viernes, 20 de marzo de 2015

1863 Bruno González Castellano, el alcalde contra el fraude fiscal

Es así como después de las elecciones realizadas ese año, en enero accede a la alcaldía Bruno González Castellano, del que hemos dicho no se identificaba con ninguno de los dos partidos que pugnaban por el control del ayuntamiento y heredad, aun cuando se le situaba más cercano al Partido Nuevo por los regidores que le acompañaban y sus maneras de actuar. Se situaba por encima de los mismos y su competidor entonces no era otro que Alfonso Gourié Álvarez-Conde.

Entre sus primeras ocupaciones en el cargo está en recordar al bando de 15 de abril de 1862 del anterior alcalde Miguel Suárez Ponce sobre la obligación de los propietarios de bienes rústicos, urbanos como ganaderos, sujetos a la contribución aprobada por el Real Decreto de 23 de Mayo de 1845, quienes deberían informar de las rentas que percibían por arrendamiento o aparcería para que comunicaran al objeto de confeccionar el censo de amillaramiento contributivo.

Había transcurrido un año desde la publicación del bando municipal y ocho años desde que se aprobó la norma que fue ignorada por los anteriores alcaldes, y manifestaba el actual alcalde «Y no obstante el tiempo transcurrido, es el caso que ni un solo contribuyente ha cumplido con las relaciones y así la junta pericial á cada paso se encuentra en dificultades y dudas sin poder adelantar en los trabajos en que se ocupa, porque aun cuando existe en esta Secretaria un estado que contiene la cabida y clase de los terrenos de esta Jurisdicción, resulta que después de su formación han ocurrido repetidas ventas, particiones, nuevos arrendamientos sin que de ellos haya datos en la misma Secretaria por donde conocer al exacto movimiento que por esta causa han sufrido las fincas, y por consiguiente la Junta que conoce de estos trabajos paralizada sin poder continuarlos para no esponerse á graves errores».

Amillaramientos
Este era el mayor problema a que se enfrentaban los ayuntamientos de entonces en los cuales sus alcaldes y regidores fueron los primeros interesados en ignorar la norma fiscal y poner obstáculos a la confección de los amillaramientos o censos donde ellos estarían incluidos, motivos que siempre justificó su presencia en la alcaldía. Dado el total silencio de los propietarios, Bruno González Castellano optó por trasladar también la obligación de la presentación de la información a «los arrendatarios, colonos y aparceros» que pudieran estar más prestos a suministrar dicha información.

Retrato de Bruno González Castellano
(Marquesado - F. Caballero Mujica)
Como ya se ha dicho, eran los tiempos en que se estaban produciendo muchas transferencias de propiedades de bienes, en muchos casos tratando de escapar o eludir las primeras leyes de desamortización, además de las nuevas normas fiscales, tiempos en los que concurrieron además transferencias de propiedades vinculadas que sorteando la legislación, pasaban a la titularidad de quienes pagaban sus obligados censos a una parroquia u obra pía, en muchos casos simulando la ejecución hipotecaria por deudas contraídas. Aquellos que pagaban los censos, en unas ocasiones tenían los bienes en producción por un sistema de “colonos”, donde la relación del propietario-censatario con el colono-cultivador lo era por medianía, obligándose este último a entregar en metálico una porción de la cosecha, sin olvidar tampoco la más dura fórmula del pegujal, donde el propietario-censatario invertía la relación y en contraprestación al trabajo del colono le cedía una porción de terreno para que, después de atender sus tierras, cultivase por su cuenta y para su subsistencia en pequeñas viviendas cedidas por el patrón. Estas fórmulas fueron utilizadas igualmente para la ganadería.

Cuando se trataba de cultivos temporeros como los cereales y viñedos, la relación entre propietario-censatario y el colono-cultivador, llamado en este caso aparcero, se basaba en un contrato llamado “a la parte” o reparto a porcentaje fijo de los medios de producción agraria y la cosecha, siendo siempre la parte menor la percibida por el aparcero, fórmula heredada del sistema semifeudal. En estos casos el propietario-censatario cedía una estrechísima vivienda en un sistema comunal de cocina y baños que en las islas recibió el nombre de cuartería.

El régimen de arrendamiento se utilizó más en la relación entre dos propietarios-censatarios cuando uno de ellos quería ampliar la superficie de cultivo, o para los bienes urbanos, considerándose por tanto un compromiso entre burgueses.

No deja de ser casual que desde la aprobación de la norma fiscal permanecieran impasibles los sucesivos alcaldes Antonio José Ponce Ponce (1846),  Luis Ponce Ponce (1850), Juan Ponce Marrero (1852) y de nuevo  Luis Ponce Ponce (1857). Quien primero publicaría un bando exigiendo la presentación de relaciones fue Miguel Suárez Ponce, información que fuera exigida y requerida por Bruno González Castellano en este año, cuestión que puede definirnos su perfil público aun siendo entonces el mayor propietario de bienes con vecindad en la villa.
   
Núcleo
Riqueza
% Peso insular
% Peso región
Cupo contribución
Las Palmas
2.237.500
19,3
7,0
308.570
Telde
1.539.500
13,3
4,8
215.530
Arucas
781.960
6,8
2,4
106.230
San Mateo
667.900
5,8
2,1
92.050
Santa Brígida
659.000
5,7
2,1
92.050
Guía
639.000
5,5
2,0
89.180
Isla
11.573.730
100,0
36,2
1.592.770
Región
31.952.480

100,0
4.340.240

Cuando este año se publicaron los datos de la riqueza en las islas arriba recogidos, de los datos comparativos entre los seis principales núcleos de población de la isla Canaria en aquellos tiempos, la villa de Arucas parece distinguirse como la de mayor ocultación y elusión fiscal, alejándose de la realidad de entonces en cada uno de dichos núcleos, máxime conociéndose que la importancia vitivinícola que pudieran tener San Mateo y Santa Brígida ya acusaba la crisis y que las superficies del entorno del Monte Lentiscal y la Caldera de Bandama fueron privatizadas, es decir transferidas y redimidos sus censos entre 1856/1860, si bien hubo mayor conocimiento público de las mismas.


El R.D. de 23 de mayo de 1845 fue el primer sistema fiscal unificado del Estado que estableció la tributación de la riqueza rústica y urbana, con la creación de la contribución de inmuebles, cultivo y ganadería como principal fuente de financiación de la hacienda española, que mejoraba las experiencias anteriores más dispersas y precarias algunas de las cuales fueron normas no puestas en práctica.

A partir del primer intento de reforma fiscal durante la Guerra de la Independencia, cuando en 1809 se declaró la nulidad de los impuestos entonces vigentes para introducir una única contribución “extraordinaria de guerra”, imposibilitada por la ausencia de censos, y otro impuesto personal sobre la renta con tarifa progresiva, pasando por el fracasado nuevo plan de contribuciones de 1813, la fallida Contribución General del ministro de hacienda Martín Garay Perales Martínez de Villela en 1817 también fracasada por la ausencia de las bases de repartimiento de la estadística de la riqueza, o el intento de 1821 de tributaciones indirectas sobre la renta de la tierra, los consumos, los derechos de registro y papel sellado, los estancos de la sal y tabaco, y la entonces novedosa de patentes que gravaba las actividades comerciales e industriales.

Todos los intentos fiscales estuvieron expuestos al fracaso desde su nacimiento, pues todos de alguna forma aglutinaban el rechazo general de los que ostentaban la riqueza y los bienes. Incluso en tiempo de las guerras carlistas, con enormes gastos para el Estado, los planes de Luis López Ballesteros Varela entre 1824 y 1830 creando nuevas figuras impositivas que llenaran las arcas del Estado; mucho patriotismo defendiendo la monarquía pero de pagar impuestos, nada de nada. Sería a partir de Juan de Dios Álvarez Mendizábal en 1835, nacido de familia humilde, cuando se inicie la auténtica reforma fiscal con la Revolución Liberal con la desamortización eclesiástica, atacando directamente el problema de raíz de tanto fracaso fiscal, cuál era la propiedad de los bienes. Ello le llevó a su suicidio político, el destino común de hasta 30 ministros de Hacienda que hasta 1844 se perdieron en normas jurídicas siempre discutidas y criticadas, cuando además adolecían de no atacar el verdadero problema de la tributación de la riqueza cuya raíz había detectado Mendizábal.

Con el triunfo de las tropas de Ramón María Narváez y Campos en 1843 cae el régimen de Joaquín Baldomero Fernández-Espartero Álvarez de Toro y se establece un gobierno de transición presidido por Luis González Bravo, quien puso como ministro de Hacienda a Juan José García Carrasco Gómez Benítez. Al coincidir en el tiempo con muchos escándalos financieros, decidió crear una comisión de expertos dirigida por Ramón de Santillán González. En 1844 preside el gobierno Narváez y nombra ministro de Hacienda a Alejandro Mon y Menéndez, quien asumiendo los trabajos de la comisión de Santillán, inicia las reformas legislativas fiscales de 1845 con figuras impositivas mixtas. Impuestos directos como la Contribución de Inmuebles, Cultivo y Ganadería, el Subsidio Industrial y de Comercio, el Derecho de Hipotecas y la Contribución sobre Inquilinatos. Y los Impuestos indirectos como del Sello, de Consumos y de Aduanas.

Aunque su implantación sería progresiva y algunas de las figuras impositivas fracasaron por la falta de información censual, la norma emanada de la Ley de Presupuestos dictada por el Real Decreto de 23 de mayo de 1845, aun siendo de carácter provisional y transitoria, ya consideraba como sujetos pasivos a los propietarios de bienes inmuebles, cultivadores y ganaderos.

Además la norma estableció una tributación fiscal como fuente de información para censar las variaciones patrimoniales entre ciudadanos, estableciendo una tarifa de impuestos del 2% para las Adjudicaciones en pago de deudas, los Censos, imposiciones y redenciones, Cesiones de foros, Compra-ventas de bienes inmuebles, Fideicomisos y sustituciones, Permutas de bienes inmuebles, Vínculos y mayorazgos; del 0,5% para todo tipo de Donaciones y Pensiones Vitalicias; de entre el 1 y el 10% para las Sucesiones según el grado de consanguinidad; de entre el 4 y el 10% para los Legados  según el grado de afinidad; de entre el 0,02 y el 0,20% para las Pensiones Temporales según los años. Estas figuras impositivas intentaron siempre ser eludidas por las grandes riquezas y su control era gestionado en los ayuntamientos municipales.

La nueva casa del líder del Partido Nuevo Juan Ponce Marrero que arregló la plaza de san Juan (Google earth)

La villa de entonces ya denotaba un avance constructivo notable, algo exento de urbanismo, como nos describe el periódico El País que nos permite adivinar que el interés del alcalde Juan Ponce Marrero por rematar la plaza de san Juan, de pasada mejoraba la situación y vistas panorámicas de su casa particular junto a la calle Herrería:

«Hemos tenido ocasión de ver las numerosas casas de nueva planta que se han construido y están construyendo en la villa de Arucas, y su buen aspecto exterior. Sentimos mucho que en su replanteo se descuide por completo una buena disposición. La mayor parte se construye sin formar alineaciones rectas, en cuyo caso se encuentra la que en la actualidad se está fabricando por encima de uno de los arcos que se encuentran en la plaza de la parroquia.

Esta casa que debiera por la fachada del poniente seguir la linea trazada por las de D. Juan Ponce Marrero y Doña Juana Navarro, se ha establecido formando un ángulo excesivamente obtuso. La disposición de esta casa no permitirá en lo adelante trazar una calle recta que subiendo de la citada plaza, vaya á terminar á la entrada de Trasmontaña, y que las casas del Ayuntamiento que han de fabricarse en el extremo superior dela misma plaza queden con una perfecta».

En este escenario de crecimiento urbano no ceja la pugna entre las dos entidades culturales de la villa, auténticos testimonios de la permanente pugna entre el Partido Viejo y el Partido Nuevo, las cuales tienen su reflejo en distintos periódicos por aquello de la sana competencia, una en El País, periódico local de intereses materiales, noticias, instrucción pública, literatura, comercio, y otra en El Ómnibus, periódico de noticias e intereses materiales, ambas en un corto período de días, que merecen ser reproducidas en su integridad para conocer de su intencionalidad política:

El primero en su edición del 24 de marzo reproduce la noticia trasmitida por su corresponsal en Arucas como sigue: «La Sociedad del Liceo de esta villa sigue progresando de una manera notable; el numero de sus socios se aumenta cada dia, y nos prometemos que esta institución reportará á la localidad, beneficios que pronto tendremos que admirar; pues cimentada, segun su reglamento, bajo las bases de recreo é instrucción, facilitará á los individuos de su seno que lo necesiten, todos aquellos conocimientos que sean posibles y estén al alcance de los que se dediquen á tan noble misión.

La seccion de recreo en unión de la dramática, auxiliada por varios individuos de la misma Sociedad, y deseosa de proporcionar algunos ratos de solaz que mitiguen las fatigas que la laboriosidad de estos vecinos les acarrea, ha dispuesto, para la noche del domingo de Pascua, una función dramática que tendrá lugar en el salón principal del Liceo, poniéndose en escena la comedia en dos actos de Don Luis Olona, titulada “El Preceptor y su mujer”, á la que seguirá una pieza final. El producto de ésta función se destina á la adquisición de objetos para el establecimiento.

El lunes siguiente tendrá efecto el baile de Sociedad. Ademas, tanto en los dias espresados como en el domingo siguiente, se efectuaran las riñas de gallos casadas al efecto. La banda de música de la misma Sociedad amenizara con piezas escojidas las fiestas del domingo de Pascua.

Esperamos que la Sección de recreo continúe con el mismo entusiasmo en adelante, y que la de instrucción imite su ejemplo no olvidando su especial objeto».

Pocos días después, en su edición del 18 de abril el otro periódico publicaba también la noticia de su corresponsal: «Anoche en el salón del Casino, se puso en escena, por los aficionados de esta Villa, la comedia en dos actos, del Sr. Olona titulada “El Preceptor y su mujer” concluyendo la función con el gracioso juguete cómico “Los dos inseparables”. La buena ejecución de ambas piezas dejó sumamente complacidos á los numerosos espectadores que á ellas concurrieron, no pudiendo menos de celebrar con repetidos aplausos la propiedad y acierto con que cada uno de los actores supo interpretar su papel. Nada diré á V. V. una especial mención de las Sras. Dª Micaela Mederos y Dª Josefa Lemus, que en la comedia desempeñaron los papeles de Maria y Clara, por la circunstancia de que siendo la primera vez que salen á la escena, dieron á conocer sus buenas disposiciones y la posibilidad de que en lo sucesivo vayan perfeccionando estas bellas dotes. Nada diré á V. V. de la perfección con que caracterizaron sus papeles los Señores D. Feliciano Caubín, D. Manuel Maria Sabater y D. Juan Hernández, porque conocidos ya de este público, tienen adquirida una justa cuanto merecida aceptación

Tengo entendido que se trata de continuar dando funciones de este género en los dias mas festivos del año, como también reorganizar la banda de música con todos los individuos que pertenecían a las dos que habia antes, lo que tanto por su número cuanto por las buenas disposiciones de que generalmente se hallan asistidos y los conocimientos de su director D. Miguel Cabrera, debe dar por resultado en poco tiempo, ser una de las mejores que haya en la provincia.

Todo esto va dando animación y vida á esta Villa; y si, como es de esperar, no desmayan sus habitantes en tan laudables proyectos, con su realización y con la de otros que en sentido de mejoras materiales están preconcebidos, la villa de Arucas está llamada á ser en todos conceptos, una de las mejores poblaciones de esta isla».

Podría entenderse que las noticias son del mismo acto, pero la primera anuncia la obra dramática para el domingo 5 de abril en El Liceo y dice de una velada musical con la banda de dicha sociedad cultural, mientras que la segunda dice haberse celebrado en El Casino el viernes 17 de abril, dando detalle de los actores locales que la interpretaron, más cercanos todos a Rafael Ponce Armas, hijo del antiguo alcalde Juan Ponce Marrero, entre los que se incluye al maestro de caligrafía de la escuela nocturna Manuel Maria Sabater y se anuncia la reorganización de la banda bajo la dirección del organista de la parroquia Miguel Cabrera Torres. El corresponsal del segundo periódico, aunque ajusta la fecha de celebración, utilizando la fórmula despectiva de los correligionarios del Partido Viejo llama a El Liceo como El Casino, usando la fórmula argumental de denuncia que en su día hiciera Luis Ponce Ponce, quien estaba dejando morir tras su “apropiación municipal” la anterior sociedad de Instrucción y Recreo fundada por Germán Mujica Aguilar tras su conversión en Casino.

De forma deliberada se mantenía la duda en relación a cual sociedad se refería, dado que en estas luchas se encontraban enfrentados los dos bandos, pero los amigos se debían a los amigos, y no a otros. Por noticias posteriores, el Partido Viejo reconocía el fallecimiento del viejo Casino ya cerrado. Estas artes motivaron la confusión por el vecindario en la denominación de la que sobrevivió, en ocasiones como Casino y en otras con su denominación oficial Liceo, siendo esta última la que más perduró por la insistencia y propósito del Partido Nuevo.

La relación del alcalde Bruno González Castellano es exquisita con el periódico El País, medio que apuntaba distintas recomendaciones de suscriptores y de su corresponsal sobre la villa, en particular por la existencia de grandes piedras en la plaza de san Sebastián o de la mala calidad del pan allí horneado o de la venta de carne al aire libre junto al Pósito que el ayuntamiento usa para sus reuniones, que son bien acogidas por el mismo según recoge en varios sueltos.

«Pareceríamos desatentos si, por medio de nuestro periódico, no diésemos las gracias al Sr. Alcalde dé la villa de Arúcas, por la amabilidad con que ha recibido nuestras indicaciones de mejoras en aquel pueblo, y la eficacia y desvelo que despliega sin cesar en la corrección de abusos que le hemos asimismo señalado, conforme nos lo participa nuestro corresponsal en comunicación y que en la sección provincial publicamos».

Esto nos indica que dicha autoridad ha comprendido que únicamente el bien y el interés público, es el móvil que guia nuestra pluma. Por ello, nos felicitamos igualmente».

«Se nos ha asegurado por persona fidedigna que el I.Ayuntamiento de la villa de Arúcas, tomando en consideración lo expuesto en nuestro periódico ante la necesidad de establecer una escuela de niños en uno de los pagos de la jurisdicción, para que puedan asistir y recibir la primera instrucción los jóvenes que por la distancia al pueblo se hallan privados de ese beneficio, ha pensado poner todos los medios que se hallan á su alcance á fin de conseguir de la autoridad superior, que el sueldo consignado al maestro de la escuela de adultos que existe en dicho pueblo se suprima, y que esta dotación se le agregue como haber, al que rejente la nueva que piensa crearse, atribuyendo entonces la renta de aquella, los mismos jóvenes que reciban la enseñanza, con cuatro rvn. mensuales, pagándose el alumbrado de los fondos municipales; y que dicha instrucción sea desempeñada por los profesores de las escuelas públicas alternando; conforme se practica en iguales establecimientos de muchos pueblos de la Península.

Esta medida que creerán algunos perjudicial á la instrucción, es en nuestro concepto acertadísima, pues la concurrencia de alumnos á la escuela de adultos era reducida, y todos son jóvenes acomodados que pueden contribuir con dicha retribución, dando siempre iguales resultados, y aun mayores si se quiere, pues se posee un nuevo establecimiento de esta clase sin gravámen de los fondos municipales.

De este modo podrá aquel municipio pensar igualmente en la creación de una escuela de niñas en los pagos jurisdiccionales que también tienen derecho a la instrucción. Elojiamos los buenos deseos de esta Corporación, y suplicamos, en nombre de ese mismo pueblo que representa, no desmaye en sus acertados pensamientos de civilización y progreso con que se está distinguiendo».

Además de estos sueltos, el corresponsal da otra noticia bastante adelantada e innovadora para aquellos tiempos y que dibuja los atributos que distinguen al alcalde: «El proyecto de alumbrado público en esta villa, cuya idea insinué á Vds. en una de mis anteriores comunicaciones, ha sido acogida con particular entusiasmo por el Sr. Alcalde constitucional D. Bruno González, el cual trata de arbitrar los medios menos gravosos al pueblo para llevar á efecto tan necesaria mejora.

No tengo frases con que encomiar á Vds. la solicitud y celo que dicha autoridad despliega en cuanto tiende al bien de esta población. Cuantas ideas de corrección han emitido Vds. en su ilustrado periódico, acto continuo las ha practicado; y animado del más laudable deseo, no desmaya en sacrificar hasta sus intereses por el ornato y progreso de la Villa, que le distingue con toda su confianza.

Nunca hubiera yo redactado las frases anteriores si los hechos no las confirmasen. Escribo solo la verdad, sin exageración, como lo tengo demostrado prometo seguirlo probando en las subsecuentes. Es tanto el empeño que toma en la inversión de la prestación vecinal que personalmente constituido diariamente en el lugar de los trabajos, los dirige con acierto.

Ha tomado oportunas medidas respecto al arbolado de nuestra plaza principal, colocando un hortelano que le cuide, riegue y abone. El pan ha mejorado en mucho, a pesar de que sigue en alta su precio, encontrándose de superior calidad en el establecimiento de D. Diego Pérez. Este es un aviso para los viageros y forasteros que lleguen á esta villa.

Trata de fabricarse, dentro de breve plazo, una nueva carnicería, y se ha acordado construir en la misma, un local adyacente para la venta del pescado fresco. De elogiar es la realización de tan beneficioso proyecto.

Preparase para las próxímas fiestas de San Juan varias diversiones públicas conforme ya he indidicado á Vds. Con cucaña, fuegos artificiales, bailes, etc., etc., aunque, se dice, que las anunciadas por la Sociedad del Liceo, no tendrán lugar por haber sus individuos desmayado en su entusiasmo. El Ayuntamiento trata de hacer desaparecer el alumbrado de alquitrán de otros años, sustituyéndole con faroles transparentes suspendidos de los árboles.
La resbaladiza cucaña para alcanzar un premio en las fiestas
Tantos preparativos nos prometen ratos de placer, aunque sentimos la frialdad de nuestra única sociedad. Como estoy seguro que habrán de desaparecer, con la mas insignificante indicación de Vds., ciertos abusos que he tenido ocasión de observar repetidas veces, señalaré algunos por si “El Pais” quisiere insinuarlos.

En la calle de S. Pedro, junto al Mayorazgo, existe un montón de piedras que debe mirar con temor el que aprecie en algo su vida. He observado también,  y con extrañeza, que el dueño de una casa sita en la calle de S. Juan, no cumpla con las prevenciones hechas en el bando de buen gobierno, que recomienda el albeo público y que se pinten de azul los edificios que carezcan de zócalos y esquinas de cantería.

Y últimamente, para no cansar a Vds., concluiré diciendo, que fuera de desear se hiciese desaparecer el escándalo de la multitud de muchachos que por las tardes se reúnen en nuestra plaza principal, prevéngase á los padres el cuidado y vigilancia que en su educación y conducta deben observar, y sino que sufran ellos solos las consecuencias de su punible descuido y abandono. (De nuestro corresponsal)».

Debe tenerse en cuenta que el gran valedor de Cruz de Pineda dentro de la corporación es el primer teniente de alcalde Antonio González González, vecino de dicho pago. Por su redacción y vocabulario, creemos que el corresponsal no era otro que el profesor de caligrafía Manuel María Sabater, quien además se dedicaba en aquellos tiempos a ofrecer su mediación para servicios financieros a aquellos vecinos que quisieran negociar sus créditos contra el Estado para obtener el anticipo de su efectivo.

De su prolija pluma tenemos otras noticias publicadas sobre la evolución del cultivo de los nopales para el aprovechamiento de la cochinilla y de los actos festivos de aquel año que nos ilustran del acontecer de estos tiempos y narra de los detalles de cortesía con el alcalde indispuesto, con el reconocimiento popular.

«Arúcas.- El cultivo de la cochinilla en este pueblo, es, sin duda alguna, quien le dá vida y el que siempre ha ofrecido risueñas esperanzas á los que se dedican á él, porque es indudable que la Providencia destinó á este suelo para el desarrollo y aclimatación de la grana. Sin embargo, hacía tiempo que la baja de este artículo en los mercados de Europa, inspiraba un desaliento general a los cultivadores, al ver que su precio no compensaba sus dispendios.

Además los que necesitaban realizar, se veian obligados á vender la cosecha á un ínfimo precio, si no querían hallarse en el imprescindible caso de irla cobrando á largos plazos con el objeto de sacar alguna más utilidad que la que le proporcionaba al contado; asi es, que muchos se encontraban frecuentemente sin recursos con que subvenir á los gastos que el cultivo les exige en señaladas épocas y se veian obligados á contraer deudas qué satisfarían al cumplimiento de los plazos.

Pero hoy es otro el estado de estos laboriosos colonos á quienes la suerte ha protegido proporcionando los recursos que les han devuelto la esperanza y la tranquilidad. Tal es la asociación que vá á formarse con el objeto de reunir considerables partidas de cochinilla para remitirlas á la casa que ha abierto sus puertas á estos vecinos, facilitándoles por medio de un módico interés las cantidades que vayan necesitando.

Creo, Señor Director, que esta noticia ha de agradar á V. por las ventajas que á esta localidad reporta, y por la que tanto aboga V. en su acreditado periódico. Hágala V. pública y complacerá á todos nuestros colonos.

Pasaré á comunicar alguna cosa de las fiestas que se han celebrado en esta villa á su patrono San Juan Bautista. La víspera del dia del santo por la noche, tuvo lugar la iluminación de la plaza pública que presentaba un aspecto verdaderamente pintoresco con los farolillos de colores que, pendientes de los árboles, formaban agradable contraste con las iluminarias de la sociedad del Liceo y de la torre de nuestra iglesia.

Innumerables y variados fuegos artificiales quemáronse en dicha plaza después de concluidos los maitines celebrados con solemne pompa religiosa. La concurrencia era numerosísima, y en todos los semblantes se veia pintada la satisfacción y alegría que inspiran siempre momentos de verdadero placer.

Al dia siguiente, mucho antes de principiarse la función religiosa, era casi imposible penetraren la iglesia, pues era tal la multitud que llenaba las naves de nuestro espacioso templo, que muchas familias tuvieron que retirarse en la imposibilidad de poder asistir á los sagrados actos.

La banda de música solemnizó la función tocando con gusto y afinación una preciosa misa, composición de un acreditado profesor canario, y que, ensayada por el director de la banda, el Sr. de Cabrera, nos dio una prueba más del celo y buen deseo que le anima por su progreso y lucimiento.

Pronunció el panegírico con la elocuencia que le caracteriza, el Sr. D. Alejandro González, beneficiado de la iglesia Catedral.

Cuando mejor pudimos admirar el concurso que se hallaba dentro de nuestra parroquia, fué cuando terminada la función, extendióse por la plaza y calles vecinas impidiendo materialmente él libre tránsito. A la salida de la procesión hizo varias descargas la compañía de provinciales de esta villa, que los repitirá á la entrada; después de lo cual nuestro I. Municipio y gran número de convidados se dirigieron á uno de los establecimientos públicos que posee el Ayuntamiento, donde se hallaba preparado un lujoso y abundante resfresco. La animación entonces fué extraordinaria; principalmente cuando, á causa de hallarse indispuesto nuestro digno Alcalde, é imposibilitado de asistir á la función; la Iltre. Corporación, y la compañía de provinciales precedida de la banda militar, y acompañada de una inmensa multitud se dirigió á la casa del presidente, donde después de hacer varias descargas y saludarle con vítores de verdadero entusiasmo, continuó su paseo militar por la población.

Por la noche tuvo lugar el lucido baile y brillante baile dado en los salones de la sociedad del Liceo, debido á nuestro primer teniente de alcalde D. Antonio González. Faltaríamos á un deber de gratitud si no elogiáramos como se merece á dicho señor, al cual animan siempre los mejores deseos por la prosperidad de esta villa. ¡Dichosos nosotros si tuviéramos la dicha de encontrar siempre al frente de nuestro pueblo personas como las que en el dia componen la I. Municipalidad! Nuestros deseos serian cumplidos, nuestras esperanzas realizadas; y la ilustración, y el verdadero progreso, reemplazarian al abandono, y apatía que hasta ahora poco hemos lamentado. (De nuestro corresponsal)».

Pero el trazado de la carretera de Las Palmas seguía siendo lo que más preocupaba en la villa, y el mejor argumento que en aquellos tiempos se puso a favor de su paso por Arucas es que la misma facilitaría el acceso a Teror, Firgas y Moya, pueblos distantes de la costa. Para el caso de Moya se apuntaban además mejoras y atajos con todo lujo de detalles toponímicos de su paso.

«… acerca del camino vecinal que pone en comunicación la villa de Arúcas con Moya, pasando por el Serrillo, Goleta, Angostillo, Caldera, la Palma, ó cruz de los Agustinos, Firgas, casa de Matos, vueltas del barranco de Guadalupe, lomito de los Brezos, Estebanejo y Carreteria, que mide en esa dirección una longitud de cosa de dos leguas menos cuarto.

Según los conocedores de la topografía de ambos pueblos, esa distancia pudiera salvarse con un camino de una legua, que partiendo del enunciado Angostillo siguiese por la palma de Firgas, arruado de este pueblo, Trapichillo, cortijo de D. Miguel Martín, barranco de Guadalupe, hacienda del Sr. Brigadier D. Ruperto Delgado, en Estebanejo y Carretería.

Las condiciones del terreno para efectuar este proyecto son bastante favorables: del Angostillo al dicho arruado hay un camino en un mediano estado de viabilidad, y que con pocas mejoras quedaría un buen camino vecinal;

(…) Con este camino se conseguiría que todos los vecinos de Moya, que para venir hoy á la ciudad tienen que bajar á la costa, lo hiciesen directamente por Arúcas, acortando así una gran distancia; y no solo estos pasarían por dicha villa, sino los de los altos de Guia, de Barranco hondo y de Artenara, que en la actualidad tienen que hacer rodeos inmensos para descender á esta ciudad. Si estas ventajas son ciertas, á nuestro entender debiera examinarse bien el terreno, cuando se fuese á hacer el estudio del trayecto de la carretera del norte que ha de enlazar la repetida villa de Arúcas con los demás pueblos de la localidad».

A mitad de año comienza a pedirse «el establecimiento de una escuela pública en el sitio llamado La Cruz de Pineda», al considerarse un notable número de vecinos en sus entornos y considerándose que es «un proyecto que reportará inmensos beneficios á los pagos de la jurisdicción».

En estas fechas se advierte que las obras del frontis del templo parroquial no habían sido autorizadas debidamente, y así el párroco remite con urgencia al Cabildo Catedralicio el expediente para su licencia «Han sido remitidos al Gobierno de S.M. para su aprobación los expedientes instruidos para la (…) reparación de los de la Villa de Arucas y Vega de Sta. Brígida, con el informe favorable de nuestro llmo. Prelado, y ofreciendo S.S.I. algunas cantidades á tan piadoso objeto», cumpliendo así con las nuevas normas impuestas por el gobierno del Estado, desconocidas por el alcalde que las iniciara Juan Ponce Marrero y el párroco José Antonio Rivero Mireles. Algún crítico vecino debió interesarse por conocer de tal licencia, dado que no tardó el actual alcalde Bruno González Castellano en comunicar tal cumplimiento a los periódicos locales «Por el correo de la Peninsula que salió el 13 del actual, se nos ha asegurado que por el ltmo. Sr. Obispo de esta Diócesis, como Presidente de la Junta diocesana para las construcciones y reparaciones de edificios eclesiásticos, se ha remitido al Ministerio de Gracia y Justicia el espediente instruido á solicitud del Cura párroco y Ayuntamiento de la villa de Arúcas, para la terminación del frontis y reparación de las naves de la Iglesia parroquial de dicha villa». Algunos seguían buscando los fallos e ilegalidades de los contrarios políticos.

Ya en el mes de julio se tenían algunas noticias sobre la carretera y se hablaba de algunas inversiones importantes que la misma podría generar «Se dice que varios vecinos, de la villa de Arúcas, comprendiendo al fin las ventajas que ha de reportar á dicho pueblo la carretera que ha de ponerla en inmediata comunicación con la capital de la isla y pueblos del Norte, han concebido el proyecto de formar una asociación para construir por medio de acciones un edificio que sirva de fonda y parador, y con la localidad suficiente para instalar en él un Casino y teatro. Dicha asociación hará venir del extranjero los coches y carros necesarios para el servicio de los viajeros y conducción de frutos y demás efectos comerciales.

Este pensamiento ha encontrado acojida en todos los que por su ventajosa posición pueden contribuir á su realización y en el dia se está formando ya la lista de los individuos que han de componer la empresa. La idea es buena, muy buena. Quiera Dios se lleve á efecto».

Eran muchas las ilusiones puestas en la corporación municipal y los correligionarios del Partido Nuevo alardeaban de sus logros, marcando las diferencias con las actuaciones del Partido Viejo «Todo cuanto pueda yo decir á Vds. respecto á esta villa, ha de revelar el placer verdadero que naturalmente se siente al notar sus adelantes y mejoras debidas á esta I. Municipalidad celosa por el progreso de un pueblo cuyos intereses administra.

Tan luego como se termine el bien dirigido trabajo que en la actualidad se está practicando del camino en el “Lomito del pescado”, y cuya acertada dirección hemos tenido el gusto de oir alabar á las personas inteligentes que le han visto, se trata de poner en práctica la composición del trozo del que une esta villa con la de Teror. Proyecto que debe realizarse y que no ha de echar en olvido la Corporación, á pesar de las apremiantes ocupaciones que reclaman su atención. Una de ellas, la Estadística territorial, próxima á su terminación, hará recordar con placer á todos los individuos que hoy componen nuestro Municipio.

Esto unido á los demás proyectos que he comunicado á Vds. de construcción de casas consistoriales, fábrica de buena carniceria, establecimiento de una escuela pública de niños en la Cruz de Pineda, y conducción de las aguas de la fuente del Hierro á la plaza de S. Sebastian, obra que, se dice, principiará en breve; todos estos proyectos realizados, importarán inmensos beneficios á esta villa.

He aquí como los pueblos despiertan del oscurantismo y apatía, y llegan al camino del verdadero progreso. Ya la villa de Árucas palpa las ventajas qué antes creía ilusorias, por que la verdad del bien es una dulce verdad.
(De nuestro correponsal)».

Se aprecia que el corresponsal conoce perfectamente la enorme importancia de los recursos municipales, cuando sitúa como meta importante la terminación de la Estadística territorial, que no es otra cosa que el censo o amillaramiento de la riqueza urbana, rústica y ganadera del municipio en la que se ha empeñado el alcalde Bruno González Castellano, meta que con sus palabras reconoce que en los mandatos del Partido Viejo era valorada por los vecinos como ilusoria dado el oscurantismo y apatía de dicha corporación, formada por los principales interesados en que no se conociera a quien corresponden la propiedad de los bienes para eludir su fiscalidad. 

Ya este tiempo, la proximidad de Rafael Ponce Armas al párroco, favorecía la mejor relación de José Antonio Rivero Mireles con el profesor de Caligrafía Manuel María Sabater, corresponsal del periódico El País y correligionario del Partido Nuevo, superando las diferencias de criterios por los preceptos educativos y los preceptos religiosos, y se manifiesta públicamente.

«Nuestro venerable párroco, siguiendo siempre en su constante idea de dar el más exácto cumplimiento á todo lo que es anexo á su deber, visita con frecuencia las escuelas públicas, examinando é instruyendo con celo extraordinario á los niños explicándoles con claridad dulces máximas de moral y relijion, é inculcando en sus corazones amor á lo grande, bello y sublime. Nosotros, padres de esos niños á quienes instruye, damos á nuestro párroco expresivas gracias y le deseamos largos días y el premio que su laboriosidad merece. (De nuestro corresponsal)».

Durante el caluroso verano que hacía presagiar las pérdidas de algunas cosechas, se conocía que el ayuntamiento avanzaba el remate de las obras de traslación de las aguas de la fuente del Hierro en Arúcas a la plaza de san Sebastián, la construcción de la carnicería en el camino del Cerrillo y la alineación del primer trozo desde el casco a dicho camino obra que dejaría «una hermosa calle que indudablemente seria la mejor de la población».

De  las noticias publicadas en esos tiempos reproducimos otra que nos describe los diseños urbanísticos de la villa de entonces, algunos de los cuales subsisten en la actualidad, además de la corriente de opinión de la época por derruir los arcos de las calles ascendentes de El Arco y de La Gloria, en dirección a la calle Muñoz.
Croquis Pedro M. Quintana Miranda

«Cada vez que paseamos por las calles de esta población, observamos con sentimiento el notable abandono que desde tiempo atrás ha habido aqui con el baldosado, abandono mucho más censurable en esta localidad cuya jurisdicción posee muchas y preciosas canteras, de donde á un precio módico se estraen para todos los pueblos de la provincia y aun fuera de ella, abundantes losas de reconocido mérito y fama. Pero, por desgracia, hasta el dia no ha existido aqui ese amor patrio, origen de la noble emulación que acarrea el bien, y esta es la razón de las muchas faltas que se observan á cada paso en la parte arruada de esta villa. Mas en el dia en que nuestra celosa autoridad local llena cumplidamente su cometido, nos prometemos de su ilustración que fijará su atención en una falta tan notable ideando el mejor medio de llevar á cabo tan necesaria mejora.

Del mismo modo se debiera, ya que en años anteriores, al hacer la composición de la calle de San Juan, se cuidó tan poco de darla la perfección posible, mejorar algún tanto el notable, defecto que se nota desde la casa donde hoy habita D. Esteban de Santa Ana, hasta bajar á la calle de la Escuela; defecto que quiza dejaron para memoria y que nunca se olvidase la época en que tuvo lugar dicha composición.

Otras muchas reformas reclama la población; pero conocemos que es imposible llevarlas á efecto con la prontitud que se desea en razón que los recursos para obras publicas son ningunos. Sin embargo creemos que no costaría mucho el hacer desaparecer los dos elegantes arcos que se encuentran en la plaza de San Juan, los cuales nos recuerdan á cada momento la invasión árabe en España, cosa que á la verdad nos confude en el supuesto de que esta villa no entró nunca, que sepamos, en semejante dominación.

También creemos que se hará la plantación de algunos árboles que llenen el vacio que dejó la peregrina ocurrencia de arrancar los hermosos chopos que adornaban los extremos de la misma plaza por la parte de la iglesia, y que el vecino que con señalado patriotismo encargó una bomba para regar el arbolado de dicha plaza, y la cual ha sido traída del extranjero por D. Alfonso Gourié, la recoja y utilize, seguro de que el público sabrá agradecer este nuevo beneficio que dispensa á su suelo natal».

Detalle (Fedac)
Nos sorprenden además las noticias con otras obras públicas de mucho interés para la villa, como lo fue la ampliación de las Escuelas del Rey, su idoneidad y la enseñanza impartida. Se había pasado de una corporación preocupada exclusivamente por ostentar una posición privilegiada con actuaciones oscurantistas, a una corporación que en un año quería recuperar el tiempo perdido por la villa.

«Con motivo de haberse incluido en el presupuesto municipal de la villa de Arúcas del año próximo pasado, una cierta cantidad con el objeto de ensanchar el local de la escuela pública de niños, cuya obra no ha tenido efecto por falta de operarios, se dice que esta mejora vá á ponerse en práctica á la mayor brevedad posible, porque siendo dicho local demasiado corto para la concurrencia de niños, y habiendo quedado en el día más reducido á causa de la espaciosa plataforma construida últimamente es imposible conservar la sistematización necesaria, temiéndose pueda perjudicar á la salud de los niños el que estén materialmente ocupando cada uno un pié cuadrado, cuando la pedagogía fija nueve con escasez y once con holgura.

Esperamos de quien corresponda se dé principio, cuanto antes, á la enunciada composición, evitando así los malos resultados que á cada momento se temen en la salud de los alumnos».

«También ha llegado á nuestra noticia que las lecciones de esta escuela que se daban por la tarde, han sido trasladadas á la prima noche. ¿Cómo se ha hecho eso? ¿Quién ha autorizado esa medida que tantos perjuicios trae á la instrucción primaria, é inflinge las disposiciones vigentes en la materia? ¿Ha sido con anuencia de la autoridad local, ó por un nuevo capricho del director de la escuela?.

¡Esto era lo que faltaba, para que la instrucción primaria de niños de Arúcas recibiese el último grado de mejora!. Cuando obtengamos más datos, pondremos á nuestros lectores al corriente de las causas de esta peregrina innovación.

Asimismo se nos ha informado que la escuela nocturna de adultos no se halla regentada por el profesor que se ha nombrado para desempeñar este cargo. Razones acaso muy poderosas deben haber influido para que aún permanezca sin maestro competentemente autorizado dicho establecimiento; pero desearíamos que los perjuicios que á los alumnos debe haber causado la falta de dicho profesor, no se fuesen multiplicando con disgusto de los padres de familia».

Ya finalizando el verano visitó la villa la compañía ecuestre-gimnástica para deleite de sus vecinos entre cuyos números llamó la atención los difíciles saltos con un trapecio aéreo realizados por un niño durante el galope de su caballo, el volteo “ruso” de una joven montada a pelo, y las risas que motivaba un payaso.

Pero las risas no curan por sí solas, y en la villa se echaba en falta la presencia de un galeno que pusiera remedio a las enfermedades, pues no todos podían desplazarse a Las Palmas a tal urgente necesidad, más aún con el gran crecimiento poblacional que la cochinilla venía generando, con una población bastante numerosa formada por colonos que se dedicaban a su recolección en los nopales, secado y clasificación.

«Sin perjuicio de tocar éste asunto cuando de otros pueblos nos ocupemos, lo haremos hoy de la villa de Arúcas, digna por todos conceptos de fijar la atención de sus propios moradores. ¿Será posible que después de tan multiplicados hechos como los que de pocos años á esta parte hemos venido presenciando, no se hayan persuadido aquellos habitantes de la falta de poseer un profesor médico que atienda á las necesidades de su numeroso vecindario? No hace mucho que un hijo de aquella villa tuvo que enviar tres veces en un mismo dia  á consultar á un facultativo de esta capital, y este hecho que aislado citamos, no dejaría de acompañarse de otros muchos si no temiéramos ser difusos con una larga y molesta enumeración. Y aun cuando la práctica no viniese á comprobar la necesidad que hemos insinuado, la razón dictaría qué un pueblo compuesto de cerca de 5.000 almas ha de experimentar necesidades que sólo poderá satisfacer cumplidamente la ciencia de un facultativo.

Es verdad que la clase menos acomodada, ó no cuida de poner remedio á sus males, ó se entrega en manos de un empírico ignorante que casi siempre los condúce á una muerte segura. Para evitar estos males, pára salvar esas víctimas que privan á la agricultura y á la industria de sus mejores y más productivos brazos, á costa de un corto sacrificio deben establecerse las plazas de médicos titulares. …».

El problema sanitario por la ausencia de médico en la villa, venía además acrecentado por las costumbres de la época y la carencia de higiene en una villa que se estaba viendo superada por la fuerte inmigración, de colonos empobrecidos que encontraban su sustento en la cochinilla, mientras los propietarios de las tierras esquivaban la declaración de su riqueza, impidiendo que el ayuntamiento obtuviera mayores recursos con los que afrontar estas necesidades básicas que aumentaban con el incremento poblacional.

Como muestras de las vivencias de entonces y de la higiene pública los siguientes sueltos valen.

«Hemos notado que algunos vecinos de la villa de Arúcas que habitan en accesorias de comunicación interior, y á un teniéndola, arrojan á la calle con bastante frecuencia los desperdicios de agua de su uso doméstico, impidiéndonos muchas veces pasar por determinados sitios por temor de aspirar los mefíticos vapores que exhalan. Como se comprende á nadie debe agradar tan pestífera higiene.»

«Ya que en nuestro suelto anterior nos hemos ocupado de Arúcas, preguntarémos: ¿Cuándo se mejorará el aspecto público de las calles del Serrillo y Goleta, haciendo que desaparezcan las cocinas que á cada paso se encuentran en ellas?. ¿Cuándo se quitará de en medio la casa que interrumpe el libre tránsito, frente al molino de D. José Lorenzo Diaz? No sabemos cómo a nuestro corresponsal se le han escapado estas dos preguntas».

Por fin de Madrid llegaban las esperadas buenas noticias. Por Real Orden de 6 de octubre de 1863 aprobó el remate de las obras de los trozos 3º y 4º de la Carretera de segundo orden de Las Palmas a Agaete, cuyo cuarto trozo acaba en la plaza de San Sebastián de Arucas.

Quedaba así eliminada la remota posibilidad de que la Villa de Arucas se quedara aislada, y comenzó a sentirse la esperada solución definitiva a los problemas que la Villa tenía por el mal estado de los caminos, especialmente el comprendido entre Tenoya y Arucas, aunque se pararon las obras tres años después porque el Estado no pagaba al contratista y diputado Antonio Matos Moreno, si bien ya se había realizado el túnel de Bachicao, hoy conocido como de Tenoya, de más de cien metros de bóveda.

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