martes, 21 de abril de 2015

1895 El expediente administrativo al ayuntamiento con cese de la corporación y del secretario

Las alternancias de poder en la Presidencia del Consejo de Ministros entre conservadores y liberales tuvieron su reflejo en el nombramiento de los Gobernadores Civiles de Las Palmas, convirtiéndose en auténticos defensores de aquellos políticos isleños que eran correligionarios de su ideología y promoviendo que los electos concejales en los municipios y diputados provinciales fueran los suyos, poder que se haría notar más aún cuando Fernando León y Castillo fue nombrado embajador en París, y coincidiendo con sus últimos escaños en el Congreso de los Diputados: legislatura 16-may-1896/26-feb-1898 y 07-dic-1905/30-mar1907. En este tiempo las relaciones del Gobernador Civil con la política local se estrechan y parece oportuno conocer de sus nombres:
12-dic-1893
Luis Felipe García Marchante
21-abr-1895
Antonio Castañón y Paes
02-nov-1897
Francisco Manzano y Alfaro
21-feb-1898
José de Sanmartín
06-sep-1898
Enrique de Ureña y Barthe
21-mar-1899
Francisco Maldonado y Entrena
18-feb-1901
Manuel Luengo y Prieto
02-abr-1901
Bernardo Amner y Pons
20-ago-1901
Ramón de Lorite y Sabater
18-sep-1902
Juan Saenz Marquina
21-dic-1902
Joaquín Santos y Ecay
09-jul-1905
Juan Saenz Marquina
01-mar-1906
Ramón de Ledesma Hernández
25-jul-1906
Sinibaldo Gutiérrez Mas
18-dic-1906
Manuel Benítez y Parodi
05-feb-1907
Joaquín Santos y Ecay




El año se inicia con las satisfactorias pruebas de alumbrado en la fábrica de san Pedro que se extenderían después a la ciudad que serían la envidia de toda la isla. «En el proyecto general de alumbrado de la fábrica figuraron 100 lámparas de incandescencia de bugias y 6 de arco con 1.000 bugías cada una. El motor, preciosa máquina que trabaja con una delicadeza y precisión notables, los cables y lámparas, son prodigios de los acreditados talleres de los Sres Wohlguemuth y Brunet de Barcelona, y la instalación completa es obra del inteligente y práctico ingeniero electricista de dicha casa Sr. D. Federico Pons».

El 23 de marzo de 1895 vuelve a la presidencia del gobierno del Estado el conservador Antonio Cánovas del Castillo, y en las elecciones municipales celebradas en el mes de mayo los liberales en Arucas consiguen 8 de los 15 escaños, la mayoría simple que permitirá elegir alcalde a Pedro Marichal Álvarez, resultados parecidos a otros municipios de la isla donde los liberales cedieron buena parte de sus holgadas mayorías, quienes a pesar de la gran campaña pública realizada el año anterior se vieron mermados con la presentación de candidatos por el partido Asociación Patriótica formado por escindidos de los liberales y que obtuvieron dos escaños aun siendo calificados como falsos conservadores. A nivel insular patrocinaban un ataque contra los "decadentes" liberales leoninos, a través de su órgano de difusión El Defensor de la Patria, que eran rebatidos por el órgano de los liberales El Diario de Las Palmas.

En esas réplicas y contra-réplicas, alguna llegó a tratar de las batallas políticas que se daban en la ciudad de Arucas, como la publicada el 18 de julio por el periódico de los liberales, por las críticas realizadas al banquete de celebración de los resultados obtenidos después de la toma de posesión.



«No les gustó á los pseudo conservadores el banquete celebrado por el partido liberal. Y esto constituye para nosotros un acto de gran satisfacción, puesto que su disgusto significa y representa la grandiosidad é importancia del banquete.

(...) Y este que no puede ocultarse, por muchos esfuerzos que traten de hacer, se ha traslucido claramente en su órgano en la prensa. ¡Lástima de tiempo perdido en las interpretaciones tan tontas que hace! Hubiese sido mucho mejor emplearlo en hacer cargos á los concejales patrióticos por haber votado de común acuerdo con la mayoría de nuestro municipio la prórroga del contrato de la banda municipal. Oh ¡la banda municipal! ¡Continúa constituida en la misma forma, con el aplauso de los dos concejales patrióticos, á pesar de los compromisos adquiridos! Disgustos serios, dicen que va esto á ocasionar, pero allá ellos, que nosotros continuaremos contemplando lo que pase y viendo los toros desde la barrera.

Pero volvamos al banquete. Al Sr. Ponce, nuestro distinguido amigo, se le echa en cara la mala yerba que en Arucas ha sembrado y por no estar nunca en lo firme, le censuran precisamente lo que más le honra y enaltece. Hablar de Arucas, como pueblo desmoralizado y sin administración, es decir claramente sendos disparates, que bastan para juzgar á sus autores.

Indicar que Arucas se halla esterilizado es referir esta esterilidad á la yerba patriótica, y esto constituye una gran virtud. Las simpatías que el Sr. Ponce disfruta en su pueblo natal, conocidas de todos son y esto es lo lamentable para la gente del contubernio, pues esas simpatías y la lealtad de nuestro amigo es la barrera mas grande con que tropiezan para entrar en Arucas.

Por lo demás, la gran cruz á que se refiere el Salvador... de cualquier cosa, la solicitó el Sr. Ponce para un amigo, que habia sido ensalzado y encomiado hasta por el órgano patriotero. El chisme á que se refirió en su notable y bien intencionado brindis, debía empezar por no haberlo dicho su autor, pero una vez pronunciado bueno es que haya quien lo dé á conocer al público, para que vean la idea que este pueblo les merece á los que tratan de levantarse por la fuerza que ese mismo pueblo representa.

Y basta por hoy, sigan combatiendo el banquete realizado por nuestro partido, que ese es el mayor elogio que de él se pueda hacer y el mayor orgullo que nosotros podemos ostentar».

Después de casi tres años sin publicar en el Boletín Oficial de la Provincia asuntos obligados como la liquidación de cuentas municipales, las actas de los plenos municipales y los censos electorales, en la edición del 27 de marzo se incluyen los extractos de las actas de los plenos celebrados en el mes de julio de 1894, labor muy eficiente atribuible al secretario Ezequiel Hernández Rojas, que imprimirá cierta celeridad para publicar las que continúan hasta mayo de 1895, antes de que llegara la suspensión . Las actas se ocupan en gran medida de temas relacionados con el reclutamiento por las responsabilidades penales que comporta su incumplimiento en estos tiempos.

En esas permanentes luchas políticas entre conservadores y liberales, o viceversa entre liberales y conservadores, ahora mandando en el Estado los conservadores lo habitual era ejercer medidas de presión sobre los ayuntamientos gobernados por sus eternos enemigos. En el mes de septiembre era conocida la noticia del Ministro de la Gobernación nombrando un Delegado Especial para inspeccionar el cumplimiento de las leyes por los ayuntamientos de Arucas , Gáldar y Teror, donde habían ganado los liberales, nombrándose a tal fin al oficial primero del Gobierno Civil Julio Domínguez, cuestión que motivó la queja periodística del órgano de difusión del partido contra el nuevo Gobernador Antonio Castañón Paes al que se consideraba el verdadero autor de tal iniciativa, conociendo su pensamiento de que los ayuntamientos gobernados por los liberales eran el «cáncer del caciquismo», compartiendo la teoría de uno de los líderes de la conservadora Asociación Patriótica, Ambrosio Hurtado de Mendoza.
 
Caricatura política (Fedac)
Los conservadores de la isla con el apoyo del gobernador y el reconocimiento de Cánovas del Castillo desplazaron a los liberales leoninos de la alcaldía de Las Palmas y de otros pueblos, así como de la Delegación.

A los pocos días el conservador Defensor de la Patria avanzó noticias de dimisiones de concejales en distintos pueblos, de las que se mofaba el liberal Diario de Las Palmas y de sus intenciones de arrastrar a los mismos: «El mismo colega, mareado ya, escribe: "Dícese que varios concejales de Gáldar, Guía, Arúcas y Agaete, han presentado la dimisión", "Poco á poco hila la vieja el copo". Y nosotros decimos: Cásate conmigo, Roque, que soy fuerte jilandera que en menos de una semana jilo mazarosa y media».

También se hizo eco de ello el órgano de los republicanos El País que en su edición de 30 de septiembre recogía: «El Ayuntamiento de Arúcas, la Meca de los leoninos, amenaza también rendirse. Bajo la pesadumbre de una visita de inspección mandada girar por el Sr. Gobernador civil. Cuentan que la armazón se deshace sin nadie tocarla. Algunos concejales han presentado ya ó van a presentar sus renuncias».

La batalla sigue y en la Comisión Provincial de noviembre se trata la incompatibilidad de Rafael Ponce Armas para su escaño de Diputado «La Comisión de actas presentó su dictamen, declarando la incapacidad del señor Ponce, en virtud de que desempeña el cargo de Comandante de Armas de Arucas y que se declare la vacante, siendo apoyado por el Sr. Fajardo como individuo de la Comisión. El Sr. Cabrera Tophan le impugnó y el Sr. Rodríguez Pérez asintió á lo manifestado por el Sr. Fajardo, pidiéndose hiciese constar en acta esta incompatibilidad que concurre en el Sr. Ponce hacía muchos años».

El 15 de diciembre el Gobernador Civil hace público el recurso del Ayuntamiento contra su providencia del 5 de Octubre por el que la declaraba incursa en el máximo de multa establecida en el art. 184 de la ley municipal, por la falta de presentación de las cuentas de varios ejercicios económicos.

Cinco días después el órgano de los liberales Diario de Las Palmas arremete contra el Gobernador por la sanción al ayuntamiento de Arucas en una larga exposición que defiende la actuación de sus correligionarios:

«El Gobernador Civil de esta provincia Sr. Castañón, no se para en barras. Le interesaba suspender para sus fines políticos el Ayuntamiento de la industriosa Ciudad de Arúcas, y no entregarlo á los tribunales como por error ó maliciosamente dice un periódico local, porque el gobernante no tiene facultades para ello, y aún falta que apruebe su conducta en cuanto á la suspensión decretada, el Ministro del ramo, su superior jerárquico, y ha llevado á cabo su propósito.

En algo había de fundarse el señor de la moralidad y de la buena administración, y este algo lo halló en el expediente instruido por aquel delegado suyo que, por mucho que buscó y rebuscó, no pudo encontrar ni siquiera un solo cargo que imputar á los celosos concejales que lo forman. Aquella visita, y aquel expediente, se convirtieron en una comedia, ó más bien dicho, en una lección de caligrafía, porque el tal Delegado, en su deseo de consignar algo, se concretó á buscar en las actas, que le fueron presentadas, letras con rasgos más bien ó mal formados. He ahí en que se ha fundado la suspensión del Ayuntamiento de Arúcas, decretada por ese Gobernador!.

Pasa el citado Ayuntamiento como el primero dé la provincia por el orden y la moralidad en todo lo que de él depende; á nadie debe una peseta, teniendo al corriente todos sus asuntos. Pues bien, ese Ayuntamiento que debe pasar como modelo en toda España, es suspendido por un Gobernador que no vacila en llevar la perturbación á los pueblos con estas medidas; arroja á la calle á concejales fieles cumplidores de sus deberes, y mientras tanto, respeta á los municipios de la isla de Tenerife, porque son conservadores, aunque en aquellos impere las más escandalosas inmoralidades. 

Cuando así se gobierna; cuando esto se llama hacer administración; cuando la política de campanario todo lo atropella y salta por sobre todo; cuando se ve á un representante de un gobierno realizar actos de esta naturaleza, hay que bajar la frente con dolor para exclamar ¡pobre España!.

Nuestros amigos los Sres. Alcalde y Concejales del Ayuntamiento de Arúcas deben estar orgullosos y satisfechos de su gestión; los lanzan de sus puestos por el único delito de pertenecer al partido liberal canario, por ser hombres agradecidos y constantes defensores del ilustre canario D. Fernando de León y Castillo. Al dejar sus puestos y mientras el Ministro de la Gobernación resuelve, reciban nuestros parabienes que la ciudad de Arúcas casi en masa también ha de tributarles, porque defensores sus honrados y laboriosos hijos de nuestros ideales, han de experimentar esa misma clase de sentimientos.
  
No pararía ese día El Diario de Las Palmas que en los días siguientes sigue cargando sus tintas contra la actuación del Gobernador Civil, que ya había resuelto la suspensión de los concejales y su sustitución por los siguientes: Francisco Blanco Falcón, Manuel Cabrera Marrero, Antonio González González, José Gonzalez Martin, Cleto Granado Alfonso, Domingo Guerra Marrero, Salvador Hernández González, Valentín Lorenzo Matos, Domingo Marrero Guerra, Manuel Fernando Marrero Ponce, José Medina Marrero, Juan Medina Marrero, Segundo Ponce Martínez, Basilio Suarez Ojeda y Manuel Suarez Rosales, quienes eligen alcalde interino a Antonio González González y tenientes de alcalde Francisco Blanco Falcón y Valentín Lorenzo Matos por la mayoría formada por diez correligionarios de la Asociación Patriótica, que más que conservadores, son disidentes de los siempre dueños del sultanato de Arucas protegidos bajo la bandera liberal leonina, franquicia en la isla de los intereses de los liberales de Sagasta.

No todos recibieron con desprecio a los nuevos concejales, o al menos así lo manifestaba el liberal-conservador tinerfeño La Opinión recién iniciado el año 1896 que remataba  el suelto con el latinajo que traducido es "¡Así pasa la gloria del mundo!: «¡Vaya si le ha escocido al Diario de Las Palmas el derrumbamiento del cantón de Arucas!. Figurábase que no se encontrarían concejales para sustituir á los suspensos y se encontraron. Creía que los habitantes de aquella ciudad protestarían y resulta que en medio del mayor entusiasmo tomó posesión el nuevo Ayuntamiento. Y que éste funciona, por más que se hayan hecho trabajos titánicos para que los concejales nombrados renunciasen sus cargos.


Hay que irse acostumbrando, estimado cofrade, á los contrarios tiempos, que bastantes años ha navegado viento en popa. ¡Sic tránsit gloria mundi!» ("Así pasa la gloria del mundo"). 

No hay comentarios:

Publicar un comentario