sábado, 28 de marzo de 2015

1871 La aparición del gran cacique a quien se le rendirá culto en la villa

Entre los cincuenta mayores contribuyentes de las islas por Territorial nos aparecen algunos vinculados a la villa, como Alfonso Gourié Álvarez-Conde, ocupando la tercera posición con un tributo de 4.687 pesetas, en el puesto número veinte está Bruno González Castellano con 1.859 pesetas, luego en el puesto cuarenta y seis está Juan Manuel Martín González con 1.064 pesetas y siguiéndole José Suárez González con 1.030 pesetas.

En las reuniones provinciales que realiza el Partido Progresista compareció otro concejal aruquense, el antes nombrado Juan Manuel Martín González, siendo por tanto el segundo que parece alejarse del Partido Viejo o de su mandamás Luis Ponce Ponce, más aún cuando en las actas de los progresistas se alude a su implantación territorial en Canarias y se cita la existencia de comités locales en los pueblos de Guía, Telde y Arucas. No debiera llevarnos a engaño y confundir su denominación con su adscripción ideológica, dado que el Partido Progresista estaba integrado por cuadros provenientes de la burguesía de Las Palmas. Eran tiempos acomodaticios cuando se buscaba el árbol que daba la sombra.

Ese año sigue en la alcaldía de Arucas Luis Ponce Ponce aferrado al gobierno de la Villa con el apoyo de sus correligionarios y electores próximos coincidentes con sus intereses. El ayuntamiento tenía un serio problema con los expedientes relativos a la autorización administrativa, tanto para la construcción del edificio del ayuntamiento dentro del 80% de los Bienes Propios, la demolición de la casa del Pósito y la liberalización de los fondos procedentes de la donación testamentaria de los Canónigos José Fernández Abad y Vicente Antonio de Armas para la Escuela.

No venían nada mal los contactos políticos cruzados de alcalde y concejales, y más aún los apoyos dispensados al contratista de la carretera del Norte Antonio Matos Moreno, quien había sido elegido diputado en las Cortes. A través del mismo podrían llegar y comprometer al diputado grancanario Antonio López Botas, fundador del ahora Partido Monárquico Democrático nacido de los retales del Partido Canario, con más influencias en la metrópolis donde había cursado su carrera. Distintas cartas se había cruzado con este fin desde 1869 solicitando su mediación ante el Ministerio de la Gobernación y la Diputación Provincial.  
Desfile procesional "leonino" de 1905 (Fedac)

Cuando se constituye la Diputación Provincial, en su primera reunión del 11 de abril, en representación de la villa de Arucas resultó elegido Ignacio Díaz, quien ostentó la presidencia de la mesa interina por ser el de mayor edad, conforme establecía la ley, y cuyo principal debate en aquella jornada lo fue la discusión entre los diputados que no terminaban de aceptar las reglas del juego democrático, desacuerdo que permitió que nuestro veterano diputado mantuviera la presidencia hasta la siguiente sesión del día posterior.

Ese mismo mes el ayuntamiento requería a Francisco de la Torre los planos topográficos que le había encargado de la villa tres años atrás, y que de alguna manera venían motivando que el municipio no se definiera la alineación de determinadas calles donde los vecinos esperaban para construir sus casas aprovechando los buenos momentos que atravesaban por la recolección de la cochinilla.

Las elecciones a Cortes de 1871 serían la confirmación y nacimiento de un nuevo político insular, el abogado teldense Fernando León y Castillo, quien después de ser gobernador de Granada y Valencia patrocinado por los liberales de Sagasta, será un referente para la política local de Arucas y el inicio de un tiempo nuevo donde las marcas políticas comenzarán a ser más miméticas con los partidos insulares, donde la principal ideología es la defensa de la isla, "sentimiento" fecundado y nacido con el Partido Canario, que alcanzaría su primera etapa con el decreto divisionista de los distritos de 1852, siempre proyectándose en beneficio de los intereses oligárquicos de las familias y grandes propietarios agrícolas de la isla, que aun conviviendo en su seno diversas familias y facciones, así con muchas disputas internas, gobernaron políticamente la isla durante cuarenta años.

Los inicios del llamado "pleito insular" son de la mitad del siglo XIX, cuando se luchó primero por la capitalidad del archipiélago y después por la división provincial, y con tales fines se fundó el Partido Canario, órgano político de los sectores divisionistas grancanarios, moderados y progresistas. Entre sus fundadores hay que destacar al abogado Antonio López Botas, apadrinado por el Conde de la Vega Grande Agustín del Castillo. López Botas y Cristóbal del Castillo y Manrique de Lara serán los dirigentes políticos de las islas orientales.

López Botas, que también fue protagonista en la fundación del Gabinete Literario y en la construcción de un Instituto Elemental de Segunda Enseñanza a los cuales dirigió, fue alcalde de Las Palmas en 1849 con el proyecto de convertirla en la capital del archipiélago urbanísticamente, para después ser elegido diputado nacional en 1853, acreditando a partir de la disolución de las Cortes con el inicio del Bienio Progresista (1854-1856) su capacidad de "adaptación política", reconvirtiendo su Partido Canario a la opción más propicia en todo momento. En 1858 volvió a ocupar la Alcaldía de Las Palmas, siendo nombrado nuevamente por Isabel II. Desde la alcaldía apoyó a los sublevados desterrados en la isla por la Revolución de 1868. Ante el cambiante escenario de la política del Estado tras el triunfo del pronunciamiento, creó el Partido Monárquico Democrático, más conocido como el "partido Bombero" nombre de su órgano de difusión.
Fernando León y Castillo (Fedac)

En 1871 se inicia el tiempo de Fernando León y Castillo que desplazará a Antonio López Botas al frente de la política insular, abanderando la lucha por la división provincial, quien aprendió del desplazado la necesidad de adaptar su partido político a cada momento histórico. Aunque tuvo diferentes nombres con atributos de liberal o insular, el partido "leonino" acogía en su seno personalidades de distintos grupos con la sola exigencia de acatar la jefatura unipersonal de León y Castillo, entre los que se encontraban moderados, conservadores, posibilistas y republicanos progresistas, donde la ideología era lo de menos y lo demás la consecución de sus fines y provechos económicos. Cohabitaban bajo el mismo techo distintas familias políticas que se mantenían unidas mientras consiguieran sus objetivos. Será disputado de forma continuada hasta la legislatura de 1891, perdiendo la siguiente legislatura, accediendo de nuevo en 1896, y ya en su ocaso perder en cuatro legislaturas, siendo su última legislatura y despedida política en 1905. Toda su trayectoria política será objeto de culto en la villa de Arucas.   

A finales de año la muy influyente Sociedad Económica de Amigos del País, preocupada por la demora de la carretera, toma un significativo acuerdo «A fin de mejorar la carretera del Norte, ó mejor dicho, de hacer que se concluya dicha carretera hasta la villa de Arucas, ha puesto en juego todos los medios que están á su alcance, y no desmaya en insistir en la conclusion de dicha importante via de comunicacion, entre la ciudad de Las Palmas y pueblos del Norte».

Las obras del matadero y carnicería de El Cerrillo que se habían parado cuando surgió la propuesta de construcción de la Plaza del Mercado, ante la complejidad administrativa y el atraso que traía tanto la compra del solar como la definición del proyecto, ambos debidos a los pocos recursos económicos que disponía el municipio, se decidió retomar el proyecto redactado por Francisco de la Torre, si bien pudo haberse introducido alguna variante en el mismo, realizándolo el  maestro mampostero Manuel Aguiar y el carpintero Pedro Marrero.


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