La corporación municipal
de la que es alcalde Pedro Marichal
Álvarez, está integrada por los siguientes concejales Pantaleón Quevedo Ferrera, Manuel del Toro González, Francisco Pérez
Marrero, Miguel Pérez Pérez, Domingo Cabrera Barbosa, Salvador Hernández
González, Antonio Guerra Navarro, Antonio Castellano Pérez, Demetrio Granado
Marrero, Juan Lorenzo Guerra, Juan Andrés Suárez Guerra, Francisco Hernández
Marrero, Martín Afonso González y la vacante de Leonardo Rodríguez Pérez por fallecimiento.
Los diez mayores
contribuyentes son Ramón Madan Uriondo,
Ricardo Suárez Guerra, Domingo Guerra Marrero, Manuel Suárez Rosales, José
González Martin, Rafael Suárez González, Domingo Suárez Guerra, Francisco Ponce
Martínez, Pedro Castellano Ponce y Manuel Fernando Marrero Ponce.
El año se inicia con
fuertes aguaceros que ocasionan un derrumbe en una casa-cueva en el Tabaibal de
la montaña, en el que perecen dos hermanos jóvenes. De otras noticias pocas, y
referentes a los partidos en Arucas, las que más abundan ahora son las
referidas a las riñas de gallos y al partido de Arucas, que compite en la gallera
del Circo Cuyás de la capital con el partido de San José, donde destacan los
gallinos, giros y colorados de Manuel Fernández, Agustín del Castillo, Pedro
Castellano, Ricardo Suárez, Bernardino Ponce y de Cruz.
Después del fracaso en
la obtención de la licencia para la construcción de la presa en La Caldera, en
gran medida por la oposición del gobernador civil a la expropiación forzosa del
suelo a la familia Bravo, a petición de muchos herederos se había retomado el
proyecto de su construcción en el barraquillo de El Pinto llevándose a la Junta
de Gobierno de la Heredad de Aguas de 11 de Septiembre de 1897, entonces
presidida por Pedro Castellano Ponce, en la que se estudiaron los suelos a
ocupar y sus propietarios para iniciar las negociaciones.
El impulso dado en esa
reunión llevó a la inmediata convocatoria de la Junta General del 24 de Octubre
del mismo año, que acordó facultar ampliamente a la Junta de Gobierno para definir la mejor fórmula de
financiación, iniciar las gestiones con los propietarios del suelo y encargar
el proyecto de construcción. Después de tantos años de desesperanza por la
oposición de los “aguatenientes” a su
construcción, se quitaron muchos palos que ponían en la ruedas de este singular
proyecto que venía a facilitar los nuevos cultivos intensivos de regadíos, pues
además de la caña de azúcar ya venían plantándose las plataneras.
Se barajaron varias
fórmulas de financiación, desde la emisión de un empréstito, la suscripción de
un préstamo e inclusive aumentar «la dula un día más para el Secuestro completo
de las 24 azadas de agua de ese día 32 de dula, mientras fuere necesario»,
o la combinación de varias de dichas fórmulas. Prácticamente no se permitió un
respiro, y en la sesión del 30 de octubre se había designado la comisión
formada por el Presidente, Pedro Castellano Ponce, Francisco Gourié Marrero y
Ramón Madan Uriondo, que con el asesoramiento legal Tomás García Guerra se ocupó
de los temas jurídicos e ingeniería; y paralelamente otra formada por Francisco
Ponce Martínez, Norberto Henríquez Hernández y Francisco Gourié Marrero que se
encargarían de las negociaciones para la compra del suelo.
Plan de sección (cit. J. González Gonzálvez) |
La primera fórmula de
financiación fue el aumento de un día en la dula y el secuestro y venta de sus
aguas para su remate durante 1898, en un hilo de 375 pesetas por cada una de
las 24 azadas al año, que permitía afrontar los gastos en que se fueron
incurriendo y avanzar en la negociación de la compra de los terrenos, con tal
prontitud que en la Junta General de 6 de Junio se informaba haberse firmado
las escrituras de compraventa, después de haberse establecido dos meses antes
las condiciones de emisión del empréstito cuya oferta se hizo a los herederos:
por una cuantía total de 75.000 pesetas en tres series de Obligaciones tipo A,
B y C, de 25.000 pesetas cada serie y obligaciones de 250 pesetas cada una,
trasmisibles entre herederos, garantizando un interés del 5% anual, cuyo
desembolso y reembolso a los inversores se establecería por sorteo. Aunque
algunos herederos propusieron se anulara el Secuestro de aguas dada la cuantía
del empréstito, no se accedió a tal propuesta por el tamaño económico de la
obra del vaso y las acequias de salida de aguas.
Sólo quedaba colocar la
primera piedra, acto que representaba un hito histórico para Arucas y que
merecía el máximo esplendor, invitando a todos los herederos y autoridades
locales e insulares, por lo que se creó una comisión organizadora de tal evento
integrada por Francisco Ponce Martínez
y Francisco Gourié Marrero.
Dice la crónica de la
Heredad que el «… domingo 23 de Abril de
1899, espléndido día de luz de nuestra primavera, fue un gran dia en Arucas. Gran
concurso de público asistió al barranquillo de Pinto, y siendo la 1 1/2 de la
tarde y amenizando el acto una banda de música de la localidad y la presencia
de la Junta de Gobierno de la Heredad, compuesta por los señores D. Francisco Ponce
Martinez que ejercia la Presidencia, D. Ramón Madán Uriondo, D. Francisco
Gourié Marrero, D. Manuel Suárez Rosales, D. Rafael Rosales Marrero, D. Manuel
Rosales Marrero, D. Pedro Suárez Pérez, D. Valentín Lorenzo Matos, D. Luis García
Guerra y D. Pantaleón Quevedo Ferrera y, previa la bendición del sitio
efectuada por el Párroco D. Francisco Cárdenes Herrera, asistido del Coadjutor
0. Leopoldo Gil Navarro, y con asistencia del Ingeniero autor del proyecto y
Director de las obras D. Orencio Hernández Pérez, se procedió a la colocación
de dicha primera piedra por D. Francisco Ponce y D. Francisco Gourié,
levantándose acta de ello, uno de cuyos ejemplares se puso dentro de la misma.
Las Autoridades y Herederos fueron luego obsequiados por la Comisión citada en
las Casas Consistoriales de Arucas».
Fue el acontecimiento
más esperado en la ciudad, la colocación de la primera piedra de la Presa del
Pinto de la Heredad de Aguas que tantos años había costado alcanzar una
decisión mayoritaria por los herederos. El primer cronista lo relata así,
tomando la información de los archivos parroquiales que por error la fechó en
el domingo siguiente 2 de mayo:
«… se puso la primera piedra de la Represa de Arucas. Á
este fin, á eso de las tres de la tarde, salió el párroco de Arucas con capa
pluvial, cruz y ciriales, acompañado de varios sacerdotes con roquete y una
comisión de la Heredad de este pueblo al barranquillo de Pinto, donde bendijo
el solar y la primera piedra; dentro de la cual se pusieron un duro y una
peseta, periódicos del día tirados en esta Isla, y un acta conmemorativa del
acto firmada por los herederos. El gentío por aquellas lomas y fondo del
barranco era enorme.
Entonces era presidente de la Heredad D. Francisco Ponce
Martínez, quien en compañía de D. Francisco Gourié Marrero asentó la primera
piedra hecho lo cual, subido á un montón de cascajo pronunció D. Francisco
Gourié un discurso patriótico alusivo al acto, haciendo á continuación el Dr.
D. Gregorio Chil y Naranjo uso de la palabra, felicitando á los hijos de Arucas
por su amor á la agricultura y por saber emplear tan bien sus capitales y
recordando á D. Alfonso Gourié, que en tiempos pasados quiso realizar aquella
obra y no pudo y manifestándole ante todos su sincero agradecimiento por
haberle en su juventud prestado su franca protección para seguir su carrera y
llegar al puesto envidiable que en la sociedad ocupaba actualmente».
Francisco Ponce Martínez, que fue alcalde y concejal en varias
ocasiones, era hijo y sobrino de los también alcaldes Antonio J. Ponce Ponce y Luis
Ponce Ponce, era socio de Francisco
Gourié Marrero en las extracciones de cal y piedra.
También la prensa “liberal” se ocupó da dar oportuna
información del acto: «Con bastante
lucimiento y entusiasmo, se ha celebrado en la ciudad de Arúcas el acto para
colocar la primera piedra en la magna obra denominada Presa del Pinto, que ha
de realizar aquella Heredad. La ciudad de Arúcas está de enhorabuena, pues el
proyecto referido aumentará la mucho la riqueza de sus aguas».
En el mismo mes salta la
buena noticia que el ministerio de Fomento ha incluido la construcción de la
carretera de Arucas a Teror para el próximo ejercicio económico, que
facilitaría las comunicaciones con la villa mariana y con el centro de la isla cuyos
únicos accesos para carretas eran los muy antiguos del camino de los Ingenios
hacia Los Altabacales y el de Santidad y Riquianez para llegar hasta El Palmar,
el tramo más dificultoso que solo podía ser transitado ocasionalmente por mulas
con serones para acarreo.
En julio el ayuntamiento
vuelve a difundir noticias propagandísticas sobre su proyecto de acometer el
alumbrado del casco y los estudios que se están siguiendo, aunque sigue
deambulando con la traída de la luz desde Las Palmas:
«El Ayuntamiento de la ciudad de Arúcas tiene el firme
propósito de instalar el alumbrado eléctrico en aquella localidad. Al efecto el
ingeniero Sr. Wandeoberk ha hecho ya los proyectos para la referida
instalación. Puede aprovecharse para ello un salto de agua ó llevarse la
energía eléctrica desde esta ciudad, siendo á lo que parece, este último
proyecto el que ha de prevalecer, por que resulta más económico para el
Ayuntamiento de Arúcas, que ahora y siempre se hace acreedor al aplauso de sus
administrados».
No pierde ocasión el
ayuntamiento de convertir cualquier visita en un acto propagandístico, siempre
buscando su reflejo en la prensa liberal, como cuando en la segunda quincena de
octubre realizó su visita pastoral el obispo que «fué recibido en aquel pueblo con extraordinaria solemnidad al girar
ahora la santa visita Pastoral. Arcos, enramadas y música se prepararon por el
Ayuntamiento y el vecindario á cuyos agasajos se mostró sumamente agradecido
nuestro virtuosísimo Prelado. También nos dicen que resultó un acto nunca visto
en aquel pueblo el solemne bautizo por el Sr. Obispo de un hijo de nuestro
estimado amigo D. Antonio Hernández, apadrinándolo su abuelo materno nuestro
amigo D. Luis Ojeda Pérez».
El referido abuelo del
niño bautizado es el Fotógrafo de la Real Casa y Corte, natural de Arucas (1847)
que dejó uno de los más valiosos archivos gráficos de la isla con estampas
etnográficas de sobresaliente interés, para quien el Ayuntamiento solicitó la
concesión de la Gran Cruz de Carlos III.
El último domingo de
noviembre el Batallón de Cazadores nº 2 recibía honores siguiendo la costumbre
que se había impuesto el ayuntamiento para así tener presencia en la prensa
amiga: «El domingo último fué objeto
dicho batallón, en la ciudad de Arúcas, de grandes muestras de afecto. El Alcalde
de aquella ciudad, nuestro querido amigo D. Pedro Marichal, obsequió á los
jefes y oficiales con un lunch, consiguiendo del Gobernador de la plaza que el
batallón permaneciera en Arúcas hasta su regreso á Las Palmas. Aplaudimos con
el mayor gusto el patriótico proceder de los pueblos de Gran Canaria visitados
por dicho batallón, por que esas muestras de afecto á nuestros soldados revelan
el amor entrañable que aquí se siente por la patria».
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