, José Marrero, párroco de Moya».
El párroco de Arucas Francisco Cárdenes Herrera no tenía tiempo para los parroquianos de los pagos y debía estar centrado en su único objetivo de reiniciar los trabajos de la segunda fase del nuevo templo, dejando atrás las lluvias, cuando el miércoles 8 de mayo «se presentaron unos calores tan terribles que nadie recordaba haberlos sentido semejantes. Estos calores vinieron acompañados de un viento que quemaba y duraron dos días más. El sábado 11 de Mayo del mismo año comenzó á refrescar el tiempo».
«Aunque no con todo la actividad que el pueblo y la entusiasta Junta encargada de la magna obra desearan, pues esta resulta verdaderamente costosa, continúan los trabajos de construcción del nuevo templo parroquial de Arucas, que será en su día uno de las más hermosas iglesias de Canarias. Tanto la Junta como el vecindario siguen animados del mayor entusiasmo en favor de estas obras».
Pero de las expectativas con la caña a las realidades de las zafras, las distancias en ocasiones son mínimas «… según nos dicen personas bien informadas, la cosecha de caña ha sido en Arúcas este año de algunos miles de quintales menos que el año anterior debido á los destrozos que ocasionó el temporal de viento en Febrero y también á la escasez y elevado precio del agua de riesgo en otoño. Tampoco el precio de la caña ha sufrido allí variación en esta zafra, pues se ha pagado á tres pesetas el quintal como en las zafras anteriores, á pesar de que, por las causas antedichas, se ha cortado caña muy mal.
Al azúcar que en Arúcas se ha vendido se le ha rebajado el importe de lo que costaría conducirla á Las Palmas, no contando las cantidades llevadas por los labradores á un precio especial, más bajo que el corriente. Luego el azúcar se vende en Arúcas á más bajo precio que en Las Palma».
Y se confirmaba el descenso en la caña a moler «160.000 quintales de caña, (25.000 menos que en el año anterior) ha molido este año la fábrica azucarera San Pedro, de Arucas».
Con mayo había llegado el tiempo de levante y el día 9 se habían superado las temperaturas históricas de Arucas «Hace dias que un pronunciado tiempo de levante está azotando esta comarca; especialmente hoy llegó el termómetro á 56º al sol y á 35º dentro de las habitaciones. A la sombra marcaba 41° y era tan sofocante el calor que todos los trabajadores al aire libre abandonaron la faena».
El día 15 los “Jóvenes turcos” celebraron la boda de su líder Juan Ponce Castellano con Mª Estrella Blanco Suárez, hija del matrimonio formado por el médico Joaquín Blanco Sapena y Joaquina Suárez Pérez.
En esos días de calor, el teldense Nicolás
Espino Santana, maestro de primera enseñanza, solicitaba autorización para
abrir un colegio privado para niños en la casa de planta alta situada en la
esquina de la calle de san Juan con la entonces llamada calle Álvarez. Casi
coincidente en el tiempo, el Ministerio de Instrucción Pública autorizaba al
Instituto de Las Palmas para examinar a los alumnos del Colegio La Salle de
Arucas.
El programa de las fiestas patronales de este año venían marcadas por el gran distanciamiento con las últimas anteriormente celebradas, que si por algo destacaban eran por la mediocridad justificada con que los dineros estaban destinados a la construcción del nuevo templo. Algún milagroso mejunje debió preparar el alcalde Antonio Codorniú Rodríguez en su particular botica, que cambió el destino de algunas partidas económicas para recuperar los tradicionales festejos, que coincidían con el inicio de la segunda fase de la construcción del templo, que tampoco la Junta de Construcción después de gastarse 200.000 pesetas en la anterior, tenía claro de dónde sacar los fondos necesarios para afrontar una fase que ofrecía mayores costes por tratarse de trabajos en altura y el particular diseño del techo “al aire” con tirantes fabricados en piedra, a partir del cual se elevarían tres de las cuatro torres de los ángulos y se ponía en duda la construcción de la torre central prevista en el proyecto del arquitecto Vega March.
Como “no hay mal que por bien no venga”, y ya se sabía que “en abril, aguas mil”, se tenía auténtico pánico por los agricultores de la llegada de la langosta que se había propagado por Tejeda, invadiendo los pagos del Toscón, Yerba-Huerta, Majada Alta, Cuevas de las Niñas y Gonzalo, y los montes del Estado. Ya se tenían noticias de los estragos que había hecho en los almendros de Santa Lucía, Mogán y Tejeda, y que podía llegar a Artenara. Pero a partir del 21 de abril la temperie llegó en auxilio de la agricultura aruquense y norteña, con torrenciales lluvias y fuerte bajada de las temperaturas, con un frío intensísimo que impedía toda clase de trabajos, y que se convertía en el mejor antídoto contra la devoradora “langosta”.
Detalle (Heredad) |
De nuevo tocaba “regocijo general” en Arucas, y muchas satisfacciones reflejaban en su alegría los políticos locales. Alegrías que surgían por diferentes motivos ornamentísticos. Sorprendía especialmente a los visitantes ese pináculo del nuevo edificio-sede de la Heredad, donde se había instalado un reloj y un “pararrayos”, y ganaba esplendor con las curvadas escamas de pizarra que lo cubrían.
«Tocan á su término los últimos detalles de decorado del magnífico edificio que acaba de construir en esta ciudad la Heredad de Arucas para instalar en él sus oficinas y celebrar sus juntas. El edificio, que tiene honores de palacio, es hoy el mejor de Arucas y en él se ha empleado la piedra azul primorosamente labradas por inteligentes canteros. El salón de actos públicos es capaz para quinientas ó más personas».
Detalle del pináculo (Heredad) |
También habían ayudado las lluvias de febrero al esplendor y verdor aparente de la vega y muchos pequeños agricultores esperaban confirmar una buena zafra, si bien el viento había tirado muchas cañas y como siempre los verdaderos beneficios se los llevaba el industrial azucarero «La cosecha de caña de azúcar ha sido abundante este año y la zafra ha dado gran movimiento y vida á esta industriosa población. Pero si el precio de la caña ha sido más bajo que en años anteriores, el del azúcar ha subido de un modo alarmante pagándose este artículo de primera necesidad, aquí, en donde se elabora, tan caro como en Las Palmas».
Más claro lo tenían los exportadores de los nuevos cultivos, aunque dejaban las mermas para el mercado local «Arucas produce plátanos para invadir los mercados de Inglaterra, y en Arucas, aunque parezca mentira, no se comen plátanos buenos, Y Arucas produce caña dulce, y fabrica azúcar, y aunque también parezca mentira, el azúcar aquí está tan caro que pronto será necesario emplear la miel para endulzar el café».
Pero no todos los patronos barrían para sus interés, y otros habían que se preocupaban por su trabajadores cuidando que tuvieran un justo pago a su trabajo, y como no, ayudar a sus vecinos para que tuvieran su pequeña y recoleta ermita donde cumplir con las fiestas de guardar. Eran Rafael María Suárez Suárez y su mujer a María del Pilar Medina Rivero, quienes se sumaron decididamente a las colectas de los vecinos del Trapiche para la construcción de su ermita dedicada a San José de la Montaña, y después de un año con mucha esfuerzo físico habían levantado, si en noviembre del año anterior sin grandes acabados habían abierto al culto, para este ya preparaban la celebración de sus primeras fiestas.
Ermita del Trapiche (pensarporlibre-blogspot-com) |
«El día 12 del actual mes de Mayo, con motivo de la reciente edificación de una iglesia en el importante pago de El Trapiche, los vecinos tratan de celebrar con el mayor lucimiento la primera fiesta en honor de San José de la Montaña, titular de la nueva iglesia, con música, función de fuegos artificiales y otros regocijos. Los actos religiosos se verificarán con toda solemnidad. El 11 por la noche dará principio la novena predicando el Lcdo. D. Celestino González, párroco de Sto. Domingo de Las Palmas, y el día 12 habrá función religiosa y procesión, estando el panegírico de San José á cargo del elocuente orador sagrado D, José Marrero, párroco de Moya».
El párroco de Arucas Francisco Cárdenes Herrera no tenía tiempo para los parroquianos de los pagos y debía estar centrado en su único objetivo de reiniciar los trabajos de la segunda fase del nuevo templo, dejando atrás las lluvias, cuando el miércoles 8 de mayo «se presentaron unos calores tan terribles que nadie recordaba haberlos sentido semejantes. Estos calores vinieron acompañados de un viento que quemaba y duraron dos días más. El sábado 11 de Mayo del mismo año comenzó á refrescar el tiempo».
«Aunque no con todo la actividad que el pueblo y la entusiasta Junta encargada de la magna obra desearan, pues esta resulta verdaderamente costosa, continúan los trabajos de construcción del nuevo templo parroquial de Arucas, que será en su día uno de las más hermosas iglesias de Canarias. Tanto la Junta como el vecindario siguen animados del mayor entusiasmo en favor de estas obras».
Pero de las expectativas con la caña a las realidades de las zafras, las distancias en ocasiones son mínimas «… según nos dicen personas bien informadas, la cosecha de caña ha sido en Arúcas este año de algunos miles de quintales menos que el año anterior debido á los destrozos que ocasionó el temporal de viento en Febrero y también á la escasez y elevado precio del agua de riesgo en otoño. Tampoco el precio de la caña ha sufrido allí variación en esta zafra, pues se ha pagado á tres pesetas el quintal como en las zafras anteriores, á pesar de que, por las causas antedichas, se ha cortado caña muy mal.
Al azúcar que en Arúcas se ha vendido se le ha rebajado el importe de lo que costaría conducirla á Las Palmas, no contando las cantidades llevadas por los labradores á un precio especial, más bajo que el corriente. Luego el azúcar se vende en Arúcas á más bajo precio que en Las Palma».
Y se confirmaba el descenso en la caña a moler «160.000 quintales de caña, (25.000 menos que en el año anterior) ha molido este año la fábrica azucarera San Pedro, de Arucas».
Con mayo había llegado el tiempo de levante y el día 9 se habían superado las temperaturas históricas de Arucas «Hace dias que un pronunciado tiempo de levante está azotando esta comarca; especialmente hoy llegó el termómetro á 56º al sol y á 35º dentro de las habitaciones. A la sombra marcaba 41° y era tan sofocante el calor que todos los trabajadores al aire libre abandonaron la faena».
El día 15 los “Jóvenes turcos” celebraron la boda de su líder Juan Ponce Castellano con Mª Estrella Blanco Suárez, hija del matrimonio formado por el médico Joaquín Blanco Sapena y Joaquina Suárez Pérez.
Colegio de niños (Catálogo Pat. Mpal) |
El programa de las fiestas patronales de este año venían marcadas por el gran distanciamiento con las últimas anteriormente celebradas, que si por algo destacaban eran por la mediocridad justificada con que los dineros estaban destinados a la construcción del nuevo templo. Algún milagroso mejunje debió preparar el alcalde Antonio Codorniú Rodríguez en su particular botica, que cambió el destino de algunas partidas económicas para recuperar los tradicionales festejos, que coincidían con el inicio de la segunda fase de la construcción del templo, que tampoco la Junta de Construcción después de gastarse 200.000 pesetas en la anterior, tenía claro de dónde sacar los fondos necesarios para afrontar una fase que ofrecía mayores costes por tratarse de trabajos en altura y el particular diseño del techo “al aire” con tirantes fabricados en piedra, a partir del cual se elevarían tres de las cuatro torres de los ángulos y se ponía en duda la construcción de la torre central prevista en el proyecto del arquitecto Vega March.
El programa de las fiestas patronales
de junio contemplaba cuatro días, del 22 al 25 inclusive, poco acostumbrados
hasta este año. El sábado 22 a las 12 de la mañana tenía lugar el repique
general de campanas, y los gigantes y cabezudos recorrían las principales
calles de la población anunciando el comienzo de los festejos. A las 8 de la
noche se iniciaban los actos religiosos en la nueva Iglesia parroquial, en la
que participaba algún elocuente orador, y terminados los mismos, había paseo en
la plaza de León y Castillo amenizando la banda de música que dirigía mi abuelo
paterno Bruno Pérez González. El ayuntamiento se atrevió a cambiar la
tradicional velada musical de la plaza de san Juan, posiblemente por estar parcialmente
ocupada por la ermita de ladrillos que se construyó provisionalmente cuando el
derribo de la anterior iglesia.
El domingo 23, víspera del santo, desde las 5 de la mañana se anunciaba la diana por toda la ciudad con la banda que había amenizado el paseo de la noche anterior, de donde cabe pensar que se empataba un acto con el otro. Había aguante. Después a las 10 de la mañana, solemne función religiosa en la Iglesia parroquial “á toda orquesta”, adelantándose a este domingo la tradicional procesión que saldría a las 12 con las imágenes de san Juan y la virgen del Rosario, que coincidiría en su recorrido tradicional con la elevación de “numerosos globos, recibidos al efecto de una acreditada fábrica de Barcelona”.
A las 5 la tarde carreras de sortijas a caballo en el sitio denominado “Cantoneras”, en la entonces calle Real cerca del nuevo y flamante edificio de la Heredad de Aguas, en cuyas carreras los “ginetes que acudan se disputarán magníficas y valiosas cintas pintadas y bordadas por distinguidas señoritas de la localidad”. A las 8 de la noche, nueva solemne función religiosa con plática á cargo de otro elocuente orador venido de Las Palmas, al que el ayuntamiento le daba una hora justita, pues para las 9 de la noche se anunciaba la iluminación á la veneciana en la parte superior de la plaza de San Juan, con paseo y música, que darían paso a la quema de los fuegos artificiales que se habían “encargado los más afamados pirotécnicos de la isla”.
El lunes 24, día del santo, a las 5 de la mañana nueva diana con la banda de música, que daba paso a las 8 de la feria de ganado, que se haría en el “gran recinto de la Fábrica azucarera “San Pedro”, para la cual se establecieron premios para los ganadores del término y de pueblos limítrofes, adjudicándose los premios a aquellos ejemplares que más se distingan a juicio del Jurado.
A las 10, nueva función religiosa “á toda orquesta” en el templo parroquial, con panegírico del Santo Patrono y nueva procesión qua recorrerá las calles de costumbre, esta sin globos, algo más seria porque concurrirían las autoridades y la banda de música. Terminada la procesión, sobre la 1 de la tarde, se recuperaba el reparto de “pan á los pobres” en el parque de León y Castillo, conocido popularmente como “plaza de san Sebastián”. A las 5 de la tarde, en la plaza de San Juan velada amenizada por la banda de música, durante la que se elevarían los globos que aún quedaban. A las 10 de la noche las sociedades de recreo “Circulo Agrícola Comercial” y “Sociedad de Trabajadores” abrirían sus salones, que a juzgar por los preparativos que se hacían y el entusiasmo del elemento joven, tendrían lugar magníficos bailes de sociedad.
Para el martes 25, a las 2 de la tarde se anunciaba una gran gira al paraje denominado Pinto, “donde á orillas de la gran presa del mismo nombre se establecerán distintos merenderos y organizarán bailes populares”.
Con posterioridad se supo que las función religiosa “á toda orquesta” se correspondía con un nutrido coro de niños del colegio de san Juan Bautista de la Salle, y que el orador del día 24 fue el Dr. D. José Martín Morales predicador de S. M. y profesor de la Universidad Pontificia. Y al término de la procesión en el nuevo templo se cerraban con la interpretación musical de dos inteligentes y aventajados alumnos del colegio La Salle, con una pieza de violín, y nueva intervención del nutrido coro del mismo colegio.
Las fiestas motivaron el desplazamiento de muchas personas de Las Palmas y el resto de la isla, siendo muy celebradas. Ni las incomodidades de la carretera impidieron el masivo desplazamiento para asistir a las fiestas de Arucas.
También hubieron algunos repiques, pero sobre todo muchos voladores de los ilusionados “autonomistas”, cuando el viernes 12 el Senado daba la aprobación a la que será conocida como Ley de Cabildos, que suponía la gran reforma político-administrativa de las islas por la que tanto habían apostado los “Jóvenes turcos” y a la que también se sumaron los “leoninos” que esperaban y demandaban que el segundo paso fuera la deseada “División provincial”.
El domingo 23, víspera del santo, desde las 5 de la mañana se anunciaba la diana por toda la ciudad con la banda que había amenizado el paseo de la noche anterior, de donde cabe pensar que se empataba un acto con el otro. Había aguante. Después a las 10 de la mañana, solemne función religiosa en la Iglesia parroquial “á toda orquesta”, adelantándose a este domingo la tradicional procesión que saldría a las 12 con las imágenes de san Juan y la virgen del Rosario, que coincidiría en su recorrido tradicional con la elevación de “numerosos globos, recibidos al efecto de una acreditada fábrica de Barcelona”.
A las 5 la tarde carreras de sortijas a caballo en el sitio denominado “Cantoneras”, en la entonces calle Real cerca del nuevo y flamante edificio de la Heredad de Aguas, en cuyas carreras los “ginetes que acudan se disputarán magníficas y valiosas cintas pintadas y bordadas por distinguidas señoritas de la localidad”. A las 8 de la noche, nueva solemne función religiosa con plática á cargo de otro elocuente orador venido de Las Palmas, al que el ayuntamiento le daba una hora justita, pues para las 9 de la noche se anunciaba la iluminación á la veneciana en la parte superior de la plaza de San Juan, con paseo y música, que darían paso a la quema de los fuegos artificiales que se habían “encargado los más afamados pirotécnicos de la isla”.
El lunes 24, día del santo, a las 5 de la mañana nueva diana con la banda de música, que daba paso a las 8 de la feria de ganado, que se haría en el “gran recinto de la Fábrica azucarera “San Pedro”, para la cual se establecieron premios para los ganadores del término y de pueblos limítrofes, adjudicándose los premios a aquellos ejemplares que más se distingan a juicio del Jurado.
A las 10, nueva función religiosa “á toda orquesta” en el templo parroquial, con panegírico del Santo Patrono y nueva procesión qua recorrerá las calles de costumbre, esta sin globos, algo más seria porque concurrirían las autoridades y la banda de música. Terminada la procesión, sobre la 1 de la tarde, se recuperaba el reparto de “pan á los pobres” en el parque de León y Castillo, conocido popularmente como “plaza de san Sebastián”. A las 5 de la tarde, en la plaza de San Juan velada amenizada por la banda de música, durante la que se elevarían los globos que aún quedaban. A las 10 de la noche las sociedades de recreo “Circulo Agrícola Comercial” y “Sociedad de Trabajadores” abrirían sus salones, que a juzgar por los preparativos que se hacían y el entusiasmo del elemento joven, tendrían lugar magníficos bailes de sociedad.
Para el martes 25, a las 2 de la tarde se anunciaba una gran gira al paraje denominado Pinto, “donde á orillas de la gran presa del mismo nombre se establecerán distintos merenderos y organizarán bailes populares”.
Con posterioridad se supo que las función religiosa “á toda orquesta” se correspondía con un nutrido coro de niños del colegio de san Juan Bautista de la Salle, y que el orador del día 24 fue el Dr. D. José Martín Morales predicador de S. M. y profesor de la Universidad Pontificia. Y al término de la procesión en el nuevo templo se cerraban con la interpretación musical de dos inteligentes y aventajados alumnos del colegio La Salle, con una pieza de violín, y nueva intervención del nutrido coro del mismo colegio.
Las fiestas motivaron el desplazamiento de muchas personas de Las Palmas y el resto de la isla, siendo muy celebradas. Ni las incomodidades de la carretera impidieron el masivo desplazamiento para asistir a las fiestas de Arucas.
También hubieron algunos repiques, pero sobre todo muchos voladores de los ilusionados “autonomistas”, cuando el viernes 12 el Senado daba la aprobación a la que será conocida como Ley de Cabildos, que suponía la gran reforma político-administrativa de las islas por la que tanto habían apostado los “Jóvenes turcos” y a la que también se sumaron los “leoninos” que esperaban y demandaban que el segundo paso fuera la deseada “División provincial”.
La Ley de Cabildos Insulares
de 11 de julio de 1912 y su Reglamento “provisional” de 12 de octubre del mismo
año, suscitó en las islas distintas
respuestas, muchas favorables porque venía a regular un nuevo marco político-administrativo
que trasladaba competencias importantes al gobierno de cada isla, solución que
por sí misma daba respuesta a la demanda de mayor proximidad y conocimiento de
las necesidades reales de cada una de ellas. Pero también tuvo sus respuestas
negativas, en gran parte nacidas en la isla de Tenerife, y en gran medida
porque venía a representar un importante y peligroso primer paso para la pretendida división
provincial. De nuestra bibliografía incluimos el texto que nos describe ese
debate y movimientos originados en las islas tras su aprobación.
«Aprobada la ley por el Senado, se promulgó y publicó, con fecha 11 de julio de 1912, la nueva ley administrativa de Canarias, firmada por el rey y por Canalejas (1). Consta de doce artículos, tres disposiciones transitorias y dos artículos adicionales. La reacción inicial fue, diríamos, paradójica. En Tenerife –que era quien había ganado la batalla- hubo protestas. En cambio, el marqués del Muni manifestó: “Condenados a optar, preferimos el mal menor al statu quo”. Esperaban los canarios confiados en que el Reglamento añadirla cosas más favorables a sus deseos. Las islas menores “rebosaban de alegría”.
Sin embargo, anotemos que el Ayuntamiento de Santa Cruz, en sesión del 9 de octubre de 1912 y a propuesta de don José Medina González, acordó que la banda de música baje a recibir al muelle a “determinadas personalidades y elementos de Las Palmas, que en el asunto de las reformas administrativas de Canarias han estado de acuerdo con las aspiraciones de Tenerife y con las de la mayoría del archipiélago, dispensándoles, así, un afectuoso recibimiento”.
Bien dice García Venero (2) que los Cabildos han sido la gran fórmula para el gobierno del Archipiélago: “La autonomía, en cualquiera de sus variantes -asamblea regional, mancomunidades y delegaciones- habría sido perturbadora, y aun de posibles graves consecuencias a través de la guerra 1914 - 1918...”. Al Cabildo ” creo que no podría sustituírsele con ventaja para el ser colectivo”.
El Reglamento comenzó a estudiarse con gran rapidez, oyendo a los diputados y a toda la provincia. Fue aprobado por Real Decreto de 12 de octubre de 1912, como Reglamento provisional para el régimen de los Cabildos Insulares de Canarias. Va firmado por el ministro de la Gobernación don Antonio Barroso y Castillo.
Para Carlos Navarro (3), de hecho fue permanente “y nos felicitamos los de Gran Canaria.... En Tenerife, el reglamento fue aún peor recibido que la ley, al ser éste interpretado liberal y autonómicamente en las facultades que se otorgaron a nuestro delegado del Gobierno y a los Cabildos insulares, con la creación de delegaciones y comisiones mixtas en las demás islas, y el darle carácter insular y pasar a cargo de los Cabildos los establecimientos benéficos y de enseñanza, creados y sostenidos por fondos provinciales. La Diputación provincial sólo funcionaba en los asuntos que pudieran afectar a todo el archipiélago, siempre que fuera compatible con los Cabildos insulares”.
Luis Doreste (4) estima que “un reglamento especial, estatuto debatidísimo, confirmaría con capitalidad formalista en Las Palmas nuestra independencia administrativa”.
“El diputado a Cortes Domínguez Alfonso (5) -prosigue Navarro- entabló un recurso contra el reglamento, y la prensa de Tenerife lo combatió con dureza, llegando hasta a afirmar que se había falseado la ley y no se habían cumplido las manifestaciones hechas en la discusión por el Gobierno”. En efecto, hay huella de esa reclamación en los libros de actas del Ayuntamiento de Santa Cruz. En sesión del 6 de noviembre de 1912 se ve una moción suscrita por Díaz Llanos, Yanes, Delgado Rodríguez, Vandewalle, Siliuto, Sicilia, Calzadilla (don Isidoro) y García, proponiendo:
Los personajes aludidos en los textos anteriores, por su orden de aparición son:
«Aprobada la ley por el Senado, se promulgó y publicó, con fecha 11 de julio de 1912, la nueva ley administrativa de Canarias, firmada por el rey y por Canalejas (1). Consta de doce artículos, tres disposiciones transitorias y dos artículos adicionales. La reacción inicial fue, diríamos, paradójica. En Tenerife –que era quien había ganado la batalla- hubo protestas. En cambio, el marqués del Muni manifestó: “Condenados a optar, preferimos el mal menor al statu quo”. Esperaban los canarios confiados en que el Reglamento añadirla cosas más favorables a sus deseos. Las islas menores “rebosaban de alegría”.
Sin embargo, anotemos que el Ayuntamiento de Santa Cruz, en sesión del 9 de octubre de 1912 y a propuesta de don José Medina González, acordó que la banda de música baje a recibir al muelle a “determinadas personalidades y elementos de Las Palmas, que en el asunto de las reformas administrativas de Canarias han estado de acuerdo con las aspiraciones de Tenerife y con las de la mayoría del archipiélago, dispensándoles, así, un afectuoso recibimiento”.
Bien dice García Venero (2) que los Cabildos han sido la gran fórmula para el gobierno del Archipiélago: “La autonomía, en cualquiera de sus variantes -asamblea regional, mancomunidades y delegaciones- habría sido perturbadora, y aun de posibles graves consecuencias a través de la guerra 1914 - 1918...”. Al Cabildo ” creo que no podría sustituírsele con ventaja para el ser colectivo”.
El Reglamento comenzó a estudiarse con gran rapidez, oyendo a los diputados y a toda la provincia. Fue aprobado por Real Decreto de 12 de octubre de 1912, como Reglamento provisional para el régimen de los Cabildos Insulares de Canarias. Va firmado por el ministro de la Gobernación don Antonio Barroso y Castillo.
Para Carlos Navarro (3), de hecho fue permanente “y nos felicitamos los de Gran Canaria.... En Tenerife, el reglamento fue aún peor recibido que la ley, al ser éste interpretado liberal y autonómicamente en las facultades que se otorgaron a nuestro delegado del Gobierno y a los Cabildos insulares, con la creación de delegaciones y comisiones mixtas en las demás islas, y el darle carácter insular y pasar a cargo de los Cabildos los establecimientos benéficos y de enseñanza, creados y sostenidos por fondos provinciales. La Diputación provincial sólo funcionaba en los asuntos que pudieran afectar a todo el archipiélago, siempre que fuera compatible con los Cabildos insulares”.
Luis Doreste (4) estima que “un reglamento especial, estatuto debatidísimo, confirmaría con capitalidad formalista en Las Palmas nuestra independencia administrativa”.
“El diputado a Cortes Domínguez Alfonso (5) -prosigue Navarro- entabló un recurso contra el reglamento, y la prensa de Tenerife lo combatió con dureza, llegando hasta a afirmar que se había falseado la ley y no se habían cumplido las manifestaciones hechas en la discusión por el Gobierno”. En efecto, hay huella de esa reclamación en los libros de actas del Ayuntamiento de Santa Cruz. En sesión del 6 de noviembre de 1912 se ve una moción suscrita por Díaz Llanos, Yanes, Delgado Rodríguez, Vandewalle, Siliuto, Sicilia, Calzadilla (don Isidoro) y García, proponiendo:
- 1.º Recurso contencioso-administrativo ante la Sala del Tribunal Supremo contra el Real Decreto aprobando el Reglamento..., valiéndose del letrado representante de este cuerpo en Madrid, don José Hernández Sayer.
- 2.° Elevar al presidente del Consejo de Ministros protesta por los preceptos del Reglamento con infracción de leyes y perjuicio evidente para la región canaria y para esta isla de Tenerife, pidiendo la supresión de varios artículos.
- 3.° Igual protesta ante ambos cuerpos colegisladores, telegráficamente, dando cuenta a los jefes de las minorías conservadora, regionalista, republicana, tradicionalista, radical e integrista de ambas Cámaras».
Los personajes aludidos en los textos anteriores, por su orden de aparición son:
(1) José Canalejas Méndez
(1854-1912), abogado y político regeneracionista y liberal español, que después
de haber sido ministro de casi todo, de Fomento,
de Gracia y Justicia, de Hacienda, de Agricultura, de Industria, Comercio y
Obras Públicas, elegido presidente del Congreso de los Diputados, y desde
el 9 de febrero de 1910 fue Presidente
del Consejo de Ministros de España, intentado realizar las reformas políticas
para alcanzar una verdadera democracia, acabando con el caciquismo y el fraude
electoral. Falleció el 12 de noviembre de 1912, asesinado por el anarquista
Manuel Pardiñas Serrano en la Puerta del Sol, dando origen a una larga pugna
por el liderazgo del Partido Liberal.
(2) Maximiano García Venero (1907– 1975) fue periodista e historiador, aquí mencionado como autor del libro “Canarias. Biografía de la región atlántica”, 1962.
(3) Carlos Navarro Ruiz (1860-1947), médico, periodista, escritor, político, y cronista oficial de la Isla y de Las Palmas, presidió el Gabinete Literario, de Fomento y Turismo de Gran Canaria, de la Cámara Agrícola Comercial, y del Partido Local Canario, conocido por sus contrarios “locos”. Fue Concejal y Teniente de Alcalde de Las Palmas y Consejero del Cabildo de Gran Canaria, Diputado a Cortes. Dirigió el periódico “La Defensa”, era un auténtico defensor de la División Provincial.
(2) Maximiano García Venero (1907– 1975) fue periodista e historiador, aquí mencionado como autor del libro “Canarias. Biografía de la región atlántica”, 1962.
(3) Carlos Navarro Ruiz (1860-1947), médico, periodista, escritor, político, y cronista oficial de la Isla y de Las Palmas, presidió el Gabinete Literario, de Fomento y Turismo de Gran Canaria, de la Cámara Agrícola Comercial, y del Partido Local Canario, conocido por sus contrarios “locos”. Fue Concejal y Teniente de Alcalde de Las Palmas y Consejero del Cabildo de Gran Canaria, Diputado a Cortes. Dirigió el periódico “La Defensa”, era un auténtico defensor de la División Provincial.
(4) Luis Doreste Silva (1882-1971,
escritor y médico, fue secretario
particular de Fernando León y Castillo en la embajada de España en París, habitual
articulista de periódicos locales como “Diario de Las Palmas”, ”La Mañana”, “Ecos”,
“Falange” y “El Eco de Canarias”; y los madrileños “El Globo”, ” El Imparcial”, “España”
y “ La Lectura”; y las francesas”Nouvelle
Reveu” y “Amerique Latine”n durante su estancia en París.
(5) Antonio Domínguez Alfonso, tinerfeño diputado a Cortes por Canarias en seis legislaturas, la primera en 1879 y la última en 1910 .
(5) Antonio Domínguez Alfonso, tinerfeño diputado a Cortes por Canarias en seis legislaturas, la primera en 1879 y la última en 1910 .
Volviendo a Arucas, con tanto gasto
para festejos, la Junta de Construcción no dudó en organizar una velada teatral
en el viejo teatro-circo de Arucas para el domingo 14 de julio, con el cuadro
“Benavente”, cuyo producto recaudado por las entradas y otras voluntarias iban
destinadas “á beneficio de las obras del nuevo templo parroquial”, y trasmitían
que dado el entusiasmo que reinaba en el vecindario de dicha ciudad, “esperábase
que á la velada concurra numeroso público”, que más que una realidad era un
deseo y llamamiento.
La reincorporación del Marqués de Arucas fijando su residencia en Las Hoyas, le animaba en sus iniciativas, y a finales de julio daba muestras de ellas que fue inmediatamente fue llamado “Proyecto magno”, de la que daría cuenta el “Diario de Las Palmas” en su edición del 1º de agosto, al publicar una carta remitida por “Uno de la junta”, que decía así.
La reincorporación del Marqués de Arucas fijando su residencia en Las Hoyas, le animaba en sus iniciativas, y a finales de julio daba muestras de ellas que fue inmediatamente fue llamado “Proyecto magno”, de la que daría cuenta el “Diario de Las Palmas” en su edición del 1º de agosto, al publicar una carta remitida por “Uno de la junta”, que decía así.
«En la reunión celebrada dias pasados por la Junta de gobierno de la Heredamiento de esta ciudad, el excelentísimo Sr. Marqués de Arucas, esbozó su gran proyecto de construir en la cúspide de la conocida “Montaña de Arucas, un hotel restaurant, rodeado de jardines y bosques, alumbrado eléctricamente, y dotado de agua en abundancia, funicular y teléfono, para que el turista tenga á su alcance todas las comodidades, que el progreso pueda ofrecerle en los países más adelantados.
Decía el Sr. Marqués, que ni Suiza, ni otras regiones célebres que había visitado, donde los poderosos de la tierra y los artistas admiran las espléndidas bellezas de la naturaleza, no superan al panorama que se contempla desde esta montaña.
Y yo, por más que, desgraciadamente para mí, no he recorrido esos países, creo que el Sr. Marqués tiene razón. Molestándose en subir á ella, se convencerá el más descreído, que en su género no puede haber nada más hermoso, viendo á sus pies una dilatada zona de terreno, desde el mar á la cumbre, con una increíble variedad de cultivos, tan perfectamente atendidos, que parece un vasto jardín, no menos asombroso que el inmenso caserío diseminado por todo lo que la vista alcanza.
Detalle cima de la montaña (lospasosquedejamosatras-blogspot-com) |
Todas estas bellezas que hoy están ignoradas para los extranjeros y para la generalidad de los canarios, serán de fama mundial, debido á la feliz iniciativa y arrestos del opulento ciudadano por lo que tengo la honra de repetirle públicamente mi felicitación, que hago extensiva á esta ciudad que cuenta ya con otro proyecto que añadir, á los que se están ejecutando como la expléndida Iglesia, y el gran Teatro; y otros pendientes de ejecución, como el alumbrado eléctrico y un Asilo.
Propalan los desconfiados ¿en que pueblo no los hay?, que esta hermosa iniciativa se quedará en otro bello ideal irrealizado, como ha sucedido con el Asilo, á pesar de ser una obra de necesidad tan extrema. Por más que otra cosa quieran hacer creer los egoístas insaciables, que obran, como si su misión en esto mundo se redujera á acrecentar su fortuna personal ó gozar de ella. Y no quieren contribuir con nada para la construcción de un establecimiento donde puedan encontrar albergue y amparo moral y material algunos ancianos, unos cuantos niños abandonados, y muchos enfermos, pobres obreros sin recursos, que con vergüenza tienen que recurrir á la mendicidad, (á pesar de la famosa prohibición del actual ministro de la Gobernación de resultado tan inmediato y seguro como prohibir tener miseria y carecer de dinero), para no dejarse morir de hambre él y los suyos.
Pues bien, señores pesimistas, se pueda asegurar que los citados proyectos se llevarán á feliz término por las razones que voy á exponer.
El Asilo, uno de los más antiguos, se realizará porque hace ya unos 5 ó 6 años prometió solemnemente el Marqués de Arúcas en una Junta general de esta Heredad, que él patrocinaba la obra, regalando planos y solar donde el pueblo quiera elegir, y me consta que ya tiene en su poder los primeros.
El alumbrado eléctrico, será un hecho porque con un capital de 40.000 pesetas, dicen sus defensores, los señores Gourié y Cordorniú, hay dinero más que suficiente para una instalación completa, pública y privada.
La Iglesia, avanza rápidamente, trabajándose con verdadera actividad, apadrinada por el rico propietario Sr. Gourié y otros elementos valiosos que le secundan.
El Teatro, cuyos trabajos, dicen, se reanudaran pronto, porque no se concibe, que una sociedad compuesta de la plana mayor de los capitalistas y patriotas de esta población (entre ellos el Sr. Marqués), dejen la obra (sería vergonzoso) á menos de mitad, máxime siendo un gran negocio según siguen asegurando sus iniciadores.
Y últimamente, el ya someramente descrito de la “Montaña de Arucas”, pues de ningún modo se puede suponer, que el Sr. Madan; hombre de inmensas riquezas y arraigado patriotismo lo haya lanzado al público para que se hable de su persona más ó menos tiempo dada la modestia que le caracteriza. Y que para mayor abundamiento resultará un negocio saneado, que fomentará á la vez, el turismo en toda la Isla. Contando desde luego que el Sr. Madan habrá interpuesto sus buenas influencias, para que el Gobierno ordene el arreglo de las carreteras, porque de seguir con este crimina! abandono, me temo que el turismo no tomará gran incremento pues no habrá muchos que viajen por el placer de tragar polvo y molerse los huesos».
Cómo si el responsable de carreteras hubiera sentido lo manifestado en el último párrafo de la carta publicada, el “Boletín Oficial de Canarias” en su edición del 7 de agosto, señalaba la subasta para el día 28 del corriente mes, para la adjudicación de las «obras de acopios de piedra para la conservación en 1912 y 1913 de la carretera de Las Palmas a Agaete por Arúcas y Guía, provincia de Canarias, cuyo presupuesto de contrata es de 26.270,33 pesetas». Era un nuevo intento por adjudicar una obra de conservación de la carretera, que ya contaba con el precedente de haber quedado desierta la subasta anterior al no acudir nadie por el bajo presupuesto asignado. Se había corregido al alza, pero la lentitud en su corrección y de su salida a subasta, presumiblemente lo dejaba nuevamente con una escasa asignación presupuestaria dada la fuerte pérdida del valor de la peseta, siempre con tendencia a la baja en los mercados europeos por la debilidad del Tesoro Público Español con tanto cambio de gobierno.
El periódico “Diario de Las Palmas”, en su edición del 8 de agosto, volvía a retomar el tema de los proyectos del Marqués, y en su primera plana bajo el titular de “Los proyectos del Sr. Madan” abundando en lo acertado del proyecto, no sin antes de ensalzar la figura del Marqués.
«Hace pocos días nos ocupábamos de los magnos proyectos que nuestro distinguido amigo el señor marqués de Arucas piensa realizar en la comarca que lleva el mismo nombre del título nobiliario que dignamente ostenta.
Pero dichos proyectos, por su importancia, bien merecen algún comentario. Hoy se lo vamos á dedicar en este corto artículo. Además, “á tout seigneur tout honneur”; D. Ramón Madan ha contribuido como nadie al engrandecimiento agrícola y económico de Arúcas. Dueño de una inmensa fortuna, de vastas tierras y lucrativas fincas, creyó siempre que debía trabajar para mejorarlas, aun siendo excelentes, y en empresas de gran agricultor ha empleado cuantiosas sumas.
La obra del inolvidable D. Bruno González ha sido continuada de un modo inteligentísimo, maravilloso; aquellos terrenos y aquellos cultivos que pueden mostrarse con orgullo al forastero, pregonan el mérito del Sr. Madan como propietario de iniciativa y de actividad fecundas.
Los trabajos y las explotaciones allí emprendidos, no tan sólo han beneficiado á la isla toda aumentando su riqueza, perfeccionando su agricultura, sino que han asegurado el pan á muchos obreros. Centenares de trabajadores y un buen número de familias campesinas viven á la sombra de la laboriosidad del marqués. Conviene tener muy en cuenta este aspecto humanitario de esa acción perseverante y patriótica, para rendir un aplauso al hombre que la mantiene, en nombre de los menesterosos que la aprovechan. Así como el dinero inmovilizado é inutilizado provoca la justa cólera de los que poseen el trabajo por sola herencia, el dinero en movimiento y en circulación, el dinero laborante, truécase en fuente de bienes cuyo radio de beneficio alcanza muy lejos. Si todos los ricos lo emplearan del mismo modo, fecundándolo y ennobleciéndolo, la cuestión social, que tanto les asusta, perdería una gran parte de su gravedad aterradora.
En esa misma montaña, donde van á desarrollarse los planes magníficos del marqués de Arúcas, su mano de sembrador ha hecho crecer rápidamente un bosque. En pocos años, aquellos lugares, tan hermosos de suyo, se han transformado; hoy los viste espesa fronda, y los eucaliptus los cubren y protegen desde la base hasta la cima; los eucaliptus plantados, cuidados, conservados por el marqués á costa de gasto no pequeño. Donde no había mas que tierra estéril, roca ingrata, despliégase una lozana y risueña vegetación.
Las propagandas de
González Díaz en pro del árbol movieron el ánimo del Sr. Madan, y cuajaron en aquellos
frutos espléndidos, en aquellas realidades. ¿Porque otros hacendados, otros
ricos, otros magnates, no han de hacer otro tanto? Ya es hora de que lo hagan.
El marqués de Arúcas quiere acometer otra empresa de trascendencia extraordinaria que, como hemos dicho, si se realiza, beneficiará á la isla entera fomentando el turismo. Y confiamos en que se realizará, porque el Sr. Madan es de lo que cumplen lo que se proponen y lo que prometen.
La construcción de un hotel suntuoso para viajeros en la montaña, en la altura desde donde se domina un panorama bellísimo, con el complemento de un funicular y otros varios atractivos é instalaciones diversas, hará acudir los turistas á Gran Canaria. Y si todos ayudan, si todo eso se completa, repetimos, con una propaganda activa ó ingeniosa, si al fin se resuelven los grandes problemas de interés general, el porvenir será nuestro».
El marqués de Arúcas quiere acometer otra empresa de trascendencia extraordinaria que, como hemos dicho, si se realiza, beneficiará á la isla entera fomentando el turismo. Y confiamos en que se realizará, porque el Sr. Madan es de lo que cumplen lo que se proponen y lo que prometen.
La construcción de un hotel suntuoso para viajeros en la montaña, en la altura desde donde se domina un panorama bellísimo, con el complemento de un funicular y otros varios atractivos é instalaciones diversas, hará acudir los turistas á Gran Canaria. Y si todos ayudan, si todo eso se completa, repetimos, con una propaganda activa ó ingeniosa, si al fin se resuelven los grandes problemas de interés general, el porvenir será nuestro».
En el mes de octubre era el periódico
“La Provincia”, en su edición del lunes 7, el que publicaba en un artículo de
su corresponsal, esta vez referida al otro proyecto social y bajo el título de
“Asilo Madan” recoge la noticia de los planos del mismo, aprovechando también
para ensalzar al protagonista.
«Hace algunos años D. Ramón Mádan y Uriondo concibió la idea de levantar en Arúcas, pueblo donde tiene gran parte de sus propiedades, una Casa-Asilo para inválidos del trabajo, pobres vergonzantes y pequeños hijos de trabajadores durante las horas en que sus madres los abandonan en busca de un jornal.
De entonces acá, ni un solo día ha cesado de pensar en la realización de tan humanitario proyecto. Cuantos le tratan son testigos de que este pensamiento constituye una obsesión de su espíritu. No puede, no quiere permanecer indiferente el señor Mádan viendo el campo feracísimo de Arúcas, labrado por los brazos de un sinnúmero de infelices á quienes su reducido jornal no dá para cubrir las más apremiantes necesidades de la vida, y que solamente tienen en perspectiva la dudosa limosna para los días tristes, en que sus cansados miembros, no puedan manejar una herramienta.
Gran mérito adquiere el generoso donante llevando la obra á feliz término. Ella dirá á las generaciones venideras que pasó por Arúcas un hombre de nobles sentimientos, que tuvo la feliz idea de destinar parte de sus riquezas á la creación de un templo, consagrado á la caridad, para abrigo y alimentación del desheredado, donde la ancianidad pueda pasar tranquilamente los días que le restan de existencia, y en el que los pobres niños sean cuidados y alimentados en la forzada ausencia de sus madres.
Los planos del Asilo se hallan expuestos al público. Van suscriptos por D. Luis Elizalde, de San Sebastián. Y han merecido las mayores alabanzas de cuantas personas se han dedicado á su estudio.
Felicitamos cordialmente al Sr. Mádan por la gallarda muestra de filantropía y desinterés en favor de sus convecinos necesitados. Este ejemplo debieran de imitarlo otros adinerados que solo piensan en amasar fortunas, olvidados de los sufrimientos del pobre y del desgraciado».
Al quedar desierta la subasta del acopio de materiales para la carretera, se convoca una nueva subasta para el 8 de noviembre, sin modificación en el importe aprobado.
A principios de diciembre hay una nueva reunión de los inversores que quieren promover una sociedad para el alumbrado público en Arucas, de cuya reunión es remitida a los periódicos la siguiente nota, invitando a la suscripción de acciones «La comisión formada para promover la constitución de una sociedad por acciones que establezca el alumbrado eléctrico en Arúcas, ha reanudado sus gestiones. Para facilitar la suscripción de acciones se ha resuelto que el pago de su importe se haga en dos plazos: el primero al suscribir la acción, y el segundo á los seis meses. Los accionistas tendrán derecho á una rebaja del diez por ciento en el consumo del fluido».
Pero no serán las luces las que se encenderán en Arucas. Se encenderá un verdadero debate por las ruinosas y deficitarias cuentas de la municipalidad, que tiene su primer chispazo cuando el periódico “La Provincia” en su edición del miércoles 18 de diciembre, un artículo remitido y firmado por el exportador José Suárez Suárez, bajo el alarmante titular “Desastre de la Hacienda local”, en el que comenta de los desatinos de algunas iniciativas municipales ya en la historia, y de la falta de unidad en la oposición para desterrar a los de siempre. Prometiendo volver a la carga con más detalles de interés.
«Al fin se hizo cargo de una de las llaves de la Caja, (tan sin uso que no funcionaban y hubo que llamar á un cerrajero) como Concejal Interventor, D. Norberto Henríquez.
Y al cesar en su meritoria gestión, á los dos años, dejó de economías contantes y sonantes, unas OCHENTA MIL PESETAS. Toda esta cantidad fue después de pagar los atrasos mencionados y los que se hicieron para recibir la visita del Ministro de Marina Sr. Cobián que sumaban unas 6 mil pesetas. También se gastaron catorce mil en preparar el recibimiento á S. M. el Rey, que no vino acá, por cierto, y nos dejó compuestos y sin novia.
Ademas, en esta etapa concejil, se fundó el “Colegio de San Juan Bautista de la Salle” dirigido con tanto acierto por los Hermanos de la Doctrina Cristiana. Establecimiento que honra á esta población, gozando, en toda la provincia de una reputación envidiable, donde se estudian clases comerciales é idiomas, y el Bachillerato. Cuenta ya con cuarenta alumnos internos, y no pueden admitir á los mas que lo solicitan, por insuficiencia del edificio. Desde su fundación fue subvencionado por el Ayuntamiento para que diera clase gratuita á los niños pobres. Hoy se educan más de ochenta.
En el año de 1909 y ya en vísperas de nuevas elecciones para la renovación de concejales, se presenta un nuevo partido, llamado “Jóvenes turcos”, lanza en ristre, dispuesto á la lucha, porque decían que nosotros no sabíamos hacer la oposición. Y sucedió lo que era lógico suponer.
Se prescindió de nosotros y se rompió la necesaria armonía, se avivaron odios y rencores, ya amortiguados, de lejanas y apasionadas contiendas, y fueron derrotados en dos elecciones sucesivas.
En ambas sacaron algunos concejales; pero en minoría, y en guerra constante dentro y fuera del Ayuntamiento, no han podido hacer nada. Y es lástima, porque, siguiendo el sistema de la minoría anterior, hubieran hecho mucho, dado el valer y el entusiasmo de los jóvenes que lo componen.
Atravesamos por una situación mucho mas grave que la descrita, del año 1905; y es indudable, que estamos dejados de la mano de Dios. Pues hasta el pan y la carne, se nos vende con el 20 y 25 por ciento menos del peso reglamentario, á ciencia y paciencia de estas autoridades, que oyen impávidos y hasta con sonrisa irónica las quejas de estos explotados habitantes.
¡Gran personal para los Cabildos insulares!
Termino por hoy dejando para otra ocasión, hablar de otras cosas de este pueblo, y principalmente, del agua del abasto público. Y si queda probado hasta la evidencia que el Municipio tiene recursos sobrados para todas sus atenciones, yo apelo á la caballerosidad y probidad reconocidas de mis distinguidos amigos, Sres. Marqués de Arucas, D. Manuel del Toro, D. Blas Rosales y D. Francisco Gourie, principales mantenedores, con sus rebaños de votos, de esta mal llamada política, para que manifiesten si es justo echar sobre este pueblo, carga tan grande, con la creación de estos arbitrios.
Les supongo casi ignorantes de estos manejos caciquiles, y por ello les ruego mediten un poco y obren en conciencia».
En la proximidad de aquellos días, en concreto el 20 de diciembre, en el “Boletín Oficial de Canarias” publicaba el Alcalde Constitucional de la Ciudad de Arucas Antonio Codoniú Rodríguez, hacía saber: «Que el Ayuntamiento de mi presidencia en sesión ordinaria de 27 del corriente, acordó aprobar en principio y sin perjuicio de lo que en definitiva acuerde en su día la Junta municipal, la Tarifa sobre los artículos de comer, beber y arder no comprendidos en la general del Impuesto de Consumos así como otros que se insertan a continuación para cubrir el déficit de dieciocho mil doscientas treinta pesetas que resulta en el proyecto de presupuesto municipal ordinario, formado para el año de 1913».
Esta medida comportaba además del reconocimiento oficial del “desastre” en que habían metido a la hacienda local, en un notable incremento del Impuesto de Consumos que afectaban a los más variados artículos, como Abonos Químicos, Azufre, Cal en piedra y en polvo, Calzado, Catres de madera y de hierro, Cemento, Cerillas fosfóricas, Fósforos de madera, Galletas, pastillas, caramelos, bizcochos y dulces de todas clases, Granos de todas clases, Maderas de construcción, Maderas en bruto y aserradas, Mesas de noche, Paja, alfalfa y toda clase de forraje, Paja de cereales para empaque de frutos, Sillas de madera de todas clases, Sillones de madera y de mimbre de todas clases, Sofás de regilla y mimbre, Sogas de pita, cáñamo y esparto, Tabaco en rama, Tabaco elaborado, picadura y cigarrillos, Teja francesa y del país, y, Turba, aserrín, guata y papel para empaque.
Se recurre a la solución más injusta para el vecino cuando las cuentas no cuadran; como los gastos están desmadrados y son un “desastre”, la solución es subir los ingresos, que no son otros que el Impuesto de Consumos.
Ese mismo día 20 de diciembre, el periódico “La Provincia” publica un “Comunicado” firmado por “A. Codorniú”, que no es otro que el alcalde, donde dice:
«Arucas, 18 de Diciembre de 1912. Sr Director de LA PROVINCIA.- Muy Sr. mío: He leído el artículo que ve la luz en el núm. 430 del periódico de su digna dirección, primero de la serie que, bajo el título “Desastres en la Hacienda local”, se propone publicar D. José Suárez y Suárez. Celebro infinito que esta señor haya acudido á la prensa para dar á conocer su manera de pensar respecto al estado económico del Ayuntamiento de esta ciudad.
A la prensa iré yo también en cuanto se le “acabe la tela” al Sr. Suárez para demostrar cuan equivocado está dicho Sr., cuan exageradas son sus apreciaciones, y en últimas, para probar hasta la saciedad, la falta de razón que le asiste para iniciar una campaña de índole semejante, que lejos de favorecerle y darle el resultado por él apetecido, pudiera colocarlo ante el público en una desairada, á la par que ridícula situación. Entre tanto se reitera de V. atento y s.s.q.b.s.m.»
El fuerte incremento del Impuesto del Consumo para cubrir el desastre del déficit municipal, empezaba a tener rápida crítica cuando ya el 27 de diciembre el periódico “La Provincia” publicaba el remitido de “Un vecino” bajo el acertado titular de “el pueblo paga”, que seriaba con el número I.
«Un Regidor del Ayuntamiento de Arucas, afiliado al partido viejo, ánte un grupo de personas, que le preguntaban su opinión respecto al proyecto de presupuesto para el año venidero de 1913, decía, con la mayor sencillez, que sus amigos políticos se lo habían presentado á la firma sin que él se enterara; y que no está de acuerdo con el enorme disparate de los arbitrios extraordinarios.
Muchos otros piensan y opinan de igual modo; pero carecen de la franqueza de confesarlo así, en consideración á ineludibles compromisos de partido, que les impide llegar á hacerse cargo de la importancia y responsabilidad, ante la opinión pública, de la función que desempeñan. Dánles resueltos de antemano todos los asuntos, y con el consiguiente ahorro de fósforo cerebral, no les imponen otra molestia que firmar actas y dictámenes.
Con semejante organización forman estos hombres un bloque apretado, obedientes é incondicionales al mando del cacique, amo y señor de la mermada, quien los mueve automáticamente para realizar, desde los escaños municipales, todas las arbitrariedades de un poder creado solo para gozar; todas las torpezas de una desdichada administración, sirviendo de marco á un presupuesto incongruente y absurdo; todo cuanto se le ordene.
Este es el grupo, colectividad ó partido que ha dado á luz un feto monstruoso: el presupuesto para el año de 1913. Viene al mundo con una costra de 18 mil y pico de pesetas de déficit, en una casa donde siempre se ha vareado la plata; y para cubrirlo, se le envuelve en una trapera manchada con todo género de porquerías mal olientes, en forma de gravámenes extraordinarios.
— ¿Quién lactará la criatura? ¿A quien habrán elegido para ordenarla? ¿Oué clase social será la víctima propiciatoria para dar sangre y leche, como alimento, al voraz recién nacido? Fácil es la contestación.
Los contribuyentes; todos los que consumen; el pueblo; nadie más que ellos. Y no tan solamente darán sudor de su frente y correas de su pellejo, sino, que además, tendrán que poner dinero encima para engordar la famélica cohorte de parásitos que medran á la sombra del recién nacido.
La productiva industria azucarera queda fuera de tributo.
Mañana continuaré, que la cosa da que decir».
En este ambiente de fuertes críticas al “deambular” de la corporación municipal, que castigaba al vecindario con una fuerte subida del Impuesto del Consumo, que dejaba exenta a la producción azucarera del “cacique” local, acaba el año.
«Hace algunos años D. Ramón Mádan y Uriondo concibió la idea de levantar en Arúcas, pueblo donde tiene gran parte de sus propiedades, una Casa-Asilo para inválidos del trabajo, pobres vergonzantes y pequeños hijos de trabajadores durante las horas en que sus madres los abandonan en busca de un jornal.
De entonces acá, ni un solo día ha cesado de pensar en la realización de tan humanitario proyecto. Cuantos le tratan son testigos de que este pensamiento constituye una obsesión de su espíritu. No puede, no quiere permanecer indiferente el señor Mádan viendo el campo feracísimo de Arúcas, labrado por los brazos de un sinnúmero de infelices á quienes su reducido jornal no dá para cubrir las más apremiantes necesidades de la vida, y que solamente tienen en perspectiva la dudosa limosna para los días tristes, en que sus cansados miembros, no puedan manejar una herramienta.
Gran mérito adquiere el generoso donante llevando la obra á feliz término. Ella dirá á las generaciones venideras que pasó por Arúcas un hombre de nobles sentimientos, que tuvo la feliz idea de destinar parte de sus riquezas á la creación de un templo, consagrado á la caridad, para abrigo y alimentación del desheredado, donde la ancianidad pueda pasar tranquilamente los días que le restan de existencia, y en el que los pobres niños sean cuidados y alimentados en la forzada ausencia de sus madres.
Los planos del Asilo se hallan expuestos al público. Van suscriptos por D. Luis Elizalde, de San Sebastián. Y han merecido las mayores alabanzas de cuantas personas se han dedicado á su estudio.
Felicitamos cordialmente al Sr. Mádan por la gallarda muestra de filantropía y desinterés en favor de sus convecinos necesitados. Este ejemplo debieran de imitarlo otros adinerados que solo piensan en amasar fortunas, olvidados de los sufrimientos del pobre y del desgraciado».
Al quedar desierta la subasta del acopio de materiales para la carretera, se convoca una nueva subasta para el 8 de noviembre, sin modificación en el importe aprobado.
A principios de diciembre hay una nueva reunión de los inversores que quieren promover una sociedad para el alumbrado público en Arucas, de cuya reunión es remitida a los periódicos la siguiente nota, invitando a la suscripción de acciones «La comisión formada para promover la constitución de una sociedad por acciones que establezca el alumbrado eléctrico en Arúcas, ha reanudado sus gestiones. Para facilitar la suscripción de acciones se ha resuelto que el pago de su importe se haga en dos plazos: el primero al suscribir la acción, y el segundo á los seis meses. Los accionistas tendrán derecho á una rebaja del diez por ciento en el consumo del fluido».
Pero no serán las luces las que se encenderán en Arucas. Se encenderá un verdadero debate por las ruinosas y deficitarias cuentas de la municipalidad, que tiene su primer chispazo cuando el periódico “La Provincia” en su edición del miércoles 18 de diciembre, un artículo remitido y firmado por el exportador José Suárez Suárez, bajo el alarmante titular “Desastre de la Hacienda local”, en el que comenta de los desatinos de algunas iniciativas municipales ya en la historia, y de la falta de unidad en la oposición para desterrar a los de siempre. Prometiendo volver a la carga con más detalles de interés.
«Al fin se hizo cargo de una de las llaves de la Caja, (tan sin uso que no funcionaban y hubo que llamar á un cerrajero) como Concejal Interventor, D. Norberto Henríquez.
Y al cesar en su meritoria gestión, á los dos años, dejó de economías contantes y sonantes, unas OCHENTA MIL PESETAS. Toda esta cantidad fue después de pagar los atrasos mencionados y los que se hicieron para recibir la visita del Ministro de Marina Sr. Cobián que sumaban unas 6 mil pesetas. También se gastaron catorce mil en preparar el recibimiento á S. M. el Rey, que no vino acá, por cierto, y nos dejó compuestos y sin novia.
Ademas, en esta etapa concejil, se fundó el “Colegio de San Juan Bautista de la Salle” dirigido con tanto acierto por los Hermanos de la Doctrina Cristiana. Establecimiento que honra á esta población, gozando, en toda la provincia de una reputación envidiable, donde se estudian clases comerciales é idiomas, y el Bachillerato. Cuenta ya con cuarenta alumnos internos, y no pueden admitir á los mas que lo solicitan, por insuficiencia del edificio. Desde su fundación fue subvencionado por el Ayuntamiento para que diera clase gratuita á los niños pobres. Hoy se educan más de ochenta.
En el año de 1909 y ya en vísperas de nuevas elecciones para la renovación de concejales, se presenta un nuevo partido, llamado “Jóvenes turcos”, lanza en ristre, dispuesto á la lucha, porque decían que nosotros no sabíamos hacer la oposición. Y sucedió lo que era lógico suponer.
Se prescindió de nosotros y se rompió la necesaria armonía, se avivaron odios y rencores, ya amortiguados, de lejanas y apasionadas contiendas, y fueron derrotados en dos elecciones sucesivas.
En ambas sacaron algunos concejales; pero en minoría, y en guerra constante dentro y fuera del Ayuntamiento, no han podido hacer nada. Y es lástima, porque, siguiendo el sistema de la minoría anterior, hubieran hecho mucho, dado el valer y el entusiasmo de los jóvenes que lo componen.
Atravesamos por una situación mucho mas grave que la descrita, del año 1905; y es indudable, que estamos dejados de la mano de Dios. Pues hasta el pan y la carne, se nos vende con el 20 y 25 por ciento menos del peso reglamentario, á ciencia y paciencia de estas autoridades, que oyen impávidos y hasta con sonrisa irónica las quejas de estos explotados habitantes.
¡Gran personal para los Cabildos insulares!
Termino por hoy dejando para otra ocasión, hablar de otras cosas de este pueblo, y principalmente, del agua del abasto público. Y si queda probado hasta la evidencia que el Municipio tiene recursos sobrados para todas sus atenciones, yo apelo á la caballerosidad y probidad reconocidas de mis distinguidos amigos, Sres. Marqués de Arucas, D. Manuel del Toro, D. Blas Rosales y D. Francisco Gourie, principales mantenedores, con sus rebaños de votos, de esta mal llamada política, para que manifiesten si es justo echar sobre este pueblo, carga tan grande, con la creación de estos arbitrios.
Les supongo casi ignorantes de estos manejos caciquiles, y por ello les ruego mediten un poco y obren en conciencia».
En la proximidad de aquellos días, en concreto el 20 de diciembre, en el “Boletín Oficial de Canarias” publicaba el Alcalde Constitucional de la Ciudad de Arucas Antonio Codoniú Rodríguez, hacía saber: «Que el Ayuntamiento de mi presidencia en sesión ordinaria de 27 del corriente, acordó aprobar en principio y sin perjuicio de lo que en definitiva acuerde en su día la Junta municipal, la Tarifa sobre los artículos de comer, beber y arder no comprendidos en la general del Impuesto de Consumos así como otros que se insertan a continuación para cubrir el déficit de dieciocho mil doscientas treinta pesetas que resulta en el proyecto de presupuesto municipal ordinario, formado para el año de 1913».
Esta medida comportaba además del reconocimiento oficial del “desastre” en que habían metido a la hacienda local, en un notable incremento del Impuesto de Consumos que afectaban a los más variados artículos, como Abonos Químicos, Azufre, Cal en piedra y en polvo, Calzado, Catres de madera y de hierro, Cemento, Cerillas fosfóricas, Fósforos de madera, Galletas, pastillas, caramelos, bizcochos y dulces de todas clases, Granos de todas clases, Maderas de construcción, Maderas en bruto y aserradas, Mesas de noche, Paja, alfalfa y toda clase de forraje, Paja de cereales para empaque de frutos, Sillas de madera de todas clases, Sillones de madera y de mimbre de todas clases, Sofás de regilla y mimbre, Sogas de pita, cáñamo y esparto, Tabaco en rama, Tabaco elaborado, picadura y cigarrillos, Teja francesa y del país, y, Turba, aserrín, guata y papel para empaque.
Se recurre a la solución más injusta para el vecino cuando las cuentas no cuadran; como los gastos están desmadrados y son un “desastre”, la solución es subir los ingresos, que no son otros que el Impuesto de Consumos.
Ese mismo día 20 de diciembre, el periódico “La Provincia” publica un “Comunicado” firmado por “A. Codorniú”, que no es otro que el alcalde, donde dice:
«Arucas, 18 de Diciembre de 1912. Sr Director de LA PROVINCIA.- Muy Sr. mío: He leído el artículo que ve la luz en el núm. 430 del periódico de su digna dirección, primero de la serie que, bajo el título “Desastres en la Hacienda local”, se propone publicar D. José Suárez y Suárez. Celebro infinito que esta señor haya acudido á la prensa para dar á conocer su manera de pensar respecto al estado económico del Ayuntamiento de esta ciudad.
A la prensa iré yo también en cuanto se le “acabe la tela” al Sr. Suárez para demostrar cuan equivocado está dicho Sr., cuan exageradas son sus apreciaciones, y en últimas, para probar hasta la saciedad, la falta de razón que le asiste para iniciar una campaña de índole semejante, que lejos de favorecerle y darle el resultado por él apetecido, pudiera colocarlo ante el público en una desairada, á la par que ridícula situación. Entre tanto se reitera de V. atento y s.s.q.b.s.m.»
El fuerte incremento del Impuesto del Consumo para cubrir el desastre del déficit municipal, empezaba a tener rápida crítica cuando ya el 27 de diciembre el periódico “La Provincia” publicaba el remitido de “Un vecino” bajo el acertado titular de “el pueblo paga”, que seriaba con el número I.
«Un Regidor del Ayuntamiento de Arucas, afiliado al partido viejo, ánte un grupo de personas, que le preguntaban su opinión respecto al proyecto de presupuesto para el año venidero de 1913, decía, con la mayor sencillez, que sus amigos políticos se lo habían presentado á la firma sin que él se enterara; y que no está de acuerdo con el enorme disparate de los arbitrios extraordinarios.
Muchos otros piensan y opinan de igual modo; pero carecen de la franqueza de confesarlo así, en consideración á ineludibles compromisos de partido, que les impide llegar á hacerse cargo de la importancia y responsabilidad, ante la opinión pública, de la función que desempeñan. Dánles resueltos de antemano todos los asuntos, y con el consiguiente ahorro de fósforo cerebral, no les imponen otra molestia que firmar actas y dictámenes.
Con semejante organización forman estos hombres un bloque apretado, obedientes é incondicionales al mando del cacique, amo y señor de la mermada, quien los mueve automáticamente para realizar, desde los escaños municipales, todas las arbitrariedades de un poder creado solo para gozar; todas las torpezas de una desdichada administración, sirviendo de marco á un presupuesto incongruente y absurdo; todo cuanto se le ordene.
Este es el grupo, colectividad ó partido que ha dado á luz un feto monstruoso: el presupuesto para el año de 1913. Viene al mundo con una costra de 18 mil y pico de pesetas de déficit, en una casa donde siempre se ha vareado la plata; y para cubrirlo, se le envuelve en una trapera manchada con todo género de porquerías mal olientes, en forma de gravámenes extraordinarios.
— ¿Quién lactará la criatura? ¿A quien habrán elegido para ordenarla? ¿Oué clase social será la víctima propiciatoria para dar sangre y leche, como alimento, al voraz recién nacido? Fácil es la contestación.
Los contribuyentes; todos los que consumen; el pueblo; nadie más que ellos. Y no tan solamente darán sudor de su frente y correas de su pellejo, sino, que además, tendrán que poner dinero encima para engordar la famélica cohorte de parásitos que medran á la sombra del recién nacido.
La productiva industria azucarera queda fuera de tributo.
Mañana continuaré, que la cosa da que decir».
En este ambiente de fuertes críticas al “deambular” de la corporación municipal, que castigaba al vecindario con una fuerte subida del Impuesto del Consumo, que dejaba exenta a la producción azucarera del “cacique” local, acaba el año.
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