Había comenzado a
publicarse en el Boletín Oficial de
Canarias la relación de censos aprobados de los bienes expropiados y nacionalizados
como consecuencia de las leyes de desamortización, trámite previo para
reconocer las rentas y cargas a redimir con las que serán subastados los bienes
afectados, noticia esperada porque habla de la proximidad de las subastas más
esperada del siglo XIX y en la que se juegan muchos los adinerados burgueses de
la Villa de Arucas en su condición de descendientes de aquella sociedad
estamental que vinculó las propiedades. Muchas páginas que cada día aportan
mucha información al identificar pagadores y bienes confiscados.
Ya comienza a otearse en
el entramado urbano de la villa su crecimiento hacia el Sur de la Acequia Real o
Acequia de san Juan, así como hacia el Poniente de la ermita de san Sebastián
después de haberse liquidado el mayorazgo de El Mirón e iniciarse las primeras
ventas de solares por sus propietarios los
hermanos Germán y Amara Josefa Mujica Aguilar, hijos de Cristóbal Antonio Mujica Benítez Quintana y Antonia
Aguilar Zapata, representando a la segunda su marido el lanzaroteño José Luis
de Bethencourt Perdomo.
A Germán Mujica Aguilar ya lo hemos conocido como Llavero de la
Heredad de Aguas, y ahora ya es miembro de la Junta de la Heredad de Aguas, persona con inquietud y bastante sensible,
dispuesto a colaborar en todo siendo el primer presidente de la recién creada Sociedad de Instrucción y Recreo como ya
se ha dicho, y con alguna formación en ingeniería, dado que el Ayuntamiento el
13 de julio de 1842 le había encargado levantar un plano del Lugar. Si parece
que era más próximo al actual alcalde Juan
Ponce Marrero y más distante de los anteriores alcaldes y hermanos Antonio J. y Luis Ponce Ponce y en este tiempo comenzaban a fraguarse dos
corrientes políticas de opinión e influencia llamando Partido Viejo al bando liderado por Luis Ponce Ponce y Partido Nuevo
al liderado por Juan Ponce Marrero,
si bien las divergencias eran más de tipo personal.
También había sido
comisionado por la Heredad Germán Mujica
Aguilar en el seguimiento de distintas iniciativas, destacando la
construcción del Albercón en el Lomo de San Pedro, el pago con dineros del
Secuestro de los gastos de representación de Antonio Ruiz Bustamante a la Corte
para interesarse por la división provincial o las ayudas a los más necesitados
cuando el hambruna de 1846-1847, y la última ayuda para la compra de
instrumentos de la primera banda de música.
Albercón (Fedac) |
En la función del
Viernes Santo, 22 de marzo, es de suponer que el párroco José Antonio Rivero Mireles se encontraba bastante molesto por el
retraso en el inicio de la reparación del frontis, y como no, por los
comentarios de aquellos que se oponían a su necesidad. En este ambiente enrarecido
entre sus parroquianos y particularmente en alguna cofradía, que dejó al
descubierto el agrio carácter del párroco cuando debió acallar algunas voces,
hecho que fue entendido como un «...
desarire cometido por el Sr. Beneficiario a uno de sus individuos,...», de
tal tamaño que motiva se disolviera la Sociedad de Hermanos del Rosario.
En cuanto al agrio
carácter del párroco, eran conocidos y comentados «los chascos que han sufrido una
multitud de estos vecinos, sin distinción de personas y especialmente los
niños, en quienes descarga frecuentemente su mano con el rigor de la cólera y
el desprecio, sería larga la historia que se pudiera formar».
Detalle de fotografía (Fedac) |
Remediado lo más
urgente del frontis, el último día de octubre se coloca de nuevo retablo con un
nuevo cuadro de Ánimas para el que sí había dinero en las arcas de la fábrica
de la parroquia, o al menos así lo estimaba el párroco. Nos cuenta el cronista
que «El cuadro vino de Sevilla, que costó
allá 25 duros y puesto aquí 42 pesos.- Este retablo fue dorado por Macarito en 1894
y el P. Forcada P.M.F. pintole una calavera con el lema: memento mori».
No hay comentarios:
Publicar un comentario