Es así como después de
las elecciones realizadas ese año, en enero accede a la alcaldía Bruno González Castellano, del que hemos dicho no se
identificaba con ninguno de los dos partidos que pugnaban por el control del
ayuntamiento y heredad, aun cuando se le situaba más cercano al Partido Nuevo por los regidores que le
acompañaban y sus maneras de actuar. Se situaba por encima de los mismos y su
competidor entonces no era otro que Alfonso
Gourié Álvarez-Conde.
Entre sus primeras ocupaciones en el cargo está en recordar
al bando de 15 de abril de 1862 del anterior alcalde Miguel Suárez Ponce sobre la obligación de los propietarios de bienes
rústicos, urbanos como ganaderos, sujetos a la contribución aprobada por el
Real Decreto de 23 de Mayo de 1845, quienes deberían informar de las rentas que
percibían por arrendamiento o aparcería para que comunicaran al objeto de
confeccionar el censo de amillaramiento contributivo.
Había transcurrido un año desde la publicación del bando
municipal y ocho años desde que se aprobó la norma que fue ignorada por los
anteriores alcaldes, y manifestaba el actual alcalde «Y no obstante el tiempo transcurrido, es el caso que ni un solo contribuyente
ha cumplido con las relaciones y así la junta pericial á cada paso se encuentra
en dificultades y dudas sin poder adelantar en los trabajos en que se ocupa, porque
aun cuando existe en esta Secretaria un estado que contiene la cabida y clase
de los terrenos de esta Jurisdicción, resulta que después de su formación han
ocurrido repetidas ventas, particiones, nuevos arrendamientos sin que de ellos haya
datos en la misma Secretaria por donde conocer al exacto movimiento que por esta
causa han sufrido las fincas, y por consiguiente la Junta que conoce de estos trabajos
paralizada sin poder continuarlos para no esponerse á graves errores».
Amillaramientos |
Retrato de Bruno González Castellano (Marquesado - F. Caballero Mujica) |
Cuando se trataba de
cultivos temporeros como los cereales y viñedos, la relación entre propietario-censatario y el colono-cultivador, llamado en este caso aparcero, se basaba en un contrato
llamado “a la parte” o reparto a
porcentaje fijo de los medios de producción agraria y la cosecha, siendo
siempre la parte menor la percibida por el aparcero,
fórmula heredada del sistema semifeudal. En estos casos el propietario-censatario cedía una
estrechísima vivienda en un sistema comunal de cocina y baños que en las
islas recibió el nombre de cuartería.
El régimen de arrendamiento se utilizó más en la
relación entre dos propietarios-censatarios
cuando uno de ellos quería ampliar la superficie de cultivo, o para los bienes
urbanos, considerándose por tanto un compromiso entre burgueses.
No deja de ser casual
que desde la aprobación de la norma fiscal permanecieran impasibles los
sucesivos alcaldes Antonio José Ponce
Ponce (1846), Luis Ponce Ponce (1850), Juan Ponce Marrero (1852) y de nuevo Luis
Ponce Ponce (1857). Quien primero publicaría un bando exigiendo la
presentación de relaciones fue Miguel Suárez Ponce, información que fuera
exigida y requerida por Bruno González
Castellano en este año, cuestión que puede definirnos su perfil público aun
siendo entonces el mayor propietario de bienes con vecindad en la villa.
Núcleo
|
Riqueza
|
% Peso insular
|
% Peso región
|
Cupo contribución
|
Las Palmas
|
2.237.500
|
19,3
|
7,0
|
308.570
|
Telde
|
1.539.500
|
13,3
|
4,8
|
215.530
|
Arucas
|
781.960
|
6,8
|
2,4
|
106.230
|
San Mateo
|
667.900
|
5,8
|
2,1
|
92.050
|
Santa Brígida
|
659.000
|
5,7
|
2,1
|
92.050
|
Guía
|
639.000
|
5,5
|
2,0
|
89.180
|
Isla
|
11.573.730
|
100,0
|
36,2
|
1.592.770
|
Región
|
31.952.480
|
100,0
|
4.340.240
|
Cuando este año se publicaron los datos de la riqueza en
las islas arriba recogidos, de los datos comparativos entre los seis
principales núcleos de población de la isla Canaria en aquellos tiempos, la
villa de Arucas parece distinguirse como la de mayor ocultación y elusión
fiscal, alejándose de la realidad de entonces en cada uno de dichos núcleos,
máxime conociéndose que la importancia vitivinícola que pudieran tener San
Mateo y Santa Brígida ya acusaba la crisis y que las superficies del entorno del
Monte Lentiscal y la Caldera de Bandama fueron privatizadas, es decir
transferidas y redimidos sus censos entre 1856/1860, si bien hubo mayor
conocimiento público de las mismas.
El R.D. de 23 de mayo de 1845 fue el primer sistema fiscal
unificado del Estado que estableció la tributación de la riqueza rústica y
urbana, con la creación de la contribución de inmuebles, cultivo y ganadería
como principal fuente de financiación de la hacienda española, que mejoraba las
experiencias anteriores más dispersas y precarias algunas de las cuales fueron
normas no puestas en práctica.
A partir del primer intento de reforma fiscal durante la
Guerra de la Independencia, cuando en 1809 se declaró la nulidad de los
impuestos entonces vigentes para introducir una única contribución
“extraordinaria de guerra”, imposibilitada por la ausencia de censos, y otro
impuesto personal sobre la renta con tarifa progresiva, pasando por el
fracasado nuevo plan de contribuciones de 1813, la fallida Contribución General
del ministro de hacienda Martín Garay Perales Martínez de Villela en 1817 también
fracasada por la ausencia de las bases de repartimiento de la estadística de la
riqueza, o el intento de 1821 de tributaciones indirectas sobre la renta de la
tierra, los consumos, los derechos de registro y papel sellado, los estancos de
la sal y tabaco, y la entonces novedosa de patentes que gravaba las actividades
comerciales e industriales.
Todos los intentos fiscales estuvieron expuestos al fracaso
desde su nacimiento, pues todos de alguna forma aglutinaban el rechazo general
de los que ostentaban la riqueza y los bienes. Incluso en tiempo de las guerras
carlistas, con enormes gastos para el Estado, los planes de Luis López
Ballesteros Varela entre 1824 y 1830 creando nuevas figuras impositivas que llenaran
las arcas del Estado; mucho patriotismo defendiendo la monarquía pero de pagar
impuestos, nada de nada. Sería a partir de Juan de Dios Álvarez Mendizábal en
1835, nacido de familia humilde, cuando se inicie la auténtica reforma fiscal con
la Revolución Liberal con la desamortización eclesiástica, atacando
directamente el problema de raíz de tanto fracaso fiscal, cuál era la propiedad
de los bienes. Ello le llevó a su suicidio político, el destino común de hasta
30 ministros de Hacienda que hasta 1844 se perdieron en normas jurídicas
siempre discutidas y criticadas, cuando además adolecían de no atacar el
verdadero problema de la tributación de la riqueza cuya raíz había detectado
Mendizábal.
Con el triunfo de las tropas de Ramón María Narváez y
Campos en 1843 cae el régimen de Joaquín Baldomero Fernández-Espartero Álvarez
de Toro y se establece un gobierno de transición presidido por Luis González
Bravo, quien puso como ministro de Hacienda a Juan José García Carrasco Gómez
Benítez. Al coincidir en el tiempo con muchos escándalos financieros, decidió
crear una comisión de expertos dirigida por Ramón de Santillán González. En
1844 preside el gobierno Narváez y nombra ministro de Hacienda a Alejandro Mon
y Menéndez, quien asumiendo los trabajos de la comisión de Santillán, inicia
las reformas legislativas fiscales de 1845 con figuras impositivas mixtas.
Impuestos directos como la Contribución de Inmuebles, Cultivo y Ganadería, el
Subsidio Industrial y de Comercio, el Derecho de Hipotecas y la Contribución
sobre Inquilinatos. Y los Impuestos indirectos como del Sello, de Consumos y de
Aduanas.
Aunque su implantación sería progresiva y algunas de las
figuras impositivas fracasaron por la falta de información censual, la norma
emanada de la Ley de Presupuestos dictada por el Real Decreto de 23 de mayo de
1845, aun siendo de carácter provisional y transitoria, ya consideraba como
sujetos pasivos a los propietarios de bienes inmuebles, cultivadores y
ganaderos.
Además la norma estableció una tributación fiscal como
fuente de información para censar las variaciones patrimoniales entre ciudadanos,
estableciendo una tarifa de impuestos del 2% para las Adjudicaciones en pago de
deudas, los Censos, imposiciones y redenciones, Cesiones de foros,
Compra-ventas de bienes inmuebles, Fideicomisos y sustituciones, Permutas de
bienes inmuebles, Vínculos y mayorazgos; del 0,5% para todo tipo de Donaciones
y Pensiones Vitalicias; de entre el 1 y el 10% para las Sucesiones según el
grado de consanguinidad; de entre el 4 y el 10% para los Legados según el grado de afinidad; de entre el 0,02
y el 0,20% para las Pensiones Temporales según los años. Estas figuras
impositivas intentaron siempre ser eludidas por las grandes riquezas y su
control era gestionado en los ayuntamientos municipales.
La nueva casa del líder del Partido Nuevo Juan Ponce Marrero que arregló la plaza de san Juan (Google earth) |
La villa de entonces ya
denotaba un avance constructivo notable, algo exento de urbanismo, como nos
describe el periódico El País que nos
permite adivinar que el interés del alcalde Juan
Ponce Marrero por rematar la plaza de san Juan, de pasada mejoraba la
situación y vistas panorámicas de su casa particular junto a la calle Herrería:
«Hemos tenido ocasión de ver las numerosas casas de nueva
planta que se han construido y están construyendo en la villa de
Arucas, y su buen aspecto exterior. Sentimos mucho que en su replanteo se
descuide por completo una buena disposición. La mayor parte se construye sin
formar alineaciones rectas, en cuyo caso se encuentra la que en la actualidad
se está fabricando por encima de uno de los arcos que se encuentran en la plaza
de la parroquia.
Esta casa que debiera por la fachada del poniente seguir la
linea trazada por las de D. Juan Ponce Marrero y Doña Juana Navarro, se ha
establecido formando un ángulo excesivamente obtuso. La disposición de esta
casa no permitirá en lo adelante trazar una calle recta que subiendo de la
citada plaza, vaya á terminar á la entrada de Trasmontaña, y que las casas del
Ayuntamiento que han de fabricarse en el extremo superior dela misma plaza
queden con una perfecta».
En este escenario de
crecimiento urbano no ceja la pugna entre las dos entidades culturales de la
villa, auténticos testimonios de la permanente pugna entre el Partido Viejo y el Partido Nuevo, las cuales tienen su reflejo en distintos periódicos
por aquello de la sana competencia, una en El
País, periódico local de intereses materiales, noticias, instrucción pública,
literatura, comercio, y otra en El Ómnibus, periódico de noticias e
intereses materiales, ambas en un corto
período de días, que merecen ser reproducidas en su integridad para conocer de
su intencionalidad política:
El primero en su edición
del 24 de marzo reproduce la noticia trasmitida por su corresponsal en Arucas
como sigue: «La Sociedad del Liceo de esta villa sigue progresando de una manera
notable; el numero de sus socios se aumenta cada dia, y nos prometemos que esta
institución reportará á la localidad, beneficios que pronto tendremos que
admirar; pues cimentada, segun su reglamento, bajo las bases de recreo é
instrucción, facilitará á los individuos de su seno que lo necesiten, todos
aquellos conocimientos que sean posibles y estén al alcance de los que se
dediquen á tan noble misión.
La seccion de recreo en unión de la dramática, auxiliada
por varios individuos de la misma Sociedad, y deseosa de proporcionar algunos
ratos de solaz que mitiguen las fatigas que la laboriosidad de estos vecinos
les acarrea, ha dispuesto, para la noche del domingo de Pascua, una función dramática que tendrá lugar en el
salón principal del Liceo, poniéndose en escena la comedia en dos actos de Don Luis
Olona, titulada “El Preceptor y su mujer”, á la que seguirá una pieza final. El
producto de ésta función se destina á la adquisición de objetos para el
establecimiento.
El lunes siguiente tendrá efecto el baile de Sociedad. Ademas,
tanto en los dias espresados como en el domingo siguiente, se efectuaran las
riñas de gallos casadas al efecto. La banda
de música de la misma Sociedad amenizara con piezas escojidas las fiestas
del domingo de Pascua.
Esperamos que la Sección de recreo continúe con el mismo
entusiasmo en adelante, y que la de instrucción imite su ejemplo no olvidando
su especial objeto».
Pocos días después, en
su edición del 18 de abril el otro periódico publicaba también la noticia de su
corresponsal: «Anoche en el salón del
Casino, se puso en escena, por los aficionados de esta Villa, la comedia en
dos actos, del Sr. Olona titulada
“El Preceptor y su mujer” concluyendo la función con el gracioso juguete cómico
“Los dos inseparables”. La buena ejecución de ambas piezas dejó sumamente
complacidos á los numerosos espectadores que á ellas concurrieron, no pudiendo
menos de celebrar con repetidos aplausos la propiedad y acierto con que cada
uno de los actores supo interpretar su papel. Nada diré á V. V. una especial mención
de las Sras. Dª Micaela Mederos y Dª Josefa Lemus, que en la comedia
desempeñaron los papeles de Maria y Clara, por la circunstancia de que siendo
la primera vez que salen á la escena, dieron á conocer sus buenas disposiciones
y la posibilidad de que en lo sucesivo vayan perfeccionando estas bellas dotes.
Nada diré á V. V. de la perfección con que caracterizaron sus papeles los
Señores D. Feliciano Caubín, D. Manuel Maria Sabater y D. Juan Hernández,
porque conocidos ya de este público, tienen adquirida una justa cuanto merecida
aceptación
Tengo entendido que se trata de continuar dando funciones
de este género en los dias mas festivos del año, como también reorganizar la banda de música con
todos los individuos que pertenecían a las dos que habia antes, lo que tanto
por su número cuanto por las buenas disposiciones de que generalmente se hallan
asistidos y los conocimientos de su director D. Miguel Cabrera, debe dar por
resultado en poco tiempo, ser una de las mejores que haya en la provincia.
Todo esto va dando animación y vida á esta Villa; y si,
como es de esperar, no desmayan sus habitantes en tan laudables proyectos, con
su realización y con la de otros que en sentido de mejoras materiales están
preconcebidos, la villa de Arucas está llamada á ser en todos conceptos, una de
las mejores poblaciones de esta isla».
Podría entenderse que
las noticias son del mismo acto, pero la primera anuncia la obra dramática para
el domingo 5 de abril en El Liceo y
dice de una velada musical con la banda de dicha sociedad cultural, mientras
que la segunda dice haberse celebrado en El
Casino el viernes 17 de abril, dando detalle de los actores locales que la
interpretaron, más cercanos todos a Rafael
Ponce Armas, hijo del antiguo alcalde Juan
Ponce Marrero, entre los que se incluye al maestro de caligrafía de la
escuela nocturna Manuel Maria Sabater y
se anuncia la reorganización de la banda bajo la dirección del organista de la
parroquia Miguel Cabrera Torres. El
corresponsal del segundo periódico, aunque ajusta la fecha de celebración,
utilizando la fórmula despectiva de los correligionarios del Partido Viejo llama a El Liceo como El Casino, usando la fórmula argumental de denuncia que en su día
hiciera Luis Ponce Ponce, quien
estaba dejando morir tras su “apropiación
municipal” la anterior sociedad de Instrucción
y Recreo fundada por Germán Mujica
Aguilar tras su conversión en Casino.
De forma deliberada se
mantenía la duda en relación a cual sociedad se refería, dado que en estas
luchas se encontraban enfrentados los dos bandos, pero los amigos se debían a
los amigos, y no a otros. Por noticias posteriores, el Partido Viejo reconocía el fallecimiento del viejo Casino ya cerrado. Estas artes motivaron la confusión por el
vecindario en la denominación de la que sobrevivió, en ocasiones como Casino y en otras con su denominación
oficial Liceo, siendo esta última la
que más perduró por la insistencia y propósito del Partido Nuevo.
La relación del alcalde Bruno González Castellano es exquisita
con el periódico El País, medio que
apuntaba distintas recomendaciones de suscriptores y de su corresponsal sobre
la villa, en particular por la existencia de grandes piedras en la plaza de san
Sebastián o de la mala calidad del pan allí horneado o de la venta de carne al
aire libre junto al Pósito que el ayuntamiento usa para sus reuniones, que son bien
acogidas por el mismo según recoge en varios sueltos.
«Pareceríamos desatentos si, por medio de nuestro
periódico, no diésemos las gracias al Sr. Alcalde dé la villa de Arúcas, por la
amabilidad con que ha recibido nuestras indicaciones de mejoras en aquel
pueblo, y la eficacia y desvelo que despliega sin cesar en la corrección de
abusos que le hemos asimismo señalado, conforme nos lo participa nuestro
corresponsal en comunicación y que en la sección provincial publicamos».
Esto nos indica que dicha autoridad ha comprendido que
únicamente el bien y el interés público, es el móvil que guia nuestra pluma. Por
ello, nos felicitamos igualmente».
«Se nos ha asegurado por persona fidedigna que el I.Ayuntamiento
de la villa de Arúcas, tomando en consideración lo expuesto en nuestro periódico
ante la necesidad de establecer una escuela de niños en uno de los pagos de la
jurisdicción, para que puedan asistir y recibir la primera instrucción los
jóvenes que por la distancia al pueblo se hallan privados de ese beneficio, ha
pensado poner todos los medios que se hallan á su alcance á fin de conseguir de
la autoridad superior, que el sueldo consignado al maestro de la escuela de adultos que existe en dicho pueblo se suprima, y que esta
dotación se le agregue como haber, al que rejente la nueva que piensa crearse, atribuyendo
entonces la renta de aquella, los mismos jóvenes que reciban la enseñanza, con cuatro
rvn. mensuales, pagándose el alumbrado de los fondos municipales; y que dicha
instrucción sea desempeñada por los profesores de las escuelas públicas alternando;
conforme se practica en iguales establecimientos de muchos pueblos de la
Península.
Esta medida que creerán algunos perjudicial á la
instrucción, es en nuestro concepto acertadísima, pues la concurrencia de
alumnos á la escuela de adultos era reducida, y todos son jóvenes acomodados
que pueden contribuir con dicha retribución, dando siempre iguales resultados,
y aun mayores si se quiere, pues se posee un nuevo establecimiento de esta
clase sin gravámen de los fondos municipales.
De este modo podrá aquel municipio pensar igualmente en la
creación de una escuela de niñas en los pagos jurisdiccionales que también
tienen derecho a la instrucción. Elojiamos los buenos deseos de esta Corporación,
y suplicamos, en nombre de ese mismo pueblo que representa, no desmaye en sus
acertados pensamientos de civilización y progreso con que se está distinguiendo».
Además de estos sueltos,
el corresponsal da otra noticia bastante adelantada e innovadora para aquellos
tiempos y que dibuja los atributos que distinguen al alcalde: «El proyecto de alumbrado público en esta
villa, cuya idea insinué á Vds. en una de mis anteriores comunicaciones, ha
sido acogida con particular entusiasmo por el Sr. Alcalde constitucional D. Bruno
González, el cual trata de arbitrar los medios menos gravosos al pueblo para llevar
á efecto tan necesaria mejora.
No tengo frases con que encomiar á Vds. la solicitud y celo
que dicha autoridad despliega en cuanto tiende al bien de esta población.
Cuantas ideas de corrección han emitido Vds. en su ilustrado periódico, acto
continuo las ha practicado; y animado del más laudable deseo, no desmaya en
sacrificar hasta sus intereses por el ornato y progreso de la Villa, que le
distingue con toda su confianza.
Nunca hubiera yo redactado las frases anteriores si los
hechos no las confirmasen. Escribo solo la verdad, sin exageración, como lo
tengo demostrado prometo seguirlo probando en las subsecuentes. Es tanto el
empeño que toma en la inversión de la prestación vecinal que personalmente
constituido diariamente en el lugar de los trabajos, los dirige con acierto.
Ha tomado oportunas medidas respecto al arbolado de nuestra
plaza principal, colocando un hortelano que le cuide, riegue y abone. El pan ha
mejorado en mucho, a pesar de que sigue en alta su precio, encontrándose de
superior calidad en el establecimiento de D. Diego Pérez. Este es un aviso para
los viageros y forasteros que lleguen á esta villa.
Trata de fabricarse, dentro de breve plazo, una nueva
carnicería, y se ha acordado construir en la misma, un local adyacente para la
venta del pescado fresco. De elogiar es la realización de tan beneficioso
proyecto.
Preparase para las próxímas fiestas de San Juan varias
diversiones públicas conforme ya he indidicado á Vds. Con cucaña, fuegos
artificiales, bailes, etc., etc., aunque, se dice, que las anunciadas por la
Sociedad del Liceo, no tendrán lugar por haber sus individuos desmayado en su
entusiasmo. El Ayuntamiento trata de hacer desaparecer el alumbrado de
alquitrán de otros años, sustituyéndole con faroles transparentes suspendidos
de los árboles.
La resbaladiza cucaña para alcanzar un premio en las fiestas |
En la calle de S. Pedro, junto al Mayorazgo, existe un
montón de piedras que debe mirar con temor el que aprecie en algo su vida. He observado
también, y con extrañeza, que el dueño
de una casa sita en la calle de S. Juan, no cumpla con las prevenciones hechas
en el bando de buen gobierno, que recomienda el albeo público y que se pinten
de azul los edificios que carezcan de zócalos y esquinas de cantería.
Y últimamente, para no cansar a Vds., concluiré diciendo,
que fuera de desear se hiciese desaparecer el escándalo de la multitud de
muchachos que por las tardes se reúnen en nuestra plaza principal, prevéngase á
los padres el cuidado y vigilancia que en su educación y conducta deben
observar, y sino que sufran ellos solos las consecuencias de su punible
descuido y abandono. (De nuestro corresponsal)».
Debe tenerse en cuenta
que el gran valedor de Cruz de Pineda dentro de la corporación es el primer
teniente de alcalde Antonio González
González, vecino de dicho pago. Por su redacción y vocabulario, creemos que
el corresponsal no era otro que el profesor de caligrafía Manuel María Sabater, quien además se dedicaba en aquellos tiempos
a ofrecer su mediación para servicios financieros a aquellos vecinos que
quisieran negociar sus créditos contra el Estado para obtener el anticipo de su
efectivo.
De su prolija pluma
tenemos otras noticias publicadas sobre la evolución del cultivo de los nopales
para el aprovechamiento de la cochinilla y de los actos festivos de aquel año
que nos ilustran del acontecer de estos tiempos y narra de los detalles de
cortesía con el alcalde indispuesto, con el reconocimiento popular.
«Arúcas.- El cultivo de la cochinilla en este pueblo, es,
sin duda alguna, quien le dá vida y el que siempre ha ofrecido risueñas
esperanzas á los que se dedican á él, porque es indudable que la Providencia
destinó á este suelo para el desarrollo y aclimatación de la grana. Sin
embargo, hacía tiempo que la baja de este artículo en los mercados de Europa,
inspiraba un desaliento general a los cultivadores, al ver que su precio no
compensaba sus dispendios.
Además los que necesitaban realizar, se veian obligados á
vender la cosecha á un ínfimo precio, si no querían hallarse en el
imprescindible caso de irla cobrando á largos plazos con el objeto de sacar
alguna más utilidad que la que le proporcionaba al contado; asi es, que muchos
se encontraban frecuentemente sin recursos con que subvenir á los gastos que el
cultivo les exige en señaladas épocas y se veian obligados á contraer deudas
qué satisfarían al cumplimiento de los plazos.
Pero hoy es otro el estado de estos laboriosos colonos á quienes
la suerte ha protegido proporcionando los recursos que les han devuelto la
esperanza y la tranquilidad. Tal es la asociación que vá á formarse con el
objeto de reunir considerables partidas de cochinilla para remitirlas á la casa
que ha abierto sus puertas á estos vecinos, facilitándoles por medio de un
módico interés las cantidades que vayan necesitando.
Creo, Señor Director, que esta noticia ha de agradar á V.
por las ventajas que á esta localidad reporta, y por la que tanto aboga V. en
su acreditado periódico. Hágala V. pública y complacerá á todos nuestros
colonos.
Pasaré á comunicar alguna cosa de las fiestas que se han
celebrado en esta villa á su patrono San Juan Bautista. La víspera del dia del
santo por la noche, tuvo lugar la iluminación de la plaza pública que
presentaba un aspecto verdaderamente pintoresco con los farolillos de colores
que, pendientes de los árboles, formaban agradable contraste con las
iluminarias de la sociedad del Liceo y de la torre de nuestra iglesia.
Innumerables y variados fuegos artificiales quemáronse en
dicha plaza después de concluidos los maitines celebrados con solemne pompa
religiosa. La concurrencia era numerosísima, y en todos los semblantes se veia
pintada la satisfacción y alegría que inspiran siempre momentos de verdadero
placer.
Al dia siguiente, mucho antes de principiarse la función
religiosa, era casi imposible penetraren la iglesia, pues era tal la multitud
que llenaba las naves de nuestro espacioso templo, que muchas familias tuvieron
que retirarse en la imposibilidad de poder asistir á los sagrados actos.
La banda de música solemnizó la función tocando con gusto y
afinación una preciosa misa, composición de un acreditado profesor canario, y
que, ensayada por el director de la banda, el Sr. de Cabrera, nos dio una
prueba más del celo y buen deseo que le anima por su progreso y lucimiento.
Pronunció el panegírico con la elocuencia que le caracteriza,
el Sr. D. Alejandro González, beneficiado de la iglesia Catedral.
Cuando mejor pudimos admirar el concurso que se hallaba
dentro de nuestra parroquia, fué cuando terminada la función, extendióse por la
plaza y calles vecinas impidiendo materialmente él libre tránsito. A la salida
de la procesión hizo varias descargas la compañía de provinciales de esta
villa, que los repitirá á la entrada; después de lo cual nuestro I. Municipio y
gran número de convidados se dirigieron á uno de los establecimientos públicos
que posee el Ayuntamiento, donde se hallaba preparado un lujoso y abundante
resfresco. La animación entonces fué extraordinaria; principalmente cuando, á
causa de hallarse indispuesto nuestro digno Alcalde, é imposibilitado de
asistir á la función; la Iltre. Corporación, y la compañía de provinciales
precedida de la banda militar, y acompañada de una inmensa multitud se dirigió
á la casa del presidente, donde después de hacer varias descargas y saludarle
con vítores de verdadero entusiasmo, continuó su paseo militar por la
población.
Por la noche tuvo lugar el lucido baile y brillante baile dado
en los salones de la sociedad del Liceo, debido á nuestro primer teniente de
alcalde D. Antonio González. Faltaríamos á un deber de gratitud si no
elogiáramos como se merece á dicho señor, al cual animan siempre los mejores deseos
por la prosperidad de esta villa. ¡Dichosos nosotros si tuviéramos la dicha de
encontrar siempre al frente de nuestro pueblo personas como las que en el dia
componen la I. Municipalidad! Nuestros deseos serian cumplidos, nuestras
esperanzas realizadas; y la ilustración, y el verdadero progreso, reemplazarian
al abandono, y apatía que hasta ahora poco hemos lamentado. (De nuestro
corresponsal)».
Pero el trazado de la
carretera de Las Palmas seguía siendo lo que más preocupaba en la villa, y el
mejor argumento que en aquellos tiempos se puso a favor de su paso por Arucas
es que la misma facilitaría el acceso a Teror, Firgas y Moya, pueblos distantes
de la costa. Para el caso de Moya se apuntaban además mejoras y atajos con todo
lujo de detalles toponímicos de su paso.
«… acerca del camino vecinal que pone en comunicación la
villa de Arúcas con Moya, pasando por el Serrillo, Goleta, Angostillo, Caldera,
la Palma, ó cruz de los Agustinos, Firgas, casa de Matos, vueltas del barranco
de Guadalupe, lomito de los Brezos, Estebanejo y Carreteria, que mide en esa
dirección una longitud de cosa de dos leguas menos cuarto.
Según los conocedores de la topografía de ambos pueblos,
esa distancia pudiera salvarse con un camino de una legua, que partiendo del
enunciado Angostillo siguiese por la palma de Firgas, arruado de este pueblo,
Trapichillo, cortijo de D. Miguel Martín, barranco de Guadalupe, hacienda del
Sr. Brigadier D. Ruperto Delgado, en Estebanejo y Carretería.
Las condiciones del terreno para efectuar este proyecto son
bastante favorables: del Angostillo al dicho arruado hay un camino en un mediano estado de
viabilidad, y que con pocas mejoras quedaría un buen camino vecinal;
(…) Con este camino se conseguiría que todos los vecinos de
Moya, que para venir hoy á la ciudad tienen que bajar á la costa, lo hiciesen
directamente por Arúcas, acortando así una gran distancia; y no solo estos
pasarían por dicha villa, sino los de los altos de Guia, de Barranco hondo y de
Artenara, que en la actualidad tienen que hacer rodeos inmensos para descender
á esta ciudad. Si estas ventajas son ciertas, á nuestro entender debiera
examinarse bien el terreno, cuando se fuese á hacer el estudio del trayecto de
la carretera del norte que ha de enlazar la repetida villa de Arúcas con los
demás pueblos de la localidad».
A mitad de año comienza
a pedirse «el establecimiento de una
escuela pública en el sitio llamado La Cruz de Pineda», al considerarse un
notable número de vecinos en sus entornos y considerándose que es «un proyecto que reportará inmensos beneficios
á los pagos de la jurisdicción».
En estas fechas se
advierte que las obras del frontis del templo parroquial no habían sido
autorizadas debidamente, y así el párroco remite con urgencia al Cabildo
Catedralicio el expediente para su licencia «Han
sido remitidos al Gobierno de S.M. para su aprobación los expedientes
instruidos para la (…) reparación de los de la Villa de Arucas y Vega de Sta.
Brígida, con el informe favorable de nuestro llmo. Prelado, y ofreciendo S.S.I.
algunas cantidades á tan piadoso objeto», cumpliendo así con las nuevas
normas impuestas por el gobierno del Estado, desconocidas por el alcalde que
las iniciara Juan Ponce Marrero y el párroco
José Antonio Rivero Mireles. Algún
crítico vecino debió interesarse por conocer de tal licencia, dado que no tardó
el actual alcalde Bruno González
Castellano en comunicar tal cumplimiento a los periódicos locales «Por el correo de la Peninsula que salió el
13 del actual, se nos ha asegurado que por el ltmo. Sr. Obispo de esta
Diócesis, como Presidente de la Junta diocesana para las construcciones y
reparaciones de edificios eclesiásticos, se ha remitido al Ministerio de Gracia
y Justicia el espediente instruido á solicitud del Cura párroco y Ayuntamiento
de la villa de Arúcas, para la terminación del frontis y reparación de las
naves de la Iglesia parroquial de dicha villa». Algunos seguían buscando
los fallos e ilegalidades de los contrarios políticos.
Ya en el mes de julio se
tenían algunas noticias sobre la carretera y se hablaba de algunas inversiones
importantes que la misma podría generar «Se
dice que varios vecinos, de la villa de Arúcas, comprendiendo al fin las
ventajas que ha de reportar á dicho pueblo la carretera que ha de ponerla en
inmediata comunicación con la capital de la isla y pueblos del Norte, han
concebido el proyecto de formar una asociación para construir por medio de
acciones un edificio que sirva de fonda y parador, y con la localidad
suficiente para instalar en él un Casino y teatro. Dicha asociación hará venir
del extranjero los coches y carros necesarios para el servicio de los viajeros
y conducción de frutos y demás efectos comerciales.
Este pensamiento ha encontrado acojida en todos los que por
su ventajosa posición pueden contribuir á su realización y en el dia se está formando
ya la lista de los individuos que han de componer la empresa. La idea es buena,
muy buena. Quiera Dios se lleve á efecto».
Eran muchas las
ilusiones puestas en la corporación municipal y los correligionarios del Partido Nuevo alardeaban de sus logros,
marcando las diferencias con las actuaciones del Partido Viejo «Todo cuanto
pueda yo decir á Vds. respecto á esta villa, ha de revelar el placer verdadero
que naturalmente se siente al notar sus adelantes y mejoras debidas á esta I.
Municipalidad celosa por el progreso de un pueblo cuyos intereses administra.
Tan luego como se termine el bien dirigido trabajo que en
la actualidad se está practicando del camino en el “Lomito del pescado”, y cuya
acertada dirección hemos tenido el gusto de oir alabar á las personas
inteligentes que le han visto, se trata de poner en práctica la composición del
trozo del que une esta villa con la de Teror. Proyecto que debe realizarse y
que no ha de echar en olvido la Corporación, á pesar de las apremiantes
ocupaciones que reclaman su atención. Una de ellas, la Estadística territorial,
próxima á su terminación, hará recordar con placer á todos los individuos que hoy
componen nuestro Municipio.
Esto unido á los demás proyectos que he comunicado á Vds.
de construcción de casas consistoriales, fábrica de buena carniceria, establecimiento
de una escuela pública de niños en la Cruz de Pineda, y conducción de las aguas
de la fuente del Hierro á la plaza de S. Sebastian, obra que, se dice,
principiará en breve; todos estos proyectos realizados, importarán inmensos
beneficios á esta villa.
He aquí como los pueblos despiertan del oscurantismo y
apatía, y llegan al camino del verdadero progreso. Ya la villa de Árucas palpa las
ventajas qué antes creía ilusorias, por que la verdad del bien es una dulce
verdad.
(De nuestro correponsal)».
Se aprecia que el
corresponsal conoce perfectamente la enorme importancia de los recursos
municipales, cuando sitúa como meta importante la terminación de la Estadística territorial, que no es otra
cosa que el censo o amillaramiento de la riqueza urbana, rústica y ganadera del
municipio en la que se ha empeñado el alcalde Bruno González Castellano, meta que con sus palabras reconoce que
en los mandatos del Partido Viejo era
valorada por los vecinos como ilusoria dado
el oscurantismo y apatía de dicha
corporación, formada por los principales interesados en que no se conociera a
quien corresponden la propiedad de los bienes para eludir su fiscalidad.
Ya este tiempo, la
proximidad de Rafael Ponce Armas al párroco, favorecía la mejor relación de
José Antonio Rivero Mireles con el
profesor de Caligrafía Manuel María
Sabater, corresponsal del periódico El
País y correligionario del Partido
Nuevo, superando las diferencias de criterios por los preceptos educativos y los preceptos
religiosos, y se manifiesta públicamente.
«Nuestro venerable párroco, siguiendo siempre en su
constante idea de dar el más exácto cumplimiento á todo lo que es anexo á su deber,
visita con frecuencia las escuelas públicas, examinando é instruyendo con celo
extraordinario á los niños explicándoles con claridad dulces máximas de moral y
relijion, é inculcando en sus corazones amor á lo grande, bello y sublime. Nosotros,
padres de esos niños á quienes instruye, damos á nuestro párroco expresivas
gracias y le deseamos largos días y el premio que su laboriosidad merece. (De
nuestro corresponsal)».
Durante el caluroso
verano que hacía presagiar las pérdidas de algunas cosechas, se conocía que el
ayuntamiento avanzaba el remate de las obras de traslación de las aguas de la
fuente del Hierro en Arúcas a la plaza de san Sebastián, la construcción de la
carnicería en el camino del Cerrillo y la alineación del primer trozo desde el
casco a dicho camino obra que dejaría «una
hermosa calle que indudablemente seria la mejor de la población».
De las noticias publicadas en esos tiempos
reproducimos otra que nos describe los diseños urbanísticos de la villa de entonces,
algunos de los cuales subsisten en la actualidad, además de la corriente de opinión
de la época por derruir los arcos de las calles ascendentes de El Arco y de La
Gloria, en dirección a la calle Muñoz.
«Cada vez que paseamos por las calles de esta población,
observamos con sentimiento el notable abandono que desde tiempo atrás ha habido
aqui con el baldosado, abandono mucho más censurable en esta localidad cuya
jurisdicción posee muchas y preciosas canteras, de donde á un precio módico se
estraen para todos los pueblos de la provincia y aun fuera de ella, abundantes
losas de reconocido mérito y fama. Pero, por desgracia, hasta el dia no ha existido
aqui ese amor patrio, origen de la noble emulación que acarrea el bien, y esta
es la razón de las muchas faltas que se observan á cada paso en la parte arruada
de esta villa. Mas en el dia en que nuestra celosa autoridad local llena
cumplidamente su cometido, nos prometemos de su ilustración que fijará su
atención en una falta tan notable ideando el mejor medio de llevar á cabo tan necesaria
mejora.
Del mismo modo se debiera, ya que en años anteriores, al
hacer la composición de la calle de San Juan, se cuidó tan poco de darla la
perfección posible, mejorar algún tanto el notable, defecto que se nota desde
la casa donde hoy habita D. Esteban de Santa Ana, hasta bajar á la calle de la
Escuela; defecto que quiza dejaron para memoria y que nunca se olvidase la
época en que tuvo lugar dicha composición.
Otras muchas reformas reclama la población; pero conocemos
que es imposible llevarlas á efecto con la prontitud que se desea en razón que
los recursos para obras publicas son ningunos. Sin embargo creemos que no
costaría mucho el hacer desaparecer los dos elegantes arcos que se encuentran en
la plaza de San Juan, los cuales nos recuerdan á cada momento la invasión árabe
en España, cosa que á la verdad nos confude en el supuesto de que esta villa no
entró nunca, que sepamos, en semejante dominación.
También creemos que se hará la plantación de algunos
árboles que llenen el vacio que dejó la peregrina ocurrencia de arrancar los
hermosos chopos que adornaban los extremos de la misma plaza por la parte de la
iglesia, y que el vecino que con señalado patriotismo encargó una bomba para
regar el arbolado de dicha plaza, y la cual ha sido traída del extranjero por D.
Alfonso Gourié, la recoja y utilize, seguro de que el público sabrá agradecer
este nuevo beneficio que dispensa á su suelo natal».
Detalle (Fedac) |
«Con motivo de haberse incluido en el presupuesto municipal
de la villa de Arúcas del año próximo pasado, una cierta cantidad con el objeto
de ensanchar el local de la escuela pública de niños, cuya obra no ha tenido
efecto por falta de operarios, se dice que esta mejora vá á ponerse en práctica
á la mayor brevedad posible, porque siendo dicho local demasiado corto para la
concurrencia de niños, y habiendo quedado en el día más reducido á causa de la
espaciosa plataforma construida últimamente es imposible conservar la sistematización
necesaria, temiéndose pueda perjudicar á la salud de los niños el que estén
materialmente ocupando cada uno un pié cuadrado, cuando la pedagogía fija nueve
con escasez y once con holgura.
Esperamos de quien corresponda se dé principio, cuanto antes,
á la enunciada composición, evitando así los malos resultados que á cada momento
se temen en la salud de los alumnos».
«También ha llegado á nuestra noticia que las lecciones de
esta escuela que se daban por la tarde, han sido trasladadas á la prima noche.
¿Cómo se ha hecho eso? ¿Quién ha autorizado esa medida que tantos perjuicios
trae á la instrucción primaria, é inflinge las disposiciones vigentes en la materia?
¿Ha sido con anuencia de la autoridad local, ó por un nuevo capricho del
director de la escuela?.
¡Esto era lo que faltaba, para que la instrucción primaria de
niños de Arúcas recibiese el último grado de mejora!. Cuando obtengamos más
datos, pondremos á nuestros lectores al corriente de las causas de esta peregrina
innovación.
Asimismo se nos ha informado que la escuela nocturna de
adultos no se halla regentada por el profesor que se ha nombrado para
desempeñar este cargo. Razones acaso muy poderosas deben haber influido para
que aún permanezca sin maestro competentemente autorizado dicho establecimiento;
pero desearíamos que los perjuicios que á los alumnos debe haber causado la
falta de dicho profesor, no se fuesen multiplicando con disgusto de los padres
de familia».
Ya finalizando el verano
visitó la villa la compañía ecuestre-gimnástica para deleite de sus vecinos
entre cuyos números llamó la atención los difíciles saltos con un trapecio
aéreo realizados por un niño durante el galope de su caballo, el volteo “ruso” de una joven montada a pelo, y
las risas que motivaba un payaso.
Pero las risas no curan
por sí solas, y en la villa se echaba en falta la presencia de un galeno que
pusiera remedio a las enfermedades, pues no todos podían desplazarse a Las
Palmas a tal urgente necesidad, más aún con el gran crecimiento poblacional que
la cochinilla venía generando, con una población bastante numerosa formada por
colonos que se dedicaban a su recolección en los nopales, secado y
clasificación.
«Sin perjuicio de tocar éste asunto cuando de otros pueblos
nos ocupemos, lo haremos hoy de la villa de Arúcas, digna por todos conceptos
de fijar la atención de sus propios moradores. ¿Será posible que después de tan
multiplicados hechos como los que de pocos años á esta parte hemos venido
presenciando, no se hayan persuadido aquellos habitantes de la falta de poseer
un profesor médico que atienda á las necesidades de su numeroso vecindario? No
hace mucho que un hijo de aquella villa tuvo que enviar tres veces en un mismo
dia á consultar á un facultativo de esta
capital, y este hecho que aislado citamos, no dejaría de acompañarse de otros
muchos si no temiéramos ser difusos con una larga y molesta enumeración. Y aun
cuando la práctica no viniese á comprobar la necesidad que hemos insinuado, la
razón dictaría qué un pueblo compuesto de cerca de 5.000 almas ha de
experimentar necesidades que sólo poderá satisfacer cumplidamente la ciencia de
un facultativo.
Es verdad que la clase menos acomodada, ó no cuida de poner
remedio á sus males, ó se entrega en manos de un empírico ignorante que casi
siempre los condúce á una muerte segura. Para evitar estos males, pára salvar
esas víctimas que privan á la agricultura y á la industria de sus mejores y más
productivos brazos, á costa de un corto sacrificio deben establecerse las
plazas de médicos titulares. …».
El problema sanitario
por la ausencia de médico en la villa, venía además acrecentado por las
costumbres de la época y la carencia de higiene en una villa que se estaba
viendo superada por la fuerte inmigración, de colonos empobrecidos que
encontraban su sustento en la cochinilla, mientras los propietarios de las
tierras esquivaban la declaración de su riqueza, impidiendo que el ayuntamiento
obtuviera mayores recursos con los que afrontar estas necesidades básicas que
aumentaban con el incremento poblacional.
Como muestras de las
vivencias de entonces y de la higiene pública los siguientes sueltos valen.
«Hemos notado que algunos vecinos de la villa de Arúcas que
habitan en accesorias de comunicación interior, y á un teniéndola, arrojan á la
calle con bastante frecuencia los desperdicios de agua de su uso doméstico,
impidiéndonos muchas veces pasar por determinados sitios por temor de aspirar los
mefíticos vapores que exhalan. Como se comprende á nadie debe agradar tan
pestífera higiene.»
«Ya que en nuestro suelto anterior nos hemos ocupado de
Arúcas, preguntarémos: ¿Cuándo se mejorará el aspecto público de las calles del
Serrillo y Goleta, haciendo que desaparezcan las cocinas que á cada paso se
encuentran en ellas?. ¿Cuándo se quitará de en medio la casa que interrumpe el libre
tránsito, frente al molino de D. José Lorenzo Diaz? No sabemos cómo a nuestro
corresponsal se le han escapado estas dos preguntas».
Por fin de Madrid
llegaban las esperadas buenas noticias. Por Real Orden de 6 de octubre de 1863
aprobó el remate de las obras de los trozos 3º y 4º de la Carretera de segundo
orden de Las Palmas a Agaete, cuyo cuarto trozo acaba en la plaza de San
Sebastián de Arucas.
Quedaba así eliminada la
remota posibilidad de que la Villa de Arucas se quedara aislada, y comenzó a
sentirse la esperada solución definitiva a los problemas que la Villa tenía por
el mal estado de los caminos, especialmente el comprendido entre Tenoya y
Arucas, aunque se pararon las obras tres años después porque el Estado no pagaba
al contratista y diputado Antonio Matos
Moreno, si bien ya se había realizado el túnel de Bachicao, hoy conocido
como de Tenoya, de más de cien metros de bóveda.
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