Entender de la realidad
económica de Arucas a principios del siglo XX, nos aproxima a la definición del
escenario de entonces y de las propias acciones o reacciones que se generaban
por los individuos que componen su sociedad civil, satisfechos o no de la
gobernanza de la municipalidad y de la propia representatividad que ostentaban
sus regidores, en muchos casos distante de la realidad social de entonces por
los efectos de las manipulaciones electorales conocidas en este tiempo como “pucherazos”.
En consecuencia, llegado
este tiempo es apropiado conocer las industrias y profesiones que contribuyen
en el reparto de la carga fiscal en el municipio, lo que se llamaba la
Contribución Industrial, de donde hemos elaborado un primer grupo con los que
superan las 100 pesetas de cuota y otro segundo desde 50 pesetas al anterior.
El censo de este impuesto se completaba hasta un total de 127 contribuyentes
con cuotas inferiores a los cortes seleccionados que nos pueden aproximar al
escenario económico de Arucas en este año que según se decía constaba de 7.990 habitantes
establecidos.
(Fedac) |
Desde esta perspectiva,
el peso relativo que pudo tener en la economía de Arucas la Azucarera de San Pedro debió ser
inferior a la suma de la sociedad colectiva de Juan Marrero Marrero y de la
sociedad Frutera Hespérides, circunstancias
que entonces fueron ignoradas por el “culto” que se le daba a la figura de
Francisco Gourié Marrero.
Desde la élite local leonina el gran protagonismo económico
fue siempre adjudicado a la Fábrica Azucarera, y sin menospreciar su peso
específico en la generación de riqueza del municipio, no tiene ello porque
eclipsar, antes la importante aportación de los otros siete molinos de la caña
que daban salida a las distintas cosechas obtenidas en Arucas, y después la
notable oferta de trabajos de ambas fruteras, cuando además sumadas contribuían
con una cuota fiscal superior a la azucarera.
En el segundo grupo
seleccionado, observamos que el cambio del ciclo agrícola ha motivado también
la aparición de más negocios de almacenistas de guanos para las plataneras y
que la mejora de las carreteras motivó los nuevos negocios para el transporte
de personas y productos agrícolas.
Fuera de este segundo
bloque quedan los molineros harineros, Molinos de represa con motor de agua,
que pagan una cuota de 20 pesetas de los que son titulares los siguientes o sus
herederos: Eusebio Díaz Marrero, Manuel
Marrero Navarro, Domingo Matos, Fernando Quevedo Armas, Prudencio Rodríguez
Pérez y Antonio Basilio Santana. Se aprecia la desaparición de algunos
trapiches que años atrás molieron cañas y que hemos mencionado con
anterioridad.
En el resto de
contribuyentes se recogen una serie de pequeñas "industrias" censadas como Abacerías, Tiendas de Aceite y
Vinagre, Tiendas de Comestibles, Bodegones y Figones, Tabernas, Arrendatarios
de los Puestos de la Plaza del Mercado y Panaderos, todos sujetos al protestado
Impuesto sobre el Consumo, y otras como Carbonerías, Casa de Huéspedes, Veterinarios, Preparadores de cortes de
zapatos, Obradores de reformas y composturas, Barberos y Relojeros. Sospechamos
que algunas labores muy artesanales quedaban al pairo de la contribución.
La Contribución sobre la
Riqueza, tierras y aguas, era un tributo distinto que se repartía en función de
la cuota porcentual que la Comisión Provincial fijaba para cada municipio, y
que cada por el ayuntamiento distribuía
proporcional al valor de los bienes censados, donde siempre se dieron muchas
sutilezas y de la cual nacía el Censo Electoral de Grandes Contribuyentes.
Habiendo sido nombrado Joaquín
Santos Ecay como nuevo Gobernador Civil de la provincia, cuando realizó su gira
por la isla, el 8 de enero se trasladó a Arucas en tres carruajes con "otros excursionistas" para
realizar su primera visita oficial pues «había
expresado vivos deseos de conocer á Arúcas de la cual población tenía
conocimiento por su riqueza agrícola».
Siguiendo la costumbre
ya establecida le esperó en el puente de Tenoya una comisión del Ayuntamiento
que le acompañó hasta la entrada de Arucas, donde le aguardaba el protocolo y
boato a semejanza del dado por el anterior alcalde, sin olvidarse de la
propaganda en la prensa amiga Diario de
Las Palmas, tal como lo recogió en su crónica.
«En la ciudad había muchísima animación pues no poco
público se agolpaba en las calles con objeto de presenciar la entrada en la
población de dicha autoridad. La banda municipal de Arúcas, ejecutó varias
piezas en la plaza del Ayuntamiento y luego frente al hotel donde se sirvió el
almuerzo. Poco después el señor Gobernador acompañado del Alcalde D. Pantaleón Quevedo
y del secretario del Ayuntamiento D. Ezequiel Hernández, visitó la Presa del
Pinto que estaba completamente llena y que le llamó grandemente la atención, así
como las hermosas vistas que desde aquellas cercanías se dominan, la fábrica de
San Pedro, la parroquia, el Ayuntamiento y las escuelas. Al regresar, por la
tarde al Ayuntamiento se sirvió allí un refresco.
A las 4 1/2 de la tarde se hizo el regresó á las Palmas
quedando muy satisfecho el Gobernador y demás acompañantes de las atenciones
recibidas en aquella importante ciudad».
El alcalde accidental
seguía siendo Manuel del Toro González,
en su condición de primer teniente de alcalde, pero debía tener ciertos reparos
a este tipo de actos a los que asistía el segundo teniente de alcalde Pantaleón Quevedo Ferrera, pues tanto en
esta primera visita oficial como ocurriera en la función y procesión de las
fiestas patronales del año anterior, quien las presidió fue este último. Debió
producir cierta confusión interna pues algunos bandos fueron publicados en el
boletín oficial, con el encabezamiento del segundo teniente de alcalde y
firmados por el primero, cuestión que no terminamos de entender, pues lo
preceptivo sería que mandante y firmante sean los mismos.
En relación con el gran
protagonismo económico dado por la élite local leonina a la Fábrica Azucarera, a que nos hemos referido
anteriormente, no es una simple conjetura y nos lo acredita el silencio dado
por el “leonino” Diario de Las Palmas a la importancia que venía alcanzado la Frutera Hespérides, que entendemos era animadversión
hacia la familia Suárez Guerra y sus
descendientes Suárez Suárez, a
quienes consideraban enemigos políticos por su posición díscola o progresista cuando fueron concejales.
Era ya conocido que en
agosto pasado José Suárez Suárez «en concepto de Gerente de la Sociedad
anónima Frutera Hespérides ha presentado instancia en el Gobierno civil en
súplica de que se le otorgue la autorización indispensable para efectuar la
construcción de unos almacenes para depósito de frutos del país destinados á la
exportación, en terrenos de la zona marítimo terrestre del Puerto de Sardina,
junto al muelle del mismo nombre, término municipal de Gáldar».
Rescataba así José Suárez Suárez la antigua iniciativa
de su cuñado cuando iba a participar en la Azucarera
de San Pedro de construir un "puertillo"
en el Bañadero, aunque al estar solo en la iniciativa decide aprovechar el
Puerto de Sardina para embarcar sus frutos con destino al Puerto de La Luz
dadas las complejas carreteras de entonces. Pero no queda en la construcción de
unos almacenes portuarias, pues a finales de enero se conocía otra importante
noticia de los astilleros de San Telmo «En
el mismo astillero se construye para los Sres. Suárez, de Arúcas, un pailebot
de cien toneladas con destino al transporte de frutos del puerto de Sardina de
Gáldar al de la Luz de esta ciudad».
Carpinteros de ribera en San Telmo (Fedac) |
También hubieron otras
iniciativas que estaban naciendo al margen de los políticos locales y de los
influyentes poderes fácticos cuando intentaban agruparse algunos cultivadores
del plátano para su mejora empresarial. En ese mismo mes de enero daba la
noticia el periódico “Diario de Tenerife”,
quedándose al margen el “Diario de Las
Palmas”:
«En Arucas se trata de establecer una Asociación de agricultores.
En una reunión celebrada allí hace pocos días quedaron ya establecidas las líneas
generales de la Asociación. Esta tendrá como fines principales: Crear un
laboratorio para los análisis de tierras y de abonos. Los socios tendrán
grandes ventajas económicas y de preferencia de las demás personas que no sean
socios. Tener personal competente para dirigir los cultivos que hay y puede
haber en el país, ya se refieran á las costas, á las medianías ó á las cumbres.
La Sociedad cuidara asimismo de relacionar el
perfeccionamiento ó implantación de los cultivos con el mejoramiento de las
razas de animales más útiles, introduciendo las que considere más convenientes.
La asociación establecerá una Escuela agrícola con los adelantos modernos. Interin
esto se haga, el personal técnico enseñará á los Socios y á sus hijos en la forma
que se establezca.
También se dio lectura á los Estatutos de la Sociedad que
oportunamente publicaremos, y cuya aprobación está pendiente de otra reunión,
que en breve se efectuará».
La información
suministrada por la prensa avanzaba en un proyecto que nacería casi veinte años
después, el “Sindicato Agrícola del Norte
de Gran Canaria”. Por la información dada era un proyecto muy definido, en el que se habla de aplicaciones
científicas a los cultivos, de economías de escalas, de distintos cultivos para
las distintas altitudes o pisos de la isla desde el litoral a la cumbre, e
integrando la explotación ganadera, por tanto de interés agropecuario, con
formación técnica y generacional. Visto en nuestro retrovisor de hoy, una
perfecta definición para los tiempos actuales.
Cuando en el siguiente
mes de febrero la Comisión Provincial da su aprobación al proyecto de la Frutera Hespérides en el Puerto de
Sardina, la noticia es recogida por el periódico “Crónica de Tenerife” «El
Consejo provincial ha informado el expediente instruido ante el Gobernador
Civil a instancias de la exportadora de frutos "Frutera Hespérides"
de Arucas solicitando autorización para construir explanadas y almacenes en el
Puerto de Sardina del término municipal de Gáldar».
El diferente trato lo acreditaba
el leonino “Diario de Las Palmas” hasta
en el ámbito personal, pues así como en febrero daba cuenta de la boda de las
hijas del diputado provincial Rafael
Ponce Armas cuando recogía en sus páginas «Han contraido matrimonio en la ciudad de Arucás las Srtas. Otilia y
Rosario Ponce Martín con los señores D. Domingo Barbosa Quesada y D. Julián
Caubin y García, respectivamente», la boda de la hija de Ricardo Suárez Guerra celebrada a
finales de enero fue difundida por el diario tinerfeño de la mañana "El Tiempo" recogiendo «Con la bella Srta. Rosario Suárez y Suárez
ha contraido matrimonio en Arúcas, Don José Suárez Quesada. Les deseamos
felicidades», ignorándolo la prensa grancanaria.
Si tuvo espacio y
voluntad para recoger en sus páginas de mediados de abril una larga crítica encubierta
a las obras de la Frutera Hespérides:
«El muelle de Sardina. En estos últimos
días llegan hasta nuestra redacción quejas de muchos vecinos de Gáldar contra
ciertos acuerdos del rematador del muelle de Sardina que lesionan grandemente
el comercio y la agricultura de aquella extensa comarca.
A pretexto de que se interrumpen las obras del muelle, el
rematador ha prohibido el embarque de frutos por aquel puerto á la mayoría de
los exportadores pero mientras tanto da carta blanca para que otros hagan toda
clase de operaciones. Si el acuerdo fuera en absoluto, sin privilegios irritantes,
comprenderíamos que había en el un fondo de sinceridad á pesar del perjuicio
ocasionado, pero desde el momento en que en este asunto se pone en práctica la
ley del embudo protegiéndose á la sombra de un remate intereses particulares, con
perjuicio de una comarca entera, esto ya ni puede verse sin protesta ni menos
debe consentirse por los que tienen el deber de ponerle eficaz remedio.
En corroboración de lo que decimos acabamos de recibir el
siguiente despacho de nuestro corresponsal en Galdar:
Encargado rematador muelle Sardina sigue, impidiendo
embarque frutos por este muelle, único sitio exportación. Pailebot Telémaco y
Rosa marcháronse dejando carga de frutos. Gran perjuicio al comercio y á la
agricultura. Público excitado protesta contra esta medida que tantos intereses
lesiona.—Corresponsal.
Comprendemos nosotros que el rematador del muelle ponga
limitaciones para que no se interrumpan las obras del puerto, pero nunca se
deben extremar estas medidas por que los resultados tienen que ser
contraproducentes. Trate el rematador de aunar todos los intereses, y no
convertirse consciente ó inconscientemente, que esto no lo sabemos, en
protector de intereses particulares concediendo á unos lo que le niega á otros,
y entonces se captará el aprecio y la consideración de todos.
De lo contrario sembrará vientos para recoger tempestades. Nosotros
confiamos en que el ingeniero de Obras Públicas del Distrito á quien incumba
conocer de este asunto adoptar las medidas necesarias para que se proceda con
justicia, y sin perjudicar los intereses del rematador, se amparen también los
cuantiosos de aquellos exportadores que no tienen otro sitio para dar salida sus
frutos sino el muelle de Sardina en construcción. Insistiremos si fuere preciso».
En este mes de abril en que
murió la reina madre Isabel II, se tienen las más antiguas referencias del
llamado Teatro Nuevo en la calle Juan
de Dios Martin, cuando posiblemente Rodolfo
Martín Rodríguez-Barbosa, hijo de Juan de Dios Martín Jiménez Águilar, entonces
Depositario del Ayuntamiento y casado con Basilia
Reyes Armas, concuño del Secretario Municipal Ezequiel Hernández Rojas quien estaba casado con la cuñada del Depositario, Catalina Reyes Armas. Tenemos
diferentes indicios de que fuera uno de los promotores de aquel grupo que presentaron
el proyecto de construir un teatro-circo totalmente de hierro, cuya noticia era
dada en un suelto por el periódico “La
Opinión de Tenerife” «Los vecinos de
Arúcas han enviado al extranjero los planos de un teatro circo que piensan
construir en aquella ciudad. El edificio será todo de hierro».
Por el lugar de procedencia de
la noticia y el sistema de construcción, creemos que pudo tratarse de un primer
proyecto diseñado por el ingeniero militar José Ángel Rodrigo-Vallabriga Brito,
residente en aquella isla, quien diseñó más tarde un proyecto de iguales
características para la construcción del nuevo templo de la Iglesia de Arucas,
por encargo del entonces presidente de la Junta de Construcción el Capitán de
Milicias Rafael Ponce Armas, casado
con una tía paterna del Depositario Municipal, y quien facilitó el solar donde
se unen las calles Pedro Marichal y Juan de Dios Martín, y donde confluye la
entonces calle Muñoz, hoy calle Marqueses de Arucas.
No debe llevarnos a engaño la
expresión utilizada de "teatro-circo"
habitual para aquella época, dado que el primero que fue así conocido era el Teatro-Circo de la calle de san Juan,
que por este tiempo fue llamado también Teatro-Circo-Gallera.
Más tarde sería conocido por Teatro Cine y
cuando comenzaron las funciones en el Teatro Nuevo de la calle Juan de Dios
Martín, antes de su terminación, empezó a conocerse como Teatro Cine Viejo o Cine
Viejo.
Precisamente en este año ya se
celebraban riñas en el Teatro Circo
habilitado como gallera, tiempos en que Arucas ya empezaba a ser conocida como
lugar de destino de los jóvenes y solteros de la isla que querían conquistar
pareja después de un empolvado desplazamiento en diligencias. Las riñas de
gallos y las jóvenes motivaron a muchos su venida a Arucas, y en ello en una
crónica de gallos de abril, firmada por Santiago Íbero, descubrimos el atractivo -algo "machista" para los
comportamientos sociales actuales-, "colándose" al leonino “Diario
de Las Palmas” dentro de la noticia una dura crítica a los correligionarios políticos en un desapercibido cuarto párrafo,
para lo cual eran muy vigilantes como órgano de difusión del partido. Algo
extenso nos descubre los ambientes de un día festivo de este año y nos dice de
la "quietud" en la que han
caído los concejales, bien por su accidentalidad en el cargo o por el hastío
que llega a producir un sultanato.
«Con motivo de las riñas de gallos que dominicalmente que tienen lugar
en el Circo» de Arúcas, es grande la afluencia de forasteros á la antes
villa y hoy ciudad, por obra y gracia de la generosidad extrema del gobierno
nacional. Merecido es el título no solo por su riqueza agrícola, comprendida en
una extensa y hermosa vega, su industria y comercio y sus acentuales progresos,
sino que también por sus simpáticas hijas, cuyos encantos se hacen lenguas cuantos
la citada población visitan.
Riñas en el Circo Cuyás de Las Palmas donde competían los partidos de Arucas (Fedac) |
Cierto que hay mucha afición al sport gallístico; pero indudablemente no
se soportarían las molestias de una expedición de 17 kilómetros por una carretera
verdaderamente imposible, de no contarse con la sugeción que ejercen las bellas
aruqueñas, cuyos atractivos son acicate poderoso que el deseo aviva de
emprender de nuevo la caminata, olvido haciendo de los abrojos de que está
sembrado el trayecto. Juzgando á los demás por lo que yo siento, creo de buena fe
que los gallos son un pretexto para justificar las periódicas visitas. Lo que
allí lleva, lo que atrae es el sexo débil; y testimonio de ello, la impaciencia
que domina al fuerte durante las riñas, la precipitación con que abandona el "Circo"
apenas aquellas terminadas y el placer con que recorre luego las vías públicas,
estaciones realizando en todas las esquinas.
No sirve de estímulo en esas excursiones callejeras la curiosidad por contemplar adelantos
materiales, obras de importancia, reformas trascendentales, por que, perdóneme
el Muy Ilustre Ayuntamiento de Arúcas le diga, que no está el pueblo á la
altura de su riqueza y bienestar; algo más se espera encontrar allí; algo más que
revele entusiasmo local y ponga á la vez de manifiesto los grandes recursos de
que dispone el Municipio más desahogado de la provincia en el terreno
económico. No existe abandono, pero si indiferencia; y esta no se aviene con las
aspiraciones de los que ansían ocupar el elevado puesto que de hecho y derecho les
corresponde entre los pueblos del archipiélago.
¿A qué obedece, pues, el jubileo? Al afán de recrear los ojos en las
esbeltas aruqueña?, que unen á su valer cortesía excesiva que las hace resistir
el asedio de que son objeto, —asedio impertinente aunque los caracteres tenga
de homenaje,— sin enojos, serenas y risueñas con esa serenidad y esa sonrisa con
que la ciencia, el arte y la hermosura corresponden á las protestas de vasallaje
que producen.
La libertad de los solteros que van á Arúcas peligra, aunque se cubran
con la coraza que sirvió á San Antonio para defenderse de las tentaciones. El más
recalcitrante cede. Y ahí está para no dejarme por impostor un amigo mío, distanciado
en absoluto de las mujeres por hondas diferencias, que acaba de solicitar una
plaza de guindilla de Árúcas, para tener el derecho de pasarse los días y las
noches contemplando una estrella que se destaca en el esplendente cielo de la
industriosa ciudad».
Después de la crónica social
dada sobre el acontecer en las tardes de los domingos, donde sí parece que hay "entusiasmo local" es en las
solicitudes de autorizaciones al Gobernador Civil para la perforación de pozos
junto a los cauces de los barranco, pues de aguas corrientes pocas hay y todas
son ya subálveas. En este caso la autorización se pide para el barranco de
Bañaderos, más conocido como barranco de los Palmitos aguas arriba «Por la misma Dirección general (de Obras públicas)
se señala las condiciones en que podrá otorgarse á D. Eugenio Quevedo
Castellano, la concesión de aguas que tiene solicitada en el barranco de los
Bañaderos, de Arucas».
De alguna forma acertó el
articulista del "sport gallístico"
en relación con la manifiesta "indiferencia
de los concejales", pues a finales de abril se celebró una importante
reunión de vecinos de la que nos cuenta el tercer cronista en sus artículos «...tuvo lugar una reunión de las
"fuerzas vivas" aruquenses para conocer el proyecto de alumbrado de
la ya ciudad de Arucas confeccionado por el Ingeniero militar don José Claudio,
pero no se consiguió nada definitivo, aunque logro que en aquella ocasión
lucieran, alumbrados del tal naturaleza, la calle de León y Castillo y la Plaza
de San Juan, suministrado por la fábrica de San Pedro, en las fiestas
patronales», que entendemos fue una petición que se le hizo por los
reunidos a Francisco Gourié Marrero,
dado que aquel alumbrado que anunció el fallecido alcalde Pedro Marichal Álvarez, le acompañó al cementerio.
Se escondía bien la "indiferencia municipal" no dando
seña alguna el “Diario de Las Palmas”;
la única pequeña noticia sobe la reunión publicada por “La Opinión” de Tenerife en su edición del 27 de abril, en un
pequeño suelto «En la Villa de Arúcas se
está estudiando con gran actividad la instalación del alumbrado eléctrico».
(rosagrancanaria-blogspot-com) |
Con este motivo habrá fuegos artificiales, música y feria
de ganados en aquel importante caserío. En la función religiosa del 15
predicará el distinguido orador sagrado M. I. Arcipreste dé Canarias, Doctor
López Martin, que también lo hizo el día que se colocó la primera piedra de
dicha ermita. Después de la misa será sacada en procesión la imagen de San
Isidro, bajo cuya advocación se ha puesto la iglesia».
El recuerdo que se hace
de la primera piedra de dicha ermita nos permite recordar algo de su historia
vinculada a la iniciativa de Rafael Ponce
Armas, considerado el "Jefe"
del leonino Partido Liberal Canario, quien además era Administrador de los
aristocráticos Manrique de Lara, velando por sus propiedades Arucas y Agaete, perteneciendo
por tanto a la facción agustina del
partido con buena proximidad a Agustín
Manrique de Lara y Manrique de Lara, si bien las propiedades de Arucas y
Agaete figuraban a nombre de la hermanas Luisa y Sebastiana, respectivamente.
Son precisamente las
hermanas Luisa y Sebastiana Manrique de Lara las que donan el solar de la nueva
ermita de San Isidro en Montaña de Cardones, quienes dieron órdenes de
entregarlo al Capitán retirado Rafael
Ponce Armas, realizando las gestiones a tal fin con el entonces párroco Manuel
Morales para realizar su escritura notarial.
Cuenta el tercer cronista
que con la ubicación de la ermita hubo opiniones disidentes «...no faltaron personas que metieron cizaña
en dicho pago malquistando los vecinos los unos con los otros, y discutiendo
sobre qué sitio sería el más conveniente para fabricar la ermita, y con tales
discusiones pasaron cuatro años, hasta que vencidas estas rencillas se
construyó la capilla ó ermita referida».
En la demora por esas
discordias murió el párroco Manuel Morales
Caballero, y el domingo 8 de agosto de 1897 se puso la primera piedra de la
ermita de Cardones, cuya bendición realizó el Canónigo Arcipreste de la
Catedral de Canarias José López Martín, acompañándole el nuevo párroco de
Arucas Francisco Cárdenes, el coadjutor Leopoldo Gil Navarro y el presbítero
Juan Francisco González.
A principios de junio se
conoce que la Junta de Agricultura, Industria y Comercio ha informado favorablemente
el expediente para la construcción de la segunda presa de la Heredad de Aguas
de Arucas y Firgas, en la misma cuenca del barranco del Pinto. A los pocos días
el “Diario de Las Palmas” inventaba
la noticia de que «Dentro de poco, quizá
en este mismo año, será un hecho la instalación del alumbrado eléctrico en la
ciudad de Arúcas y en el pueblo de San Mateo. La energía la producirá saltos de
agua que existen en aquellas localidades», falsa noticia de la que se hacen
eco otros periódicos de las islas, cuando lo único que se alcanzó fue iluminar
con algunos farolillos de la plaza de san Juan durante las fiestas patronales
con el tendido de un cable que se hizo desde la Fábrica de Azúcares.
A los pocos días, sin corregir la noticia anterior, el “Diario de Las Palmas” comenta de la
rivalidad entre Telde y Arucas en la celebración de sus fiestas patronales, que
llega al extremo de competir por el alumbrado público con que ambas se dotan de
forma especial por tendidos desde las fábricas azucareras. «En Arúcas, luz eléctrica en paseo y verbena, bailes, feria, gigantones
y corridas de cintas que han pintado artistas y señoritas, luchada y otros
festejos que llevarán gran número de forasteros a la industriosa y rica ciudad.
Telde prepara también verbenas, iluminará con luces eléctricas su alameda, celebrará
ferias, funciones religiosas tendrá gigantones, cabalgata y bailes. Y á mayor
abundamiento, tropas y tres bandas de música: la suya y las de los regimientos de
Valencia y de Sicilia».
La comisión de festejos estuvo formada por los jóvenes Juan Hernández, Manuel Lorenzo y José Grau, participando en ellas
también Fernando Castro y José
Martin, quienes organizaron «una
verbena en las calles de San Juan y Muñoz iluminada á la veneciana y con luces
eléctricas».
Entre otros forasteros
que vinieron a Arucas por esas fiestas debió estar el escritor José Batllori Lorenzo, quien después de
la fiesta publicaba un elogioso artículo en el “Diario de Las Palmas” bajo el destacado titular de "La Montaña de Mádan", que
debió incomodar algún que otro terrateniente de Arucas, pues enumera sus
mejores atributos alguien que dice conocerlo sólo de vista, al tiempo que nos describe el paisaje
de las vegas de Arucas con los cultivos de entonces, así como sus gentes
trabajadoras, de cuyo extenso texto no reproducimos su pensamiento generalista
que es común a toda la isla.
«Ha sido el propietario de las dilatadas vegas que forman a
los pies de la industriosa ciudad de Arúcas un inmenso tapiz de verdura, el único,
tal vez, que contra la idea de desvastación y destrucción del arbolado ha
opuesto la bienhechora y patriótica de protegerlo y fomentarlo.
(...) El ejemplo que
con sus obras dá Don Ramón Mádan, debe imitarse en esta tierra donde la rutina
y la indiferencia nos consume. La riqueza de sus propiedades aumenta en sus
manos, se acrecienta, se mejora. Lo ha conseguido su espíritu emprendedor, su
dirección acertadísima, la importancia de los trabajos que realiza de continuo.
Así deben de ser los grandes propietarios, libres de recelos y rutinas que
llevan consigo el atrazo y la inutilidad solo por el temor de mermar una
riqueza que en manos de quien esté animado de ideas prácticas y emprendedoras,
aumentaría considerablemente.
El egoísmo y tacañería de algunos de instinto rutinario,
que no exponen un céntimo, que no gastan un céntimo en mejorar sus propiedades,
les lleva al atrazo y á la ruina quizás. Mientras el señor Mádan emprende obras,
abre carreteras, paga un ejército de operarios que sostienen á centenares de
personas pobres, rotura terrenos incultos y los convierta en productivas
fincas, construye grandes depósitos donde estancar las aguas, traza riegos,
etc, etc, ve como la riqueza aumenta de año en año y las obras realizadas le
duplican los capitales en ellas invertidos. Y eso es lo útil, lo práctico. A D.
Ramón Mádan se le puede llamar el primer labrador de Gran Canaria, el más entusiasta
por la agricultura, y esta cualidad sería digna de toda admiración y elogio si
otras tan apreciables aquél no tuviera, cual, es su cultura, su afición al
arte, por cuyas obras, en reunir las más valiosas, las más hermosas, ha gastado
sabiéndola gastar, una verdadera fortuna.
La cualidad que admiro con entusiasmo y me ha impulsado á
hacer este articulo en elogio de este señor, al cual, para que se sepa la
sinceridad y desinterés de lo escrito, solo de vista conosco, es su amor al
árbol, la protección decidida que le presta, su obra que á más de patriótica y
culta, —sépanlo bien los enemigos del arbolado— es tan práctica y utilisima de conservarlos
y propagarlos plantándolos dondequiera que hermoseen y puedan arraigar.
D. Ramón Mádan ha realizado en la Montaña de Arúcas lo que
parecería un sueño, una quimera. Dentro de muy pocos años, aquel monte cónico,
escarpado y feo que se alza sobre el apiñado caserío de Arúcas dominando el mar
de verdura que se desborda hasta el otro mar, estará también cubierto de
verdor, semejará un fantástico monte da esmeralda. Los miles de eucaliptus verdean
ya sobre las áridas faldas y bien pronto, abriendo sus ramas y entre lazándolas
cubrirán todo el monte. El mar de verdura que se desborda hasta el mar azul,
bajara entonces desde la cima de la montaña de Arúcas, que yo he llamado de
Mádan. Es el nombre que debiera tener. ¡Qué ejemplos que imitar, si se
imitaran!».
Puede que la lectura de
este artículo entre el “poder fáctico” de Arucas despertara algún dormido
sentimiento patriótico, que el 22 de julio el cercano periódico “Diario de Las Palmas” recogía que «Agítase de nuevo en la ciudad de Arúcas la
¡dea de construir un nuevo templo parroquial para lo cual se cuenta con el
concurso de las sociedades y mayores contribuyentes». En este nuevo intento
continuaba presidiendo la Junta de Construcción del Nuevo Templo Rafael Ponce Armas.
La construcción del
nuevo templo había caído en el olvido desde cuando era párroco Manuel Morales Caballero y el 22 de mayo
de 1889, Francisco Hernández Armas como heredero del presbítero Pedro Regalado Hernández, le hiciera
entrega de la recaudación que su hermano tenía su poder, cantidades e
inversiones que le habían sido entregadas por el médico del Carril Manuel González González. En la
certificación expedida el párroco manifestó de su puño y letra «Que la dicha cantidad, y otras de distinto
origen, destinadas á la construcción de la expresada iglesia parroquial, ha
dispuesto el Excmo. é Ilmo. Señor Obispo de esta Diócesis, Dr. Dn. José Pozuelo
y Herrero, que se reunan y esté á disposición del infrascrito Cura Ecónomo,
para invertirlas en la reparación de la casa parroquial de esta Villa, por ser
por de pronto imposible la construcción de la iglesia, ...»
El gran negocio del agua
había despertado el interés de muchos por perforar pozos subálveos ante la
carencia de aguas corrientes superficiales, y no puede pasar desapercibido para
el presidente de la Heredad de Aguas Pedro
Castellano Ponce, quien promueve la adopción de un acuerdo importante que
motivó pleitos jurídicos con algunos herederos, cuando en nombre de la Heredad
solicita en el mes de agosto «autorización
para alumbrar aguas subálveas, en los barrancos de "Basconderos"
(Valsendero) y de la Virgen en cinco zonas que comprenden una extensión de 5200
metros entre el barranquillo de la "Hoya de la Cueva alta" y cien
metros aguas abajo de los "Nacientes de la agua agria", del término
municipal de Valleseco en Gran Canaria». Esta decisión supone anteponer los
intereses comunes de la Heredad a los privados de herederos compraron tierras
desamortizadas en el barranco de la Virgen.
A mitad de año asume la
alcaldía Pantaleón Quevedo Ferrera al
que acompañan como concejales los siguientes Domingo Barbosa Quesada, Antonio
Castellano Pérez, Sinforoso Ferrera Batista, Demetrio Granado Marrero, Carlos
Medina Batista, Gumersindo Quevedo Martin y Antonio Quintana Medina; continúan
en su cargo los elegidos en 1901: Martin
Afonso González, Mario Benavides Ponce, Miguel Castellano Lorenzo, Antonio
Guerra Navarro, Salvador Hernandez González, Francisco Hernández Marrero y Francisco Pérez Marrero. Aunque no
podemos concretar si fueron elegidos o nombrados por el Gobernador Civil, si
apreciamos que en unos y otros se repiten las personas que rigen la política
local, de donde se proyecta continuidad en la indiferencia por los asuntos del común.
Además de esta carrera
por los derechos de las aguas subterráneas de los cauces de los barrancos, se
iniciaba la carrera por el "prestigio
social", unos ambicionaban un nuevo templo parroquial para mayor
distinción de la ciudad monumental, otros proponiendo actuaciones más cerca y más
necesarias para los vecinos más hostigados por sus carencias. En esos primeros
días de agosto el también escritor Francisco
González Díaz, primo hermano de la mujer de Ramón Mádan Uriondo, después del acierto obtenido con el arbolado
de la montaña, hace un llamamiento público en el “Diario de Las Palmas” en favor de "Un Asilo en Arucas", en un par de columnas en primera
plana llenas de humanidad donde nos describe una Arucas que no salía en los
periódicos y era ocultada como la mayor vergüenza:
«Arúcas que es el pueblo rico y trabajador por excelencia
en nuestra isla quiere ser además un pueblo caritativo. No sólo quiere serlo,
sino que lo es: en el seno de su riqueza creciente, las necesidades de la clase
desvalida van mitigándose, amenguándose, desvaneciéndose, hasta trocar al fin
en sonrisa plácida el gesto violento ó la mueca dolorosa que caracterizaba su expresión.
Pero aunque exigua, sí con la de otros pueblos se la
parangona, y mejor amparada y más escondida, hay en Arúcas miseria. Hay la
miseria universal, irremediable, cuyas manifestaciones encontraremos donde
quiera el dolor humano también irremediable y también universal grita su drama
y gime su elegía. Hay la miseria derivada fatalmente del curso agitado del vivir,
engendrada por las condiciones penosas de la existencia en los seres que luchan
sin vencer y se agotan sin gozar; gentes inútiles para toda faena, por
naturaleza ó por accidente fortuito, enfermos sin recursos, niños á quienes sus
madres tienen que abandonar mientras se ganan, con afanes y sudores, el
sustento diario. ¿Podía Arúcas dejar de tener su parte en esta herencia de la
humanidad cuyo peso mal distribuido insiste en unos puntos mucho más que en
otros, pero en todos se siente y se deplora?
Lo que no ha hecho Arúcas hasta el día de hoy es tratar de
aliviarlo eficazmente tal olvido le atosiga ya cómo un remordimiento y por
repararlo algunos de sus mejores hijos, hombres adinerados, influyentes y
piadosos están dispuestos, según me aseguran, á abrir su bolsa. ¡Hermoso
arranque, digno de lo que, sólo con repetir las buenas corazonadas y los rasgos
de generosidad oportuna lograrían convertir el desierto en vergel, la
desesperación en beatitud, la pena en alegría!.
En Arúcas se ha iniciado la idea de fundar un
Hospital-Asilo para remedio de desamparados, albergue de inválidos, asistencia
de enfermos indigentes y protección de niños que, apenas salidos de la cuna, se
ven privados de las solicitudes maternas. Trátase de hacer una invitación á la
misericordia para que cumpla sus obras profesionales. Trátase de llamar á las
arcas donde la laboriosidad productiva ha amontonado el oro, y encauzarlo en
pequeñísimas corrientes hacia el campo obscuro, estéril y triste que riega el
llanto de la desgracia. Con esas desviaciones pequeñas del caudal colectivo,
cada día más grueso y más alto, se sembrará y se recogerá mucho bien, así como el
agua desatada en mil raudales hace prosperar la hermosa vega aruquense. Y del
propio modo que el agua, empleada en explotaciones agrícolas, rinde enormes
ganancias el dinero empleado en obras benéficas produce á un pueblo en honra y
en beneficio ciento por uno.
Esos desheredados á quienes se auxilia, son elementos
sociales que pueden regenerarse y de embarazosos convertirse en gentiles, si
acaso no son por completo intransformables, y entonces, de todos modos, al
asilarlos, se retira un peso muerto. Esos inválidos, que hallan refugio para su
decrepitud ó su infirmeza, son un
testimonio de los sentimientos filantrópicos que enaltecen á una colectividad
civilizada. Esos enfermos pobres que encuentran asistencia cariñosa, son
pregoneros de la misma virtud social, y serán, si se curan, buenos braceros,
trabajadores fuertes, cooperadores á la labor común. Esos pequeñuelos recogidos
y atendidos en el asilo mientras sus madres, por fuerza, los abandonan para
cumplir faenas rudas, se salvan de caer en los vicios y de perderse en la
holganza nociva y corruptora cuándo más tarde se resuelva su destino. Así que,
en conclusión, socialmente considerados, los establecimientos caritativos
constituyen un magnífico "negocio".
Negocio de muy otro género que aquéllos que explota la
industriosa Arúcas; pero negocio al fin, noble, remunerador del mundo alabado y
de Dios protegido. Emprenderlo será añadir una bella divisa al escudo de Arúcas
donde tan altos títulos campean y bendecir el enlace santo del Trabajo con la
Caridad. ¡Áruqueños, ya que sois trabajadores, sed caritativos!».
Hermoso documento que no
puede pasar desapercibido en nuestra historia escrita, cuya literatura creemos
no sea sólo el producto de la buena pluma e imaginación de un escritor; es un
retrato real de la contemplación de la vida misma, la visibilidad de los invisibles de siempre,
de los que parecen no existir, más importantes que imágenes en un altar, quienes
además no disponen del mínimo techo donde guarecerse de la temperie. Por no
darle prioridad a los temas que verdaderamente importaban a una comunidad de
vecinos, algunos se apartarán de los faraónicos proyectos monumentales que sólo
premiarán la apariencia humana.
En la primera semana de septiembre es conocida la noticia
que la autoridad gubernativa aprobó los reglamentos a la Sociedad de Trabajadores en Arucas con fines de instrucción y
recreo, que entendemos pueda tratarse de la fundada por el tinerfeño Constancio Fuentes González, que treinta
y dos años después modificaría su denominación para quedarse en Sociedad Atlántida, que establecería su
sede en la conocida como "Casa de
los Miedos" en la calle Nueva (Hoy calle Antonio González), por los
extraños ruidos que allí se oían y según parece se debían a un tubo volcánico
del subsuelo.
A finales de septiembre se produce posiblemente la primera
noticia que se tiene en Arucas de una denuncia por derechos labores, cuando un
dependiente alega incumplimiento del descanso dominical en el comercio donde
trabaja. El primer domingo de octubre se produce la visita del delegado del
gobierno en la isla, que en opinión del periódico “La Defensa”, lo fue para «formar
opinión sobre las denuncias hechas por incumplimiento del Descanso dominical;
que celebróse una reunión á la cual asistieron comerciantes y dependientes,
conviniendo éstos, por mayoría, en el cierre de los establecimientos».
La versión del periódico “Diario de Las Palmas”, es algo distinta «La visita de la autoridad gubernativa á dicha ciudad no tuvo otro
objeto que investigar si en las primeras horas del Domingo es tradicional allí
la celebración de feria y mercado, toda vez que esto lo han negado seis dependientes
de comercio de Arúcas, y nadie más que aquellos señores.
Al llegar la autoridad
gubernativa á Arúcas y conociendo el nombre del dependiente de comercio que
había dado la denuncia, le llamó y le hizo presente que dentro de dos horas
tendría lugar en el Ayuntamiento una reunión magna de vecinos de todas clases
sociales para abrir una investigación, pudiendo él asistir con las demás
personas que sostuvieron que en Arúcas no había feria ni mercado.
Entre 12 y una
reuniéronse en el Ayuntamiento unas 250 ó 300 personas, muchas de edad
avanzada, sosteniendo todas que era público y notorio que desde tiempo
inmemorial se verificaban en Arúcas, y en las primeras horas de la mañana del
domingo, feria y mercado, haciéndose importantes transacciones comerciales. De
esta rotunda afirmación del pueblo de Arúcas se separaron solo seis personas,
esto es, los seis dependientes de comercio que sostienen lo contrario».
Son tan distintas las
versiones como distintos son los intereses de ambos órganos de difusión de los
partidos, el primero antes patriótico y
ahora localista y el segundo leonino, de donde se hace difícil
conocer la realidad de lo acontecido, máxime cuando no hay otra referencia
documental sobre el incidente. Siempre el diario de la mañana “La Defensa” fue el órgano de difusión de
los disidentes leoninos, bajo las
distintas marcas que utilizaron para presentarse a las elecciones.
Al inicio de la segunda
mitad de ese mes de octubre, muere Domingo
Marrero Guerra que había luchado por mantener en pie su trapiche de caña en
el Bañadero sufriendo las iras y continuas denuncias de la familia Del Toro, quienes
aprovecharon su posición de privilegio en el ayuntamiento para no legalizar la
chimenea de su fábrica. De su fallecimiento se hicieron eco varios periódicos
de las islas pues se hizo famoso por su resistencia frente a los abusos del
poder local.
En el mes de noviembre
el “Diario de Las Palmas” avanza una
noticia más concreta sobre el nuevo teatro circo «En Arucas reina gran entusiasmo por la construcción de un teatro-circo.
Ya se han empezado á recaudar importantes cantidades, creyéndose que el año
próximo empezarán las obras». Eran los primeros impulsos al embrión de la Sociedad de Cultura y Progreso cuyo
principal promotor fue el depositario municipal Rodolfo Martín Rodríguez-Barbosa con los apoyos de los leoninos de la época. La sociedad estuvo inspirada
en el formato del viejo Liceo
ampliando su objeto social para ofrecer espectáculos teatrales y de circo,
música, soñando con incorporar el revolucionario cinematógrafo, con acceso a
los socios y al público en general que permitiera la obtención de ingresos a la
sociedad que posibilitara su sostenimiento y trasladara alguna tipo de renta a
los socios inversores.
En esa corriente
cultural, por aquellos días ya se apostaba con la posibilidad de que la
compañía de zarzuela que actuaba en Las Palmas se desplazara a Arucas para dar
algunas funciones, noticia que fue avanzada por el periódico tinerfeño “La Opinión” ante el posible retraso de
su llegada a dicha isla. «Es probable que
la compañía de zarzuela Bonoris Duval, dé algunas representaciones en la Villa
de Arúcas, cuando termine su temporada en Las Palmas y antes de venir aquí. Así
por lo menos lo dicen algunos colegas de aquella ciudad». Fueron muchos los
ofrecimientos y garantías que se hicieron desde Arucas a la compañía de
zarzuelas, pero al final no aceptaron y siguieron actuando en el Pérez Galdós.
Los agricultores que
iniciaron el cambio de ciclo con la plantación de plataneras, sufrían el
problema del transporte del fruto al Puerto de La Luz. Tenían que colocar los
racimos en huacales confeccionados artesanalmente con tablas y contratar
carromatos tirados por mulas para llegar hasta el puerto a través de unas
carreteras de tierra apisonada. De aquel viejo proyecto de ferrocarril que se
había hablado tres años atrás, se tenían las nuevas noticias del Diario de Las Palmas en su edición del
23 de noviembre.
«Hemos oido decir que una compañía extrangera trata de
adquirir la concesión del proyecto de un tranvía eléctrico que algunos señores
gestionan, al norte de esta isla, desde el Puerto de Las Palmas al de Sardina,
pasando por Arúcas, Bañaderos, Guía, Gáldar con ramal de esta última ciudad á
Agaete.
Parece que después de establecido el tranvía tratase de poner
un servicio de pequeños vapores entre dicho puerto de Sardina y Santa Cruz, los
dos más cercanos de Gran Canaria y Tenerife. De realizarse este proyecto una
persona se pondría desde Las Palmas al puerto de Sardina en una hora ú hora y
media y en dos desde Sardina á Santa Cruz. Las facilidades que esto prestaría;
la importancia que daría á todos los pueblos del Norte de Gran Canaria y el adelanto
del comercio sería muy grande. Los beneficios que con obra tan necesaria
obtendría el país y la compañía que la explotara habrían de ser de alguna importancia».
El negocio de la venta
de agua iba a más según los comentarios que se hacían en la Alameda de la
capital, comentarios tan favorables que animaban a muchos a invertir, que
motivaban solicitudes de perforación de pozos en el subsuelo de los barrancos de tal manera que ya comenzaban a generar competencia en la captación, como era el caso de esta
próxima a la obtenida por Ramón Mádan Uriondo
donde es concedida otra por la Comisión de Obras Públicas a una sociedad de
inversores «También se ha devuelto a
aquel Centro con igual fin, el proyecto y expediente promovido por D. Juan
Rodríguez Suárez a nombre de la sociedad "Liga de Propietarios y Comerciantes
de Las Palmas", para alumbrar aguas subvalveas en el barranco de San
Andrés, término municipal de Arucas». Todos querían obtener buenos
beneficios del gran "porrón"
descubierto en el subsuelo de los cauces de los barrancos de la Costa de
Lairaga. Era suelo público gratuito, fácil de obtener la autorización si se
tenía a un amigo en la Comisión Provincial, y a muy pocos metros de profundidad
se encontraban las aguas subálveas retenidas por el vaso que conformaba la
costa marina esperando ser bombeadas.
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