jueves, 2 de abril de 2015

1876 La compra del solar de la Plaza del Mercado

En las elecciones a Cortes convocadas el 31 de diciembre de 1875, cuyos diputados fueron elegidos el 20 de enero de 1876, resultaron ganadores por Las Palmas el conservador José Fernández Jiménez y por Guía Fernando León y Castillo.

Se habían terminado de construir las Casas Consistoriales y tocaba afrontar la obra de la Plaza del Mercado. En un pleno de febrero el Teniente Alcalde Pantaleón Díaz Suárez expone el planteamiento de su financiación con parte de los Bienes Propios asignados a la Escuela, fórmula que es considerada apropiada pero insuficiente, acordándose a propuesta del alcalde Antonio González González reunirse con la Junta Municipal de Asociados integrada por contribuyentes del municipio.

En la reunión mantenida con estos, después de exponer de las ventajas que para la villa supone disponer de una Plaza de Mercado donde se comercializaran los productos destinados al consumo, el Teniente Alcalde Pantaleón Díaz Suárez daba cuenta de la carencia de fondos a tal finalidad y requería la participación de todos a través de empréstitos que el ayuntamiento se comprometería a pagar. Pero la crisis de la cochinilla ya era conocida, y ni siquiera la invocación al patriotismo de tiempos atrás, permitía ello fuera posible.

En mayo, dado que había fallecido Germán Mujica Aguilar, contactan con su sobrino Andrés Bethencourt Mujica, herederos ahora del total de la hacienda del Mirón, al objeto de llegar a un acuerdo para la compra del solar para la Plaza del Mercado, aquel donde su tío pensó construir el Parador de Diligencias, después de haber concertado el Teniente Alcalde Pantaleón Díaz Suárez quien sólo contaba con el “patriotismo" del concejal Bruno González Castellano, al que añadía el suyo propio Pantaleón Díaz, que hicieron la cantidad de seis mil seiscientas siete pesetas que prestarían al ayuntamiento, que debería añadir la diferencia de mil seiscientas cuarenta y tres pesetas para firmar la escritura de compra, y sin oposición del arrendatario de la finca quien se comprometió al desalojo.
Detalle de fotografía (Fedac)

Nos parece un detalle importante el préstamo que hacen el Teniente Alcalde (64%), así como Bruno González Castellano (36%), dado que nos identifica los apoyos políticos con los que contaba el alcalde Antonio González González, dado que la construcción del edificio no se iniciaría hasta la liquidación de estas deudas en abril de 1879, si bien algunos saldos se retrasaron hasta 1881.

La operación de compra del solar de la Plaza del Mercado debió ser algo particular, probablemente porque había un derecho preferente del arrendador con opción de compra, dado que en la escritura notarial realizada el 29 de mayo de 1876 comparece como vendedor Pedro Quevedo Espino, quien dice ser comerciante-propietario, y como comprador el Ayuntamiento, por el precio de 33.000 reales (8.250 pesetas). También puede que lo hiciera como apoderado pues interviene en otras compra-ventas de solares en El Mirón entre 1873 y 1877, sin olvidar que entonces era el recaudador de tributos de Arucas.
.


Si bien Fernando León y Castillo y el Gobernador Vicente Clavijo Plo habían llegado a un acuerdo político el año anterior, respetándose el reparto del territorio insular de sus influencias, aun así se dieron algunas noticias que afectaban negativamente para Gran Canaria y que parece no importaron mucho al diputado grancanario por Guía. La primera, por Real Orden del Ministerio de Fomento de 14 de septiembre de 1876 fue cerrado el Instituto Municipal de Las Palmas, dándose la excedencia a los profesores expedientados, incluyendo la disposición que todos sus archivos y documentos pasasen al Instituto Provincial en La Laguna. Según algunos historiadores pudo ser consecuencia de las luchas ideológicas de este tiempo «singularmente reflejadas en la cuestión de la Universidad, durante esta etapa conservadora».

La otra, también muy sensible a la población por el momento de crisis de la cochinilla con excedentes de mano de obra, fue la decisión del propio Gobernador Civil en el mes de noviembre, quien «dispuso que las expediciones de emigrantes tuvieran sólo lugar por el puerto de Santa Cruz de Tenerife», medida que sería protestada en Las Palmas. La medida no obedecía a la unificación del control de emigración, lo era interesadamente para concentrar en Santa Cruz las consignatarias de los vapores con destino a las Antillas, las Compañías "Trasatlántica francesa" y "Chargeurs reunis', que obligaban a los pasajeros de las seis Islas restantes a dirigirse a dicho puerto para embarcarse desde allí en sus vapores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario