Este año será
importante para la Villa de Arucas dentro del proceso de transferencia de la
propiedad, cuando tiene lugar la venta de las dos partes en que se había dividido
el Mayorazgo de Pedro Cerón el 31 de marzo de 1859. El 20 de mayo Carlos
Pedro Villa, legatario del Conde Jaime Mellerio, heredero de la marquesa de la
Fuente y condesa de Benazusa, vende a Alfonso
Gourié Álvarez-Conde, las tierras que ocupan 335 fanegas, 8 celemines y 2
cuartillos en Las Vegas, Las Hoyas, Los Arcos, Meleros y Vasco López, además de
la mitad de las aguas, fuentes, estanque y la mitad de una casa de dos pisos en
Las Palmas por 1.900.000 reales de vellón, pagaderos de forma aplazada en 30
meses con un interés del 8%.
El 5 de septiembre de
1859 Luis Solís Manso, marqués de Rianzuela y conde del Prado, sucesor de María
Luisa Castelli marquesa de La Fuente, vende a un consorcio de cinco
compradores las tierras que ocupan 215 fanegas y 2 celemines en Las Vegas, Las Hoyas,
Los Trapiches, además de la otra mitad
de las aguas, fuente, estanque y la mitad de una casa de dos pisos en Las
Palmas, por 2.219.070 reales de vellón, a pagar en tres plazos: el 1º al
otorgar la escritura y en los 6 meses siguientes; el 2º a los 18 meses (el 5 de
marzo de 1861) y el 3º a los 30 meses (el 5 de marzo de 1862) al interés del 8%
anual.
Los cinco iniciales compradores
consorciados se distribuirían después entre seis las tierras y aguas de la
siguiente forma:
- Bruno González Castellano, 48 fanegas 3 celemines y 2 cuartillos, 6 azadas de agua del Heredamiento de Arucas, 9 de la Fuente de Aríñez y 5 días del Barranco con el derecho de la Charca.
- Manuel González Castellano, 42 fanegas 10 celemines y 1 cuartillo, 101/2 y 1/3 azadas de agua del Heredamiento de Arucas, 9 de la Fuente de Aríñez y 2 días del Barranco.
- Juan Rivero Bolaños, 11 fanegas 6 celemines y 3 cuartillos, 1 azada de agua del Heredamiento de Arucas, 3 de la Fuente de Aríñez y 3 días del Barranco con el derecho de la Charca.
- Ruperto Delgado González, 37 fanegas 11 celemines y 1 cuartillo, 41/2 azadas de agua del Heredamiento de Arucas y 9 de la Fuente de Aríñez;
- Sebastián Medina Sánchez, 23 fanegas 5 celemines y 1 cuartillo, 9 y 2/3 azadas de agua del Heredamiento de Arucas, 10 de la Fuente de Aríñez, 3 días del Barranco y 4 de la Charca.
- Isidro Morral Jana, 51 fanegas y 3 celemines, 9 y 2/3 azadas de agua del Heredamiento de Arucas, 3 de la Fuente de Aríñez y 3 días del Barranco y de la Charca.
El último plazo de la
segunda parte comprada, más sus intereses, se renovó por un año por «la falta de numerario a consecuencia de la
escasez en esta Plaza por efecto de la baja del precio y ninguna venta de la
cochinilla, y por la crisis comercial que ha habido en la isla de Cuba y que
tanto ha afectado a toda esta provincia de Canarias». Hemos de entender que
se trata de la excusa formal dada por los compradores al vendedor, o que puede
obedecer a la propia imposibilidad de poner en producción en tan corto espacio
de tiempo, dado que ya hemos visto que las exportaciones de este quinquenio
alcanzaron un nada despreciable incremento del 56,6%, eso sí, bastante lejos
del 153,4% del quinquenio anterior que para alguien que no dispusiera de la información
en términos absolutos, podría creerlo.
En años
siguientes estos compradores venderían unas 22 fanegas, 5 azadas de agua del
heredamiento de Arucas y 1/2 azada del Barranco de Jiménez entre 7 compradores.
Detalle de fotografía (Fedac) |
La casa que el
Mayorazgo tenía en Las Palmas, titularidad compartida por Alfonso Gourié Álvarez-Conde y Bruno
González Castellano, fue vendida dos años después a Agustín Manrique de
Lara Castillo por 34.968 reales de Vellón.
La mayoría de los compradores, por una
u otra razón, eran bien conocidos por los burgueses de la Villa de Arucas que
contemplaron con sorpresa como se repartieron el gran tesoro que ellos no
pudieron alcanzar. Veamos las señas y referencias que de ellos pudieron conocer
para situarlos en nuestro escenario de la época.
EL PRIMER COMPRADOR DE UNA PARTE MAYORAZGO
El primero y gran
comprador Alfonso Gourié Álvarez-Conde es
el primogénito nacido en 1810 de los seis hijos del matrimonio formado por el
comerciante y prestamista Francisco
Rosalie Gourié David y Juana
Álvarez-Conde y Vidal, hija de un comerciante de Tegueste (Tenerife). Su
padre, francés nacido en 1781 en Fontanebleau (Seine-et-Marne), se embarcó en
1805 huyendo de Napoleón con destino al continente americano, y al embarrancar
el barco en Fuerteventura, siguió su camino hacia Tenerife para denunciar en la
capital provincial tal accidente. Al entrar en contacto con la colonia
comercial francesa, inicia allí la actividad para establecer relaciones
mercantiles con su futuro suegro un año después.
Después de nacer su
primogénito, decide instalar su comercio en Las Palmas, en la calle La Marina,
tutelando al joven escocés de 14 años Diego Swanston -según algunas fuentes
pudo conocerlo de niño en el barco embarrancó en Fuerteventura-, que le
permitirá establecer contactos comerciales con la colonia inglesa establecida
en Gran Canaria y relaciones en la City
para hacer negocios con la barrilla para la fabricación de jabón, así como para
iniciarse después en el cultivo de viñedos, para lo que se trae de Tenerife al
deportado francés Pedro Boissier, que daría lugar a la rama del apellido en
Arucas, y así ponerlo al frente de su industria del vino. Diego Swanston se
independizaría después con el apoyo financiero de Francisco Rosalie Gourié, en su condición de prestamista, creando
una gran empresa con su primo Tomás Miller Swanston, manteniendo su relación con
su padrino económico.
Es en esa nueva
actividad de prestamista donde Francisco
Rosalie Gourié obtiene pingües beneficios, aprovechándose precisamente de
esas figuras de la propiedad del Antiguo
Régimen, donde las grandes familias tenían la posesión de muchos bienes
vinculados por sus antepasados, con escasas rentas agrícolas que no les
permitían llevar la vida de lujo que su condición de nacimiento les exigía.
Muchos precisando de dinero contante y sonante acudían a la casa de los Gourié en la calle Travieso, donde recurrían
a hipotecar los bienes vinculados para la obtención de dinero corriente,
cuestión que no impedía la ley, aunque sí imposibilitaba su embargo y
confiscación. De esta forma, cuando dejaban de pagar el préstamo hipotecario,
el prestamista ejecutaba la hipoteca y podía hacerse con la posesión de los
bienes. Siempre hubo “poros” en las
leyes por donde escaparse. Esta actividad de prestamista lo fue también para
emular un "monte de piedad",
llegando Francisco Rosalie Gourié a
poseer «la colección más considerable de
objetos de gran valor que jamás se había podido admirar en Gran Canarias».
Será más conocido en
Arucas Francisco Rosalie Gourié David cuando
el alcalde constitucional Mateo de Matos
Quintana, después de ser apresado por "asonada"
con motivo del motín de 5 de mayo de 1800,
conducido al Castillo de Las Isletas sería después desterrado o liberado por la
Audiencia, y tras la denuncia del Mayorazgo
del Buen Suceso acudió al comerciante para que le dejara dinero en préstamo
para trasladarse a Madrid e iniciar su defensa, donde murió arruinado,
adjudicándose el prestamista el patrimonio dejado en prenda.
En el pago de Los
Trapiches en 1830 se hizo con 2,1 celemines labrantíos de secano, luego hizo
hasta allí hasta quince compras de tierras y aguas, dominando como siempre los
minifundios. Entre los vendedores figuran pequeños campesinos que se deshacen
de una porción de su humilde patrimonio para sobrevivir. Es aquí donde luego se
instalará su hija Virginia Gourié Álvarez-Conde al casarse con el primer médico matriculado en Arucas
Benigno Mandillo Martinón, quienes se
opusieron a la construcción de la torre del reloj.
Antes de fallecer Francisco Rosalie Gourié David el 17 de
septiembre de 1838 ya comparece con su hijo Alfonso
Gourié Álvarez-Conde, como
adquirentes de tierras y aguas por la isla, tanto en la privatizaciones que se
hacían de las tierras de realengo en Los Lentiscos, como aquellas otras
vinculadas que se vendieron a partir del Trienio
Liberal, comprando un cortijo de cien fanegadas en Fontanales procedente de
una capellanía de Juan Mateo de Castro y distintas tierras en Telde. En la
fecha de la compra de su parte del Mayorazgo, Alfonso Gourié Álvarez-Conde
era uno de los solteros más pretendido en la isla, y según parece tuvo una hija
ilegítima llamada Josefa Nieves Gourié
en La Aldea.
Toda la saga Gourié mantuvo siempre su domicilio
en la ciudad de Las Palmas, aunque dispusieran ocasionalmente de la Casa del
Mayorazgo, hoy conocida como Casa Gourié en los jardines municipales. Fueron
todos por tanto contribuyentes censados en la capital insular.
LOS OTROS COMPRADORES DEL RESTO DEL MAYORAZGO
Siguiendo el
mismo orden de antes, si bien concretaremos más en los vinculados a la Villa de
Arucas, conozcamos de ellos. Los tres primeros guardan relación familiar con el
alcalde Francisco González Rodríguez
(1841), agricultor acomodado nacido en Firgas en 1791, quien se casó en Arucas
en 1816 con María Teresa Castellano de
Matos, descendiente por línea materna de la casa de Ayala de Tenoya, con
lazos familiares con los Mujica propietarios de la hacienda del Mirón. Ya hemos
conocido que Francisco González en
unión de su padre compraron la Hacienda de la Costa de San Andrés al heredero
del vínculo de los Pineda de Gáldar. Comparecieron como compradores de esta mitad del Mayorazgo de Cerón, sus hijos Bruno y Manuel González Castellano, y su yerno Juan Rivero Bolaños, casado con su hija Rafaela González Castellano.
Bruno González
Castellano, nacido en Arucas el 6 de octubre de 1822 y del que
ya hemos dicho que en marzo de 1830, con sólo ocho años marchó a La Habana
acompañando a su abuelo paterno Tomás
Vicente González del Rio, donde se supone como muchos emigrantes volverían
a su isla como "indianos con la talega
llena" que incrementaría el
patrimonio heredado de sus padres.
En el momento de
esta adquisición Bruno González tiene
37 años, soltero que establece su domicilio en una casona señalada con el
número 30 de la calle Muñoz (hoy, Marqueses de Arucas), y se va a convertir en
uno de los grandes protagonistas de la vida económica, social y política de la
Villa en la segunda mitad de este siglo XIX.
Manuel González Castellano, nacido en Arucas el 25
de diciembre de 1829, estableció a partir de 1853 su domicilio en la ciudad de
Las Palmas, primero en la calle de los Canónigos número 38, hoy López Botas, donde
vivió su primer matrimonio.
Enviudó y se casó el 28 de mayo de 1861 en segundas nupcias con Isabel Díaz de Aguilar, hija del relator
de la Real Audiencia de Canarias Sebastián Díaz Romero y de Isabel María de
Aguilar y Ximenez-Pimienta, naturales de Las Palmas y Puerto de La Orotava
(hoy, Puerto de la Cruz). El matrimonio estableció su domicilio en la calle de La
Peregrina. En el momento de esta adquisición Manuel González tiene 30 años.
Juan Rivero Bolaños, natural de Santa María de Guía, es hijo de José Rivero Mederos y Juana Bolaños Galindo, naturales y vecinos
de Guía. Se casó en Arucas el 15 de mayo de 1848 con Rafaela González Castellano, nacida también en esta Villa el 19 de
noviembre de 1824.
Tenían su domicilio en una casa de la calle Amargura (hoy Cristo de la
Salud), junto a la casa paterna de Rafaela, donde el 23 de marzo de 1852
nacería Domingo Rivero González, que
más tarde sería un reconocido poeta. Rafaela
González tenía 35 años en el momento de la adquisición de las tierras y
aguas por su marido.
Los otros tres
comparadores debieron ser invitados por Francisco
González Rodríguez o por su hijo Bruno González Castellano, pudiendo
haber coincidido al menos con uno de ellos en Cuba.
Ruperto Delgado González, domiciliado en la capital insular,
siempre conocido en las crónicas históricas como Brigadier, quien se casó con María Ana Morales y Bermúdez, hija del
Mariscal de Campo y General Francisco Tomás Morales y Afonso; fue el primer
Gobernador militar de Gran Canaria, por R.O. de 8 de agosto de 1827.
En pago de sus
emolumentos la Corona le concedió la data de la Hacienda en Santa Cristina
(Guía), que él bautizó con tal nombre en homenaje a la Reina, teniendo además
un larga discusión y negociación con el Cabildo General sobre la data de otras
tierras realengas, pues le ofrecían algunas que consideraba improductivas. Es
por tanto un típico inversor de mitad del XIX que desde su posición de
privilegio siempre está atento a las buenas oportunidades.
Sebastián Medina Sánchez, natural
de El Palmar (Teror), desde muy joven emigró a Cuba donde adquirió fortuna y
donde pudo conocer a Bruno González
Castellano. A su vuelta como "indiano"
invierte en la adquisición de tierras y aguas desamortizadas, convirtiéndose en
uno de los mayores contribuyentes de la villa mariana. Escrituró también muchos
años después, el 16 de mayo de 1874, 52 fanegas de tierras del Mayorazgo de
Matos, concretamente las tierras labradías y "arrifes" denominadas Llanetes y Lomito de Enmedio,
pertenecientes al Cortijo de Las Casas Viejas en Teror, lo que hoy se conoce
como Los Llanos. Probablemente la compra y posesión de estas tierras las
tuviera bastantes años atrás, pendiente de escriturar por estar condicionado con
la división del Mayorazgo de Matos, dado que acudió a la subasta de las aguas
del Cortijo de Meleros (Valleseco) cuando se impugnó el testamento de su
propietario, según la noticia que se dio por entonces.
«El 28 de marzo de
1866, en el periódico El Ómnibus, de Las Palmas, se anunció que don José Pablo
Romero arrendaba las aguas denominadas del Cortijo de Meleros. De la acequia se
podían regar terrenos en Los Llanos de Teror y se fue extendiendo hasta los
linderos del Cortijo de Ossorio; así en una escritura de venta de 20 de mayo de
1874, don Pedro Matos vendió un terreno de trescientas brazas de longitud por
una de anchura, segregado del Cortijo de Casas Viejas, con destino al paso de
la acequia de Romero, con la obligación de construir en cada barranquera una
toma para los desagües».
Fue un
destacado protagonista de la política local de su villa natal, como regidor y
alcalde 2º, no siendo elegible para alcalde 1º por su condición de analfabeto según información verbal del Cronista de la villa mariana. A su vuelta de Cuba se casó con Mª Manuela Navarro de la que tuvo tres
hijos conocidos: Juan que sería el primer médico terorense, formado en Francia;
Sebastián que sería alcalde de Teror, cargo al que no pudo acceder su padre por
el desconocimiento de las primeras letras; y Pilar, que se casaría con el
aruquense Francisco Guerra, con amplia descendencia en Firgas y quien llevó la
advocación de la virgen de su nombre al pago de Casablanca.
Isidro Morral Jana, es de todos el que
podría considerarse como especulador, y participa en la compra como partícipe de la sociedad mercantil formada con Juan Trillas Guimerá,
comerciante de Las Palmas, si bien compró en el mismo año para sí dos celemines
de tierras desamortizados en Santa Brígida por 292 reales de Vellón, donde
comparece como comerciante y panadero. Seis años después, en 1865, dejaría la
isla con destino a Barcelona, momento en el que retira de la compañía su
crédito de 900.000 reales de Vellón, cobrando 777.496 con la venta de las
propiedades y comprometiéndose su socio Trillas Guimerá a enviarle a Barcelona
los restantes 122.504 a finales de dicho año.
Mientras avanza el mandato del alcalde Luis Ponce Ponce, un año antes de la venta del Mayorazgo de
Cerón se había producido el regreso a la presidencia del Gobierno del General
Leopoldo O'Donnell, que dio inicio al gobierno de la Unión Liberal, partido que
sin tener una ideología concreta se sustentaba en el pensamiento filosófico de
imprimir el criterio de eficacia y valor para la vida y que sustenta la
ideología “liberal” en relación con la administración pública, persiguiendo la
transformación del Estado como eficiente instrumento de modernización y
prestigio, y como alternativa de concordia y estabilidad después de tantas
guerras, revoluciones y pronunciamientos militares vividos por la sociedad
española. Fue así como se restableció la Constitución de 1845 y en las
elecciones a Cortes del 20 de septiembre de 1858 el partido de la Unión Liberal
alcanzó el absoluto control del poder legislativo. Se confirmó la regla de
entones que ningún partido que organizara unas elecciones las perdería en ese
periodo.
Este pensamiento va a tener su reflejo en la política local de la Villa de Arucas, y
aunque el uso de la marca no sea inmediato, sí aparecen por mimetismo políticos
que pregonan la transformación del Ayuntamiento y la Heredad como eficientes
instrumentos de modernización y prestigio para los vecinos de la Villa. Se
aprecia que son asiduos lectores de las noticias políticas que acontecen en el
Estado.
En la villa de Arucas, entre las dos escrituras de compra de los bienes del Mayorazgo, en junio de 1859, Rafael Ponce de Armas, hijo del que fuera alcalde Juan Ponce Marrero, actúa como fundador de la Sociedad del Liceo de la Villa de Arucas), que se convertirá en lugar de reuniones políticas, que venía a sustituir a la desaparecida Sociedad de Instrucción y Recreo presidida por Germán Mujica Aguilar, cuya denominación denota cierta intelectualidad al recurrir al recuerdo de la Academia Aristotélica, más aún cuando el atributo de recreo se minimiza para potenciar las conferencias instructivas, los conciertos, el teatro, etc.
En la villa de Arucas, entre las dos escrituras de compra de los bienes del Mayorazgo, en junio de 1859, Rafael Ponce de Armas, hijo del que fuera alcalde Juan Ponce Marrero, actúa como fundador de la Sociedad del Liceo de la Villa de Arucas), que se convertirá en lugar de reuniones políticas, que venía a sustituir a la desaparecida Sociedad de Instrucción y Recreo presidida por Germán Mujica Aguilar, cuya denominación denota cierta intelectualidad al recurrir al recuerdo de la Academia Aristotélica, más aún cuando el atributo de recreo se minimiza para potenciar las conferencias instructivas, los conciertos, el teatro, etc.
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