Los "leoninos" que alcanzaron un posición
política muy privilegiada por el éxito de su líder en la promoción del Puerto
de la Luz y el Lazareto de Gando, con satisfacción habían recibido el 10 de
octubre de 1886 el nombramiento de Fernando León y Castillo para el Ministerio
de Gobernación, si bien iba a ser su último cargo relevante en Madrid, pues en
noviembre de 1887 es nombrado embajador en París, lo que supuso un alejamiento
tanto de la metrópolis política del Estado como de su partido en la isla, donde
la posición de liderazgo insular de su hermano el ingeniero Juan León y
Castillo, más expuesto por la distancia física y jerárquica del gran líder.
Esta debilidad del "leonismo" que se alineaba con
los "constitucionales" del Estado, fue aprovechada por los
"conservadores" que se organizaron en la isla claramente enfrentados
a los de León y Castillo, coincidiendo
en su estrategia política con los "republicanos", que se hizo más visible con la beligerancia
oligárquica de los Manrique de Lara y Ponte, y de aquellos viejos
"universitarios" ya profesionales independientes que manifestaban en
sus ardientes y mordaces discursos el monopolio "leonino" que
concentraba el poder en unos pocos. El nombrado senador Pedro Bravo de Laguna
Joven, aun habiendo sido tutelado por León y Castillo para su elección, se
debatía en la constitución de un partido conservador. Y entre los profesionales
nadaban a sus anchas los llamados "progresistas" dirigidos por el abogado aruquense Tomás
García Guerra bajo la bandera del "Partido Patriótico".
Tomás García Guerra (Fedac) |
Conforme con el acuerdo
de 12 de diciembre del año anterior, en enero se firma ante notario el contrato
por el que se proveen las plazas de facultativos de Medicina y Cirugía de la
villa a Joaquín Blanco Sapena y José de la Peña Rivero, con lo que se pone fin
a las distintas provisionalidades que se habían dado.
En las elecciones
celebradas en mayo por esas particulares reglas de entonces donde los salientes
prácticamente colocaban a los entrantes, conserva el cargo Manuel del Toro Sánchez y nombra nuevamente Teniente de alcalde a Antonio Guerra Rodríguez, hermano de Gregoria y Manuel Guerra Rodríguez. Gregoria
casada con el varias veces regidor Francisco
Rodríguez Cabrera en tiempos de la alcaldía de Luis Ponce Ponce; y Manuel que
fue concejal con el alcalde Pedro
Castellano Ponce (1872), como ya se ha dicho sobrino del repetido Luis Ponce Ponce, todos ellos antes conocidos
correligionarios del Partido Viejo, y
ahora donde su jefe de filas se encuadrara en los duros "conservadores", ideas compartidas por la gran mayoría de
los políticos locales que asistían a las sesiones municipales, aunque
aparentaron otras posturas "liberales".
También tenemos de
concejal a Carlos Medina Batista,
dueño del trapiche de caña de El Puente. Todos ellos con buenas economías
domésticas, muchos colonos y medianeros trabajando sus tierras, habiendo
heredado para su provecho el viejo sistema del Antiguo Régimen de la Propiedad
que se había desamortizado, donde lo único que había cambiado era su condición
de mayores contribuyentes incluidos en años por tal condición o como cabezas de
familia en el censo de electores.
Era el típico
comportamiento de los pragmáticos "leoninos",
por su necesidad de subsistir políticamente, de donde recibieron a principios
de los ochenta la peyorativa denominación de "partido calamar" que ya hemos comentado en otra ocasión,
dado que utilizaron artimañas políticas de confusión, como el calamar usa su
tinta para desorientar y escapar de sus enemigos. No resultaba extraña la
salida temporal de algún alcalde, permitiendo que su segundo accediera a la
alcaldía, aprovechando las ventajas de las normas para la renovación de la
Junta Municipal, permitiéndose algún descanso político para dar cierta
credibilidad al sistema.
En la sesión inaugural
celebrada el 1º de julio se recogió que el alcalde saliente Manuel del Toro Sánchez recibió e "instaló" en sus cargos a los
electos los días 2, 3 y 4 de mayo: José
Guerra González, Antonio Guerra Rodríguez, Salvador Hernández González, Valentín Lorenzo Matos, Pedro Marichal
Álvarez, Isidro Pérez Hernández, Francisco Pérez Marrero, y Juan Andrés Suárez Guerra. Continúan
formando parte de la Corporación procedentes de la elección anterior Martin Afonso González, Manuel Cabrera Marrero, José González Martín, Carlos Medina Batista,
y Antonio Quintana Medina.
No se concreta si Manuel del Toro Sánchez fue elegido
nuevamente o accedió dentro de los procedentes de la elección anterior. Lo
cierto es que resultó elegido nuevamente alcalde por 13 votos y una papeleta en
blanco que es de suponer correspondiera al entrante Juan Andrés Suárez Guerra, hermano de los díscolos Domingo y Ricardo todos ellos dueños de la Fábrica Azucarera Nª Sra. del
Rosario de los que se había librado el alcalde. Esa mayoría aplastante
manifiesta el grado de sumisión alcanzado por el alcalde, con concejales
totalmente fieles pertenecientes a jóvenes de familias poco reconocibles en la
política local, sin aparente apetencia por el poder. Son el perfecto equipo
para alguien que pretenda crear una dinastía con derecho a sucederle cuando ya
se está en edad avanzada.
En la sesión del día 17,
presidida por el Teniente Alcalde, se concede al alcalde Manuel del Toro Sánchez licencia de cuatro meses por motivos de
salud que es comunicada al Gobernador Civil.
Curiosidades nos deja la prensa de esta época, periódicos convertidos en órganos de difusión de los partidos, al
poco de asumir el cargo de alcalde accidental y no sabemos si lo fue por alguna
promesa no cumplida, cuando se da cuenta «Por
cuestiones de familia, que aún no hemos podido penetrar, parece que un sobrino
de D. Antonio Guerra, Alcalde de Arúcas, infirió á este varias puñaladas que
han puesto en peligro su vida».
En agosto se recompone
también la asamblea municipal de los 13 Contribuyentes Asociados, que quedó más
compactada a los intereses de la corporación, integrada por los siguientes:
Casco del pueblo y sus afueras, Francisco
Ponce Martínez, Manuel Aguiar Henríquez, Rafael Ponce Armas, Adrián Martin
Suárez y Manuel Recco Bello; barrios
de Cerrillo y Goleta, Juan Medina Marrero
y Juan Henríquez Guerra; barrios
de Trapiche y Cruz de Pineda, Juan
Hernández Arencibia y Agustín
Henríquez Guerra; barrios de la Costa del Bañadero y San Andrés, Manuel Rosales Marrero y Francisco León Rodríguez; barrios de Cardonal,
Puerto, LLano Blanco, Trasmontaña y Hoya de San Juan, Cristóbal García y Domingo
Suárez Rodríguez; y barrios de Montaña Cardones, Santidad, San Francisco
Javier y Tenoya, Manuel Fernando Marrero
Ponce y José Pérez González. Son
renovados como tales los que merecen la confianza del alcalde convaleciente
Manuel del Toro Sánchez, y se incorpora algún que otro ex-regidor municipal del
Partido Viejo y muchas caras nuevas.
Estanque (Fedac) |
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