martes, 10 de marzo de 2015

1853 Comienza la construcción de la carretera del Norte

La más importante noticia de este año para la villa es el inicio de las obras del Camino Real desde Las Palmas a Arucas, que partía del Castillo de Mata y en dirección al pago de Tamaraceite en su primer tramo. El segundo tramo debía luego continuar hasta Tenoya, de mayor complejidad por la necesidad de construir un túnel en el Bachicao, y para el siguiente estaba por decidirse su meta final, pues los inconvenientes para salvar las fuertes rampas desde el barranco de Tenoya hasta el pago de San Francisco Javier, además de la construcción de un puente más ancho y alto sobre dicho barranco que salvara las aguas corrientes, parecían recomendar a los técnicos que su trazado se desviara hacia la costa.

Esta cuestión preocupaba mucho a los políticos locales dado que podía dejar aislado el casco de la villa, si bien podía potenciar el pago del Bañadero en la costa. También se argumentaba por los políticos locales que en 1835 para la construcción del primer puente de Tenoya, de dos ojos considerado ahora pequeño, la mayordomía de la parroquia había aportado 15.620 pesetas, pagando el Estado igual cantidad, y que estarían dispuestos a contribuir a la construcción del nuevo puente.
Detalle de fotografía (Fedac)
Mientras unos se preocupaban por el trazado de la carretera, el párroco seguía con su ya tradicional programa de inversiones, anticipándose a cualquier posible expropiación de bienes por parte del Estado en sus iniciativas desamortizadoras, facilitando la redención de censos y tributos para la adquisición de imágenes y campanas, aunque el templo tuviera algunas goteras y las necesidades de su grey fueran apremiantes.

«El 26 de enero de 1853 se colocó en la torre nueva la campana menor fundida en Sevilla, y puesta sobre el muelle costó 142 pesos seis reales de plata y un cuarto, y el 23 de marzo se estrenó la nueva imagen de San Juan Evangelista, de Silvestre Bello que costó setenta pesos».

De otros recursos dispuso el párroco cuando el 23 de julio vendió a Germán Mujica dos casas por  6.622 reales y 36 céntimos, casas recibidas en compensación de las deudas por las aguas de la fábrica de san Juan aprovechadas por el anterior párroco Vicente de Armas y liquidadas a su fallecimiento.

En este año el entonces alcalde constitucional Juan Ponce Marrero, presidiendo la Heredad de Aguas de Arucas y Firgas y siendo secretario de la misma Cleto Matos Afonso, adoptan la decisión de extender las actas de las Juntas en papel sellado. Algunas sospechas de alteración de los acuerdos pudieron llevar a esta importante decisión.

El 29 de octubre se emite una sentencia de la Audiencia de Sevilla que tendría singular importancia para Arucas cuando falla la división del Mayorazgo de Arucas: «Que debemos suplir y suplimos y enmendamos la expresada sentencia de vista da 10 de junio de 1850: Se declara que la mitad reservable de los bienes de que se compone el Vínculo fundado en Arucas por Don Pedro Cerón y Doña Sofía de Santa Gadea, corresponde a Don Luis de Solis y Manso, actual Marqués de Rianzuela, como sucesor inmediato, con las rentas y frutos producidos desde el fallecimiento de la última poseedora Doña Maria Luisa Castelli, Condesa de Benazusa». Esta resolución jurídica además de permitir la liquidación del Mayorazgo vendría a facilitar la venta del mismo en dos partes, con muy buenas tierras muy mal aprovechadas, por lo que no pasaría desapercibido entre los potenciales compradores interesados en los bienes que venían desvinculándose en la isla por las leyes de desamortización.


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