La ciudad recibe el año
ilusionada con la amplia información que sobre el proyecto de alumbrado
eléctrico de la “Compañía Canario
Bilbaína” aporta la revista del órgano de las Cámaras de la Provincia, en
su edición del 3 de enero, a través de las
declaraciones del capitán Luis León Núñez que realizara las pruebas en las
fiestas patronales de Arucas del año anterior.
Iglesia antigua (Fedac) |
Después de sus
conversaciones con la compañía de industrias eléctricas del «acaudalado y activo industrial D. Rafael
Picavea», dice haber recogido las mejores impresiones para «la implantación en esta isla de un grandioso
centro de distribución de energía» desechándose el inicial proyecto de «formación
de pequeñas y múltiples empresas para establecer alumbrado eléctrico en las
principales poblaciones», vinculadas a los proyectos «para el establecimiento del ferrocarril del Norte y tranvía del Sur,
que han de suministrar al Puerto de la Luz la abundante savia que exije la
exportación de frutos, y al pueblo de esta isla la facilidad y rapidez en las comunicaciones».
El nuevo proyecto
contemplaba «instalar una gran central
eléctrica movida por potentes motores de los tipos más económicos, para
producir suficiente energía con que dotar á toda la Isla del fluido eléctrico
necesario para el alumbrado público y particular en las poblaciones que lo
deseen, aún en aquellas que por su pequeñez parecían excluidas de éstos
benéficos; distribuir fuerza motriz á todo el que lo solicite para accionar
bombas, y demás máquinas dedicadas á explotaciones de aguas ó industrias
diversas, y finalmente, adoptar como principal objetivo de la empresa, el de
llevar á cabo, con la mayor rapidez posible el tendido de las líneas férreas
antes citadas, que serán objeto de un estudio especial, proveyéndose de la
potencia necesaria para la tracción de la central única».
Concretaba después que
se había considerado conveniente que la central se instalara en Teror «elegido por ser punto céntrico y el mas
propio económica y técnicamente para instalar la fábrica generadora», y en
relación con los costes de instalación del tendido tras la experiencia tenida
en Arucas, manifestaba «hacer las
instalaciones gratuitamente, quedando por consiguiente de su propiedad, y no
reincidir en los contratos á tanto alzado, que si son contraproducentes para el
fabricante que tiene que confiar en la buena fé del consumidor, resultan para
este, cuando obra lealmente, en estremo dispendiosos y hasta perjudiciales,
efecto que vengo observando en Arucas durante los meses que ha funcionado la
instalación provisional, que si no dio lugar á quejas por la calidad, las
ocasionó y reiteradas por el precio. El contador será, pues, un aparato de
imprescindible necesidad para todos los abonados, y estos dentro de sus fuerzas,
podrán hacer el consumo que les parezca mejor».
Y en cuanto a la
amplitud y capacidad de la central dijo que llegaría «No solo las ciudades de Las Palmas, Arucas, Telde, Guia y Galdar,
podrán, ya, disfrutar de tal beneficio, sino que, villas como Teror, San
Lorenzo, San Mateo, Santa Brígida, Moya, Valsequillo etc. etc., tendrán, sin
necesidad de hacer desembolsos y solo por su propia voluntad, energía abundante
para sus motores y alumbrado electrizo, cuando !o desean».
Rafael Picavea |
Se alejaba para algunos leoninos inversores aruquenses la
posibilidad de participar en el negocio de la electricidad a través de las
pequeñas compañías locales, más aún cuando el capitán despejó toda duda sobre
la capacidad inversora de Rafael Picavea Leguía, cuando añadió «bastara que entre otras muchas, cite
algunas de las empresas que tiene á su cargo, aparte de ser ya conocidísimo en
los centros industriales, por el nombre que le dio la constitución de la
Sociedad Alhemeyer de que fué gerente y es principal accionista. Hoy en día,
posee en su mayor parte la Hidro-electrica Franco-Española, que utilizando
potentes saltos de agua en los Pirineos suministra alumbrado y fuerza motriz á
más de 60 pueblos de ambas naciones limítrofes, entre ellos algunos de la
importancia de Irun y Bayona y abarcados todos en una transmisión eléctrica de
cerca de 200 kilómetros de línea. Posee también el Señor Picavea, los montes de
Articutza en Guipúzcoa, esplotándolos la compañía Forestal Española que él
preside, y á la inauguración del último trozo de una vía férrea de 30 Km. de
longitud que para esta explotación ha construido, (...) la locomotora que condujo á Rentería el primer cargamento de carbón y
traviesas que producen los innumerables y corpulentos robles y hayas que en
intrincada especies engalanan las 3700 hectáreas que entran en la explotación.
Es además fundador de la "Papelera Española" trust de industriales que
constituyen hoy una fuerza omnipotente en los mercados, y dispone de
importantísimas fábricas en actividad, y en fin, entre los financieros, es de
sobra conocido, para que yo continúe haciendo lo que parece una biografía de la
persona que tomará á su cargo lo que podríamos para instalar la fábrica
generadora».
Lo que para muchos de los que suscribieron aquel telegrama del pasado año de felicitación al profesor José Echegaray Eizaguirre era una gran noticia, a otros, unos pocos, no les agradaría mucho se les privara de participar de un gran negocio, de seguir lucrándose, más aún cuando ya estaban asumiendo la generación de electricidad para su industria azucarera y que podía permitir su diversificación por la distribución y venta a particulares.
En este mismo mes de enero, el alcalde accidental Domingo Barbosa Quesada contestaba al Obispado que había preguntado si existían solares públicos disponibles para la construcción del nuevo templo parroquial trasladando «… que no dispone de ningún sitio aparente al efecto», consulta que nos permite conocer que no estaba decidido aún el lugar donde se construiría el nuevo templo.
Arucas celebró la fiesta
de san Sebastián, sacando en procesión al santo acompañado de las imágenes de
san Blas y san Antonio. La tradicional verbena de la víspera en la calle Pedro
Marichal fue sustituida por un paseo musical en el plaza de san Juan, y los
actos más concurridos fueron las grandes peleas de carneros y los juegos de cintas
a caballo que tuvieron lugar el domingo siguiente. En aquellos días el Estado
anunció la subasta pública del establecimiento y explotación de una red
telefónica urbana en Arucas.
Cuando la suscripción
pública para la construcción del nuevo templo parroquial alcanzaba la cantidad
de 40.000 pesetas, muchos parroquianos decidieron contribuir con la entrega de una
cantidad mensual, la Heredad de Aguas presidida por Pedro Castellano Ponce adopta el acuerdo de hacer un donativo de
30.000 pesetas en su junta del mes de enero.
El 9 de febrero se
celebra en Las Palmas una asamblea regional de la juventud republicana, a la que asistía por primera vez una
representación de Arucas, y a la que acudieron representantes de Fuerteventura
y La Palma, además de los anfitriones organizadores. Fue muy advertida la
asistencia de una representación de Arucas, dado que era la primera
organización municipal que lo hacía, más aún cuando el candidato republicano a
Cortes no había obtenido ningún voto en las mesas de Arucas, donde ya contaba
con un órgano de difusión "La Voz de
Arucas", testimoniando así la denuncia del "pucherazo" leonino pues en el censo de electores habían
correligionarios conocidos cuyo voto fue sustituido. Su presencia fue entendida
como una señal reivindicativa.
Ese mismo mes se reúnen
en Arucas «los señores que componen la
Junta para ejecutar el proyectado edificio destinado á Teatro y Circo de
gallos. En todos los concurrentes reinó el mayor entusiasmo, acordándose
empezar las obras del nuevo edificio la próxima semana. El presupuesto de la
obra es el de 90.000 pesetas». El conocido como Teatro Nuevo comenzaba así
su obra con el proyecto de estructura de hierro del ingeniero militar José
Ángel Rodrigo Vallabriga.
Anunciada la posible
visita del Rey Alfonso XIII a las islas, no pierde la ocasión el periódico "La Mañana" de criticar el
programa que se hizo cuando la visita del ministro de Marina Cobián del año
anterior, donde se eligieron lugares como Arucas que obedecían a intereses
particulares y no generales. Le replica el leonino
“Diario de Las Palmas” y al reproducir lo replicado descubre la verdad de
aquella visita que tanto sugirió el órgano de difusión leonino al ayuntamiento.
« ... Pero antes de cerrarla, hemos de comentar por encima
algunas de sus palabras. Ha dicho ese periódico, después de mucho disparatar,
refiriendose al viaje del ex-Ministro de Marina Sr. Cobián, "que el viaje
á Arúcas fué un número de propaganda azucarera" y que se realizo la
excursión á Gando "el desierto de Canarias para que el ministro compusiese
sin duda alguna elegía á la naturaleza, porque allí no hay gente, ni planta, ni
nada que revele vida. Fué una expedición trasnochada y ridícula". Respecto
al viaje á Arúcas, convínose entonces en que el Ministro visitase el interior
de la isla, que este fué también su deseo, y por eso se le llevó á Santa
Brígida y á Arúcas, defiriendo á la invitación de esta industriosa ciudad, la
cual, diga lo que quiera "La Mañana", no es ningún desierto, y allí
hay naturaleza, y plantas, y gente trabajadora, y por todas partes "el
canto hermoso de la vida suena". Con este viaje estuvo en un principio
conforme "La Mañana", cuando creyó que el ministro bajaría hasta la
Costa del Bañadero á ver la máquina de Quintanilla. Y tan estaba el colega
conforme, que el Ministro pensó ir, y si no fué, debióse á la premura con que
realizó el viaje, pues embarcó la misma noche con toda urgencia ...».
No recoge nada el “Diario de Las Palmas” en su alegato de
defensa, que el ministro de Marina además de visitar la azucarera, tuvo un
ameno y relajado banquete en Arucas, con discursos, a los que dedicó tiempo más
que suficiente, tiempo que pudo haberse empleado en visitar la Costa del Bañadero para conocer del
lugar declarado como puerto de interés público, ni de los pozos de agua que
podían suministrar a la marina mercante que se avituallaba en el Puerto de La
Luz, tan necesitado en aquel entonces del preciado líquido, cuestión que era de
interés para sus competencias ministeriales. Ni reparó tampoco en que su
hermana se incorporó al Colegio de la congregación a la que pertenecía.
El auge del cultivo del
plátano en las islas comenzaba a ser conocido por los grandes inversores
norteamericanos y cosechadores de la "banana
antillana", cuyos frutos obtenidos en grande plantaciones de forma
intensiva eran exportados a Europa. Aun cuando los volúmenes de producción
canaria eran relativamente pequeños, la mejor calidad de la fruta era un hecho
diferencial en los mercados europeos que podía motivar una pérdida comparativa
del producto antillano. La intrusión progresiva del plátano canario debió
preocupar en aquel tiempo a los cosecheros norteamericanos que en el mes de
marzo desplazaron a la isla a un representante, Juan Vernetta Grech, con el fin
de contratar con los propietarios y
cosecheros grancanarios la compra con pago al contado de unos «doce mil racimos cada semana, desde seis
manos en adelante, y otra cantidad parecida en Tenerife, con destino al mercado
de los Estados Unidos».
Arucas fue el lugar
elegido para celebrar una reunión con los cosecheros y exportadores del norte
grancanario el día 16, para presentar la deslumbrante y tentadora oferta de
máximas facilidades. Se dijo que «El
transporte de dichos plátanos, para los Estados Unidos los hará la compañía que
se ha formado en la misma forma que se hacen los de Jamaica á las plazas inglesas,
cubiertos con mantas, y sin huacales». De alguna manera se estaba fraguando
un "dumping" por la empresa
mixta, probablemente con posición mayoritaria norteamericana que garantizando
la compra masiva de la producción a un precio a la baja establecido por la
misma, con el único fin de eliminar la competencia.
A la reunión asistió
también Mr. Spada, quien ante los descontentos tuvo que modificar la oferta
inicial de precios para los plátanos con
destino al «mercado yanqui», como
allí se dijo, que se concretó de la siguiente forma: 0,75 pesetas para los
racimos de 6 manos, 1 para los de 7, 2 para los de 8 y 9, 3 para los de 10 y 11,
y, 6 para los de 12 o más.
La posición de los
cultivadores grancanarios era para las cosechas «de Mayo a Septiembre, en que los precios de nuestros plátanos sufren
grandes bajas en los mercados de Inglaterra» y podría ascender a 4.000
racimos, cuestión que pudo ser sensible para los ofertantes norteamericanos.
En los días siguientes
los mayores cosecheros se reunieron días después en Las Palmas, en la casa de Adán
del Castillo Westerling presidente de la Cámara Agrícola, para seguir tratando
de la oferta y formar algunas comisiones que estudiaran más detenidamente los
pormenores. Otros como el exportador Luis Ley Arata entendía debiera tomarse el
asunto con cierta cautela y «expuso que
sería conveniente hacer una buena propaganda para introducir grandes remesas de
nuestros frutos en Alemania», proposición que fue acogida con entusiasmo
por tratarse de un destino alternativo en las rutas navieras de los ya
conocidos Países Bajos, y en la que tenía que trabajarse.
Las singular
personalidad del canario de desconfiar de los "cantos de sirena" que llegan por el mar, debió alertar a
aquellos primeros cosecheros del plátano que preferían seguir con su artesanal
cultivo y sus locales sistemas de exportación a Europa que contaban con la
buena colaboración y organización de las compañías anglo-canarias, en las que
convergían muchos británicos nacidos en las islas, conocidos de todos. Más aún
cuando los precios podrían ser favorables para los grandes cosecheros con
racimos de muchas manos, pero muy perjudiciales para los pequeños racimos que
obtenían un precio insuficiente. Era una oferta tendente a la concentración de
la producción en grandes plantaciones de unos pocos propietarios, imitando el
modelo antillano implantado por los "yanquis".
La noticia que la red
telefónica de Arucas es adjudicada al hostelero Fermín Castellano Ramos,
coincide con el avance del programa de la visita del Rey Alfonso XIII a la
isla, ocasión que no pierden los "leoninos"
municipales para enmendar las críticas recibidas a cuenta de la visita del
ministro Cobián, y el ayuntamiento adopta el acuerdo de «obsequiar á S. M. el Rey si este lo acepta, con un espléndido almuerzo
en uno de los jardines de aquella población. La ciudad de Arúcas recibirá al
Monarca perfectamente engalanada». Otra acto más que intentaban acaparar para
su propaganda los leoninos, acto teatral
en el que se apreciará nuevamente la fuerte disputa por el pretendido prestigio
social de los eternos socios de la azucarera: «Los Sres. Conde de la Vega Grande, D. Pedro del Castillo, D. Ramón
Madan, D. Adán del Castillo y D. Francisco Gourie han ofrecido al Ayuntamiento
de Las Palmas cinco mil pesetas cada uno para el recibimiento del Monarca
español».
Mientras tanto, seguían
dándose auténticas representaciones teatrales en el Viejo Teatro, por pequeños
grupos aruquenses o invitando a las compañías que lo hacían en el Teatro Pérez
Galdós, como lo fue la compañía dramática riojana de Jiménez-Villagómez,
dirigida por Francisco Morano, especializada en las obras de Francisco Calderón
de la Barca, cuya obra "El alcalde
de Zalamea" contrapone el equilibrio del poder municipal frente al
poder estamental. Pudiera ser que algunos jóvenes aruquenses querían ver
escenificada en la antigua obra de dos siglos atrás, la propia historia
endogámica y “endofóbica” de Arucas,
a través del ultraje de la hija de Pedro Crespo por el noble capitán Álvaro de
Ataide, alojado en la casa del rico labrador y alcalde, quien para reparar su
honor la ofrece en matrimonio con buena dote, siendo rechazada por el "noble capitán" por ser "villana".
La escasa capacidad
económica de los republicanos
editores del semanario “La voz de Arucas”,
aconsejaría su conversión en el nuevo periódico “La tribuna popular”, cambiando su periodicidad bisemanal a dos
ejemplares cada mes. Se hacía difícil la captación de suscriptores que
garantizaran su estabilidad en los ingresos en un bienio donde eran muchas
cabeceras las que compartían el potencial público lector, años en los que el
espectro de la izquierda política se compartía entre los tipificados como
políticos, republicanos y radicales, los obreros y los satíricos.
Entre los primeros, de los editados por los republicanos
“El tribuno, semanario
republicano-federal” en Gran Canaria y “El
Progreso, diario republicano” en Tenerife acaparaban la primacía. En Gran
Canaria le acompañaban testimonialmente los mencionados de Arucas y “La Revolución” en Telde.
Al margen de sus
problemas de subsistencia económica, el periódico aruquense tendría algunos
problemas jurídico-penales con el gobierno civil derivados de los artículos
publicados, y en particular de las opiniones en él vertidas por el escritor
republicano grancanario Juan Santana Padilla, también secretario de la logia
masónica La Afortunada, quien
defendía a ultranza la autonomía total para las islas, económica,
administrativa y política, si bien se oponía al "partido regionalista" entendiendo que estos se inmolaban
al perder su esencia cuando sus mandos accedían al poder.
Fue autor de un artículo
sobre el regionalismo canario que constituía una síntesis de sus ideas
avanzadas que consideraba "la
federación universal como superadora de todas las injusticias sociales".
Entre sus párrafos más destacados, la descripción que hacía del momento que
entonces atravesaban las islas:
«Las Canarias serán feudatarias de capitalistas extranjeros
y de caciques españoles y los canarios esclavos serviles de unos y otros. La
fisonomía del país isleño va para desaparecida contribuyendo á ello la acción
criminal de un individualismo que no tiene nombre».
Su propuesta de futuro
es de por sí un ejercicio de premonición de los tiempos que actualmente vivimos
y padecemos, descontando los cambios operados en los sectores de producción:
«La cuestión económica en Canarias no tiene solución dentro
de las leyes generales del Estado español. Económicamente no vivimos con
España. Nuestros intereses están unidos a los de las grandes potencias
comerciales y de la mayor intimidad de relaciones con todos los centros
mercantiles de Europa, América y Africa depende el porvenir del comercio y de
sus fuentes de producción: la agricultura y la industria. La administración
pública está en abierta hostilidad con nuestros intereses por su mecanismo, su
obligada dependencia de la Metrópoli y los vicios nacionales tan prolijamente
difundidos.»
Terminando con su
sentencia: «El capitalismo extranjero y
el centralismo español han muerto en Canarias el espíritu regional, cuando,
precisamente, comenzábamos a jugar un papel importante en las potencias y
cuando convencidos de nuestra significación en el mundo mercantil y de nuestra
importancia marítima, pudimos haber aprovechado la solicitud por parte de los
extranjeros, para asentar sobre un vigoroso espíritu de independencia la
personalidad política del archipiélago. ¡Hemos sido cándidos ante el extranjero y demasiado dóciles ante la dominación caciquil y
perniciosa de España».
Alfonso XIII (Fedac) |
El “Diario de Las Palmas” en su edición del 23 de marzo ya anticipaba
un borrador del programa de festejos que se había preparado para la visita del
Rey a la isla, incluyendo tan sólo dos desplazamientos al interior de la isla. El
primero, el tercer día, una gira organizada por el "comercio" isleño a Santa Brígida consistente en «paseo hasta las Vegas, lunch y tiro de de
pichón» y el otro a Arucas, el cuarto y último día de la visita Real,
después de la primera piedra de la parroquia del puerto de La Luz, «Gira á la ciudad de Arucas y almuerzo
ofrecido por aquel Ayuntamiento», regresando a Las Palmas a partir de las
cuatro de la tarde para acudir al Garden
Party ofrecido por la colonia
inglesa en los jardines de Santa Catalina.
Ese mismo día el conservador periódico tinerfeño “El Tiempo” en su primera plana incluye
una Salutación de recepción al Rey
Alfonso XIII a su llegada a Tenerife, que entre otros párrafos recoge su mejor
deseo «Quisiéramos en estos momentos
gloriosos desplegar todas las galas de una frase brillante y seductora para
saludar con toda ella al bizarro Soberano que arriba á nuestras playas, mecido
por todas las blandas auras que vivifican el espíritu y halagado con el sincero
y frenético aplauso da todos los honrados habitantes de las antiguas
afortunadas» y su pensamiento absolutista «Nuestro Monarca excelso, imitando la piedad de Fernando III y
siguiendo la huella de su malogrado padre erige catedrales y hace levantar
templos al arte, á la ciencia y á la industria».
En su segunda página,
junto al texto del telegrama remitido por el Ministro de Marina al Gobernador
Civil en relación con la visita del monarca, publica un pequeño suelto que pudo
asustar a los consejeros y escoltas Reales «Por
el Juzgado de instrucción de Las Palmas se ha dictado auto de prisión con
fianza contra nuestro compañero en la prensa D. Juan Santana Padilla, por un
artículo publicado en “La Voz de Arucas”».
Tres días después,
cuando el leonino “Diario de Las Palmas”
anuncia el acuerdo del ayuntamiento de Arucas «El Ayuntamiento de Arúcas ha acordado contribuir con la cantidad de
3.000 pesetas, por lo menos, cada año, para la reedificación de la Iglesia
parroquial» e informa que «Hoy ha
marchado á la ciudad de Arúcas el Sr. Delegado del Gobierno en este Distrito.
Dicho viaje está relacionado con la próxima visita del Rey á aquella ciudad», confirma
el programa de la visita real que incluye para la cuarta jornada en la isla «A las 10 gira á Arúcas, donde el
Ayuntamiento de aquella población ofrecerá al Rey un almuerzo».
Dos días después, el 29
de marzo, el mismo periódico se hace eco de una sensacional noticia dada por el
grancanario periódico obrero “La Mañana”
que luchaba por las reformas sociales, y no quiso formar parte de la comisión
de los festejos a la que fueron invitados «El
periódico "La Mañana" dice hoy que se había dicho que el Rey no iría á Arúcas, y
no sabemos de donde habrá sacado aquel periódico esa noticia que por ninguna parte
ha circulado. Es un decir de “La Mañana” y una invención caprichosa suya, por que
á nosotros nos consta que S.M. ha expresado mucha complacencia en visitar aquella
ciudad y sabemos que en la misma se le preparan agasajos y un recibimiento tan entusiasta como cariñoso».
Al día siguiente “Diario de Las Palmas” difunde el
programa en el que aparece para la cuarta jornada de la visita real, con
sensibles variaciones al caerse por sorpresa la primera piedra de la
parroquia barrio obrero del puerto de La Luz y el almuerzo en Arucas «Día 2 de Abril.- A las 7 1/2 de la mañana
gira á Arucas. A la una regreso á bordo».
Realizada la gira a
Santa Brígida y pasado el día anunciado para la visita real a Arucas que no se llevó
a cabo, el “Diario de Las Palmas” lo
justificó así «La mañana de ayer la
dedicó el Monarca á visitar los buques de guerra extranjeros anclados en este
puerto. El tiroteo de salvas de ayer fué incesante. Por esta causa manifestó el
Monarca que no tenía tiempo de aceptar, como era su deseo, la gira á la ciudad
de Arúcas. (...) A la una de ayer obsequió el Rey con un banquete abordo del
Alfonso XII á las autoridades y jefes de cuerpos de la plaza».
No dudamos que entre las
autoridades invitadas a tal almuerzo estuvieron aquellos que aportaron sus
dineros al Ayuntamiento de Las Palmas para sufragar los festejos por la visita
real, entre ellos Ramón Mádan Uriondo
y Francisco Gourié Marrero. En Arucas
se quedaron sin el almuerzo real todos los miembros de su corporación municipal;
el alcalde Domingo Barbosa Quesada y
los concejales Sinforoso Ferrera Batista,
Carlos Medina Batista, Antonio Quintana Medina, Demetrio Granado Marrero, Antonio
Castellano Pérez, Gumersindo Quevedo Martin, Juan Marrero Marrero, Rafael M.
Suarez Suarez, Cipriano Hernández Armas, Juan M. Martin Rodríguez, Vicente Gonzalez
Suarez, José Suarez Suarez y Norberto Henriquez Hernández.
Tanto La Isleta como Arucas
habían sido declarados territorios hostiles y entre sus concejales se
encontraban algunos favorables al federalismo republicano que de alguna forma “estaban
hostigando a las gentes pacíficas”. En el caso de Arucas cabe presuponer que
el hecho más significativo para tal valoración lo fue la publicación del
artículo de Juan Santana Padilla en “La Voz de Arucas”» y la presencia de un
Círculo Republicano con “bandera tricolor”.
Pocos días después fue
comentado en la prensa tinerfeña el disgusto que se llevaron los leoninos aruquenses que habían asumido
una enorme inversión económica para engalanar la ciudad «Dícese que en Arucas se habían hecho gastos por más de 20.000 pesetas
para recibir al rey, causando mal efecto en aquella ciudad que al fin no se
efectuara la visita anunciada». En las calles se
construyeron arcos florales y la decepción causó impresión grandísima en el
vecindario. Al final no se conoció si la decisión real lo fue por temor a su
seguridad alertado de la presencia de republicanos,
o se utilizó tal argumento para desistir de la visita caprichosamente. A modo
de reparación, a los pocos días se
produce una visita para justificar de alguna manera la decisión real cuando «Acompañado del diputado á Cortes por esta
Circunscripción ha marchado hoy á la ciudad de Arúcas el Gobernador Civil de
esta provincia Sr. Ledesma, al cual cumplimentó anoche una comisión de este
Excmo. Ayuntamiento».
Quien de alguna manera
no se sintió decepcionado, ni perjudicado en sus intereses por los que velaba
sin depender de visitas regias, fue uno de los concejales de Cruz de Pineda no
adscrito al grupo leonino «El vecino de
Arucas D. José Suarez y Suarez, gerente de la Sociedad "Frutera
Hespérides", solicitó permiso para instalar una red telefónica que enlace
su casa de dicho pueblo con su almacén del Puerto de la Luz».
Atrás quedaba el
fracasado almuerzo con el Rey con el que iniciaban el mes de abril, y casualmente
en aquellos tiempos en que la Frutera
Hespérides iniciaba el transporte por mar desde el nuevo puerto de Sardina
de Gáldar al puerto de La Luz para su exportación, algún político leonino debió recordar aquella ya vieja
declaración de interés para el puerto de Bañaderos a construir en el fondeadero
de El Portillo junto a las tierras de la familia Gourié, anotada como éxito por
el abogado aruquense Tomás García Guerra,
que moviendo algunos amigos en las metrópolis logró una nueva declaración de
intenciones por parte del ministro de Fomento Rafael Gasset Chinchilla, aunque
ella no fuera lo prometido y rebajó la importancia estratégica de tal obra, al
incluirlo en el plan general para las islas, dado «se construirán en Canarias diez ó doce desembarcaderos, entre ellos
uno en los Bañaderos, de Arucas», salvando así por el momento los
compromisos políticos de los leoninos
aruquenses.
Como testimoniara el
metropolitano “Diario Universal”, no
trascendió que la anulación de la visita real a Arucas lo fuera por el
desproporcionado miedo que pudo trasladar la existencia de un Círculo Republicano, con bandera
tricolor, que editaba un periódico “La
Voz de Arucas” que difundía artículos de tintes “independistas” del detenido Juan Santana Padilla. La excusa formal
fue el cansancio real «De las dos
excursiones que figuraban en el programa de Las Palmas, impidieron entre el
cansancio de tanto trajín y el apremio del tiempo hacer la que había en
proyecto para Arucas, la ciudad más rica quizás de toda la isla; pero pudimos
llegar hasta Santa Brígida y San Mateo seguidos de más de 70 carruajes,
escoltados por jinetes del país, presenciando un recibimiento caluroso,
entusiasta. La noche que precedió á esta excursión fué la única en que las
reales personas, alterando la costumbre inflexiblemente seguida, durmieron en
tierra en el palacio episcopal, espléndidamente preparado por las señoras de
Las Palmas».
Alfonso XIII y su entorno tenían entonces la convicción que
se preparaba un atentado cuya autoría pudiera proceder de los republicanos y
anarquistas, lo que motivaba extremar las precauciones, entre ellas dormir en
el buque de guerra y abstenerse de visitar lugares presuntamente conflictivos
como fue catalogada Arucas. El 31 de mayo de ese año 1906, día de su boda con
Victoria Eugenia de Battenberg y poco después de la visita a Canarias, cuando
la carroza de los Reyes se dirigía al Palacio Real, el anarquista Mateo Morral
Roca tiró una bomba camuflada en un ramo de flores desde el balcón de la
pensión donde se alojaba en la calle Mayor de Madrid, que al desviarse cayó
sobre la multitud ocasionando veinticinco muertos y un centenar de heridos, si
bien los reyes resultaron ilesos.
No hacía distingos entre anarquistas y republicanos, a los
que asociaba por su atribuida condición de ateos, por lo que llegó a decir en
una visita ante el Papa Pío XI “que no reconocía otros españoles que los
católicos”, cuestión que marcó su reinado y que contrasta con el perfil que
algunos autores han querido dibujar como hombre de talante liberal, carente de
cualquier tipo de puritanismo y con un sentido de la moral bastante abierto.
Después que el pasado
año fuera nombrado Capellán de Montaña Cardones el coadjutor de Arucas Juan
Francisco González, ya preparaban sus vecinos las fiestas en honor de san
Isidro, con fuegos artificiales, función religiosa, procesión, música, carrera
de burros, feria de ganados, juegos de cintas y cucañas. Los festejos de san
Juan incluían en su programa algunas curiosidades: a las 12 de la mañana de la
víspera se izaba en el edificio Consistorial la bandera nacional, circunstancia
que trataba de dejar constancia de sus principios monárquicos y despejar toda
duda ante la ondeada tricolor del Círculo
Republicano. Y además de los típicos actos religiosos y cívicos como
verbenas musicales, feria de ganado y otros concursos, para la tarde del día
mayor de la fiesta se anunció que «la
naciente y entusiasta Sociedad Nueva Casino abrirá por vez primera sus
elegantes salones en el que tendrá lugar un baile de etiqueta», y para el siguiente
día por la mañana el «reparto de pan á
los pobres por cuenta del Ayuntamiento». Estas últimas eran las cuidadas acciones
de los leoninos para mejorar su
imagen pública: promoviendo la Sociedad
Nuevo Casino para contrarrestar la aparición del ya nombrado nuevo Círculo Republicano, y la segunda, acreditando
su altruismo ante la crítica habida al fallido suntuoso almuerzo al Rey en los
jardines de Gourié, cuando muchos pobres no tenían que llevarse a la boca.
Pero no todo fueron
alegrías y propaganda política, dado que lamentaron en ese mes de junio la
muerte del ex-alcalde Manuel del Toro
Sánchez, padre de Domingo y Manuel del Toro González, quienes
también habían sido regidores municipales; e inesperadamente, la del joven Ezequiel Hernández Reyes, quien años
atrás se encargaba de organizar los bailes en El Liceo, hijo del secretario municipal Ezequiel Hernández Rojas que fuera el valedor y gran “fiel de fechos” de los leoninos durante una treintena de años.
También el barrio de los
Bañaderos organizó sus fiestas en honor de san Pedro con mucha animación y concurrencia,
amenizando la banda de música de Arucas muchos bailes populares.
Terminadas las fiestas,
la Junta de la Heredad complementaba su acuerdo anterior relativo a la donación
para el nuevo templo parroquial, y donar otras 30.000 pesetas para el Asilo de
Niños. Hay que destacar que la propuesta de la Junta del 1º de julio de apoyar «la construcción de un Asilo-Hospital, donde
se pudieran albergar obreros imposibilitados para el trabajo, así como también
acoger a los niños cuyas madres tienen que abandonarlos durante las horas del
día para poder ganar el sustento para ellos» la realiza el heredero José
Suárez Suárez, presidente de Frutera
Hespérides, que tuvo el apoyo del también heredero Ramón Mádan Uriondo, quien dijo estar dispuesto a donar cualquiera
de los sitios que tiene en Arucas.
De la propuesta y apoyo
a este acuerdo parece desprenderse algunas convergencias que no deben pasarnos
desapercibidas. Por un lado José Suárez
Suárez rescata el proyecto de su antepasado Antonio Guerra Rodríguez de 1902,
utilizando argumentos textuales recogidos del artículo de Francisco González Diaz de 1904, primo político de Ramón Mádan Uriondo, que confluyen en el
momento en que renace el proyecto del nuevo templo parroquial, quien además
discrepaba del lugar donde debía edificarse el nuevo templo y no se encontraba
entre los miembros de la nueva Junta de Construcción del mismo.
El párroco Francisco Cárdenes Herrera que tres años
antes había negociado con el alcalde Manuel del Toro González la convocatoria
de una nueva Junta de Construcción del Templo, bajo la presidencia de Francisco
Gourié Marrero, ya había madurado sus consultas con distintos vecinos para
definir los restantes miembros que la compondría.
Párroco Cárdenes (Parroquia Arucas) |
Fue así como el 22 de
julio convocó la sesión inaugural, produciéndose el cambio importante pactado
cuando se había ofrecido la presidencia a Francisco
Gourié Marrero, incorporándose como Vicepresidente el ingeniero naval Manuel Hernández Pérez, sobrino del
fallecido presbítero Pedro Regalado
Hernández Armas, que asumía la presidencia del Concurso de Proyectos. La
componen además Blas Rosales Batista
como Tesorero, Juan Manuel Martín Rodríguez Barbosa (concejal)
como Secretario Primero, Francisco Marrero Yáñez (juez municipal) como Secretario Segundo, y los
siguientes vocales: el párroco Francisco Cárdenes Herrera, Norberto
Henríquez Hernández (concejal),
Sinforoso Ferrera Batista (concejal),
Antonio Codorniú Rodríguez (farmacéutico), Adrián Martín Suárez (Secretario de la Heredad de Aguas), Antonio del Toro López, Domingo Barbosa Quesada (alcalde), José
Suárez Suárez (concejal y Presidente de la “Frutera Hespérides”), además de los
presbíteros Juan Francisco González, Ramón Cirera Cardó y José Espino Moreno,
si bien parece eran meros “libre oyentes”. A estos se unió en la siguiente
reunión como vocal Antonio Rodríguez
Uribe.
Podría entenderse que la
sustitución de Rafael Ponce Armas
líder local de los leoninos que
estuvo al frente de la última Junta de Construcción era consecuencia de su
avanzada edad, dado que es suegro del alcalde Domingo Barbosa Quesada, pero posiblemente lo decisivo fue la
estrategia seguida por el párroco de situar a Francisco Gourié Marrero por abrazar el árbol que más “sombra” económica proyecta después de la experiencia que la parroquia tuvo con su
padre Alfonso Gourié Álvarez-Conde
como mecenas del piso del antiguo bautisterio, conociendo probablemente su
debilidad por tener una mayor proyección social que le permitiera ser
reconocido por la sociedad clasista insular y superar su origen “cunero”.
En el tiempo que ha transcurrido hasta nuestros días,
muchas cábalas se han vertido en relación con la construcción del nuevo templo
parroquial. Unas en relación con la verdadera necesidad de construcción de un
nuevo templo lo fue por el mal estado del viejo, pues ya hemos comentado en
estos Anales que se realizaron distintas obras de reparación en su fachada
principal y techumbre. Otra también, si el suelo del antiguo templo sobre el
que se construyó era el apropiado por su tamaño. Igualmente ha sido atribuida
la no presencia de Ramón Madan Uriarte en la Junta de Construcción a su interés
porque se le comprara para tal proyecto un solar que tenía en El Pedregal, en
la falda de la montaña, habiendo quienes apuntaron que se trataba del solar donde
luego se construyó la Casa del Niño.
Entender de las verdades históricas se hace muy difícil
cuando las actas de la Junta de Construcción y las propias del Ayuntamiento son
“oficialistas”, y, no recogen los debates y discusiones que se plantearon ya en
el año 1906. Pero aún así, ocultándose
deliberadamente los mismos, hay indicios más que suficientes para conocer de
ellos, sabiendo leer entre líneas aquello que se ha escrito, para llegar a
establecer distintas conjeturas que el proyecto de construcción del nuevo
templo sustentaba más la vanidad personal de algunos y la presunción por el
“orgullo patrio” de otros clasistas por las apariencias de vivir en la “ciudad”
más importante de la isla. Tales conjeturas son:
Había un grupo de
ciudadanos “progresistas” que consideraban de necesidad más apremiante la
construcción de una Asilo-Hospital, para cuyo fin la Heredad de Aguas aprobó,
como ya se ha dicho, una donación de igual importe que para el nuevo templo:
30.000 pesetas. La propuesta estaba avalada por José Suárez Suárez y Ramón
Madan Uriarte.
El solar del antiguo
templo no se consideraba el apropiado. Este argumento podría estar sustentado a
su vez por distintas conjeturas. Dos primeras, una que en sí misma podría
dilatar en el tiempo la construcción del nuevo templo, y la segunda, que el
estado de ruina del viejo templo no lo era y quedaría habilitado con pequeñas
reparaciones. Ambas conducirían a dar prioridad al Asilo-Hospital. La tercera,
pudo ser que el tamaño del solar del antiguo templo era pequeño, y por tanto
inapropiado. Los indicios nos lo aporta el plano confeccionado por Manuel
Hernández Pérez, vicepresidente de la Junta de Construcción que dejó de asistir
a la misma y del que comentamos más adelante, o su definición en las bases del
concurso, o el telegrama cursado por Ramón Madan Uriondo cuando se publicaron
dichas bases. De todo ello damos amplios detalles en su momento cronológico,
así como de los vínculos y afinidades que hay entre sus actores.
Aunque la Junta de
Construcción del nuevo templo estuvo formada por diecisiete personas, puede
aventurarse sin riego a error, que la opinión del Presidente Francisco Gourié Marrero
es la que prevalecía en los acuerdos que se tomaban, circunstancia que pudo ser
suficiente para que el Vicepresidente Manuel Hernández Pérez se apartara de la
misma, como puede desprenderse de algunas frases que contiene la carta que a
este último le dirigió Blas Rosales Batista cuando le pedía que no abandonara la
Junta.
La gran mayoría de las
iglesias o ermitas anteriores al siglo XIX que fueron demolidas obedecieron a
la decisión de construir un nuevo templo más grande y de mayor aforo,
circunstancias que no se cumplen en el caso de Arucas.
Manuel Hernández Pérez (cit. Sánchez Rodríguez) |
A la decisión de situar
en la Presidencia de la Junta de Construcción a Francisco Gourié Marrero, habría que contraponer y destacar que en la composición de la misma
la ausencia de Ramón Mádan Uriondo,
que pudo ser por decisión propia o porque se conocía la pugna que sostenían
ambos por el prestigio social y podría ser ingobernable un “gallinero con dos gallos”.
La presencia del
ingeniero naval aruquense que vivía en Cruz de Pineda Manuel Hernández Pérez para supervisar un concurso de proyectos es
determinante al fin pretendido por su prestigio profesional como Ingeniero
Naval, y es imprescindible dejar constancia que tres años atrás había fallecido
su mujer Rosario Suárez Guerra,
matrimonio que dio lugar a la saga de los Hernández Suárez de la Cruz de Pineda;
por tanto el ingeniero naval era cuñado de los hermanos Suárez Guerra, propietarios de la “Azucarera Nª Sra. del Rosario”.
También habría que abundar en que su hermano el ingeniero de caminos Orencio Hernández Pérez estaba casado
con Isabel González Díaz, hermana por
tanto del escritor y periodista Francisco
González Díaz, y por consiguiente igualmente prima de Mª Rosario González Fernández Campo, casada con Ramón Madan Uriondo.
Manuel Hernández Pérez proyectó una alternativa para la
construcción del nuevo templo parroquial en el solar que ocupa la plaza de san
Juan, ocupando una superficie de 1.350 m2 tras el ensanchamiento de las calles
perimetrales para darle mejor perspectiva al templo que quedaba orientado de
norte a sur, de forma que el solar que ocupaba el viejo templo parroquial de
unos 800 m2 se convertiría en plaza pública. En cuanto a la titularidad del
suelo de la plaza de san Juan, no parece existiera mayor problema dado que el
mismo perteneció a la parroquia. En las notas del ingeniero naval se decía «La iglesia que se haga en ese sitio
resultará mucho más capaz que la actual».
En los acuerdos adoptados
en la primera reunión de la Junta de Construcción, la inaugural de 22 de julio,
además de darse cuenta de la donación de la Heredad de Aguas, se comenta de la
existencia de un ante-proyecto del ingeniero militar José Ángel Rodrigo Vallabriga, a instancias de anterior presidente
de la Junta Rafael Ponce Armas, quien
también había realizado el proyecto de hierro del Nuevo Teatro Circo, algunos algunos que lo conocían apuntaban que no era del agrado pues estaba concebido para un solar de
mayor tamaño, que comportaría incoar un expediente para la adquisición del resto
del suelo, y que ello «daría motivo para
que la realización del proyecto fuese aplazado por tiempo indeterminado». Como
no existía compromiso con el ingeniero militar, de alguna manera se tiene la
voluntad y se acepta negociar con el mismo e invitarlo a que participe en el
concurso de proyectos que se quería convocar y para el que se aprueba una
Comisión formada por Manuel Hernández Pérez
y Francisco Cárdenes Herrera.
No consta que en dicha
reunión se tratara la alternativa elaborada por Manuel Hernández Pérez, o al menos no se incluyó tal tema en el
acta. Imaginamos que a tal propuesta le hubieran surgido muchos opositores
entre los propietarios de las casas del perímetro del parque de san Juan, los
mismos que en 1875 pidieron al entonces alcalde Antonio González González que
construyera el ayuntamiento en su lado norte. No era lo mismo tener una casa
dando a una hermosa y gran plaza, que curiosamente había sido remodelada
recientemente por el ingeniero naval Manuel Hernández Pérez quien la dotó de un
templete o quiosco para la música, que una casa en una calle perimetral de la
iglesia.
Volviendo a los políticos
locales, estos no dudaron en asistir al mitin y manifestación por la división
provincial organizados el 5 de agosto en el Teatro Circo Cuyás de Las Palmas, y
convocado por la Asociación de la Prensa,
acordando el ayuntamiento llevar banderas y pancartas alusivas al acto.
Mitin por la División Provincial (Fedac) |
El “Diario de Las Palmas” publicó una crónica al día
siguiente de la celebración del mitin en la que recogía detalles del
acontecimiento y de las distintas intervenciones, las cuales resumimos, añadiendo
algunos datos de interés para conocer de los oradores.
En lugar destacado
del acto estuvo Luis Millares Cubas, presidente de la Asociación, flanqueado
por dos veteranos luchadores por la división provincial, el retirado coronel de
artillería y exdiputado a Cortes Antonio Quintana Llarena y el letrado Rafael
Lorenzo García, acompañados de la gran mayoría de los alcaldes de las islas
orientales entre los que se encontraba el de Arucas, a los que se sumaban
políticos significados como Francisco Manrique de Lara, Felipe Massieu Falcón
en representación del presidente del Partido Liberal Canario Dr. Ruano Urquía, José
Franchy Roca presidente del Partido Republicano Federal, Carlos Navarro Ruiz
del Partido Local Canario, el Conde de la Vega Grande, y otros más entre los
que se encontraban también Tomás García Guerra y Francisco Gourié Marrero.
Después de las primeras palabras que dirigió a los convocados
Luis Millares Cubas, tomó la palabra el escritor Prudencio Morales Martínez de
Escobar quien reiteró su discurso en el Museo Canario, cuando el centenario del
Quijote dos años atrás, haciendo un paralelismo entre la lucha de Gran Canaria
contra el gigante provincial desde 1858, con una cita muy aclamada «… y el Sr.
León y Castillo siguiendo el camino de Sancho, el práctico, el de la realidad,
y no el de D. Quijote, sentó esa base con la concesión del puerto de Refugio».
Aun cuando Prudencio Morales, fuera tiempos atrás secretario del partido “leonino”
y su candidato a Cortes, ya en este tiempo mantenía una posición independiente
con respecto al gran “cacique”, del que dio su mejor definición como tal en su
libro "La política en mi tierra" publicado ese mismo año: «El Sr.
León y Castillo ha querido y ha realizado la política del bloque contra toda
oposición. Ayer, con unos servidores por la cuenta que les tuvo, y hoy con
otros por la misma razón, no consintió ni consiente que se mueva nadie en el
país sin su permiso y sin su beneplácito. El es todo y el país es nada».
El mitin tenía por meta sumar voluntades y como tal se
expresó el escritor que al término de su discurso motivó a los «… espectadores
que, puestos en pié, por impulso espontáneo, comenzaron á dar grandes vivas á
León y Castillo y á la división de provincia». De alguna manera Prudencio
Morales vino a condicionar la entrada del siguiente orador Carlos Navarro Ruiz,
que en nombre de los “locales”, comenzó manifestando que «Hoy es día de paz, de
unión, de fraternidad. Aquí se pliegan en este momento todas las banderas para
laborar únicamente por el bien y por el engrandecimiento del país».
Le siguió el abogado
José Romero Quevedo, en representación de los “leoninos”, que después de
destacar que el lema del mitin coincide con el de su partido, hace una reseña
histórica «… de lo que era Gran Canaria en los años de 1852 al 58 en qua surgió
el ideal de la división de la provincia y lo que es hoy en 1906. Dijo que
entonces, Gran Canaria, con pocos medios de vida, falta de sólidas bases, era
un organismo enteco, y que por esta causa la división de provincia no pudo
realizarse y la obra, falta de cimientos, se derrumbó. Mas hoy Gran Canaria,
contando con base tan firma como esa puerto de refugio emporio del comercio
canario, origen de su progreso actual, véase robustecida, grande y fuerte. La
importancia de esa grande obra está en la mente de todos».
Intervino a continuación José Franchy Roca, en nombre de
los “republicanos federales”, manifestando lo recogido en «e1 programa federal
en lo relacionado con la gobernación de los pueblos». Dijo que él desearía ver
implantado en toda España dicho programa, y aun cuando él comprendía que con el
régimen actual no podía ser, no había que aspirar á desarrollarlo tampoco en
Canarias. No siendo esto posible por tal motivo —añadió— los federales aceptan
como un gran paso, aparte de1 bien que este grupo de islas recibe, la división de
la provincia, y nadie que aquí haya nacido y tenga conciencia de sus deberes cívicos,
puede oponerse á ella ni menos combatirla.
Después habló desde el estrado el periodista y escritor
Fernando Inglott Navarro, quien nueve años atrás había publicado el libro
titulado "La Capital de la Provincia de Canarias. Historia de un
escándalo", que volvió también a recordar su discurso en el Museo Canario
con motivo del centenario del Quijote, utilizado por algunos interesados para
situarlo falsamente como contrario a la división de la provincia, cuando en el
mismo hacía un recorrido histórico de los distintos momentos vividos, y por
ello manifestaba con nitidez “pueblo de Las Palmas ha llegado la hora de
conquistar vuestros derechos”. Dijo que estudió el asunto de la división de
provincia en sus tres períodos siendo el primero allá por los años de 1851 y
58, que calificó de los ideales. El segundo que denominó de las ideas prácticas,
comenzando con la concesión del puerto de refugio base del engrandecimiento de
Gran Canaria. Con esas bases de piedra y cal —dijo—, echaron los cimientos para
nuestra independencia verdadera dentro del Archipiélago, por que esa obra y las
concesiones que como consecuencia de ella hánse recabado han traído todo lo
demás. El tercer período llamó del derecho por virtud de lo que representaba Gran
Canaria hoy. Con esas bases estables, inconmovibles, es como yo quiero la
división de provincia en la verdadera acepción de la palabra, no distritos
administrativos, á fin de que perduren nuestros justos derechos. Quien me
atribuya otra cosa —dijo— ó no me conoce, ó si me conoce me calumnia y yo le
perdono.
«Con el discurso del Sr. Inglott había terminado e1 meeting,
pero el público aludió al Dr. García Guerra que formaba parte de la mesa, para
que hablara. El Sr. García pretextó hallarse enfermo, pero fueron tales las
insistencias del público que no tuvo otro remedio que complacerle.
Con palabra fogosa y elocuente patentiza las condiciones en
que se halla Gran Canaria hoy respecto de anteriores épocas para reclamar sus
derechos; manifestó las grandes dificultades que se ponían en otra isla á todo lo que fuera beneficioso para
Gran Canaria; aludió al ensanche de poblado de Las Palmas que todavía no ha
podido ser aprobado por dificultades puestas en los centros oficiales de la
provincia. No quieren —añadió—que nos ensanchemos hacia el puerto, que es la
vida, sino hacia San José, es decir, hacia el Cementerio. La división de
provincia nadie que quiera á este país puede combatirla —dijo— y no quiero
entrar á hablar de esto. Estoy enfermo y exacervaría mi mal combatiendo á quien
combatirla osare. El Doctor García Guerra oyó muchos aplausos al terminar su
patriótica improvisación».
En el acto se organizó la manifestación de más de 6.000
personas, que recorrió, abriendo la marcha una banda de música, las calles de
Viera y Clavijo, Buenos Aires, Triana, General Bravo, Plaza de Cairasco, calle
de Muro, Obispo Codina y Plaza de Santa Ana. Todas las casas de las calles del tránsito
lucían colgaduras. Desde que se salió del Circo de Cuyas hasta la plaza de
Santa Ana se dieron vivas á la división de provincia. Los balcones y ventanas
estaban llenos de gente. El alcalde Ambrosio Hurtado de Mendoza desde el balcón central de las Casas Consistoriales
manifestó que haría llegar hasta el Gobierno las fervientes aspiraciones del
grupo oriental de estas islas.
El 12 de agosto tiene
lugar la segunda reunión de la Junta de Construcción del templo parroquial en
la que el Presidente dio cuenta del escrito recibido del ingeniero militar José Ángel Rodrigo Vallabriga, en la que
propone dos opciones para resolver su
situación. La primera se fundamentaba en que se le encargara la redacción del
proyecto con las rectificaciones pertinentes que estimara la Junta, y la
segunda que se le paguen las 2.000 pesetas por su trabajo y concursar, aceptándose
esta última oferta encomendándole a dicho ingeniero la realización de distintos
trabajos previos para la convocatoria del concurso público.
En la segunda mitad del
mes de septiembre son conocidos los “premios”
otorgados por el Gobierno del Estado a los alcaldes de los ayuntamientos que se
significaron en el programa de la visita de Alfonso XIII a las islas,
concediéndose por el Presidente del Consejo de Ministros a Domingo Barbosa
Quesada, como alcalde de Arucas, el
título de Comendadores con Placa de la R.
O. de Isabel la Católica, al igual que los alcaldes de La Laguna, La Orotava,
Santa Cruz de la Palma, Puerto de la Cruz; y de Arrecife.
Un mayor reconocimiento
recibieron los alcaldes de Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, San Sebastián de
La Gomera y Puerto de Cabras que fueron distinguidos como Caballeros Gran Cruz
de Isabel La Católica los dos primeros, y Caballeros de la R.O. de Isabel la
Católica los dos restantes.
De las mismas daba
cuenta el periódico republicano “El
Progreso”, que significaba así el izado de las banderas monárquicas «Si; ya llegaron las cruces, las
encomiendas, las bandas, las placas y demás chirimbolos con que nuestro
paternal gobierno ha querido dar á Canarias una prueba de su gran estimación. Por
ahora, la remesa no ha sido tan crecida como se esperaba, pero ya es algo para
calmar impaciencias y poder vivir tranquilos en esta tierra».
Otras noticias que se daban
en ese tiempo buscaban alternativas al transporte de fruta y mercancía al
puerto y daba cuenta de ellas “El
Progreso” «Los señores representantes
de la Compañía Anglo-Vasca regresaron de su expedición á los pueblos del Norte
de Gran Canaria muy bien impresionados. Han hecho elogios de la riqueza
agrícola de Arúcas, Guía y Gáldar. En Arúcas fueron obsequiados por el Sr.
Madan, acompañados de los Sres. Don Adán del Castillo, don Orencio Hernández,
Delegado del Gobierno, el Marqués de Guisla, don Francisco Gourié y don Rafael
Ponce».
Se buscaba con los
mismos promotores de los proyectos de alumbrado público la posibilidad de
estudiar un proyecto de ferrocarril en el norte de la isla. La ya referida
compañía “Bilbaíno Canariense” que estudiaba los proyectos de alumbrado que en
prueba realizó capitán León Núñez, tomaba ahora otra denominación societaria
para el proyecto del tranvía al que también está vinculado Francisco Santomé.
Mientras en Arucas
avanzaban las obras del Nuevo Teatro
que construye la Sociedad Cultura y
Progreso donde se unen las calles de Pedro Marichal y de Juan de Dios
Martín, frente a la calle Muñoz, el Teatro Viejo continuaba con su programa
cultura y desplazaba a Arucas a la compañía de ópera que se encontraba en Las
Palmas dando una función de la zarzuela “El
Barbero de Sevilla” que fue muy aplaudida y días después se representaron
las óperas “Rigoletto” Giuseppe Verdi,
“Marina” de Emilio Arrieta y “Los hugonotes” de Giacomo Meyerbeer con
igual éxito de público.
En el mes de septiembre,
en la casa de Ramón Mádan Uriondo en
Las Hoyas, se celebró una importante
reunión para hablar del “tren del norte”, en la que estuvieron presentes además
del Delegado del Gobierno, potenciales inversores como el mismo anfitrión
grancanario, así como su posible anfitrión en Tenerife Luis Van de Walle y Quintana
(IV Marqués de Guisla Ghiselín), además de Adán del Castillo Westerling
y su mujer María Dolores Manrique de Lara y Bravo de Laguna, Francisco Gourié Marrero y Rafael Ponce de Armas, contando todos con
el asesoramiento técnico del ingeniero Orencio
Hernández Pérez, autor del proyecto y director de las obras de la Presa del
Pinto de la Heredad de Aguas.
Se presentó un proyecto
bastante definido por los detalles que del mismo se daban en la prensa «La obra, que es colosal, comprende por
ahora los ferrocarriles que una á los pueblos de San Lorenzo, Arúcas, Gáldar,
Guía y Agaete con un ramal, terminando el puerto de Sardina, por el norte, y el
sur hasta junto al puente de Telde donde está proyectada la estación.
Construida esta obra se hará entonces la segunda parte del proyecto para unir á
todos los pueblos del norte, del centro y del sur de la isla.
El presupuesto de la primera parte del proyecto con
material móvil, está calculado en siete millones y medio de pesetas, y se cree
que en dos años puede hallarse terminada estando en condiciones de funcionar
los ferrocarriles.
Los ferrocarriles del norte y sur de Gran Canaria partirán
del puerto de La Luz donde se levantará una espaciosa estación. Ambos, según el
trazado, siguen hacia el pago de Tamaraceite, donde se levantará también una
estación, así como en todos los demás pueblos. El del norte sigue hasta el
puerto de Sardina atravesando Arúcas, Guía, Gáldar y uniendo á otros pueblos
cercanos por líneas transversales.
El ferrocarril de Telde, sigue desde Tamaraceite hacia el
sur, atraviesa el Guiniguada por medio de un extenso puente de hierro, continúa
hacia arriba hasta Santa Brígida y quizá hasta San Mateo si es factible
modificar el proyecto en este punto, desde aquí se dirige á Telde. En este
trazado figura un gran viaducto, que es una obra muy costosa y en todo él
varios túneles y puentes».
El 23 de septiembre se reúne
de nuevo la Junta de Construcción, en la que se trata de los avances técnicos
del ingeniero José Ángel Rodrigo
Vallabriga para la convocatoria del concurso y se aprobó la concesión de
tres premios para el mismo
Después de que a primeros
de octubre el ayuntamiento tomó el acuerdo de conceder la jubilación solicitada
por el ya “decano” secretario
municipal Ezequiel Hernández Rojas,
con un haber anual de 1.800 pesetas por los derechos contraídos, y en el mismo
pleno municipal se acordó convocar tres plazas de farmacéuticos con un haber
anual de 500 pesetas cada una, el “Diario
de Las Palmas” se hace eco de la noticia del “Diario de Cádiz”, dando cuenta del regreso de Canarias del Sr.
Picavea, noticia relacionada con la reunión que mantuvo en Arucas la “Compañía Anglo-Vasca” celebrada en
septiembre y que se ha mantenido con cierta reserva por los asistentes.
«Procedente de Ganarías y de paso para Madrid, se encuentra
en ésta el Sr. D. Rafael Picavea, Diputado á Cortes por San Sebastián, propietario
del periódico “El Pueblo Vasco”, y personalidad de reconocido nombre y
prestigio en el mundo de los negocios. Su viaje reciente obedece á la práctica
de estudios para la explotación de grandes proyectos en aquellas islas, para
los cuales constituyó el Sr. Picavea un sindicato con capitales vascos e
ingleses, y cuya resultante será la formación de sociedad para abordar los
proyectos que ya se han aceptado después de prolijos y consumados estudios.
Son esos proyectos uno la perforación por su base del famoso
pico de Teide, que según geólogos ingleses y españoles suministrará el agua de
que tanta carencia hay en la Isla para el abastecimiento de todas las
necesidades de ella. Otro es la implantación del ferrocarril desde Arúcas en
todo el Norte de Gran Canaria, y el tercero se refiere á un empréstito para
obras públicas importante cuatro millones y medio de pesetas, que realiza el Ayuntamiento
de Sta. Cruz, y para el que apronta sus capitales el Sindicato del señor Picavea.
Entre otros proyectos que están en gestación para desarrollarlos en las citadas
Islas, cuéntase el de un tranvía eléctrico de Orotava á Tacoronte.
(…) al estudio ó iniciativa de estos negocios ha
contribuido con su actividad é inteligencia nuestro paisano y antiguo compañero
Sr. Santomé, que lleva hechos cinco viajes por el archipiélago canario, donde tanta
riqueza, producción y porvenir hay en beneficio de aquella provincia y de la
madre patria.
(…) El Sr. Picavea que como ya decimos tiene legítima fama
en el mundo financiero es fundador en España y entre otros importantes negocios,
de La Papelera Española, Banco de Vizcaya, Compañía Anónima Artiensa para la
explotación de bosques, 28 kilómetros de ferrocarril, Sociedad Hidroeléctrica franco
española que suministra fluido eléctrico á más de 200 pueblos en Francia y
otras muchas».
Rafael Picavea y Leguía nacido en 1867, después de estudiar
comercio en Francia e Inglaterra, pasó a trabajar en Bilbao con Federico
Echevarría propietario de una importante empresa de laminados industriales, casándose
con su hija. Con su suegro fundó las mencionadas empresas, la Cooperativa
Eléctrica Donostiarra, Saltos de Agua de Valcarlos y la Sociedad General de
Obras de Saneamiento. Después de este año sería Senador por la provincia de
Guipúzcoa (1907-1910), siempre adherido a la política de Antonio Maura.
El ayuntamiento se había
empeñado en recuperar los suntuosos actos protocolarios que tanto caracterizó
el mandato del alcalde Pedro Marichal Álvarez, en línea con el
reciente título de “Comendador” que
había recibido, no desaprovechando cualquier visita a la Ciudad, incluido el
paso del Regimiento militar durante sus maniobras, y a la que se sumaban los
dos grandes competidores por el prestigio social «Tanto el coronel como la oficialidad del Ejército están muy
satisfechos de la acogida que han obsequiado en los pueblos de esta isla que el
Regimiento ha visitado especialmente en Arucas y Teror. Dichos alcaldes han hecho
lo indecible por atenderles y obsequiarles.
En Arucas el Ayuntamiento mostrose también muy obsequioso;
los señores Mádan y Gourié brindaron con champagne y el jóven D. Luís Marrero atendió también a toda
la oficialidad. Hemos oído hacer elogios a favor del Coronel de este Regimiento
por el cariño con que distingue á la oficialidad y soldados …».
En el Teatro Nuevo que venía construyéndose
por la Sociedad Cultura y Recreo de
estructura y cerramiento de hierro, con proyecto del ingeniero José Ángel Rodrigo-Vallabriga,
hay que reseñar la muerte de un joven obrero en el último día de octubre,
cuando al saltar de un andamio a otro en el teatro circo en construcción cayó
desde una altura de diecisiete metros, falleciendo a las pocas horas. Este
hecho ralentizaba de alguna manera la ejecución de las obras de su construcción
que se encontraban en los niveles inferiores a la cota de la calle realizados
con mampuestos que soportarían las estructuras superiores de hierro, si bien la
verdadera paralización de las obras llegaba cuando la Junta de Construcción del
nuevo templo demandó que todos tenían que empujar en la misma dirección y no
distraer los dineros y suscripciones populares para otros fines distintos.
Tras la celebración de
la cuarta reunión de la Junta de Construcción el 4 de noviembre, finalizando el
mes, concretamente el día 29, es anunciado en los periódicos “Diario de Las Palmas”, “El Tiempo” y otros de mayor ámbito, el
concurso público aprobado por la Junta de Construcción del nuevo Templo
parroquial, dando cuenta de las condiciones a las que tienen que sujetarse los
proyectos que se presenten al mismo. Se exige la presentación de una Memoria
descriptiva con todos los cálculos, los Planos de conjunto con secciones y
detalles, el pliego de condiciones facultativas y el Presupuesto de las obras.
Se establece un límite máximo presupuestario de 400.000 pesetas, sin incluir
altares, retablos, pulpitos y otras complementarias para el culto.
Francisco Gourié Marrero (Fedac) |
Se define que el templo
deberá tener cuatro fachadas, con una orientación determinada, entregándose a
cada concursante un plano de la planta del solar y alrededores al que deberá
sujetarse el proyecto. Esta definición cerraba el debate abierto entre Francisco Gourié Marrero y Ramón Mádan Uriondo, defendiendo el
primero el solar de la antigua iglesia y se dijo a modo de justificación que el
segundo recomendaba otro solar para un mayor aforo situado en el entorno de El
Pedregal, donde se venían haciendo las ferias de ganado en el camino hacia la
montaña. Al conocer este último de la publicación del concurso le envió a Francisco Gourié desde el Hotel París en
Madrid un telegrama que decía: «Tengo
vivo interés saber sitio va a construirse iglesia. Contésteme. Madan». Como
bien decía, tras reiterar su “vivo
interés” y acabar en imperativo su respuesta, habría que interpretarse que
este fue el gran motivo que terminaría por definir las voluntades siguientes de
Ramón Mádan Uriondo y su alejamiento progresivo
de la construcción del nuevo templo. En el verdadero fondo de la cuestión
estaba el interés social por darle prioridad a la construcción del “Asilo
Hospital” en el suelo que estaba dispuesto a donar Ramón Madan Uriondo.
En el propio concurso se
reconocían las limitaciones del solar y su menor aforo, dado que se requería «deberá procurarse que el espacio destinado
á los fieles con vista al altar mayor sea lo más amplio posible, sin que por
eso resulten mezquinas las demás dependencias del edificio. El Templo deberá
contener: Salón para orar con vista al Altar Mayor, propio á contener el mayor
número de fíeles. Capillas las que convengan, pero de la menor profundidad,
casi paramentadas á objeto de no mermar el espacio del salón. Baptisterio, sacristía,
camerín, tribuna para órgano y cantores».
Al margen de que Ramón Mádan Uriondo ya había manifestado
que era más necesario y prioritario a la construcción del templo, la
construcción de un Asilo-Hospital que atendiera a los necesitados, jornaleros y
sus hijos que en aquellos tiempos no contaban con ningún tipo de protección
social, y a cuyo fin la Heredad de Aguas había aprobado una donación de 30.000
pesetas. Como la voluntad del Presidente de la Junta de Construcción y del
párroco se impuso, entendió y trató de defender su criterio de mantener en pie
el viejo templo cuya fachada había sido reparada por el anterior párroco y que la
torre del reloj construida por La Heredad pocos años atrás se conservaba en
buen estado, cumpliendo su función de regular las horas de azadas, de donde
estimaba más adecuado construir un nuevo templo en un solar mayor, ganando así
en aforo conforme al crecimiento de la población, que permitiera acompasar en
el tiempo las dos construcciones. De alguna forma se estaba anticipando al
resultado final de una gran construcción en vertical de difícil y compleja
solución.
El deseado mayor
esplendor de la nueva construcción venía definido en el concurso cuando se
decía «En la construcción solo se emplearán
materiales pétreos, debiendo ser precisamente de sillería toda la parte de decoración
interior y exterior del edificio, y de mampostería y ladrillos las partes
restantes», exigencia como se alcanzaba así la mayor monumentalidad. El concurso
establecía tres premios: un primero, consistente en los honorarios y 6.000
pesetas, el segundo 4.000 y el tercero 2.000 pesetas, según fallo emitido por
un jurado de cuatro técnicos ingenieros y arquitectos, reservándose la Junta de
Construcción el derecho de contratar la dirección de obra con quien le
convenga, desempeño que se guardaba para el arquitecto de la diócesis.
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