Entre los cincuenta
mayores contribuyentes de las islas por Territorial nos aparecen algunos
vinculados a la villa, como Alfonso Gourié
Álvarez-Conde, ocupando la tercera posición con un tributo de 4.687
pesetas, en el puesto número veinte está Bruno
González Castellano con 1.859 pesetas, luego en el puesto cuarenta y seis
está Juan Manuel Martín González con 1.064
pesetas y siguiéndole José Suárez González
con 1.030 pesetas.
En las reuniones
provinciales que realiza el Partido
Progresista compareció otro concejal aruquense, el antes nombrado Juan Manuel Martín González, siendo por
tanto el segundo que parece alejarse del Partido
Viejo o de su mandamás Luis Ponce
Ponce, más aún cuando en las actas de los progresistas se alude a su implantación territorial en Canarias y
se cita la existencia de comités locales en los pueblos de Guía, Telde y
Arucas. No debiera llevarnos a engaño y confundir su denominación con su
adscripción ideológica, dado que el Partido
Progresista estaba integrado por cuadros provenientes de la burguesía de
Las Palmas. Eran tiempos acomodaticios cuando se buscaba el árbol que daba la
sombra.
Ese año sigue en la
alcaldía de Arucas Luis Ponce Ponce
aferrado al gobierno de la Villa con el apoyo de sus correligionarios y
electores próximos coincidentes con sus intereses. El ayuntamiento tenía un
serio problema con los expedientes relativos a la autorización administrativa,
tanto para la construcción del edificio del ayuntamiento dentro del 80% de los
Bienes Propios, la demolición de la casa del Pósito y la liberalización de los
fondos procedentes de la donación testamentaria de los Canónigos José Fernández
Abad y Vicente Antonio de Armas para la Escuela.
No venían nada mal los
contactos políticos cruzados de alcalde y concejales, y más aún los apoyos
dispensados al contratista de la carretera del Norte Antonio Matos Moreno, quien había sido elegido diputado en las
Cortes. A través del mismo podrían llegar y comprometer al diputado grancanario
Antonio López Botas, fundador del
ahora Partido Monárquico Democrático nacido
de los retales del Partido Canario,
con más influencias en la metrópolis donde había cursado su carrera. Distintas
cartas se había cruzado con este fin desde 1869 solicitando su mediación ante
el Ministerio de la Gobernación y la Diputación Provincial.
Cuando se constituye la
Diputación Provincial, en su primera reunión del 11 de abril, en representación
de la villa de Arucas resultó elegido Ignacio Díaz, quien ostentó la presidencia
de la mesa interina por ser el de mayor edad, conforme establecía la ley, y
cuyo principal debate en aquella jornada lo fue la discusión entre los
diputados que no terminaban de aceptar las reglas del juego democrático,
desacuerdo que permitió que nuestro veterano diputado mantuviera la presidencia
hasta la siguiente sesión del día posterior.
Ese mismo mes el
ayuntamiento requería a Francisco de la
Torre los planos topográficos que le había encargado de la villa tres años
atrás, y que de alguna manera venían motivando que el municipio no se definiera
la alineación de determinadas calles donde los vecinos esperaban para construir
sus casas aprovechando los buenos momentos que atravesaban por la recolección
de la cochinilla.
Las elecciones a Cortes de 1871 serían la confirmación y
nacimiento de un nuevo político insular, el abogado teldense Fernando León y
Castillo, quien después de ser gobernador de Granada y Valencia patrocinado por
los liberales de Sagasta, será un referente para la política local de Arucas y
el inicio de un tiempo nuevo donde las marcas políticas comenzarán a ser más
miméticas con los partidos insulares, donde la principal ideología es la
defensa de la isla, "sentimiento" fecundado y nacido con el Partido
Canario, que alcanzaría su primera etapa con el decreto divisionista de los
distritos de 1852, siempre proyectándose en beneficio de los intereses
oligárquicos de las familias y grandes propietarios
agrícolas de la isla, que aun conviviendo en su seno diversas familias y
facciones, así con muchas disputas internas, gobernaron políticamente la isla
durante cuarenta años.
Los inicios del llamado "pleito insular" son de
la mitad del siglo XIX, cuando se luchó primero por la capitalidad del
archipiélago y después por la división provincial, y con tales fines se fundó
el Partido Canario, órgano político de los sectores divisionistas grancanarios,
moderados y progresistas. Entre sus fundadores hay que destacar al abogado
Antonio López Botas, apadrinado por el Conde de la Vega Grande Agustín del
Castillo. López Botas y Cristóbal del Castillo y Manrique de Lara serán los dirigentes políticos de las
islas orientales.
López Botas, que también fue protagonista en la fundación del
Gabinete Literario y en la construcción de un Instituto Elemental de Segunda
Enseñanza a los cuales dirigió, fue alcalde de Las Palmas en 1849 con el
proyecto de convertirla en la capital del archipiélago urbanísticamente, para
después ser elegido diputado nacional en 1853, acreditando a partir de la
disolución de las Cortes con el inicio del Bienio Progresista (1854-1856) su
capacidad de "adaptación política", reconvirtiendo su Partido Canario
a la opción más propicia en todo momento. En 1858 volvió a ocupar la Alcaldía de
Las Palmas, siendo nombrado nuevamente por Isabel II. Desde la alcaldía apoyó a
los sublevados desterrados en la isla por la Revolución de 1868. Ante el
cambiante escenario de la política del Estado tras el triunfo del
pronunciamiento, creó el Partido Monárquico Democrático, más conocido como el
"partido Bombero" nombre de su órgano de difusión.
En 1871 se inicia el tiempo de Fernando León y Castillo que
desplazará a Antonio López Botas al frente de la política insular, abanderando
la lucha por la división provincial, quien aprendió del desplazado la necesidad
de adaptar su partido político a cada momento histórico. Aunque tuvo diferentes
nombres con atributos de liberal o insular, el partido "leonino" acogía
en su seno personalidades de distintos grupos con la sola exigencia de acatar
la jefatura unipersonal de León y Castillo, entre los que se encontraban moderados,
conservadores, posibilistas y republicanos progresistas, donde la ideología era
lo de menos y lo demás la consecución de sus fines y provechos económicos.
Cohabitaban bajo el mismo techo distintas familias políticas que se mantenían
unidas mientras consiguieran sus objetivos. Será disputado de forma continuada
hasta la legislatura de 1891, perdiendo la siguiente legislatura, accediendo de
nuevo en 1896, y ya en su ocaso perder en cuatro legislaturas, siendo su última
legislatura y despedida política en 1905. Toda su trayectoria política será objeto de culto en la villa de Arucas.
A finales de año la muy
influyente Sociedad Económica de Amigos del País, preocupada por la demora de
la carretera, toma un significativo acuerdo «A
fin de mejorar la carretera del Norte, ó mejor dicho, de hacer que se concluya
dicha carretera hasta la villa de Arucas, ha puesto en juego todos los medios que
están á su alcance, y no desmaya en insistir en la conclusion de dicha
importante via de comunicacion, entre la ciudad de Las Palmas y pueblos del
Norte».
Las obras del matadero y
carnicería de El Cerrillo que se habían parado cuando surgió la propuesta de
construcción de la Plaza del Mercado, ante la complejidad administrativa y el
atraso que traía tanto la compra del solar como la definición del proyecto,
ambos debidos a los pocos recursos económicos que disponía el municipio, se
decidió retomar el proyecto redactado por Francisco de la Torre, si bien pudo
haberse introducido alguna variante en el mismo, realizándolo el maestro mampostero Manuel Aguiar
y el carpintero Pedro Marrero.
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